—Alfa Ace, hemos llegado —anuncia el cochero mientras se detiene el carruaje.El alfa se marchó con urgencia después de conocer al pequeño príncipe heredero del trono supremo del reino del norte. En la manada vecina de Ayudador Guerrero se ha presentado un caso muy raro con una loba y, como el único alfa que posee el sello protector, tiene que inspeccionarla para poder manejar este caso como es debido.Ace espera pacientemente a que uno de sus guardias le abra la puerta del carruaje, y cuando lo hace, sale con gentileza y se para derecho, con ambas manos metidas en los bolsillos. Su comportamiento exterior no es muy amistoso, y él lo sabe. Todos los que están a su alrededor lo saludan con cordialidad en cuanto lo ven, incluido el alfa de la manada, Chase.Como amigo y aliado cercano del rey alfa supremo, ninguno de los alfas de por allí lo quieren. Los hombres lobo de otras manadas le temen debido a los rumores que surgen de que es un alfa despiadado.Bueno, no intentará defenderse. D
—¡Camina, m*****a perra cachonda! —gruñe un guardia mientras la sacan del salón de banquete.El dolor es todo lo que puede sentir.El dolor que siente en el corazón es insoportable. Le gustaría poder acabar con su miserable vida ahora mismo. Así no se suponía que iba a ser su vida después de cumplir sus dieciocho, pero parece que es el inicio de su calvario.No ha sido suficiente todo el sufrimiento que ha vivido.Su padre adoptivo, el señor Roland Collins, la recogió en el bosque cuando era todavía una bebé. Él y su esposa decidieron adoptarla, pero nunca la trataron como a su hija.Hay una clara distinción entre su verdadera hija Mia y ella.Para ellos solo fue una sirvienta, a quien no tenían que pagarle por hacer todo los quehaceres domésticos. Incluso una sirvienta tenía más privilegio que ella. Más bien parecía una esclava.A veces se preguntaba por qué la adoptaron si nunca tuvieron pensado amarla y tratarla como a su hija. No quería ser malinterpretada; está feliz de haber crec
El viaje de regreso a la manada Gerrero Aullador, solo se podia escuchar el casquear de los carruajes en el camino rocoso y el atrolonado trote de los caballos, miemtras el deslumbrante sol se sernia sobre ellos.Alfa Ace, tiene a su compañera, Mia, sentada a su lado, pero todo en lo que puede pensar es en Soraya y su feromona mágica.En el momento en que salió de la casa de manada, su feromona llenó sus fosas nasales, y no tienes idea de cuánto luchó contra su impulso de ir hacia ella. La fuerza del aroma de Mia no se acerca en nada al de Soraya, y lo odia.Odia el hecho de que la feromona de Soraya sea más fuerte que la de su pareja. Ella es solo una ladrona.«Por el amor de la diosa luna, ¿por qué me cautiva tanto?...»se pregunto para sus adentros.—Alpha Ace —escucha que Mia lo llama, y se gira para mirarla.—¿Sí, bebé?—Estás perdido en tus pensamientos. ¿Qué piensas?—Nada importante, bebé. Nada importante.Lo que Soraya y él hablaron allí fue importante. Le dijo que podía senti
—No te preocupes, cariño, a partir de ahora las cosas van a ser diferentes.—Gracias.—Por nada, amor. —Gira hacia las dos doncellas que están paradas frente a ellos con la cabeza gacha—. Por favor, lleven a la señorita Mia a mis aposentos y asegúrense de atenderla como es debido. Denle todo lo que quiera, ¿entendido?—Sí, Alfa Ace —responden las dos sirvientas al unísono.—¿A tu dormitorio? —cuestiona Mia estupefacta, y él sonríe mientras se da vuelta para mirarla una vez más. La expresión de su rostro no tiene precio y no tiene idea de cuánto lucha contra las ganas de reír.Por supuesto que estará en su dormitorio. La ha esperado todos estos años y ahora que la ha encontrado no hay forma de que la deje quedarse en otro dormitorio que no sea el suyo.¡De ninguna manera!—Sí, amor. Ahora ve con las sirvientas. Me reuniré contigo en breve.—Bien. Hasta luego.—Sí. —Le da un beso más en la frente antes de que se vaya con las criadas.Se queda de pie y la contempla hasta que su figura de
