Jennifer Stone
Los sueños de una familia pueden ser reducidos a cenizas en cuestión de minutos…Eso lo comprobé cuando llego a la panadería de mis padres y todo está envuelto en llamas.
Siento que Dios una vez más se olvido de mi, y de mi familia, parece que la mala suerte nos persigue desde que mi padre murió hace dos años y medio, justo después de mi divorcio.
Mi madre llora de rodillas viendo como todo nuestro patrimonio desaparece ante sus ojos.
—Mama. — Gimoteo y la abrazo con fuerza, para que sepa que no está sola.
— ¡Se quemo, todo se quemo! Estamos en la ruina.— Me dice ella.
Pero con la mirada perdida, no sé si es a mí a quien me lo dice o a mi padre que desde el cielo debe estar observando como otro de nuestros sueños se esfuma.
—Todo tiene solución, ya saldremos adelante. — Trato de darle fuerzas, pero yo más que nadie se lo que es estar en el fondo, no es fácil salir de allí.
Ella se ríe de forma histérica, — ¿de qué viviremos ahora Jennifer? Todo fuese diferente si te hubieses casado con Mateo y no con ese inútil de Samir—Suelta ella.
Metiendo el dedo profundo en la llaga, escuchar el nombre de Samir todavía me duele.
—Buscare trabajo, te juro que construiré de nuevo la panadería así sea lo último que haga...—Prometo determinada.
—Por favor hija ¿Quién te va a contratar? Ni siquiera fuiste a una universidad por apoyar el sueño de alguien más, ¿de qué te sirvió?— Cuestiona, ella nombrando el motivo de mis desvelos, Samir Soleimani.
—Mamá te prometo que saldremos adelante. — Le respondo mirándola a los ojos, mientras el sueño de mi padre arde en llamas detrás de nosotras.
—Dios tenga piedad de nosotras, creo que terminaremos pidiendo limosnas después de esto. —Suelta con el rostro bañado en lágrimas.
—Jennifer, todo tiene solución, solo tienes que aceptar mi propuesta y tendrás el mundo a tus pies. —
Parlotea el señor Roger descaradamente acercándose hasta donde estamos nosotras, el es casado pero no le importa, quiere que yo me convierta en su amante y yo prefiero mil veces pedir limosna que aceptar su indecente propuesta.
— ¿Qué dirá su esposa si lo escucha diciéndome todo eso?— Cuestiono con dureza.}
Limpiando mi cara con rabia, estaba llena de lagrimas, cree que como estamos en desgracia voy a aceptar las migajas que me ofrece.
—Nada, ella no importa, esto solo nos importa a nosotros dos.— Responde
—¿Cuántas veces tengo que decirle que sus propuestas amorosas no me interesan?— Contesto con rabia.
Mientras ayudo a levantar a mi madre poco a poco y nuestros dos únicos trabajadores llegan al lugar en ese momento y quedan sin palabras por un instante.
—Déjenos en paz señor, mi hija es una mujer decente. — Ordena mi madre molesta.
Tengo un mal presentimiento y por un instante pienso que ese señor pudo ser el causante de nuestras desgracias, el cree que puede beneficiarse de eso, lo que no sabe es lo fuerte que soy y que nunca caere en sus garras.
— ¿Quién se fijaría en una mujer divorciada y además estéril como tú?— Se burla tengo los ojos desorbitados, casi nadie sabe de eso de mi esterilidad, eél me investigo muy bien.
—No me enredaría con usted ni que fuese el último hombre sobre la tierra, prefiero morir de hambre antes que aceptar lo que usted quiere. — Respondo entre dientes con las manos hechas puño.
—Eso lo veremos, la necesidad tiene cara de perro, aquí está mi numero para cuando me necesites. — Ofrece, metiendo su tarjeta en el bolsillo de mi blusa.
Estoy tan tensa como una cuerda, el da media vuelta y se va por donde vino, como una m*****a sombra al asecho.
