Justo cuando Violeth estaba completamente convencida que se quedaría sola, aquel hombre de cabello corto que según ella o tal vez según él, le había ayudado, se adentrado a lo que parecía ser la oficina de aquel hombre, del que ella hasta hora no tenía a menor idea de cuál era su nombre, además de que siempre que se referían a él, hablaban de aquel como si de un noble se tratar, pues solían decir mi señor, para poder mencionarlo, algo que de verdad inquietaba a Violeth, pues se preguntaba no solamente por el nombre de captor, también deseaba saber que era aquello que este hacia o de lo que vivía para tener una casa como la tenía, en toda su vida Violeth había logrado ver a personas del servicio desvivirse tanto por un jefe, jamás había visto a una persona con tanto dinero, pero aquello no la deslumbraba, pues que había de los lujos cuando eres vació y solitario en el interior
Pero entonces ahora sus pensamientos, sobre el nombre su captor, su forma de vida y demás no era de importancia, no podía esperar que aquel hombre simplemente hablar con ella con confianza y mucho menos que esté dispuesto a abrirse ante ella, cuando lo que menos había de parte y parte era desconfianza regocijándolos en cada parte de sus seres, después de todo ella era hija de padre y él era su gran captor, la bestia de su castillo, no había mucho que pudiera hacer, no había nada que ella pudiera lograr simplemente hablando con aquel, por lo que simplemente dio un gran suspiro y decidió que sus pensamientos no se centrarían en guardia y muchos menos en el dueño de su cárcel, ahora lo más importante era lograr hablarle a aquella que tanto la amaba, como ella lo hacia
--¿Hola?—la voz de su madre se escuchó al otro lado del teléfono y los ojos de Violeth se llenaron de lágrimas de manera instantánea, haciendo que esta diera un pequeño jadeo de dolor, el cual su madre identifico de inmediato— ¿bebé...? ¿Hija? ¿Eres tú? por favor dime que eres tu... por dios estoy muerta de miedo, por favor dime donde estas... por favor dime que te encuentras bien, dime que te encuentras sana y salva te lo ruego por favor...
--Mamá... estoy bien... no pasó nada, debes calmarte solo...--la chica observa al pelinegro que ahora observándolo de cerca, podía ver de dónde se le hacía tan familiar la mujer de hacia un rato, aquel par eran muy parecido, tal vez aquel era el hijo del que tanto hablaba aquella hermosa mujer de aura voluminosa y charladora, era una entera lástima que su hijo no pareciera en nada a personalidad de la mujer, pues aquel la verdad era que se veía aterrador, sin contar como había explotado ayer ante la pelinegra que la había amenazado, ese hombre simplemente se había lanzado contra ella sin ningún tipo de preocupación incluso considerando que su fuerza no se parecía en nada a la de una mujer
--¿Solo qué? ¿qué? no lo hagas por favor, siempre tienes esa mala costumbre que tanto detesto, juro que no sé de donde lo sacaste, dime que ocurre Violeth tú no eres de esa manera, tu no escapas de casa como lo dijo la policía y tampoco tienes un novio, me lo hubieses presentado... sé que eres una adulta pero no una irresponsable... dime que pasa y mamá te ayudara lo juro--justo en ese instante, Violeth quería maldecir y decir miles de cosas a su madre en busca de que esta la ayudar, pero no podía temía por su madre, temía por que no volviese con vida junto a ella, que no fuese más que siendo un cadáver frió que seguramente haría que su madre no sobreviviera después de ello
no tenía opciones, no podía decirle que simplemente un hombre como lo era aquella bestia que la había encerrado, pudiese simplemente perdonarle el hecho de que ella le hubiese contado la verdad a su madre, fue lo primero que había advertido, además de que la había amenazado, sin contar que había enviado a aquel explosivo hombre que se veía terrorífico ante sus ojos, pero entonces al verlo a él tan inquisitivo con cada palabra que salía de su boca, ella solo le llego un pensamiento un poco macabro e irracional de como sustentar después ante sus madre, pero era su única oportunidad, era eso o decir la verdad, pues ella más que nadie sabía que su madre algo que amaba más que incluso que a ella, era la idea del amor y esa la manera adecuada de cómo hacerlo
--Te mentí... te mentí mamá...
