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Capitulo 4: Justo a tiempo

Pese a haber perdido las esperanzas, Lía no dejaba de luchar y aunque tenía la boca completamente cerrada con esa sucia mano de ese hombre, de igual modo hacía sonidos de auxilio y fuertes sollozos, realizando movimientos constantes para tratar de liberarse.

Esto impidió qué ese hombre pudiese pe**trarla, pese a intentarlo una y otra vez, mientras lía sentía ese sucio miembro rosar su trasero.

Ahora entendía porque anastasia se había portado tan amable durante el día, señalándole qué le tenía un pijama de regalo, disculpándose una y otra vez porque el de Lía había sido echado a la basura *por error".

Ese pijama qué le obsequió anastasia era una camiseta larga, qué no tenía ninguna parte de abajo, solo se usaba encima de las bragas. Por eso, había sido tan sencillo levantarle la camiseta, y desnudarla.

En ese instante de desespero, alguien entró a la habitación por la fuerza, lo que hizo que kike soltara a Lía de inmediato y la empujara, por lo que Lía cayó de costado al suelo.

Era Julián, al encender la luz se pudo ver una expresión de horror en su rostro, al ver el estado de lía, quien tenía la boca sangrando y sus ojos hinchados por el llano.

La mirada de Julián se oscureció al instante, sin dudarlo se lanzó sobre kike propinandole dos fuertes golpes en el rostro. Sé pudo oír como la nariz de kike se quebró, mientras éste se retorció en el suelo de dolor.

Sin estar conforme con eso, Julián le dio varias patadas en las cosillas y luego se dirigió donde Lía, quien aun se encontraba en el suelo.

Lía se refugió en los brazos de Julián, sintiéndose al fin a salvo y luego se desmayó.

Julián la cargó en sus brazos y la recostó sobre su cama.

En ese momento hubo un revuelo por toda la casa, todos se levantaron y estaban conmocionados con lo sucedido, entre ellos, Anastasia señalando qué lo que había echo ese hombre era inhumano, pero insuando qué Lía siempre buscaba se ofrecía frente a él.

Julián no se separó del lado de Lía y en tanto ella despertó le dijo:

- ¿Porqué Lia? Porque kike se ensañó de esa manera contigo - mostrando una expresión de angustia en su rostro y apretando involuntariamente sus puños.

- Fue anastasia, ella lo planeó todo - respondió Lía con una voz quebrada.

Lía le contó con lujo de detalle todo lo sucedido, gracias a Dios ese hombre no había alcanzado a hacerle un daño mayor.

Julián cambió de expresión con cada detalle de su relato y sin más, salió de la habitación.

A los minutos, llegó la policia para tomar la denuncia de abuso s*xual contra kike y de cómplice contra Anastasia.

Poco después se los llevaron a ambos esposados bajo la mirada de todos los habitantes de la hacienda.

Después de lo sucedido, Lía no lograba reponerse, había estado varios días en reposo y bajo el cuidado directo de Julian, pero, pese a sentirse agradecida por él, sentía mucho temor de retomar su rutina diaria.

Su mente estaba lejos, constantemente viajaba a su hogar, parecía escuchar las risas de don oracio o ver el rostro cariñoso de sus padres, quienes no dejaban de mostrarle afecto, pese a que Lía les decía que estaba grande para eso.

El aroma de una comida hecha en casa despertaba su apetito, mientras sus ojos se llenaban de pesadas lagrimas, sin duda extrañba a su gente, necesitaba ese afecto con todas sus fuerzas.

Julián temía que Lía decidiera irse, sentía una atracción impresionate por ella, la cual iba más allá de los físico, era algo profundo qué lo conectaba desde su propio ser, deseaba cuidarla, sentía que se le apretaba el pecho de imaginarse qué ella se fuese.

Adelantándose a eso, fue directo a su habitación y le propuso un trato :

- Lía, después de lo que has vivido, creo que es importante que te tomes unas vacaciones, puedes irte a casa por dos semanas, estar con tu familia te ayudará a sanar, pero para eso solo tengo una condición - dijo en tono suplicante. - por favor, regresa, nunca dejaré que alguien vuelva a lastimarte. - dijo tomando suavemente su mano.

En ese momento, algo despertó en el interior de Lía y era tan intenso qué tuvo temor, no podía decirlo, pero sabía que Julián estaba comenzando a importaba más de lo que quisiera reconocer.

Lía accedió de inmediato, preparo su maleta y se fue directo al terminal de buses. Tenía pánico a volar asique debía tomar dos buses para llegar a casa, sin embargo se sorprendió cuando a su lado estaba Julián, con una pequeña maleta de mano.

- iré a dejarte a casa¿ creíste que dejaría que te fueses sola? Ven, iremos en mi auto - dijo con un tono autoritario y dando pasos hacia la salida del terminal.

Lía no tuvo tiempo de oponerse y sinceramente no quería hacerlo, Julián le generaba seguridad y su compañia la haría sentir a salvo.

El viaje era extenso, asique se detuvieron en un hospedaje a orilla de camino para pasar la noche, la única ha habitación dipsonible era para dos, por lo que debían quedarse juntos, lo que no género incomodidad en ninguno de ellos, solo era una noche en la misma habitación.

Ambos se recostaron y rápidamente se durmieron, sin embargo a pocas horas de dormirse Lía comienza a tener pesadillas.

- suéltame, dejame, imbécil, no te atrevas-decía dando golpes con las manos.

Julián se apresuró a acercarse a su lado y de manera suave, comenzó a despertarla - lía, es una Pesadilla, despierta , todo está bien - dijo de manera calmada, haciendo que Lía despertará de un salto.

Lía lo abrazo fuertemente por unos minutos y sin darse cuenta ambos se quedaron dormidos.

Lía fue la primera en despertar y se sorprendió al ver a Julián a su lado, se sintió avergonzada asique se levantó rápidamente y entró a la ducha.

No se dio cuenta como pasaron los minutos, hasta que Julián comenzó a decirle que se les haría tarde.

Lía se apresuró y se cubrió con una toalla, mientras se arreglo el cabello y se maquillaba de manera natural, como de costumbre.

Julián insistió en la hora, por lo que Lía se sintió muy molesta, abrió la puerta de golpe para decirle que necesitaba más tiempo, sin embargo debido al enojo con que abrió la puerta y el movimiento brusco qué realizo para ello, la toalla qué cubría su cuerpo cayó al suelo.

Julián quedo boquiabierto, ubiese deseado acercarse a Lía y hacerle el amor en ese preciso momento, pero debía controlarse, Lía había vivido una situación compleja, su plan era enomorarla poco a poco y convertirla en su esposa, pero no podía negar el deseo que sentió por ella.

Su cuerpo húmedo y su cabello alborotado hizo qué perdiera por unos segundos la compostura.

Sin darse cuenta había disminuido considerablemente la distancia entre ellos, tomando su cuerpo desnudo desde la cintura, mientras su boca estaba a punto de besarla. Pudo sentie su aroma y la exitación bajo rápidamente hasta su ingle. Lía no parecía reaccionar, asique Julián bajo su mano desee la cintura hasta sus caderas, pero de pronto subió si vista buscando sus ojos, los cuales estaban completamente cerrados.

En ese momento reaccionó y se aportó diciendo - Lía lo siento, mientras se volteaba para que Lía se cubriera el cuerpo.

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