Lía había llegado a su vecindario, pese a el humilde paisaje, con viviendas a poco terminar, calles llenas de muchachos jugando fútbol y pequeños negocios de abastecimiento, Lía no sentía una pizca de vergüenza con Julián, ese lugar, era su casa y esas personas, parte de su familia, de sus raíces y de su historia.
Parecía que una celebridad había llegado al lugar, desde los niños más pequeños a las personas más ancianas, salían a las calles a ver quien pasaba por allí, al ver a Lía le saludaban con mucho entusiasmo. Don p**e, salió de inmediato con una caja de huevos de campo como obsequio, Lía había llegado y todos los de aquel lugar estaban felices.Lía fue guiando a Julián para pasar primeramente por la verdureria de don oracio, era justo la hora de cierre y lía deseaba llegar antes que cerrara, le extrañaba tanto y quería saber como habían sido estos últimos meses.A lo lejos, se ve un hombre mayor, barriendo la entrada de su negocio, con una gorra estilo boina y su característico delantal verde, sobresaliente de la parte de la barriga, don oracio, allí estaba finalizando su día. De pronto se asusta, un grito se escucho desde unas cuadras, no entendía qué decían a quien se dirigía, hasta que escuchó :- Mi viejujo calvo y regañon ¡llegó la consentida a casa! Como estan mis frutitas! - don oracio reconoció la voz de lía, soltó la escoba y corrió hacia el vehículo que aún no llegaba hasta él, vió a lía bajarse rápidamente y la abrazó con fuerza, sus lágrimas corrían por su rostro. - hija, ya esperaba que vinieras, te has tardado, este viejo se ha sentido más solo que nunca, me alegro tanto de verte - mientras lía se refujiaba en él como una niña con su abuelo.Julián miraba desde el auto, el cariño de esas personas le cautivó por completo, nunca había visto algo similar, las personas con las que el creció a su alrrededor jamás tuvieron esa conducta, los vecinos competía unos con otros sobre el auto del año y las familias aparentaba ser felices pero el dinero no sanaba sus discordias, por un momento, anheló haber vivido en ese humilde barrio donde nació Lía.- Julián ven! - dijo lía quiero presentarte a don oracio, date prisa - dijo mientras secaba sus lágrimas de emoción con su manga.Julián se acercó y un enorme abrazo lo sorprendió, don oracio lo saludó como si lo conociese de toda la vida. - muchacho, bienvenido, si eres amigo de lía, lo eres también para mi - mientras le dio unas palmadas en el hombro.Pasados unos minutos don oracio respiró profundo, parecía querer decir algo y buscar las palabras correctas, tosía un poco y suspiraba nuevamente, hasta que por fin dijo - Lía, quisiera no arruinar este bello momento, pero creo que fue la desición correcta venir, no tuve la fuerza de llamarte para decirte lo mucho que lamento lo que esta sucediendo con tu padre.. Si necesitas ayud.... - dijo mientras Lía sintió su respiración entre cortada, la angustia la acorraló por completo y solo pudo decir - DÍMELO TODO, por favor no te guardes nada - don oracio se mostró confundido.- Lía, es tu padre, la ausencia de trabajo lo ha sumergido en una gran depresión, a duras penas hemos logrado con tu madre que coma algunos bocados al día, su mirada está perdída, no sabemos como ayudarle.Lía abrazó a don oracio y salieron rumbo a casa, necesitaba ver a su padre, consultar porque no le habían dicho nada, ella habría retornado de inmediato y de ser necesario habría rogado por un empleo para el.Su padre es un hombre que ha trabajado toda su vida, dese muy temprano hasta muy tarde, sus extensas jornadas laborales no compensaban el poco dinero que recibía por su trabajo, pero aun así, jamás faltaba. Estar cesante era sin duda un gran golpe en su vida.Al llegar, se estacionaron justo frente de la casa, Lía tomó aire varias veces hasta que decidió entrar. Julián tomó su mano y le dijo - ve, te espero, recuerda, cuentas conmigo para lo que necesites, solo dilo. - Julián tenía una postura de autoridad, a través de su lenguaje corporal transmitía seguridad por lo que sus palabras fueron bien recibidas por lía.Lía entró rápidamente, abrió la puerta que se encontraba entre abierta y se encontró con su madre, se veía tan cansada, había palidez en su rostro y grandes ojeras, la mujer la miró y le dio un cálido abrazo. Lía le dijo que ya sabía lo que estaba pasando con su padre, lo que hizo que su madre soltara varias lágrimas de frustración. - hija, hoy nuevamente no he logrado que coma, ve, Talves si te ve, tenga alguna mejoría - acercándole un plato de verduras.Lía se dirijó hacia el cuarto de su padre, pero no lo encontró allí, en su lugar, había una carta qué decía "para mi pequeña Lía"Gritó con fuerza¡ papá ! Pero nadie respondió , en su lugar su madre llegó y se encontró con el cuarto vacío, su esposo no estaba y su ropa habitual tampoco.Lía abrió la carta, con sus manos temblorosas y la comenzó a leer en voz alta.Hija míaSé que pronto estarás en casa, vendrás a vernos y no tendré la fuerza de mirarte a los ojos, me siento cansado, los años no pasan en vano, no tuve la fuerza para decirle a tu madre que mi dolor no es por estar cesante, sino, porque hace cinco meses me detectaron cáncer terminal, sin opción de tratamiento y sin recursos para indagar nuevas opciones. Cuando veas esta carta quiero que sepan cuanto las amo, se me escapa la vida y reconozco no querer dejarlas aun. No quiero que me vean morir, quiero que me recuerden en vida.Ya he preparado todo, estaré en un buen lugar donde me cuidaran en mis últimos días de vida. Cuando me encuentre en el cementerio les darán aviso del lugar exacto. Perdonenme porfavor, les envío un beso enorme, siempre las cuidaré desde arriba, fueron mi mas grande regalo del cielo.Cuida a tu madre de mi parte, salgan juntas adelante, cumple tus sueños, jamás te des por vencida, eres una mujer fuerte y valiente ¡ siempre has sido mi orgullo!Un abrazo mi Pequeña lía.Atte. PapáLía apretó la hoja en su mano con fuerza, pero las palabras estaban grabadas en su mente y corazón por completo. Su madre sollozaba en silencio, sosteniendo una foto con su esposo de su matrimonio por la iglesia, pero lía no tenía las fuerzas de consolar a su madre, salió de la casa corriendo y olvidó por completo qué Julián estaba a la espera. Se dirigió al río qué se encontraba a unos mts de su casa, el cual, por la época del año, traía bastante agua, era un lugar no apto para bañarse, lleno de rocas y profundidades. Sin pensarlo se lanzó al lugar más profundo. Ella no deseaba quitarse la vida, solo deseaba ahogar el dolor que le consumía el pecho, necesitaba escapar de ese dolor, sentir algo más que esa pena y esa fue su forma.Al caer al agua, se sumergio profundo, mirando desde allí la lejanía de su salida como si ubiese caído en un inmenso túnel cuya luz se dislumbraba a lo lejos. Estaba a punto de cerrar sus ojos, pero una mano la sujetó con fuerza, logrando sacarla hasta la
Los días habían pasado muy rápido, marcados por el llanto y la despedida de Lia hacia su padre. Junto con su madre habían estado más unidas qué nunca, mientras que Julián había retornado a casa, alentando a Lía a regresar también, ofreciéndole a su madre un empleo inmediato en la cocina, luego de probar las deliciosas y únicas preparaciones que realizaba con pocos ingredientes.Lía y su madre hicieron sus maletas, sabiendo que no regresarían en un buen tiempo, encargaron su casa a don oracio y se fueron con rumbo a la ciudad fluvial.Al llegar, el personal estaba enterado de que Lía llegaría junto a su madre, teniendo una habitación preparada para ella, solo a dos habitaciones de la de Lía.- Señora iris, bienvenida - dijo Julián abriendo sus brazos hacia la madre de Lia, mostraba gran alegría, luego dirigió su mirada a Lía y le abrazó con fuerza. Jamás el personal de la mansión lo había visto ser tan cercano con algún empleado, por lo que pronto esto se rumoreo por toda la mansión,
- Tu no eres para Julian, que te quede bien claro, eres solo una sirvienta sin aspiraciones, quiero que te alejes de mi hijo o no solamente te despediré, sino que me encargaré que nadie más vuelva a contratarte, no te quedará otra opción que volver a la ratonera de donde vienes. ¿Entendiste? Dijo elevando a cada momento su voz.Lía no tardó en responden sin tapujos, diciendo:- Usted puede ser la dueña de este lugar, pero a mi no me trata como se le de la gana! Veo claramente que el dinero no le dio educación, sino kilómetros de arrogancia!! usted ingresó sin autorización a esta habitación ¿y viene a amenazarme? Si va a despedirme hágalo ahora, quiero escucharlo, pero yo no acepto amenazas! Usted puede decidir las funciones que yo realice aquí, pero no decide a quien le abro las piernas fuera de mi horario laboral! - respondió Lía mientras la mujer se tapaba una y otra vez su boca, mostrándose sorprendida, ofendida y hasta un poco asqueada.- si va a despedirme hágalo, quiero leer en l
