Pese a haber perdido las esperanzas, Lía no dejaba de luchar y aunque tenía la boca completamente cerrada con esa sucia mano de ese hombre, de igual modo hacía sonidos de auxilio y fuertes sollozos, realizando movimientos constantes para tratar de liberarse.
Esto impidió qué ese hombre pudiese pe**trarla, pese a intentarlo una y otra vez, mientras lía sentía ese sucio miembro rosar su trasero.Ahora entendía porque anastasia se había portado tan amable durante el día, señalándole qué le tenía un pijama de regalo, disculpándose una y otra vez porque el de Lía había sido echado a la basura *por error". Ese pijama qué le obsequió anastasia era una camiseta larga, qué no tenía ninguna parte de abajo, solo se usaba encima de las bragas. Por eso, había sido tan sencillo levantarle la camiseta, y desnudarla.En ese instante de desespero, alguien entró a la habitación por la fuerza, lo que hizo que kike soltara a Lía de inmediato y la empujara, por lo que Lía cayó de costado al suelo.Era Julián, al encender la luz se pudo ver una expresión de horror en su rostro, al ver el estado de lía, quien tenía la boca sangrando y sus ojos hinchados por el llano.La mirada de Julián se oscureció al instante, sin dudarlo se lanzó sobre kike propinandole dos fuertes golpes en el rostro. Sé pudo oír como la nariz de kike se quebró, mientras éste se retorció en el suelo de dolor.Sin estar conforme con eso, Julián le dio varias patadas en las cosillas y luego se dirigió donde Lía, quien aun se encontraba en el suelo.Lía se refugió en los brazos de Julián, sintiéndose al fin a salvo y luego se desmayó.Julián la cargó en sus brazos y la recostó sobre su cama.En ese momento hubo un revuelo por toda la casa, todos se levantaron y estaban conmocionados con lo sucedido, entre ellos, Anastasia señalando qué lo que había echo ese hombre era inhumano, pero insuando qué Lía siempre buscaba se ofrecía frente a él.Julián no se separó del lado de Lía y en tanto ella despertó le dijo:- ¿Porqué Lia? Porque kike se ensañó de esa manera contigo - mostrando una expresión de angustia en su rostro y apretando involuntariamente sus puños.- Fue anastasia, ella lo planeó todo - respondió Lía con una voz quebrada.Lía le contó con lujo de detalle todo lo sucedido, gracias a Dios ese hombre no había alcanzado a hacerle un daño mayor.Julián cambió de expresión con cada detalle de su relato y sin más, salió de la habitación.A los minutos, llegó la policia para tomar la denuncia de abuso s*xual contra kike y de cómplice contra Anastasia.Poco después se los llevaron a ambos esposados bajo la mirada de todos los habitantes de la hacienda.Después de lo sucedido, Lía no lograba reponerse, había estado varios días en reposo y bajo el cuidado directo de Julian, pero, pese a sentirse agradecida por él, sentía mucho temor de retomar su rutina diaria.Su mente estaba lejos, constantemente viajaba a su hogar, parecía escuchar las risas de don oracio o ver el rostro cariñoso de sus padres, quienes no dejaban de mostrarle afecto, pese a que Lía les decía que estaba grande para eso.El aroma de una comida hecha en casa despertaba su apetito, mientras sus ojos se llenaban de pesadas lagrimas, sin duda extrañba a su gente, necesitaba ese afecto con todas sus fuerzas.Julián temía que Lía decidiera irse, sentía una atracción impresionate por ella, la cual iba más allá de los físico, era algo profundo qué lo conectaba desde su propio ser, deseaba cuidarla, sentía que se le apretaba el pecho de imaginarse qué ella se fuese.Adelantándose a eso, fue directo a su habitación y le propuso un trato :- Lía, después de lo que has vivido, creo que es importante que te tomes unas vacaciones, puedes irte a casa por dos semanas, estar con tu familia