--No puedo seguir más con esto... te mentí... te he mentido desde el principio... solo quería hacerte una broma, era solo un juego que habíamos iniciados cuando éramos solo unos niños... luego tu llegaste y me dijiste que te habías enamorado de mí, sin contar que habías llegado con ese enorme anillo y yo solo tenía dieciocho años me deslumbre ante un diamante de tantos años y cuando me elegiste por encima de tu familia yo... simplemente tuve pesar de ti... no puedes culparme por eso... no puedes verme de esa manera cuando yo no he hecho nada malo, solo te he hecho un favor, pero ya estoy agotada, ya estoy cansada...--los ojos de Bastian se habían llenado de lágrimas y sus jóvenes ojos no habían logrado soportar sus lágrimas y simplemente salieron como si de un rió en sus masculinas mejillas se trataran, mientras Kendra había hecho un gesto de fastidio ante su expresivo esposo, por lo menos para ella
--No puedes simplemente decirme que jugaste Conmigo de esta manera, no puedes simplemente decirme que te burlaste de mi corazón, de mis sentimientos y solo tenga que quedarme callado, mientras tú te utilizaste... que tena que agradecerte por tener me en cuenta cuando yo me enfrente a mi apellido y a mi familia por tu linaje y solo por tenerte a mi lado --Kendra. Observa hacia otro lugar, a lo que bastan dio miles de maldiciones y golpeo la pared con su mano hecha puño logrando hacerse daño en sus nudillos, mientras que Kendra había dado un pequeño respingo al sentir aquella nueva faceta de un Bastian que ella no había logrado llegar a conocer—¿dime si Aitana es mía...? ¿Dímelo...? ¿Dime si esas malditas investigaciones son falsas? solo quiero saber eso... --los ojos de Kendra observaron los verdes ojos de Bastian y sin poder sostener su mirada, solo bajo su mirada y negó aun con la cabeza baja algo que hizo que el corazón de Bastian se llenara de miles de sentimientos, que solo habían partido aún más su corazón ya destrozado con las crueles palabras de su esposa
--Por esa razón nos iremos con su padre, nos quedaremos con su verdadero padre, con el hombre que amo...--esas palabras no podían ser verdad, esas palabras no podían ser más que una broma de mal gusto, a lo que Bastian sin siquiera tocarla dio pasos hacia ella y aun con sus ojos llenos de dolor hablo totalmente determinado
--Si quieres irte, adelante... no te lo impediré, pero a mi hija, la niña que yo recibí en este mundo, la pequeña que amo como a nadie no permitiré que tú me la arrebates, puedes irte con aquel hombre, pero nunca dejare que mi hija este contigo y otro hombre al que ella pueda llamar padre...--la mirada de Kendra era de total sorpresa, además de enojo, pues ella jamás en su vida imagino que Bastian le daría una respuesta como aquella, pero entonces ella haría que este le entregara su hija con la única verdad que ella estaba intentado ocultar en todo ese mar de sinceridad que expresaba justamente en aquel instante, aquella que sabía que no solo lastimaría su corazón, también le hará un hueco enorme en su ego y hombre y probablemente lo dejaría marcado de por vida
--No puedes arrebatarme a mi hija y mucho menos la hija de Athan... el merece ser el padre de Aitana, al fin decidió dejar esa vida mala y decidió ser el padre de nuestra hija, y no permitiré que tú lo arruines... viviré mi sueño con el hombre que amo junto a mi hija y lo destruirás ya estoy harta de pensar en ti... mi hija su hija se ira con nosotros y nadie lo impedirá...--¿Athan? Su primo, no podía ser verdad, él no podía seguir arruinando sin fin cada cosa que Bastian tocara, Athan no podía llegar a ser el hombre que haba arruinado su matrimonio, quien había logrado hacer tal barbaridad, ¿que no era suficiente con todo lo que lo hacía hacer? ¿También tenía que aprovecharse del amor hacia su esposa? la vida no era justa, Athan no era más que un miserable y él lo confirmaba en cada respirar en su vida--lo lamento Bastian, pero es lo mejor...
