--No... No puedes hacerme algo como esto... yo jamás he hablado con ese hombre, él solo me dio un apellido y escapo de casa, no es justo que tú me juzgues por cosas como las que hizo un completo desconocido para mí...--para Bastian era más que suficiente sus palabras para dejarla partir de inmediato, pero sabía que en caso de que ella lo hiciese su primo lograría encontrarla y lograría hacerle mucho daño
--No me interesa, ojo por ojo...--al escuchar tales palabras, Violeth se dispuso a correr hacia la puerta de la habitación de Bastian, con el único afán de lograr escapar de aquel hombre, pero no había logrado siquiera llegar a la puerta, cuando ya Bastian la tenía sujeta de la cintura y había logrado levantarla sin ningún tipo de problema, dejándola sobre la cama de manera brusca, mientras que se posicionaba de nuevo por encima de ella, logrando hacer que esta se moviera como una serpiente en busca de alejarse él, mientras que le daba uno que otro golpe con sus manos en puño, algo que detuvo de inmediato, haciendo así, que solo lograra gritar de manera exagerada, buscando ayuda de cualquiera que lograra escuchar
Para Bastian aquello era un problema, en lo que sin pensarlo dos veces y sin entender la razón del por qué, unió sus labios a los de ella, haciendo así que se formara un beso, el primer beso de Violeth, en la que fue tal la sorpresa que sus ojos estaban completamente abiertos, mientras que para Bastian era una completa exquisitez, debido a que los bien formados labios de la pequeña mujer eran terriblemente dulces y aunque ella no seguía el beso como él lo deseaba, para él era más que suficiente
Al separarse, la observo como su rostro demostraba que se encontraba totalmente perpleja, algo que no pudo evitar que sintiera cierto regocijo y hasta de podría decir, que se sentía extasiado, pues por alguna razón comprendió que él era su primer beso y aquello había logrado hacer que se sintiera completamente satisfecho con tal suceso, pero no negaba que aún seguía preguntándose internamente una y otra vez por qué razón había actuado de tal manera, debido a que él no era un hombre de impulsos, pero por alguna razón con aquella pequeña fierecilla quien ahora se encontraba con sus hermosos ojos abiertos por completos sorprendida, él no pudo controlarse, a lo que simplemente decido culpar a estar tanto tiempos solo sin la adecuada compañía de una mujer, a la ausencia de tener el singular olor y sensibilidad de una mujer a su lado, pero entonces solo vino ella a su cabeza de la manera más inapropiada, algo debió alejar de inmediato, en lo que agradecido cuando logro escuchar un pequeño ruido a sus espalada, en el que podía notar la incomodad
--Ummm... ¿señor? La habitación está preparada...--la voz de Serguei se escuchó a sus espalda, por lo que en vez de poner nervioso Bastian como él creía que debería sentirse, la verdad era que no se encontraba de tal manera, se sentía satisfecho, mientras aunque para Violeth era una completa locura, que ese hombre la hubiese besado de la nada, logrando así dejándola completamente conmocionada y con miles de sentimientos invadiéndola como jamás lo habían hecho, además de sentirse confundida, temerosa e inquieta por su futuro, ahora podía añadir a su lista ultrajada aunque algo muy dentro de ella le decía que le había gustado aquel beso, pero ella se negaba rotundamente a aceptarlo, pues aquel al parecer no solo era su captor, también era su enemigo por las tonterías de su padre
--Te quedaras en donde pueda estar al tanto de ti... no hagas nada que me haga enojar, porque no reaccionare como es debido... Serguei... encárgate de que la señorita tenga todo lo que necesite...--el hombre de mediana edad asintió completamente decidido hacia Bastian, quien mostraba una mirada decidida y llena de autoridad, que solo hizo que los ojos de Violeth se llenaran de lágrimas, en lo que sin más la chica siguió al anciano hacia la derecha y solo a dos pasos se encontraba lo que parecía ser su habitación, mientras aunque parecía ser sumisa a sus órdenes, maldecía una y otra vez a aquel hombre que al parecer no había hecho más que jugar con ella desde el principio
