⤝MILA⤞
Mi corazón se detiene por un breve momento al escuchar su propuesta. Y de repente, es como si una locomotora corriera dentro de mi pecho. El miedo de que Axel haya descubierto los sentimientos que guardo celosamente termina por cerrar mi garganta mientras un gran vacío se me abre en la boca del estómago. ¿Era una broma? Tiene que serlo, y una muy cruel.
—Es la solución perfecta, Mila. ¿Qué te parece mi gran idea? —pregunta. Los ojos de Axel brillan llenos de esperanza y mi estómago se revuelve.
—Me parece… una verdadera locura —respondo con la boca seca—. ¿Quién en su sano juicio querría tenerte como esposo? —pregunto, intentando bromear cuando todo lo que quiero es salir corriendo de allí y alejarme de Axel y su fatídica propuesta. Él no tiene idea del daño que me hace. Lo peor es que no puedo culparlo, Axel es totalmente ajeno a mis sentimientos y eso duele mucho más.
—¡Ninguna locura, Mila! Si hay alguien en quien confío ciegamente, esa eres tú —responde sin vacilar—. No puedes negarte, tú eres mi única esperanza y salvación.
—¡Oh, no! No seré tu maldito conejillo de indias en este juego macabro. ¡Estás completamente loco, Axel! —grito, buscando una manera de salir bien librada de esto.
—Voy a volverme loco si mi abuelo sigue hostigándome con lo mismo, Mila. Por favor, solo confío en ti. Es la idea perfecta. Dime, ¿qué puede salir mal? —pregunta, apartándose de mí.
Axel Ridley no es un tipo fácil y cuando una idea se le mete en la m*****a cabeza, sin importar lo descabellada que es, siempre termina saliéndose con la suya. El jodido problema en todo esto, son mis sentimientos hacia él. Quizá, si no me hubiera enamorado, me arriesgaría a convertirme en su esposa, convencida de que nada iba a cambiar entre nosotros.
—¿Qué puede salir mal? —pregunto casi con burla. Me alejo más de él. Necesito serenarme y aplacar los latidos alocados de mi corazón—. ¿Te estás escuchando, Axel? No engañaremos a nadie. ¡Tu abuelo, jamás se creerá el cuento de que tú y yo estamos juntos y que de repente hemos decidido casarnos! No es idiota como tú…, crees.
—Por favor, Mila, podemos intentarlo —pide, casi súplica. Siento sus pasos detrás de mí, me detengo frente al enorme ventanal de vidrio, mis ojos se pierden en el horizonte mientras mi corazón se sacude y mi cerebro levanta paredes alrededor para no escuchar y no dejarme seducir por lo que Axel diga. Ni siquiera me permito pensar en la cantidad de noches que he soñado con ser algo más que una amiga.
Tiemblo brevemente cuando su mano se posa sobre mi hombro, me muerdo el labio y me giro con calma.
—No soy una buena actriz, Axel, no engañaré a nadie. Tu abuelo nos descubrirá y todo será peor para ti. Sin mencionar que puedo quedarme sin trabajo —murmuro en tono muy bajo, pero que él escucha muy bien.
—Mila.
—Siendo sincera contigo como siempre, no quiero correr riesgos. Todos sabrán que se trata de una mentira en el momento en que abras la boca. Tus escándalos no son algo que una novia puede soportar, ¿lo entiendes? —pregunto, alejándome de nuevo. Necesito poner una distancia entre los dos para no ceder.
Yo era capaz de hacer cualquier cosa por Axel, pero fingir ser su novia y luego jugar el papel de su esposa es demasiado para mi corazón. No puedo arriesgarme, y menos por una mentira.
Es una tentación a la que debo resistir sí o sí.
—¡Espera, Mila! —pide, impidiendo mi huida.
—No tenemos nada de que hablar, Axel. ¡Lo que me pides es una locura! Te quiero mucho y he hecho muchas cosas por ti, pero esto no. ¡Simplemente, no puedo! —grito. No quiero sonar tan ruda, pero la situación me ha sobrepasado.