--¿Crees que él se quedar contigo luego de que me abandones? ¿Estas segura que no es un juego de los que hacemos siempre? ¿Quién te asegura que cuando tu salgas por esa puerta Athan te estará esperando y que no solo significa que yo he perdido el juego y el al ver que gano de desechará?--cada solaba salida de la boca de Bastian estaba llena de desprecio, enojo, pero ante todo sinceridad, algo que hizo dudar a Kendra, pero aquella estaba determinada por lo que dio un suspiro y antes de salir por la puerta que ya tenía frente a ella hablo llena de determinación
--No es un juego... es nuestra vida, nuestro amor... Athan jamás haría algo como seguir con esa absurda venganza que ustedes tienen, cuando se trata de nuestro amor... no te preocupes Bastian, le pediré a Athan que te deje en paz yo me encargare... te enviare los papeles del divorcio y el la petición de cambio de apellido a Aitana con mi abogado... adiós...
Sin más Kendra salió del lugar, llevándose a su hija de la villa y logrando causar un gran vacío en su ser, además de que no podía creer en la burlas en las que se vería implicado desde ahora, todo era tan caótico, Bastian se dejó caer en el sillón y como si de un niño de cinco años se tratara, lloro hasta quedarse dormido, en el que a las horas de la madrugada su teléfono llego a despertarlo, para informarle que su esposa había sufrido un accidente automovilístico y había muerto allí junto a su hija, todo había sido tan traumático que aquella noche, para Bastian era la peor noche de su vida y había intentado suprimir a toda costa cada palabra de ella, simplemente dejándola como la santa de la que se había enamorado y no como la mujer que le había abandonado por ir en busca de su primo y su más fiel enemigo
--Mi señor...--Bastian dio un leve brinco en su asiento, al sentir que al parecer se había quedado dormido en su sillón, mientas que no podía creer que aquel sueño o más bien recuerdo había vuelto, todo por una simple frase, todo por culpa de aquella castaña que ahora se encontraba en su hogar, todo por no poder superar el hecho de que ella lo engaño cuando el aun la amaba
--¿Lograste encontrar el problema con las acciones?—el pequeño hombre de mediana edad que poseía lentes y traje de una manera muy bien acomodado, asintió a las palabras de su jefe, quien tomo algunos otros papeles, en lo que parecía estar completamente agotado, algo que preocupo de sobre manera a su secretario, quien no había visto a su jefe de aquella manera desde que la empresa estuvo en crisis, luego de la muerte de la esposa del señor Bastian
--Mi señor... todo aquí ahora está en su debido lugar, si desea puede descansar, cualquier documento que desee puede firmarlo desde su hogar si así me permite que le aconseje—Bastian era un hombre autoritario sí, pero algo que aquel siempre había aprendido de su perfecta madre era aquello de no hacer preocupar a los trabajadores que le estimaban, pues según su madre cuando un empleado se preocupa por su jefe, aquel no daba el adecuado rendimiento que se debía esperar
Por aquella razón Bastian sin decir aun palabras alguna, asintió y se levantó de sus asiento de inmediato, mientras que guardaba algunos de sus documentos en su maletín y hacia unas llamadas en lo que su secretario lo seguía de cerca, con la única intención de acompañarlo hasta su auto, no por el hecho de asegurarse de que este estuviese bien, lo hacía porque era su obligación, era su deber como su empleado guiar el camino de su apreciado jefe, quien le había dado la oportunidad que nadie más le había dado, solo por ser un hombre ya demasiado experimentado, además de no ser un joven emprendedor