te ayudará a sanar, pero para eso solo tengo una condición - dijo en tono suplicante. - por favor, regresa, nunca dejaré que alguien vuelva a lastimarte. - dijo tomando suavemente su mano.En ese momento, algo despertó en el interior de Lía y era tan intenso qué tuvo temor, no podía decirlo, pero sabía que Julián estaba comenzando a importaba más de lo que quisiera reconocer.Lía accedió de inmediato, preparo su maleta y se fue directo al terminal de buses. Tenía pánico a volar asique debía tomar dos buses para llegar a casa, sin embargo se sorprendió cuando a su lado estaba Julián, con una pequeña maleta de mano.- iré a dejarte a casa¿ creíste que dejaría que te fueses sola? Ven, iremos en mi auto - dijo con un tono autoritario y dando pasos hacia la salida del terminal.Lía no tuvo tiempo de oponerse y sinceramente no quería hacerlo, Julián le generaba seguridad y su compañia la haría sentir a salvo.El viaje era extenso, asique se detuvieron en un hospedaje a orilla de camino para pasar la noche, la única ha habitación dipsonible era para dos, por lo que debían quedarse juntos, lo que no género incomodidad en ninguno de ellos, solo era una noche en la misma habitación.Ambos se recostaron y rápidamente se durmieron, sin embargo a pocas horas de dormirse Lía comienza a tener pesadillas.- suéltame, dejame, imbécil, no te atrevas-decía dando golpes con las manos.Julián se apresuró a acercarse a su lado y de manera suave, comenzó a despertarla - lía, es una Pesadilla, despierta , todo está bien - dijo de manera calmada, haciendo que Lía despertará de un salto.Lía lo abrazo fuertemente por unos minutos y sin darse cuenta ambos se quedaron dormidos.Lía fue la primera en despertar y se sorprendió al ver a Julián a su lado, se sintió avergonzada asique se levantó rápidamente y entró a la ducha.No se dio cuenta como pasaron los minutos, hasta que Julián comenzó a decirle que se les haría tarde.Lía se apresuró y se cubrió con una toalla, mientras se arreglo el cabello y se maquillaba de manera natural, como de costumbre.Julián insistió en la hora, por lo que Lía se sintió muy molesta, abrió la puerta de golpe para decirle que necesitaba más tiempo, sin embargo debido al enojo con que abrió la puerta y el movimiento brusco qué realizo para ello, la toalla qué cubría su cuerpo cayó al suelo.Julián quedo boquiabierto, ubiese deseado acercarse a Lía y hacerle el amor en ese preciso momento, pero debía controlarse, Lía había vivido una situación compleja, su plan era enomorarla poco a poco y convertirla en su esposa, pero no podía negar el deseo que sentió por ella.Su cuerpo húmedo y su cabello alborotado hizo qué perdiera por unos segundos la compostura. Sin darse cuenta había disminuido considerablemente la distancia entre ellos, tomando su cuerpo desnudo desde la cintura, mientras su boca estaba a punto de besarla. Pudo sentie su aroma y la exitación bajo rápidamente hasta su ingle. Lía no parecía reaccionar, asique Julián bajo su mano desee la cintura hasta sus caderas, pero de pronto subió si vista buscando sus ojos, los cuales estaban completamente cerrados.En ese momento reaccionó y se aportó diciendo - Lía lo siento, mientras se volteaba para que Lía se cubriera el cuerpo.Cuando Julian se voltió, Lía pudo abrir los ojos, sentía algo que jamás había experimentado, no tenía palabras para expresarlo asique solo guardó silencio por unos segundos. Caminó directamente donde Julián y sin cubrirse el cuerpo, lo hizo voltear.- Quiero hacerlo.. Digo.. Porfavor.. Hazme el amor - dijo Lía con una timidez qué no le era habitualJulián no dejó pasar ni un segundo, comenzó besando apasionadamente su boca para bajar hasta su cuello, mientras mantenía una mano en su cintura y la otra recorría sus curvas con delicadeza. Bajó por su cuello hasta llegar a sus grandes pechos, lo cuales besó lentamente.Lia se estremecía, realizaba gemidos involuntarios mientras Julián la ponía de espaldas, apoyandola en la pared del baño. Besó poco a poco su espalda, con bastante suavidad, hasta que porfin la guío a abrir sus piernas. Era ahora o nunca, pero justo cuando iba a impactarla, Lía dijo- Con cuidado, soy virgen - Julián se apartó de golpe, su mirada se suavizó, tenía tanta