—Te lo pido, ayúdame. Solo a ti puedo confiarte mi vida —dice con una brutal sinceridad.
Lo peor es que lo conozco muy bien, en eso, Axel no mentía. Sin embargo, aceptar iba a destrozar mi vida y mi corazón.
—No estás pensando con la cabeza, Axel —digo tratando de hacerle cambiar de idea—. Es una decisión demasiado apresurada. Respira y tómate el tiempo de analizar la situación y de conocer a una chica que se acople a ti, quizá… termines enamorado.
Él niega con un enérgico movimiento de cabeza.
—Te juro por mi vida, que será lo único que voy a pedirte, Mila. Eres la única mujer a quien podría entregarle mi corazón —asegura con una sonrisa sexy. Esa m*****a sonrisa que tiene el poder de mojarme las bragas sin proponérselo.
—¡Dios! Deja de hacer eso, no vas a manipularme y menos a jugar conmigo —respondo, pero ya mi cabeza está imaginándose un panorama romántico. Él y yo juntos, formando una familia.
¡Qué m*****a tentación!
Sin embargo, nada de eso es posible. Yo solo sería una tapadera para la vida desenfrenada de Axel.
—Desde que nos conocemos hemos sido totalmente sinceros, Mila. Jamás te he engañado.
—Nunca me dijiste que eras el heredero de una de las familias más importantes de San Antonio —le recuerdo. Fue una verdadera sorpresa cuando me enteré.
—No creí tener la necesidad de hacerlo, técnicamente todo el mundo conoce a mi familia y su descendencia.
—Yo no soy todo el mundo y lo que menos me interesaba era curiosear en las revistas de gente de tu clase —respondo. Axel se lleva una mano al pecho de manera dramática.
—Directo al corazón —musita con un gesto de dolor. ¡Teatro!
—No seas ridículo —me burlo, un poco más tranquila al llevar la conversación a un puerto seguro, o es lo que creo, pues Axel no tiene ninguna intención de quitar el dedo del renglón.
—Eres mi mejor amiga —insiste. Estira la mano y atrapa entre sus dedos uno de mis mechones sueltos, lo coloca detrás de mi oreja. No es la primera vez que lo hace, pero en esta ocasión se siente distinto.
Quizá es por la tensión que se respira en la habitación, tal vez, por su inesperada y loca propuesta. Lo que fuese, no es correcto, pero se siente bien, tanto que cada segundo me siento seducida a aceptarlo.
No, no puedo. Me alejo de él y, sin decir nada más, salgo de la oficina. Camino tan rápido como mis pies me lo permiten, mientras siento la agitación de mi pecho extenderse por cada rincón de mi cuerpo.