Inmediatamente tiro la tarjeta con asco , prefiero morir de hambre que rendirme a los caprichos de ese viejo asqueroso, tiene mucho dinero ¡pero ni con todo el oro del mundo me fijaría en él!.
—Que viejo tan desagradable, podría ser tu abuelo. — Dice mi madre con una expresión de amargura y asco en su rostro
— ¿Qué sucedió?— Cuestiona el panadero.
—No lo sabemos.— Respondo con la voz rota,
Mientras los bomberos hacen su trabajo y apagan las llamas, desde la distancia los vemos hacer lo posible por extinguir el fuego el objetivo es que no se expanda mas, porque nosotros en realidad ya perdimos todo.
—La explosión fue provocada, estoy seguro. — Dice uno de los bomberos sin tacto, a otros de sus compañeros, mientras nosotras nos vemos a la cara e intentamos pensar en un enemigo, pero no tenemos ninguno.
—Nosotras no tenemos enemigos. — Suelto sin mucha seguridad
—Piénselo bien, porque esto fue provocado, sin duda alguna tienen un enemigo. — Continúa el bombero.
Mientras yo niego con la cabeza, pero tengo una espina clavada en el corazón, con el señor que se acaba de marchar.
Una semana pase cuidando a mi madre durante la depresión que le causo la perdida de la panadería, los pocos ahorros que tenemos se van demasiado rápido y quiera o no tengo que salir a buscar otra cosa para vivir.
Entonces decido salir a buscar trabajo y como si mi madre me hubiese maldecido no encuentro nada lo suficientemente bueno para poder ayudarla lo que ofrecen no me alcanzaria si no para comer.
Siempre me ha gustado el mundo de la tecnología, pero no tengo la formación universitaria necesaria para trabajar en un lugar como la nueva sede de la corporación SS, el sueldo que ofrecen en ese lugar es lo que necesito para sacar adelante a mi madre.
—Me muerdo los labios sentada en un banco, en una plaza al frente del edificio en cuestion... Donde sueño trabajar, es uno de los más grandes de la cuidad el dueño tiene mucho dinero y es famoso por su mal carácter, nunca se deja ver mucho, es todo un misterio.
Tengo los pies inflamados de caminar durante horas buscando trabajo, con este currículo jamás me contratarían, allí, entonces por mi mente pasa la idea más loca que he tenido en mi vida, más loca que creer en el amor.
Todavía están en la búsqueda de personal, y yo quiero un buen puesto en ese lugar, soy una mujer capaz e inteligente, siempre ayudaba a mi esposo con sus estudios universitarios, aprendo rápido y si me dan la oportunidad demostrare lo que valgo, pienso determinada volviendo a casa.
Apenas abro la puerta, mi madre me pregunta— No conseguiste nada ¿verdad?—
No quiero que ella de nuevo me nombre a mi ex pretendiente, Mateo no es mala persona pero nunca sentí por él, ¡como me casaba con un hombre que no me hace sentir nada!—Si mamá el lunes tengo que presentarme en una empresa muy importante a trabajar. — Miento
— ¿Qué vas a hacer allí?— Cuestiona viéndome con los ojos entrecerrados, ella tiene razón con mi currículo solo tendría el puesto de limpieza.
—Asistente de presidente. — Le respondo con otra mentira mas grande, estoy harta de que ella este continuamente minimizando lo que soy.
— ¡Hija de mi vida no sabes lo mucho que me alegra esa noticia! Tú te mereces solo cosas buenas. — Me dice besándome la cara mientras sonrió al verla contenta después de tanto tiempo.
Cuando quedo a solas en mi habitación pienso que no debí mentirle a mi madre, en ese momento entra mi mejor amiga sin tocar.
—Hola amiga ¿Por qué esa cara?— Pregunta y se sienta a mi lado.
—No consigo trabajo y le dije a mi mamá que lo hice.—Cuento mortificada.
—Tengo un pretendiente que está trabajando en recursos humanos en la corporacion SS, vamos a enviarle tu currículo, veras que te consigue un buen puesto.— Promete, ella con una sonrisa guasona en la cara.