--Tal y como lo acaba de decir mi señor, el día de mañana le daré lo que necesite, por ahora le ruego que se sienta cómoda...--sin más el hombre cerro la habitación y paso pestillo para evitar que ella escapase, algo en lo que en cuestión de segundo, logró hacer que la pequeña mujer se rompiera por completo y cayera de rodillas, mientras lloraba de manera a desconsolada por el hecho de estar justamente en el lugar que se encontraba y de la manera tal fatal a la que sin poder creerlo había sucedido, sin contar que entre jadeos, se había acercado hacia la puerta y efectivamente esta no tenía forma de lograr abrirla por lo que justamente en aquel instante sentía que su mundo estaba cerrándose a cada posibilidad y solo le mostraba una vida desolada y llena de desgracias para el futuro
Luego de lo que pareció minutos u horas. Violeth, dio fuertes suspiros para lograr tranquilizarse, y se acercó hacia aquellas hermosos puertas de vidrios que se encontraban decoradas con una cortina traslucida, que seguramente desde que iniciaba el amanecer la claridad del día se adentraría por ellas, pero en ese momento a ella no le interesaba tal cosa, solo le interesaba saber, si había una oportunidad de lograr escapara por la ventana, ya que no planeaba quedarse allí para cuando llegara el amanecer y mucho menos la noche siguiente, así que debía hacer algo con desespero
Algo que logró asustarla un poco, pues justamente al llegar a la salida de aquel que parecía ser un pequeño balcón, había lo que parecía ser el mar, algo que logro darle una loca idea, no era nada segura, pero ella no era alguien que se le dieran buenas ideas muy seguidamente, de hecho Sara su mejor amiga, decía que a ella le faltaba un tonillo, como si aquella fuese muy cuerda, de hecho su amiga se podía considerar más que una persona completamente demente. Se podría decir que de su parte ella había aprendido eso de ser buena improvisando, sin contar que Sara como muchos decían era la oveja negra del lugar y gracias a ella, Violeth había logrado abrir sus ojos al mundo de manera de la que siempre estaría agradecida
Se adentró de nuevo a la habitación y tomo aquellas sabanas que decoraban la cama, al igual que las otras que se encontraban en el interior, observo dentro del armario y como supuso, allí había algunas más, aquello no le asegurarían que podrían llevarla directamente al mar. Pero le ayudarían a estar una distancia prudente para poder tirarse, solo necesita nadar hasta llegar a la costa y de ahí podría llegar directamente a la embajada, en lo que pondría la denuncia y haría que aquel hermoso hombre que había robado su primer beso estuviese toda la vida en la cárcel por secuestro y por qué no, por acoso sexual, posiblemente le haría compañía a Elias, quien ahora se encontraba en la cárcel de aquel país, debido a que según tenía entendido se habían negado a deportarlo, hasta que este pagara su condena correspondiente
No estuvo mucho tiempo en aquello, en lo que cuando menos espero, ya había logrado conseguir una soga lo bastante larga para que su caída no fuese tan peligrosa y justamente cuando estaba allí preparada, las puertas de la habitación habían sido tocadas, logrando hacer que ella se asustara muchísimo, aunque si lo pensaba era algo gracioso que tocaran las puertas, cuando ella estaba encerrada, ellos tenían toda la posibilidad de adentrarse en la habitación y hacer lo que desearan con ella, no era como si ella pudiese abrir y decir oh... adelante, claro que no, ella no era más que una prisionera en aquel lugar y por esa razón debía escapar a como diese lugar, sin importar las consecuencias, ella debía volver con su madre y con surte olvidarse de todo cuando estuviese a salvo en la seguridad de su pequeño pueblo sin ningún tipo de anormalidad
No había tiempo para nada, por lo que en cuestión de segundos, aquella había amarrado de manera algo desesperada su improvisada soga y sin cerciorarse si estaba bien atada o no, Violeth, se había tirado aquella y se había sujetado, para bajar, mientras rogaba que aquellos se demoraran un poco más en abrir, algo que agradeció que había practicado alpinismo desde muy joven en una pequeña pared en el vejo parque del centro de la ciudad, por lo que bajo sin ningún tipo de problema y rapidez, en lo que justamente cuando llego al final, noto como unos hermoso ojos verdes la observaban impresionados por su hazaña, justamente cuando noto que aquel empezaba a sujetar la soga hecha en sabanas ella sin pensarlo se había saltado y había caído al mar logrando golpearse un poco, pero logrando resurgir fuera del agua y empezar nadar hacia la costa, logrando sacar miles de maldiciones de parte de Bastian, además de una gran sorpresa por la valentía de aquella pequeña fierecilla, quien no entendía si estaba completamente loca o era una chica muy valiente, pero no había duda que por alguna razón Bastian tenía una pequeña sonrisa en sus labios y un pensamiento que dese ahora nada volvería a ser aburrido en su silenciosa y tétrica villa