Axel no tiene idea de lo que acaba de hacer. Ha abierto la caja de Pandora y liberado todos mis demonios que ahora amenazan con devorarme…
⤝AXEL⤞Hago un esfuerzo sobrehumano para no correr detrás de Mila y suplicarle que acepte mi plan. Sé muy bien que mi petición la ha tomado por sorpresa y que necesita tiempo para procesarlo, pero no es ninguna mentira cuando digo que es ella la única mujer en quien puedo confiar ciegamente, sé que jamás va a fallarme. Me lo ha demostrado durante los siete años que llevamos juntos. Y aunque suene egoísta, es la mujer perfecta para engañar a mi abuelo.Mila ha sido mi ancla y mi puerto seguro durante tanto tiempo que sin ella estaría perdido.Mis ojos no han dejado de ver la puerta por donde se ha marchado. Doy un paso y me acerco al minibar, tomo la botella y me sirvo un vaso casi lleno. Es un whisky de colección y mi favorito.Vuelvo sobre mis pasos y me siento en el sillón, bebo un sorbo. El líquido me quema la garganta, pero lo ignoro. Los pensamientos se arremolinan en mi cabeza y cada segundo que pasa se arraiga en mí el deseo de que Mila se convierta en mi esposa. Si ella acepta
⤝MILA⤞No he dejado de pensar en las palabras de Axel y menos en su descabellada propuesta. He tratado de apartarla de mi cabeza, pero es como un mantra que se repite una y otra vez.A lo lejos, escucho el sonido insistente del celular; sin embargo, no estoy para sostener ningún tipo de conversación y lo más probable es que se trate de Axel. Dispuesta a continuar ignorando el sonido infernal del aparato, abro la llave y dejo que el agua aclare mis pensamientos.Me cierro por completo y respiro varias veces para tranquilizar los alocados latidos de mi corazón. Esto solo es un juego de poder de Axel y aunque, quiero ayudarle a mantener el control de su empresa por la que ha trabajado incansablemente desde que tomó la dirección, no puedo acceder a su petición.Giro la llave y el agua deja de caer, tomo una toalla y una de las batas que he dejado preparadas y es hasta entonces que escucho el sonido del timbre. Parece que alguien está desesperado y por un breve momento pienso en Axel. Aunq
⤝MILA⤞Nuestros ojos siguen fijos, el uno en el otro, la tentación de cerrarlos es tan abrumadora y el deseo de probar sus labios lo es aún mucho más. Solo tengo que dejarme llevar, basta un segundo para tener lo que siempre he anhelado y deseado. El sabor de su prohibida boca.Mi cuerpo se tensa como la cuerda de un violín y un atisbo de lucidez se cuela en mi cabeza. ¿En qué diablos estoy pensando? Me separo ligeramente del cuerpo de Axel, lo suficiente para romper la tensión que se ha creado entre nosotros.Me pregunto si alguien más lo ha notado o solo he sido yo.—Mila —susurra, acercándose de nuevo.Un nudo se instala en mi garganta.—Ni se te ocurra —murmuro en respuesta y tan bajito, solo para sus oídos. Él me sonríe y se aleja un poco. Dejo escapar el aire que no sé que estoy reteniendo mientras siento las mejillas de mi rostro calientes. Ha sido un momento… incómodo.—Qué sorpresa, primo. Siempre muy bien acompañado —pronuncia Zane a manera de saludo—. Mila, un placer
⤝MILA⤞«Mila y yo vamos a casarnos.»Dejo de preocuparme por Zane y el temblor de su copa de manera instantánea. Las palabras de Axel retumban en mis oídos como una fuerte explosión. Siento que el mundo se detiene, que la respiración se me queda atrapada en la garganta y que mi corazón late desbocado dentro de mi pecho.—¡¿Vas a casarte?! —repite Zane, incrédulo.—¿Cuántas veces tengo que repetirlo? Todos aquí han escuchado perfectamente la noticia —responde Axel, dispuesto a continuar con su mentira.La mano de Axel busca la mía. Estoy en shock y no reacciono a tiempo. Sus dedos aprietan los míos suavemente, pero con la suficiente firmeza para evitar que me aleje.Me siento traicionada. Axel me ha engañado con premeditación. ¡Él sabía perfectamente a lo que venía! Y yo, como una tonta, creí que solo le iba a hacer ganar tiempo.El enojo, el dolor y el amor se mezclan en mi interior con una rapidez abrumadora; sin embargo, sigo sin pronunciar palabra.Los ojos de Daxton están fijos en