—Gracias Adriana no sabes lo importante que es para mí.— Le digo abrazándola emocionada, si entro allí ella haria uno de mis sueños realidad.
— Para eso son las mejores amigas.— Me dice ella —¡Suéltame que me vas a asfixiar!.— Chilla después exagerada.
Entonces envió la solicitud de empleo en línea a través de un correo a recursos humanos, tal vez debería haber aplicado por un puesto de mantenimiento, no tengo los estudios necesarios para el puesto, pero aprendo rápido…
Quince minutos después llega un correo a mi bandeja de entrada como respuesta ¡se me ordena ir mañana a la entrevista!, casi me da un infarto al leer el correo electrónico, tengo que leerlo una y otra vez para poder creerlo.
Chillo como una niña y comienzo a saltar de felicidad con Adriana en mi cama, busco en mi armario un hermoso vestido que puede ser considerado formal, me lo coloco con miedo a que no cierre, pero gracias a Dios sigo en mi peso, suspiro de felicidad.
—Al fin algo bueno en mi vida—Espreso.
—Te mereeces esto y mas.—Asegura Adriana, pero es mi mejor amiga, asi que su comentario no es del todo inmarcial...
Soy una mujer preciosa, pude haber conseguido las cosas fácilmente con mis encantos, pero la idea de que un hombre me bese siquiera sin amarlo me asquea, fue tan fácil para Samir el dejarme ir…
Sacudo mi cabeza tratando de sacarlo de mis pensamientos hace tres años salió de mi vida para siempre. es inutil perder el tiempo pensando en él, el ni siquiera debe recordarme.
Casi no puedo pegar un ojo en toda la noche, en la mañana tengo que usar kilos de maquillaje para ocultar las ojeras, hago una mueca en el espejo al verme, no se siento que ni con todo el maquillaje oculto la oscuridad bajo mis ojos.
Así es como comienzo a trabajar en esa empresa mintiendo, sin embargo hago mi trabajo de forma eficiente durante una semana, recibiendo elogios de parte de los jefes y en un ambiente laboral idílico.
Comienzo a ahorrar consigo nuevas amistades y por primera vez desde que me separe estoy conforme con mi vida, pero descubriría rápidamente que solo era la calma que precede a la tormenta.
Estoy concentrada en mi trabajo frente al ordenado redactando un informe de marketing y las asistentes que están cerca de mí en el departamento de comienzan a correr nerviosas a sus puestos de trabajo, nunca se habian comportado así...Siempre están relajadas.
— ¿Qué sucede? —Pregunto viendo como la chica que ese sienta a mi lado respira agitada.
— ¡El gran jefe esta aquí!— Me responde en un chillido.
—El dueño de todo esto ¿él que nunca ha mostrado su rostro?— Pregunto estúpidamente.
— ¡Siiiii el mismo que viste y calza y justamente viene hacia acá!, con la jefa de recursos humanos, precisamente supe que van a escoger una de las mujeres de acá para ser su asistente. — Me responde ella gesticulando exageradamente.
—Que bien. — Respondo tranquila.
— ¡La paga será el triple!, podemos hacer mucho con ese dinero. — Me dice tomando mi mano entre las suyas, está temblando emocionada, yo soy nueva en este lugar no creo que me escojan a mi precisamente.
Escucho unos pasos en nuestra dirección, rápidamente me coloco frente al computador y fijo estar trabajando, mientras se me forma un nudo en mi estomago, ese puesto seria la salida a todos mis problemas económicos… Pienso, erguida.
Alguien se detiene a mis espaldas, siento un escalofrió y escucho como la jefa de recursos humanos le dice—Señor su nueva asistente la señorita Jennifer Stone. —
Me doy media vuelta con una sonrisa, que queda congelada en mi rostro — ¿Qué haces aquí? Decimos los dos al unisonó, mi ex esposo esta frente a mí ¡después de casi tres años sin vernos!.