—Sí. —Responde Alfa Ace secamente.—¿Cómo reaccionó Mia cuando te vio por primera vez?—Bueno, simplemente normal. Quiero decir, incluso pareció sorprendida cuando le dije que éramos destinados a estar juntos por la diosa luna. Se veía tan estupefacta, y eso me desconcertó porque se suponía que lo supiera a primera vista.—¡Exactamente! —Da dos pasos hacia él—. Sin embargo, Soraya lo supo a primera vista, incluso pronunciaron la palabra «compañero» al unísono. Dijiste que su olor era mucho más fuerte que el de Mia. ¿Es así?—Sí. —Asiente mientras trata de entender a dónde quiere llegar con todos estos detalles.—Y tu lobo cantaba la palabra «compañera» una y otra vez.—Él hace eso cada vez que la veo.—Alfa Ace, hay una laguna en toda esta farsa, y si no la encuentras y tomas las decisiones ahora mismo, vivirás una gran mentira, que te destruirá en el futuro.—Yo…—Soy tu amigo y beta, y es mi deber decirte la verdad sin importar lo absurda que sea. Suficiente ejemplo lo que le tocó v
Soraya siente una gota de sudor resbalándose por su mejilla y su corazón empieza a latir con fuerza en su pecho.La han pillado vagando por ahí.¿Qué va a pasar ahora?—Te he hecho una pregunta —la voz se escucha de nuevo.Esta vez se arma de valor y se gira para enfrentar a su opresor, que resulta ser un guardia del castillo.—Yo… soy en realidad… Yo… —balbucea por el nerviosismo.—Vuelve al dormitorio —le ordena.Soraya asiente con suavidad y vuelve al dormitorio.—Si sabes lo que te conviene, no salgas de este dormitorio de nuevo, porque perderás toda esta comodidad y acabarás en el calabozo —le advierte.Al oír sobre la mazmorra, el miedo se apodera de ella. Sabia lo terrible que era estar en una mazmorra. No le gustaría que la encerraran allí.—Prometo no volver a salir nunca más. Pero, por favor, ¿puedes decirle al alfa Ace que me gustaría hablar con él? Es muy importante. Por favor —le suplica, y el chico asiente con la cabeza antes de cerrarle la puerta en la cara.Todavía no
—¿Cómo está? —cuestiona Beta Nicolás en cuanto entra a la oficina de su Alfa.En realidad, le sorprende verlo allí. Habían quedado en volver a encontrarse durante la cena.—¿De qué estás hablando?—Soraya, por supuesto. Me dijeron que la encontraron vagando por el pasillo.El rumor, en efecto, se propagó como un reguero de pólvora.—Ah, sí. Por supuesto que te lo han dicho. Ella está bien. De hecho, ahora está durmiendo.—Ya veo…—Simplemente no quiero que cause ninguna conmoción entre los guardias solteros.—Sí, no querríamos eso.—Pero entonces… ¿por qué esto se siente mal?—¿Qué te pasa? —pregunta preocupado, y Ace deja escapar un suspiro exasperado.—Yo queriendo entregársela a King Lycan. No sé por qué, pero después de todo lo que me has explicado siento que… No, lo que estoy haciendo es lo correcto. Es su feromona de ladrona la que me hace pensar todas estas cosas.De verdad tiene que dejar de acercarse demasiado a esa chica. Nubla su juicio. Sus feromonas lo hacen decir cosas q
—Gracias, amor. Muchas gracias.—Por nada. —Rompe el contacto y se acerca a la cama—. ¿Cómo estuvo tu día?—Todavía no ha terminado, pero estoy exhausto. Los acontecimientos que han ocurrido hoy son abrumadores. En este momento, me vendría bien una siesta.—Lamento eso.—No es nada, amor. Ya me he acostumbrado. Solo necesito un poco de descanso y volveré a la normalidad.—Está bien. Pero antes de que descanses, ¿puedo hacerte una pregunta?—Sí, continúa. Ella se levanta de la cama y camina hacia él.—Entonces, me preguntaba, ahora que estamos aquí, con mi hermana, ¿cuándo piensas entregársela a King Lycan? —inquiere con calma.Ace deja escapar un profundo suspiro y se masajea la frente.Ya no está tan seguro de eso. La conversación que mantuvo con Nicolás hace un tiempo le tocó la fibra sensible. Tiene razón: todo eso es injusto para Soraya.Va a tomarse las cosas con calma. Solo se la va a dar cuando ella esté tranquila y el rey alfa supremo le dé paso libre.—Bueno, cariño, lo har