Justamente cuando Bastian se encontraba cerca del auto, un bello hombre de hermosa postura con cabello castaño casi negro muy parecido a Bastian, se encontraba sentado en el capot del auto de su auto, mostrando aquella sonrisa maligna que solía siempre acompañarlo, mientras que su lado se encontraba la morena que aunque parecía estar llena de presencia, le atemorizaba estar junto con aquel par, pues si Máximo no se encontraba allí era casi imposible separarlos, como solía ser cuando llegaban a pelear a los golpes, algo muy común en ellos, que aunque no pareciera solían tener peleas en las que por lo general su amo solía ser el mayor lastimado, aunque siempre salía dichoso al saber que había causado que Bastian se saliera de sus cabales como solo él podía hacerlo
--Hola primo...--su saludo era como siempre, lleno de alegra y ánimo, mientras que Bastian, simplemente lo ignoro y lo dejo allí como si no fuese nadie importante para él, algo que no le molesto como de costumbre a Athan, quien subió al auto de su primo y le hizo una seña a Elsa para lo siguiera de cerca como siempre solía hacerlo, era obvio que lo haría, pero como de costumbre el auto se quede en el lugar, mientras Bastian observaba a Athan con pleno fastidio --¿Dónde está Máximo? ¿No me digas que ahora lo tienes cuidando a la hija del asesino? no deberías ponerlo de niñero sabes que no tiene sapiencia... aunque sabes... es buena idea tal vez el sí tenga las agallas...
Bastian simplemente hizo un pequeño gimoteo de fastidio y dirigió su verdosa mirada llena de completo agotamiento hacia él, quien parecía divertido con la expresión de su primo, que era más obvio que estaba preocupado por la pequeña castaña que él no negaba que era hermosa
--¿Qué quieres? hoy no tengo ánimos de pelear y muchos menos seguir tus juegos sádicos... me estoy hartando de ti...--las palabras de Bastian más que una amanezca era una advertencia, algo que Athan sabía perfectamente, pues sabía que aunque Bastian parecía ser un hombre pacifico, aquel era peor incluso que él, cuando llegaba a enojarse, no por nada tuvo que hacer su última cirugía en la nariz, luego de que Bastian le rompiera la nariz en una de sus miles de pelas que hasta podían llegar a los puñetazos
--Solo quiero que nos llevemos bien... juro que esto será lo último, después de todo tú me lo debes...--una sonrisa irónica salió de los labios de Bastian, quien observo a su primo lleno de enojo, pues solo él podía ser tan miserablemente sínico
--No te debe nada, después de todo, tú te encargaste te cobrarme según tú la atención que me dieron en la infancia arrebatándome a mi esposa e hija... sin contar que he hecho tantas malditas cosas por los pecados de mi padre que considero que estamos a manos, de verdad estoy harto ya basta...
--No es mi culpa que tu padre no deje de equivocarse y que tu pagues por sus cosas por el apellido, además respecto a tu esposa e hija no lo hice yo... fue el malnacido de Elias Jones quien lo hizo, no fui yo...
--Ya basta... te dije que no tengo tiempo para tus estupideces... ¿quieres que todo acabe entre nosotros? Fácil, deja tranquila a Violeth Jones y yo me encargare de olvidar todo e incluso te podía tratar con un poco de amabilidad y no sería tan demostrativo ante tus socios...--Athan rió ante sus palabras y noto que el chófer no había arrancado aun, por lo que observo a aquel hombre que simplemente parecía una estatua allí, todo era tan igual al dueño, al menos esos eran los pensamientos de Athan en aquel instante
--¿Por qué no arranca tu chófer...?--Bastian observó a Damián, quien parecía simplemente esperar su orden, algo que el agradeció, pues no llevaría a su primo a su villa, por lo que no le importaba dejarlo unas horas allí—no importa todos son unos aburridos como tu... así que haré las cosas más divertidas... la verdad es que extraño esa época en la que me metía en la cama de tu esposa...
