100. Volvemos a San Antonio⤝MILA⤞Las últimas semanas de nuestra luna de miel, han sido como un sueño. De Antigua Guatemala, nos trasladamos a San Juan La Laguna, visitando cada uno de los pueblos vecinos. Conociendo su historia.Más tarde, nos trasladamos a Cobán, en Alta Verapaz donde visitamos el Biotopo y las hermosas lagunas de Semuc Champey. No cabe duda de que el tiempo pasa volando cuando se disfruta en pareja y con amor.Tres semanas después de haber llegado a Guatemala, aterrizamos en Flores, en el departamento de Petén, donde pensamos pasar nuestros últimos días, conociendo la ciudad maya que se esconde entre sus vastos bosques.—¿Cansada? —pregunta Axel, acariciando la cuerva de mi vientre. Ahora, con diez semanas de embarazo, se ha hecho notar.Tendremos que dar un par de explicaciones al volver, pero estoy completamente segura de que nuestras familias estarán felices con la llegada de nuestro bebé.Tan felices como Axel y yo estamos mientras esperamos para conocerlo.—U
101. ¡Tú eres el culpable!⤝MILA⤞«Podría hacerlo, podría darle mi apellido.»Me quedo de una pieza al escuchar a Axel y, por primera vez, en relación con Nova y su bebé, me siento incómoda con la situación. No soy alguien egoísta y tampoco mezquina. Pero no estamos hablando de cualquier cosa, sino de reconocer a un bebé como hijo propio.Es una acción muy loable, pero…—Es algo que tengo que hacer, Mila. Quiero proteger a la bebé de Nova —insiste. Un nudo sube a mi garganta, está tan decidido que dudo mucho que algo de lo que diga lo haga cambiar de opinión; sin embargo, tengo algo que decir.Libero mi mano de su agarre y me aclaro la garganta, tratando de que el nudo desaparezca y me permita hablar; pero siento la lengua pesada, como si una roca la aplastara.—Dime algo, no te quedes callada, Mila —pide, buscando de nuevo mi mano. La voz del capitán se escucha por el altavoz, ordenando colocarnos los cinturones de seguridad para aterrizar.Su mirada fija sobre mí, quema como el mism
102. ¿Y el padre de la bebé?⤝MILA⤞La sorpresa y el miedo me paralizan mientras Axel esquiva un nuevo golpe, detiene el brazo del desconocido muy cerca de su mentón. Las venas de su cuello se marcan por la fuerza ejercida mientras el tipo lo fulmina con la mirada.El enojo y la rabia en sus ojos son evidentes. Las facciones de su rostro se marcan por la presión de sus dientes.—Tú eres el único culpable de que mi hermana esté pasando por esto. ¡Por tu culpa fue echada de casa! —grita, finalmente revelando su identidad.—¡Basta! Este no es un lugar para sus escándalos. Si no se tranquilizan, llamaré a seguridad —grita una de las enfermeras que se acerca por el alboroto formado.—Aiden, haz algo —pido. No puedo arriesgarme a intervenir, aunque sé muy bien que Axel es muy capaz de defenderse, le viene bien un par de golpes para que entienda mi postura.No siempre puede dar la cara por su hermano, porque va a arriesgarse a esto.—Él no es Knox —pronuncia Aiden, saliendo de su shock—. Él
⤝MILA⤞El sonido de la puerta al abrirse y cerrarse con un golpe sordo hace que levante la mirada. Frunzo el ceño al encontrarme con el rostro desencajado de mi jefe y mejor amigo. Axel Ridley.Con calma y sin ninguna maldita prisa, cierro la carpeta con los documentos que revisaba antes de la abrupta interrupción.—¿Se puede saber el motivo por el que irrumpes en mi oficina sin llamar? —pregunto, prestándole toda mi atención.Axel es un tipo hermoso, como si al nacer los dioses lo hubieran llenado de gracia, elegancia y un maldito carácter de mierda. Afortunadamente, siempre estoy en el lado opuesto de su furia.¡Ah! Se me olvidaba mencionar que, también es todo un playboy y un jodido imán para los escándalos que tienen a su abuelo al borde de un ataque cardiaco. Y no dudo que sea el mismo motivo por el cual esté en mi oficina.Axel da tres vueltas, como un perro rabioso, e ignora mi pregunta. Me levanto de la silla y camino unos pocos pasos, recargo la cadera contra la fina madera d