⤝MILA⤞Tras las felicitaciones por la boda, Axel me lleva de regreso a casa. El trayecto transcurre en un silencio tenso, tan denso que podría cortarse con el filo de una tijera. ¿Cómo pudo traicionarme de esa manera? Confié en él y ahora tengo el corazón herido.Aún siento el calor de sus labios sobre los míos y el hormigueo recorriendo mi cuerpo. ¿Cómo diablos haré para olvidar? ¿Cómo le explico a mi corazón que todo esto no ha sido más que un juego para él?Sumergida en mis preguntas y pensamientos, no soy consciente del momento en que Axel estaciona el auto en el parqueadero de mi edificio hasta que escucho su voz.—Llegamos.No le respondo. Abro la puerta y, sin despedirme, salgo del auto como si el diablo me pisara los talones. Necesito alejarme de Axel, necesito reconstruir las barreras que me tomó años levantar y que, en una sola noche, fueron derribadas sin piedad.—¡¡Mila!! —grita. Escucho la puerta del coche cerrarse y los pasos apresurados de Axel detrás de mí.No me deten
⤝AXEL⤞Estaciono el auto y recargo la cabeza sobre el volante. Ni siquiera sé cómo llegué sin provocar un accidente durante el trayecto. Nunca imaginé que Mila iba a reaccionar tan mal. Soy muy consciente de que no debí lanzar el anuncio de esa manera; antes tenía que convencerla de aceptar. Ahora, solo he empeorado las cosas y conociendo a Mila, no va a perdonarme así amanezca arrodillado frente a su puerta.Levanto la cabeza y un grito de furia sale de mi garganta mientras golpeo el volante con mis puños. Respiro varias veces para tranquilizarme y salir del coche. De todos los lugares a los que podría ir, decido venir al que menos imaginé mientras conducía, pero ya estoy aquí y hablar con alguien quizá me ayude.Camino hacia el ascensor, presiono el botón y espero con las manos en los bolsillos. Las puertas no demoran en abrirse y entro. Agradezco no tener que compartirlo con nadie, me recargo contra el metal y cierro los ojos. Inevitablemente, recuerdo el beso.Mi cuerpo se tensa y
⤝MILA⤞El sonido estridente e insistente de la alarma me despierta. Abro los ojos con dificultad, aún afectada por el llanto de anoche. Maldigo a Axel una vez más antes de incorporarme del sillón.Mi cuerpo protesta, adolorido, y fulmino con la mirada el sillón, como si tuviera la culpa de la horrible noche que pasé.Con más determinación de la que realmente siento, me dirijo a la ducha. Me despojo de mi vestido arrugado, dejándolo en el suelo mientras camino. Enciendo la llave, y la lluvia artificial empapa mi cuerpo.Cierro los ojos para bloquear los recuerdos recientes. No quiero pensar en Axel y, mucho menos, en el desayuno con Daxton Ridley el fin de semana.Me concentro en recordar mi agenda para hoy. Ocupar mi mente en el trabajo es la mejor terapia. Y no, no estoy exagerando con mi reacción. Casarse no es cualquier cosa, y aunque la idea de una novia falsa fue mía, jamás consideré incluirme en la ecuación. Axel tiene tantas mujeres en su lista como escándalos. ¿Acaso no sintió
⤝MILA⤞Un escalofrío me recorre de pies a cabeza. Zane no está bromeando, lo puedo adivinar en el brillo de su mirada. Este hombre está dispuesto a todo con tal de hacerse con el control de Ridley Energy Solutions Inc.—¿No dices nada? —cuestiona.Me obligo a sonreír para disimular el nerviosismo que se instala en mi estómago. Tengo que tener mucho cuidado, cualquier cosa que diga, Zane no dudará en usarla en mi contra.—Ya te lo he dicho, Zane. No voy a discutir contigo un tema que no te compete.—¡Es mi maldit0 problema, Mila! —grita. Aprieto los dientes cuando su mano se cierra con más fuerza sobre mi piel.No me cabe duda de que dejará una marca notoria en mi brazo.—Solo estás fingiendo para ayudar a Axel a mantener el control de la compañía —insiste.Zane me ataca sin piedad, espera que en cualquier momento cometa un error que le dé la ventaja. Tengo que alejarme antes de que todo esto se vaya al carajo.Aún estoy furiosa con Axel, pero bajo ningún motivo voy a permitir que Zane