--Amor no entiendo ¿en qué me mentiste? ¿Qué cosas dices? Violeth, por favor explícame...--un fuerte suspiro se escuchó de parte de la chica en lo que observo al hombre frente a ella y lo observo con una mirada llena de miles de ideas, algo que alguna manera logro inquietar al chico peli negro, que se maldecía una y otra vez por no haber podido partir con su jefe aquella mañana, pero según Bastian desde ahora él se encargaría de la seguridad de la pequeña fierecilla como el, la había llamado antes de partir –me case a escondida... con un griego...lamento decirlo hasta hora...--Máximo más que sorprendido por las palabras de la chica, abrió sus ojos grandemente, mientras se escuchaba un total silencio en la línea, algo que logro alertar a violeta teniendo en haberle causado un infarto a su madre con aquella locas palabras de las que ahora se arrepentía y no había más que pensar que no fue más que una tontería
--¿No sé de qué hablas? ¿Violeth si crees que es gracioso jugar con los nervios de tu madre? estas muy equivocada...yo...
--Es cierto madre... yo acepte casarme con mi novio de Internet y pues viaje hasta aquí para lograr casarme con él, estoy muy enamorada de él, madre.... Solo temía por que tú te sintieras mal por lo de papá... o que no aprobaras la relación por la manera en la que nos conocimos, pero de verdad lo amo y el me ama a mí...--cada palabra, cada mentira que salía de su boca era una maldición para sí misma, mientras que Máximo, la observaba completamente sorprendido, pues no imagino que la chica lograra salir con tal mentira e incluso si ella hubiese escuchado y no la estuviese viendo con cada mueca al mencionar cada palabra estaría llagado a creer por completo tales mentiras
--Hija perdón... es mi culpa, yo debí percatarme, te juro que no me enojaría tal cosa, de hecho estoy muy feliz por ti, por fin encontraste el amor sabía que algún día lo harías... me tienes llena de orgullo, no importa como lo conociste, lo importante es que la aquel amor que tu indicas sea lo suficientemente fuerte para lograr traspasar cualquier barrera que se imponga ente los dos—Violeth hizo una mueca llena de fastidio, mientras observaba hacia el hombre que no dejaba de mostrar su inexpresivo rostro llenos de dudas y hasta parecía estar a punto de pregúntale ¿qué estaba haciendo? algo que ella misma también hacia , a lo que cuando escucho la siguiente pregunta de su madre no puedo evitar llenarse de pánico--¿ahora dime como es mi nuero? ¿Es lindo? Sé que debe ser hermoso, he escuchado que los griegos son preciosos... oh... ya me lo imagino un hombre con esos portes de revista, sabía que no te conformarías con los tontos de este pequeño lugar, temía por que te quedaras sola en el futuro
Violeth llena de pánico observó por los lados y no había una foto o incluso una revista en la que ella pudiese guiarse con cualquier clase de modelo, para poder darle detalles a su madre, no podía negar que al instante el rostro de su captor vino a la mente, pero lo último que deseaba era que su madre creyera que un hombre como ese era algo suyo, a lo que observo justamente al que parecía ahora su carcelero y luego de darle una mirada de arriba abajo, decido que era el mejor modelo que tenía en ese instante, después de todo jamás tendría que traerá a su madre a aquel lugar y cuando llegara el momento de irse del castillo de la bestia, le diría a su madre que las cosas no habían funcionado y que habían decidido divorciarse.
Era la primera ni la última mujer que se divorciaba luego de un enamoramiento fugaz, ella conocía sin fin de historias de ancianas que solían charlar en el pequeño parque le gustaba ir a pintar, y aquellas le contaban a la perfección como el amor de que ellas estaban convencidas que era para toda la vida, no era más que una ilusión que desaprecia después de meses de deseo sin control y locuras que se olvidaban cada día llegando solo a la monotonía y luego de ello solo al odio y sin más el divorcio
--Es de ojos... sus ojos son... verdes... verdes como el bosque...son muy lindo por cierto—justamente cuando dijo esas palabras, el rostro estoico de máximo se llenó de asombro, pues ella no podía decir tales cosas, era la descripción de los ojos de su amo, de su jefe, pero justamente cuando este estaba dispuesto a arrebatarle el teléfono aquella le hizo una seña que lo detuvo de inmediato, mientras tapaba la boquilla del teléfono con su mano y hablo en un susurro—si cortas la llamada ella sospechara y ya sabe que estoy en Grecia... ¿no querrás que cuando llegue él y le diga que fue tu culpa?