Lía había llegado a su vecindario, pese a el humilde paisaje, con viviendas a poco terminar, calles llenas de muchachos jugando fútbol y pequeños negocios de abastecimiento, Lía no sentía una pizca de vergüenza con Julián, ese lugar, era su casa y esas personas, parte de su familia, de sus raíces y de su historia.Parecía que una celebridad había llegado al lugar, desde los niños más pequeños a las personas más ancianas, salían a las calles a ver quien pasaba por allí, al ver a Lía le saludaban con mucho entusiasmo. Don p**e, salió de inmediato con una caja de huevos de campo como obsequio, Lía había llegado y todos los de aquel lugar estaban felices.Lía fue guiando a Julián para pasar primeramente por la verdureria de don oracio, era justo la hora de cierre y lía deseaba llegar antes que cerrara, le extrañaba tanto y quería saber como habían sido estos últimos meses.A lo lejos, se ve un hombre mayor, barriendo la entrada de su negocio, con una gorra estilo boina y su característico
Lía apretó la hoja en su mano con fuerza, pero las palabras estaban grabadas en su mente y corazón por completo. Su madre sollozaba en silencio, sosteniendo una foto con su esposo de su matrimonio por la iglesia, pero lía no tenía las fuerzas de consolar a su madre, salió de la casa corriendo y olvidó por completo qué Julián estaba a la espera. Se dirigió al río qué se encontraba a unos mts de su casa, el cual, por la época del año, traía bastante agua, era un lugar no apto para bañarse, lleno de rocas y profundidades. Sin pensarlo se lanzó al lugar más profundo. Ella no deseaba quitarse la vida, solo deseaba ahogar el dolor que le consumía el pecho, necesitaba escapar de ese dolor, sentir algo más que esa pena y esa fue su forma.Al caer al agua, se sumergio profundo, mirando desde allí la lejanía de su salida como si ubiese caído en un inmenso túnel cuya luz se dislumbraba a lo lejos. Estaba a punto de cerrar sus ojos, pero una mano la sujetó con fuerza, logrando sacarla hasta la
Los días habían pasado muy rápido, marcados por el llanto y la despedida de Lia hacia su padre. Junto con su madre habían estado más unidas qué nunca, mientras que Julián había retornado a casa, alentando a Lía a regresar también, ofreciéndole a su madre un empleo inmediato en la cocina, luego de probar las deliciosas y únicas preparaciones que realizaba con pocos ingredientes.Lía y su madre hicieron sus maletas, sabiendo que no regresarían en un buen tiempo, encargaron su casa a don oracio y se fueron con rumbo a la ciudad fluvial.Al llegar, el personal estaba enterado de que Lía llegaría junto a su madre, teniendo una habitación preparada para ella, solo a dos habitaciones de la de Lía.- Señora iris, bienvenida - dijo Julián abriendo sus brazos hacia la madre de Lia, mostraba gran alegría, luego dirigió su mirada a Lía y le abrazó con fuerza. Jamás el personal de la mansión lo había visto ser tan cercano con algún empleado, por lo que pronto esto se rumoreo por toda la mansión,