Los minutos parecían horas y Lía se sentía más triste y decepcionada que nunca, Julián no apareció en su habitación y ya comenzaba a resignarse.De pronto escuchó unos pasos, se apresuró a acercarse a la puerta hasta que al fin tocaron solo una vez. - ¿Quien es? - dijo , tratando de disimular su voz ansiosa, pero no recibió respuesta. La incertidumbre la consumía asique decidió abrir la puerta, esperaba ver a Julián pero del otro lado de la puerta estaba nada más y nada menos que esa joven y adinerada mujer. No. No estoy perdida - dijo esa mujer - vine directamente a verte y tal como me gusta, iré directo al grano - destacó en tono arrogante - mi suegra me ha dicho que no dejas en paz a Julián, espero hoy te haya quedado claro que el es mi prometido y si llegas a tener alguna duda, mira, velo tu misma. - dijo mientras sacaba su teléfono y mostraba una imagen de ella y Julián en la cama, el aparentemente exhausto y dormido y ella cubierta solo por una sabana mientras lo abrazaba. Er
Lía trasladó a Constanza y a la señora Laura hasta la sala de estar, allí, puso una botella de vino y las acomodó sujetando cada una un vaso, en evidente estado de embriaguez. Luego llamó a una vieja amiga periodista, con una carrera recién iniciando, con escasas oportunidades laborales en la ciudad fluvial donde cada puesto ya se encuentra ocupado por personas de alta clase social. Rocío, la amiga de lía llegó apresuradamente al lugar, sacó varias tomas y dijo - con esto será suficiente, el titular será "la empresaria más prestigioda ahoga sus penas amorosas en alcohol" y luego se retiro con cautela. Lo que Lía no sabía es que ese incidente solo ocasionaria que Constanza, evitando regresar a su mansión por la cantidad de periodistas en el lugar, se quedara a alojar por varias semanas, victimisandose frente a todos y ocasionado un gran revuelo a la mansión, con el objetivo de saber quien había compartido las imágenes, haciendo que revisaran cada uno de los celulares de la mansión,
Sin darse cuenta, los periódicos estaban llenos de titulares sobre lía, algunos muy creativos y positivos y otros bastante ofensivos. Algunos decían "de los suburbios a la ciudad fluvial" "escalando por medio del romance" otros más ofensivos decían "agresividad es su estilo de vida" " lía y su rol como mosquita muerta". Esta situación se volvió inmanejable. La tranquilidad a la que estaba acostumbrada desapareció, las personas la reconocían, la seguían y se generaba una comidilla de comentarios y de dudas de aquello que era real y de aquello que no. Julián trato de calmar los periódicos, dando una entrevista de prensa donde hablaba de la inocencia de lía y de su esfuerzo desde pequeña, digno de una mujer esforzada. Pero no estaban conformes, querían una entrevista directa con ella, siendo la opción para lía de empeorar las cosas o mejorarlas para siempre. Lía se preparó, ensayo una y otra vez y eligió su atuendo con cuidado. Se veía espléndida, daba un aspecto decente y hermoso a l
Desde aquel día Lía había generado una opinión muy positiva de las personas, habían campañas por redes sociales con sus frases, destacando su personalidad, sencillez y desplante, había logrando voltear la situación a su favor y las personas la admiraba mucho.Pero Antonio, solo quería una cosa, conseguir tenerla entre sus fuertes brazos, era su manera de sentirse triunfador al final de la noche. Su vida, era pasar de sábanas en sábanas, sentía que su mejor don era en la cama y Lía se le había cruzado entre ceja y ceja, su único obstáculo era Julián.Tenía un plan en mente, el cual concretó de manera cautelosa y ordenada, consiguió hacer un documental de la vida empresarial de Julián y de sus logros la ser un joven empresario. Esto ocasionó que Julián recibiera muchas ofertas de trabajo y tuviera que realizar un viaje a Italia por una semana, donde todos los gastos estaban pagados. Una oportunodad única que los directivos de su empresa le solicitaron tomar de manera inmediata.Lía no du
Al regresar Julián se enteró de lo sucedido y comprendió el malicioso plan de Antonio desde principio a fin, lo que generó un cambio nunca antes visto en el.Julián era un hombre pacifico que evitaba pleitos y se centra en lo negocios, pero todo lo que le sucedió a Lía hizo que su comportamiento pacifico se agitara y comenzó a actuar de manera más impulsiva.Su objetivo era claro, vengarse de cada de los que ha lastimado a Lía.Comenzó por su madre, quitándole lo único que ella agradecía que era su compañía. Luego por Constanza, logrando que las acciones de su compañía bajaras significativamente. Luego por Antonio, logrando que banco le quitara sus últimas pertenencias y luego por el hombre que contrato Antonio, logrando su despido de su empleo, debiendo irse de la Ciudad.Por un momento sentía cargo de conciencia, pero luego veia su obrar como algo que beneficiaria a todos, al ver hundierse a personas de esa calaña.Lía jamás había visto a Julián así y se sintió protegida por el, por