No hubo necesidad de decir una sola palabra más, ya que en cuestión de segundo, un golpe de parte de Bastian hacia Athan había llegado hacia su rostro, haciendo que este abriera la puerta y escupiera sangre, mientras limpiaba su sangre y parecía divertido ver la expresión de su primo, el siempre solía no explotar con facilidad, simplemente se enojaba cada que él mencionaba a Kendra
--Siempre tan bruto...
--Baja de mí auto antes de que te mate a golpe... y olvide que alguna vez te llegue amar como a un hermano en mi niñez…
--Siempre la misma frase, la verdad es que el hecho de que me perdones por un antiguo sentimiento es algo divertido, no mencionare a nuestra amada Kendra... hey... hey... no me golpees, aquí no es fácil para mi defenderme...--Bastian bajo su brazo y le dio una mirada cargada de odio en lo que al ver que su primo no estaba para bromas como era de costumbre simplemente dio un gran suspiro y hablo lleno de calma que nunca había sido amiga del azabache—hagamos un juego, uno de lo que siempre hacemos primo, hagamos esto divertido si tu ganas yo dejare todo esto a un lado, es más estoy pensando incluso en mudarme, para dejarte al fin la vida en paz, pero si pierdes, me dejaras hacer lo que tanto he querido desde el principio y sabes que es asesinar a Violeth jones ¿qué dices quieres jugar?
--Señorita... le pido por favor que use algo mas ¿no sé...? ¿Tapado...? me preocupa un como que esta algo descubierta mi señorita, los tabloides...--Violeth. Ahora se encontrar con un pequeño bikini, mientras se encontraba tomando el sol en la playa privada de la villa de Bastian, que por alguna razón los empleados de la villa del líder de la familia Katalakis no entendían por qué había tantas personas en el lugar, cuando estaba más que prohibido, sin saber que Violeth en un momento logro escabullirse y tumbar el letrero que indicaba que aquella era una playa privada, solo para molestar aún más a los gorilas que la custodiaban justamente en el momento en el que observo como había un pequeño bikini que había sido llevado por la pelirroja quien había llevado un sin fin de ropas para ella--¿Por qué lo haría? Solo estoy tomando
La mirada de Violeth, se fue entres dos mujeres que se encontraban en el lugar completamente hermosas, cada una ofreciéndole una sonrisa llena de amabilidad y respeto, quien no sabía por razón lograba sentirse tan intimidada con aquello, aunque la verdad era que no necesitaba ayuda para estar lista, simplemente necesitaba un vestido, lo demás ella podía hacerlo, pero al parecer aquel hombre ostentoso que aún no sabía el nombre no deseaba que ella se preocupara por ningún detalle, o tal vez no deseaba que lo avergonzara, no había duda que era alguien que le importaba mucho cada detalle y mucho el qué dirán--buenas tardes señorita, por favor ayúdennos a que sea rápida su preparación para la gala de arte del museo de Atenas... como el nuestro señor lo ha indicado--antes tales palabras, Violeth no podía decir nada en objeción, pues el solo hecho de
Temor, ese era el único sentimiento que invadía a Violeth, aunque sintiera una pequeña esperanza al saber el nombre del hombre que lograba ponerla tan nerviosa, o incluso que llegaba a hacerla dudar de muchas de sus prioridades, pero ahora no era momento para algo como eso, era momento de pesar que tenía que centrarse en aquel lindo e intimidante hombre que ahora se encontraba frente a ella ofreciéndole la mano, como si todas aquellas palabras que habían indicado de él no fuesen más que viles mentiras--oh... vamos... en américa no son tan groseros... solo quiero hacer una amistad duradera y los griegos somos files creyentes que se crea un lazo un el contacto... ¿o es que acaso me temes?—Violeth no tenía planeado que aquel hombre llegarse a creer que tenía fuerza sobre ella, eso era algo que no tenía permitido, a pesar de todo se consideraba alguien lo suficientemente fuerte