- Tu no eres para Julian, que te quede bien claro, eres solo una sirvienta sin aspiraciones, quiero que te alejes de mi hijo o no solamente te despediré, sino que me encargaré que nadie más vuelva a contratarte, no te quedará otra opción que volver a la ratonera de donde vienes. ¿Entendiste? Dijo elevando a cada momento su voz.Lía no tardó en responden sin tapujos, diciendo:- Usted puede ser la dueña de este lugar, pero a mi no me trata como se le de la gana! Veo claramente que el dinero no le dio educación, sino kilómetros de arrogancia!! usted ingresó sin autorización a esta habitación ¿y viene a amenazarme? Si va a despedirme hágalo ahora, quiero escucharlo, pero yo no acepto amenazas! Usted puede decidir las funciones que yo realice aquí, pero no decide a quien le abro las piernas fuera de mi horario laboral! - respondió Lía mientras la mujer se tapaba una y otra vez su boca, mostrándose sorprendida, ofendida y hasta un poco asqueada.- si va a despedirme hágalo, quiero leer en l
Los minutos parecían horas y Lía se sentía más triste y decepcionada que nunca, Julián no apareció en su habitación y ya comenzaba a resignarse.De pronto escuchó unos pasos, se apresuró a acercarse a la puerta hasta que al fin tocaron solo una vez. - ¿Quien es? - dijo , tratando de disimular su voz ansiosa, pero no recibió respuesta. La incertidumbre la consumía asique decidió abrir la puerta, esperaba ver a Julián pero del otro lado de la puerta estaba nada más y nada menos que esa joven y adinerada mujer. No. No estoy perdida - dijo esa mujer - vine directamente a verte y tal como me gusta, iré directo al grano - destacó en tono arrogante - mi suegra me ha dicho que no dejas en paz a Julián, espero hoy te haya quedado claro que el es mi prometido y si llegas a tener alguna duda, mira, velo tu misma. - dijo mientras sacaba su teléfono y mostraba una imagen de ella y Julián en la cama, el aparentemente exhausto y dormido y ella cubierta solo por una sabana mientras lo abrazaba. Er
Lía trasladó a Constanza y a la señora Laura hasta la sala de estar, allí, puso una botella de vino y las acomodó sujetando cada una un vaso, en evidente estado de embriaguez. Luego llamó a una vieja amiga periodista, con una carrera recién iniciando, con escasas oportunidades laborales en la ciudad fluvial donde cada puesto ya se encuentra ocupado por personas de alta clase social. Rocío, la amiga de lía llegó apresuradamente al lugar, sacó varias tomas y dijo - con esto será suficiente, el titular será "la empresaria más prestigioda ahoga sus penas amorosas en alcohol" y luego se retiro con cautela. Lo que Lía no sabía es que ese incidente solo ocasionaria que Constanza, evitando regresar a su mansión por la cantidad de periodistas en el lugar, se quedara a alojar por varias semanas, victimisandose frente a todos y ocasionado un gran revuelo a la mansión, con el objetivo de saber quien había compartido las imágenes, haciendo que revisaran cada uno de los celulares de la mansión,
Sin darse cuenta, los periódicos estaban llenos de titulares sobre lía, algunos muy creativos y positivos y otros bastante ofensivos. Algunos decían "de los suburbios a la ciudad fluvial" "escalando por medio del romance" otros más ofensivos decían "agresividad es su estilo de vida" " lía y su rol como mosquita muerta". Esta situación se volvió inmanejable. La tranquilidad a la que estaba acostumbrada desapareció, las personas la reconocían, la seguían y se generaba una comidilla de comentarios y de dudas de aquello que era real y de aquello que no. Julián trato de calmar los periódicos, dando una entrevista de prensa donde hablaba de la inocencia de lía y de su esfuerzo desde pequeña, digno de una mujer esforzada. Pero no estaban conformes, querían una entrevista directa con ella, siendo la opción para lía de empeorar las cosas o mejorarlas para siempre. Lía se preparó, ensayo una y otra vez y eligió su atuendo con cuidado. Se veía espléndida, daba un aspecto decente y hermoso a l