No había duda que la chica era astuta, por lo que este dio una gran suspiro y le dio una mirada cargada de advertencia y a lo que Violeth no le importó en lo más mínimo, pues si ellos insistían en que ella debía seguir en aquel lugar, había decido que estaba cansada de ser la víctima, desde ahora ella estaría tranquila y para ello lo primero que haría sería tranquilizar del todo a su amada madre, lo demás seria por añadidura, de igual forma, se volvería tan intensa, tan testaruda, que hará que ellos se aburrieran de ella y simplemente solucionaran aquello de su enemista con el tal Athan y con ello sería libre o posiblemente estaría muerte, pero cualquier cosa era mejor que ser la prisionera de un griego sexi de mal temperamento
--Cabello corto rizado, piel bronceada... es hermoso mamá... no te lo puedo negar...--un grito se escuchó de parte de su madre al notar que su hija se había pedido en comentar los rasgos de su supuesto nuevo esposa, en lo que Violeth, al decir lo último se maldijo en su interior, ya que se suponía que no mencionaría a su captor, ella solo quería mencionar al hombre que estaba frente a ella, el cual era pálido de ojos miel, casi verdes y su cabello era lacio y negro, nada comparado a lo que había mencionado recientemente, pero fue todo lo contrario al notar como su descripción y pensamientos se habían ido en Bastian quien por alguna razón se había perdido en solo pensar como un hombre como él era tan perfecto, pero tan aterrorizante
--Estoy tan feliz... vaya que te gusta... eso ultimo me hizo pensar que tú y mi nuero están bastantes entretenidos, solo recuerda cariño, no tener hijos tan pronto y quiero que me visites pronto, además de que tampoco quiero que te pierdas de mi radas de mamá osa, aún estoy algo asustada pero confió en tu perfecto juicio...--no podía creer que su madre simplemente creyera sus mentiras como nada, era una verdadera lástima que ella no pudiese hablar con la vedad pero era mejor que su madre creyera en cuentos de hadas y no que supiese que aquel hombre del que ella se había enamorado, había causado todo lo que ahora vivía
--Te prometo llamarte pronto, también dile a Sara que la pintura solo necesita unos retoques, pero quiero que ella la tome... quiero que sea solo de ella...--los ojos de Violeth se llenaron de lágrimas la decir tal palabra, en la que su madre pareció tensarse, pues su hija aunque no lo quisiera aparentar, parecía bastante tensa
--Cariño... ¿me dices la verdad no es así? ¿No me mientes? Jama lo has hecho por favor no lo hagas ahora... si estas metida en problema yo haré todo lo que está a mi alcance para ayudarte...--¿Qué podía decir en ese momento? Ciertamente no la verdad, pues de hacerlo solo involucraría a su madre en algo tan complicado como la venganza de dos hombres contra su padre, uno que entendía a la perfección su papel en la situación, pero otro que no había logrado ver en persona, pero parecía el más interesado en conseguir su muerte, algo que ella no lograba comprender en lo más mínimo, pues hasta donde ella solo tenía entendido aquel no era más que el primo del esposo de aquella mujer asesinada por una borrachera de su padre, sin contar que las palabras de su captor, habían indicado que era algo más grande que ellos dos juntos, por lo que no tenía más opción que se la prisionera de un hombre que la odiaba solo por su marca genética
--No puedo seguir más con esto... te mentí... te he mentido desde el principio... solo quería hacerte una broma, era solo un juego que habíamos iniciados cuando éramos solo unos niños... luego tu llegaste y me dijiste que te habías enamorado de mí, sin contar que habías llegado con ese enorme anillo y yo solo tenía dieciocho años me deslumbre ante un diamante de tantos años y cuando me elegiste por encima de tu familia yo... simplemente tuve pesar de ti... no puedes culparme por eso... no puedes verme de esa manera cuando yo no he hecho nada malo, solo te he hecho un favor, pero ya estoy agotada, ya estoy cansada...--los ojos de Bastian se habían llenado de lágrimas y sus jóvenes ojos no habían logrado soportar sus lágrimas y simplemente salieron como si de un rió en sus masculinas mejillas se trataran, mientras Kendra había hecho un gesto
--Señorita... le pido por favor que use algo mas ¿no sé...? ¿Tapado...? me preocupa un como que esta algo descubierta mi señorita, los tabloides...--Violeth. Ahora se encontrar con un pequeño bikini, mientras se encontraba tomando el sol en la playa privada de la villa de Bastian, que por alguna razón los empleados de la villa del líder de la familia Katalakis no entendían por qué había tantas personas en el lugar, cuando estaba más que prohibido, sin saber que Violeth en un momento logro escabullirse y tumbar el letrero que indicaba que aquella era una playa privada, solo para molestar aún más a los gorilas que la custodiaban justamente en el momento en el que observo como había un pequeño bikini que había sido llevado por la pelirroja quien había llevado un sin fin de ropas para ella--¿Por qué lo haría? Solo estoy tomando