El sol iluminaba el mar, el amanecer ya había desaparecido con su bella imagen, en la que Violeth contemplaba completamente sumida en sus pensamientos, miles de ideas y miles de sucesos que no dejaban de agobiarla, no dejaban de mostrarle lo culpable que lograba sentirse cuando ella en realidad no había hecho nada malo, no entendía por qué lograba sentirse herida cuando el debería ser el estuviese de esa manera, ella debió dormir tranquila. Pero el único problema era que su corazón y mente estaban completamente hechos un desastre, no lograba comprender por qué sucedía, pero lo único que tenía más que claro era que su cabeza era un caos completoVioleth no quería más que hundirse en la arena en la que se encontraba en la que por cierto había pasado toda noche con una pequeña manta, mientras observa el mar limpio que arrastraba cada ola en la que ella so&
--no puedes enamorarte... si lo haces arruinas todo por completo y yo tendré que lidiar contigo enamorado, algo que me da mucho fastidio... ¿o tal vez no? ¿Qué dices? ¿Crees que sea buena idea esa regla en nuestro juego?—Bastian dio un gran suspiro cargado de impaciencia, mientras masajeaba sus cienes buscando algún tipo de solución para el gran enojo que poseía en aquel instante, en lo que luego de darle una mirada cargada de enojo a su primo hablo lleno de fastidio--¿tengo opción en toda esta estupidez tuya? Porque si es de esa manera considera que tú no puedes mandar en mis sentimiento, si me enamoro o no es mi problema...--el problema primo es que si tú te enamoras no harás tu parte del juego y no me voy a divertir... es bastante frustrante que sí creo un juego para algo en específico es para lograr que todo se dé acorde a mis deseos... y uno de e
--entonces si haces una combinación de esencias con la comida, a las diosas le molesta...--uno de los miles de concejos eran explicados por Morun, mientras que Violeth asentía completamente concentrada en cada uno de las palabras de la mujer, pues parecía una completa experta en aquellas situaciones--entonces dice que debo separarlos y que no puedo combinarlos ¿correcto?—Morun asintió llena de felicidad al ser escuchada por Violeth, pues con los hombre del hogar no podía conversar y las mujeres que iban a limpia la villa solo lo hacían por corto tiempo y se retiraban de inmediato, debido a que Bastian no le gustaba mucho la intromisión de personas en las que no confiara en su hogar, por lo que ahora tener una mujer junto a ella era tan gratificante que se sentía completa al tener a alguien más después de la compañía de Kendra--así es... eres muy lista... ahora creo
--Violeth... te busca, Morun quiere...--las palabras de Bastian fueron detenidas de inmediato al notar aquello que poseía en las manos Violeth, por lo que su rostro dejo de mostrase completamente relajado, a mostrarse con sus facciones notablemente marcadas, mientras su mandíbula se apretaba al notar que ella había tenido el atrevido de revisar sus cosas--¿Qué haces en mi habitación? ¿Y qué haces con la foto de Kendra en tus manos?-- ¿ella cómo explicaría algo como ello? No tenía la menor idea, pero aún seguía ese sentimiento de tristeza de dolor, por lo que di un leve suspiro y le ofreció el retrato en sus manos y algo apenado lo observo buscando un poco de compresión en él--lo lamento no deseaba hacerlo, solo que...--no debe tocar nada que pertenezca a ella, a ella y mi hija... una vez logre perdonarlo cuando entraste en la habitación de Ait
¿Cómo se podía decir que una persona estaba a punto de explotar? Era más que sencillo para decirlo con palabras, pero si con acciones en lo que cuando menos lo esperaron los sirvientes del lugar lograron escuchar un gran estruendo en la oficina de Bastian, quien había acabado con todo lo que tenía a su paso, en lo que al entrar máximo, no podía creer al ver algo tan caótico en el que desde su escritorio boletado, hasta las ventanas rotas se podía decir que había pasado un huracán en el lugar y había acabado con cada hermoso detalle que se habían encargado la decoradora de formar en aquellas cuatro paredesÚltimo capítulo