⤝MILA⤞Axel se detiene bruscamente, sus dedos metidos entre sus alborotados cabellos están congelados y sus ojos se abren por completo, con un brillo peligroso en ellos.—Es lo más absurdo que he escuchado. No puedo arriesgarme a contratar a una mujer para que se haga pasar por mi novia y luego por mi esposa. ¡Nada me garantiza que no hablará sobre el acuerdo! Es una espada de doble filo, Mila.Lo sé muy bien.—Entonces, será mejor que pienses en una solución y que sea rápido. Tu abuelo no va a esperarte sentado, te apuesto lo que quieras a que en este momento debe estar organizando una fiesta para invitar a todas las solteras de San Antonio.Axel gruñe en respuesta, sabe que tengo toda la razón.—Para tener una amiga como tú, prefiero una enemiga —murmura en tono bajo.—Lo siento, prefiero ser sincera y si eso te hiere, perdóname —respondo con una sonrisa al verlo achicar los ojos que, me recuerdan a un felino grande y peligroso.—¿En qué diablos estaba pensando cuando te acepté como
⤝MILA⤞Mi corazón se detiene por un breve momento al escuchar su propuesta. Y de repente, es como si una locomotora corriera dentro de mi pecho. El miedo de que Axel haya descubierto los sentimientos que guardo celosamente termina por cerrar mi garganta mientras un gran vacío se me abre en la boca del estómago. ¿Era una broma? Tiene que serlo, y una muy cruel.—Es la solución perfecta, Mila. ¿Qué te parece mi gran idea? —pregunta. Los ojos de Axel brillan llenos de esperanza y mi estómago se revuelve.—Me parece… una verdadera locura —respondo con la boca seca—. ¿Quién en su sano juicio querría tenerte como esposo? —pregunto, intentando bromear cuando todo lo que quiero es salir corriendo de allí y alejarme de Axel y su fatídica propuesta. Él no tiene idea del daño que me hace. Lo peor es que no puedo culparlo, Axel es totalmente ajeno a mis sentimientos y eso duele mucho más.—¡Ninguna locura, Mila! Si hay alguien en quien confío ciegamente, esa eres tú —responde sin vacilar—. No pue
⤝AXEL⤞Hago un esfuerzo sobrehumano para no correr detrás de Mila y suplicarle que acepte mi plan. Sé muy bien que mi petición la ha tomado por sorpresa y que necesita tiempo para procesarlo, pero no es ninguna mentira cuando digo que es ella la única mujer en quien puedo confiar ciegamente, sé que jamás va a fallarme. Me lo ha demostrado durante los siete años que llevamos juntos. Y aunque suene egoísta, es la mujer perfecta para engañar a mi abuelo.Mila ha sido mi ancla y mi puerto seguro durante tanto tiempo que sin ella estaría perdido.Mis ojos no han dejado de ver la puerta por donde se ha marchado. Doy un paso y me acerco al minibar, tomo la botella y me sirvo un vaso casi lleno. Es un whisky de colección y mi favorito.Vuelvo sobre mis pasos y me siento en el sillón, bebo un sorbo. El líquido me quema la garganta, pero lo ignoro. Los pensamientos se arremolinan en mi cabeza y cada segundo que pasa se arraiga en mí el deseo de que Mila se convierta en mi esposa. Si ella acepta
⤝MILA⤞No he dejado de pensar en las palabras de Axel y menos en su descabellada propuesta. He tratado de apartarla de mi cabeza, pero es como un mantra que se repite una y otra vez.A lo lejos, escucho el sonido insistente del celular; sin embargo, no estoy para sostener ningún tipo de conversación y lo más probable es que se trate de Axel. Dispuesta a continuar ignorando el sonido infernal del aparato, abro la llave y dejo que el agua aclare mis pensamientos.Me cierro por completo y respiro varias veces para tranquilizar los alocados latidos de mi corazón. Esto solo es un juego de poder de Axel y aunque, quiero ayudarle a mantener el control de su empresa por la que ha trabajado incansablemente desde que tomó la dirección, no puedo acceder a su petición.Giro la llave y el agua deja de caer, tomo una toalla y una de las batas que he dejado preparadas y es hasta entonces que escucho el sonido del timbre. Parece que alguien está desesperado y por un breve momento pienso en Axel. Aunq