La mirada de Violeth, se fue entres dos mujeres que se encontraban en el lugar completamente hermosas, cada una ofreciéndole una sonrisa llena de amabilidad y respeto, quien no sabía por razón lograba sentirse tan intimidada con aquello, aunque la verdad era que no necesitaba ayuda para estar lista, simplemente necesitaba un vestido, lo demás ella podía hacerlo, pero al parecer aquel hombre ostentoso que aún no sabía el nombre no deseaba que ella se preocupara por ningún detalle, o tal vez no deseaba que lo avergonzara, no había duda que era alguien que le importaba mucho cada detalle y mucho el qué dirán--buenas tardes señorita, por favor ayúdennos a que sea rápida su preparación para la gala de arte del museo de Atenas... como el nuestro señor lo ha indicado--antes tales palabras, Violeth no podía decir nada en objeción, pues el solo hecho de
Temor, ese era el único sentimiento que invadía a Violeth, aunque sintiera una pequeña esperanza al saber el nombre del hombre que lograba ponerla tan nerviosa, o incluso que llegaba a hacerla dudar de muchas de sus prioridades, pero ahora no era momento para algo como eso, era momento de pesar que tenía que centrarse en aquel lindo e intimidante hombre que ahora se encontraba frente a ella ofreciéndole la mano, como si todas aquellas palabras que habían indicado de él no fuesen más que viles mentiras--oh... vamos... en américa no son tan groseros... solo quiero hacer una amistad duradera y los griegos somos files creyentes que se crea un lazo un el contacto... ¿o es que acaso me temes?—Violeth no tenía planeado que aquel hombre llegarse a creer que tenía fuerza sobre ella, eso era algo que no tenía permitido, a pesar de todo se consideraba alguien lo suficientemente fuerte
El sol iluminaba el mar, el amanecer ya había desaparecido con su bella imagen, en la que Violeth contemplaba completamente sumida en sus pensamientos, miles de ideas y miles de sucesos que no dejaban de agobiarla, no dejaban de mostrarle lo culpable que lograba sentirse cuando ella en realidad no había hecho nada malo, no entendía por qué lograba sentirse herida cuando el debería ser el estuviese de esa manera, ella debió dormir tranquila. Pero el único problema era que su corazón y mente estaban completamente hechos un desastre, no lograba comprender por qué sucedía, pero lo único que tenía más que claro era que su cabeza era un caos completoVioleth no quería más que hundirse en la arena en la que se encontraba en la que por cierto había pasado toda noche con una pequeña manta, mientras observa el mar limpio que arrastraba cada ola en la que ella so&
--no puedes enamorarte... si lo haces arruinas todo por completo y yo tendré que lidiar contigo enamorado, algo que me da mucho fastidio... ¿o tal vez no? ¿Qué dices? ¿Crees que sea buena idea esa regla en nuestro juego?—Bastian dio un gran suspiro cargado de impaciencia, mientras masajeaba sus cienes buscando algún tipo de solución para el gran enojo que poseía en aquel instante, en lo que luego de darle una mirada cargada de enojo a su primo hablo lleno de fastidio--¿tengo opción en toda esta estupidez tuya? Porque si es de esa manera considera que tú no puedes mandar en mis sentimiento, si me enamoro o no es mi problema...--el problema primo es que si tú te enamoras no harás tu parte del juego y no me voy a divertir... es bastante frustrante que sí creo un juego para algo en específico es para lograr que todo se dé acorde a mis deseos... y uno de e
--entonces si haces una combinación de esencias con la comida, a las diosas le molesta...--uno de los miles de concejos eran explicados por Morun, mientras que Violeth asentía completamente concentrada en cada uno de las palabras de la mujer, pues parecía una completa experta en aquellas situaciones--entonces dice que debo separarlos y que no puedo combinarlos ¿correcto?—Morun asintió llena de felicidad al ser escuchada por Violeth, pues con los hombre del hogar no podía conversar y las mujeres que iban a limpia la villa solo lo hacían por corto tiempo y se retiraban de inmediato, debido a que Bastian no le gustaba mucho la intromisión de personas en las que no confiara en su hogar, por lo que ahora tener una mujer junto a ella era tan gratificante que se sentía completa al tener a alguien más después de la compañía de Kendra--así es... eres muy lista... ahora creo
--Violeth... te busca, Morun quiere...--las palabras de Bastian fueron detenidas de inmediato al notar aquello que poseía en las manos Violeth, por lo que su rostro dejo de mostrase completamente relajado, a mostrarse con sus facciones notablemente marcadas, mientras su mandíbula se apretaba al notar que ella había tenido el atrevido de revisar sus cosas--¿Qué haces en mi habitación? ¿Y qué haces con la foto de Kendra en tus manos?-- ¿ella cómo explicaría algo como ello? No tenía la menor idea, pero aún seguía ese sentimiento de tristeza de dolor, por lo que di un leve suspiro y le ofreció el retrato en sus manos y algo apenado lo observo buscando un poco de compresión en él--lo lamento no deseaba hacerlo, solo que...--no debe tocar nada que pertenezca a ella, a ella y mi hija... una vez logre perdonarlo cuando entraste en la habitación de Ait