Pero justamente en ese momento, no tenía tiempo para pensar en ello, él había tocado la puerta para explicarle todo con claridad, deseaba poder hablar con ella de lo que en realidad estaba ocurriendo, con el fin de que ella ahora lo viera como un aliado, como un protector, pues lo cierto era que no había podido descansar, desde que la había encerrado en la habitación con la única convicción de que ella pensara que el solo deseaba hacerle daño, cuando en realidad no era de aquella manera, era cierto que él se sentía desolado, pero no hasta el punto de llegar a hacerle daño y mucho menos querría vengarse de alguien que no tenía la culpa de la muerte de su esposa e hija
--Serguei... llama a los guardias, Violeth escapo por el balcón... llama a Máximo...--aquel dio un grito, mientras corría hacia la playa, con solo su pantalón de pijama y sin ningún tipo de camisa, mientras que el viejo mayordomo, quien no podía creer que la chica hubiese hecho tal cosa, además de que aquella noche había sido extremadamente movida, sin contar que hiciera que el amo de la villa estuviese en tal situación al ser un hombre que por muchos años se le vio como si fuese no más que una estatua griega con finos movimientos, vaya que esa chiquilla sabía hacer sus entradas, seguramente mientras aquella estuviese allí nada sería tranquilo, algo le aseguraba que podría llegar a ser de esa forma, pues bien decían, que como se veía el desayuno se daba la comida
No podía ser verdad que haya presenciado tal locura, toda la vida de Bastian había sido una completa simetría, las mujeres no refutaban, no discutían y muchos menos hacían locuras para estar lejos de él, de hecho era todo lo contrario, aquellas hacían un sin fin de locuras para estar a su lado, pero ahora esta chica había escapado de su lado de aquella manera tan temeraria y tan sorpresa, vaya que esa mujer era completamente distinta a los que estaba totalmente acostumbrado, además de que no podía creer que la chica fuese capaz de arriesgar su ida simplemente con la intensión de escapar, aquello había sido un golpe bastante duro para su ego, sin contar que no entendía por qué razón se sentía tan dolido, adem&aac
--suéltame... ya bájame... no es justo... solo quiero ir a mi casa... no lo entiendes... tengo una maldita vida a la que debo volver, mi madre me espera... no es justo que tanto mi madre y yo paguemos por cosas que no son nuestras culpa...--Bastian ya agotado de sus gritos, soltó a la rebelde castaña y la observo con una mirada severa que hizo que la chica simplemente se encogiera en su lugar y pareciera un cervatillo lastimado, algo que hizo que de nuevo esos intentos de protección lograran invadirlo y simplemente diera un suspiro cargado de paciencia, que al parecer nunca había logrado ser uno de sus talentos y hablo lleno de lo que parecía tranquilidad Las luz del nuevo día se filtraba por las ventanas, en lo que Violeth estaba completamente segura que ya era hora de iniciar su nuevo día, aquel del que no estaba segura que no sabría cómo iniciarlo, pues debido a que desde el momento que abrió sus hermosos ojos, no podía llegar a decirse que ella había olvidado lo sucedido, todo lo contrario, ella había logrado encontrar la manera de que su mente recordara al instante cada destello de su memoria de lo que había sucedido, todo como si su cerebro le repitiera una y otra vez que no podía bajar la guardia, que ahora no era más que una persona completamente alejada de su madre y privada de su libertada, que aunque fuese monótona, era una vida en la que le gustaba vivir, por lo menos es pensaba--qué bueno que ha despertado señorita...--las voz de una mujer logro alertar a Violeth, quien aun con temor levanto la mirada haccapitulo 6
Justo cuando Violeth estaba completamente convencida que se quedaría sola, aquel hombre de cabello corto que según ella o tal vez según él, le había ayudado, se adentrado a lo que parecía ser la oficina de aquel hombre, del que ella hasta hora no tenía a menor idea de cuál era su nombre, además de que siempre que se referían a él, hablaban de aquel como si de un noble se tratar, pues solían decir mi señor, para poder mencionarlo, algo que de verdad inquietaba a Violeth, pues se preguntaba no solamente por el nombre de captor, también deseaba saber que era aquello que este hacia o de lo que vivía para tener una casa como la tenía, en toda su vida Violeth había logrado ver a personas del servicio desvivirse tanto por un jefe, jamás había visto a una persona con tanto dinero, pero aquello no la deslumbraba, pues que había de los lujos cuando eres v
--No puedo seguir más con esto... te mentí... te he mentido desde el principio... solo quería hacerte una broma, era solo un juego que habíamos iniciados cuando éramos solo unos niños... luego tu llegaste y me dijiste que te habías enamorado de mí, sin contar que habías llegado con ese enorme anillo y yo solo tenía dieciocho años me deslumbre ante un diamante de tantos años y cuando me elegiste por encima de tu familia yo... simplemente tuve pesar de ti... no puedes culparme por eso... no puedes verme de esa manera cuando yo no he hecho nada malo, solo te he hecho un favor, pero ya estoy agotada, ya estoy cansada...--los ojos de Bastian se habían llenado de lágrimas y sus jóvenes ojos no habían logrado soportar sus lágrimas y simplemente salieron como si de un rió en sus masculinas mejillas se trataran, mientras Kendra había hecho un gesto
--Señorita... le pido por favor que use algo mas ¿no sé...? ¿Tapado...? me preocupa un como que esta algo descubierta mi señorita, los tabloides...--Violeth. Ahora se encontrar con un pequeño bikini, mientras se encontraba tomando el sol en la playa privada de la villa de Bastian, que por alguna razón los empleados de la villa del líder de la familia Katalakis no entendían por qué había tantas personas en el lugar, cuando estaba más que prohibido, sin saber que Violeth en un momento logro escabullirse y tumbar el letrero que indicaba que aquella era una playa privada, solo para molestar aún más a los gorilas que la custodiaban justamente en el momento en el que observo como había un pequeño bikini que había sido llevado por la pelirroja quien había llevado un sin fin de ropas para ella--¿Por qué lo haría? Solo estoy tomando
La mirada de Violeth, se fue entres dos mujeres que se encontraban en el lugar completamente hermosas, cada una ofreciéndole una sonrisa llena de amabilidad y respeto, quien no sabía por razón lograba sentirse tan intimidada con aquello, aunque la verdad era que no necesitaba ayuda para estar lista, simplemente necesitaba un vestido, lo demás ella podía hacerlo, pero al parecer aquel hombre ostentoso que aún no sabía el nombre no deseaba que ella se preocupara por ningún detalle, o tal vez no deseaba que lo avergonzara, no había duda que era alguien que le importaba mucho cada detalle y mucho el qué dirán--buenas tardes señorita, por favor ayúdennos a que sea rápida su preparación para la gala de arte del museo de Atenas... como el nuestro señor lo ha indicado--antes tales palabras, Violeth no podía decir nada en objeción, pues el solo hecho de
Temor, ese era el único sentimiento que invadía a Violeth, aunque sintiera una pequeña esperanza al saber el nombre del hombre que lograba ponerla tan nerviosa, o incluso que llegaba a hacerla dudar de muchas de sus prioridades, pero ahora no era momento para algo como eso, era momento de pesar que tenía que centrarse en aquel lindo e intimidante hombre que ahora se encontraba frente a ella ofreciéndole la mano, como si todas aquellas palabras que habían indicado de él no fuesen más que viles mentiras--oh... vamos... en américa no son tan groseros... solo quiero hacer una amistad duradera y los griegos somos files creyentes que se crea un lazo un el contacto... ¿o es que acaso me temes?—Violeth no tenía planeado que aquel hombre llegarse a creer que tenía fuerza sobre ella, eso era algo que no tenía permitido, a pesar de todo se consideraba alguien lo suficientemente fuerte