Siento que voy a caer de espaldas debo sostenerme y parpadear para descubrir que lo que miran mis ojos, no es ninguna pesadilla…El está frente a mi mirándome con odio.
Jennifer StoneNo puedo evitar mirarlo de pie a cabeza, si antes me parecía un hombre bello… Los años lo han tratado demasiado bien ¡está más guapo que nunca!—¡Ella no puede ser mi asistente!. — Dice el señalándome y yo me pongo de pie de inmediato molesta.— ¿Por qué?— Cuestiono levantando la barbilla.—No está capacitada. — Responde serio, el conoce mi currículo a la perfección, pero también sabe que yo se lo necesario de este trabajo y ahora más que nunca lo necesito—Señor el tiempo que lleva trabajando acá ha demostrado que es perfectamente capaz. — Me defiende la mujer.— Necesito hablar a solas con ella. — Dice tomándome por el codo y arrastrándome a su oficina, trato de seguir el ritmo en los enormes tacones, estoy en shock nada me preparo para tenerlo frente a mí de nuevo.—Necesito que te vayas. — Me dice cerrando la puerta y las persianas de su oficina de cristal para que nadie nos viera.—Samir somos adultos, lo nuestro paso hace mucho tiempo, necesito el trabajo. — Le di
Jennifer StoneApenas entro de nuevo en la oficina, el está viendo su reloj, llegue cinco minutos antes, me siento en mi escritorio en silencio y erguida, tratando de poner al día todo, no entiendo quien ocupaba mi puesto anteriormente, pero tienen razón de haberla despedido el trabajo de meses esta acumulado sobre el escritorio.Reviso el archivo físico detrás de mí, y comienzo a colocar todo en orden mientras la no quita su mirada de mí.—No has cambiado nada. — Expresa con un tono de voz que conozco perfectamente, no es un halago.— ¿No dices nada?— Cuestiona con ganas de sacarme de mis casillas.— ¿Tengo algo que decir?—. Cuestiono sin mirarlo.—Me molesta mucho tenerte aquí. — Señala.—Lo siento mucho, ya no estoy en periodo de prueba y no puedes despedirme sin un motivo justificado. — Le respondo.—Es mi maldita empresa, ¡no quiero verte aquí!— Exclama golpeando el escritorio donde esta sentado.—Lo lamento por ti. — Le respondo sin dejar de hacer mi trabajo, aparentando calma p
Jennifer Stone¡Quiero gritar pero simplemente nada sale de mi garganta! es como si alguien la presionara con fuerza.Samir está golpeando a uno de los sujetos y el otro se acerca por la espalda con una navaja, reacciono en ese momento y lo golpeo con todas mis fuerzas en la cabeza con una botella que estaba en el suelo, no voy a permitir que nadie le haga daño a Samir.Samir voltea a verme con sus preciosos ojos miel y me regaña—Todo esto se hubiese evitado si hicieras caso.— Reprocha.Los dos sujetos están en el suelo mal heridos, me dejo llevar por la emocion del momento y no discuto nada solamente lo abrazo agradecida de que se haya devuelto por mi, el acaricia mi espalda y llama a la policía y vienen de inmediato.Esta sangrando un poco por la boca, lograron darle un golpe, sin permiso saco un pañueol de mi cartera ylo limpio cuidadosamente con el, nos vemos a los ojos y nos decimos muchas cosas en silencio, los ojos no mienten...Lo sigo amando y me sigue amando.Todo lo que no
Jennifer StoneNo sé a qué hora me dormí, pero me levanto sobresaltada por los golpes de la puerta y los gritos de mi madre— ¿Qué sucede?— Pregunto al caer de la cama, golpeándome el trasero.—Te lo dije cuando llegaste, tu hermano viene hoy. — Dice emocionada, y yo ruedo los ojos un poco celosa, siempre ha sido el niño de mamá.—Gran vaina. — Susurro y ella se ríe, está acostumbrada a que hable así de él.—Tenemos que prepararle su pastel favorito, y no tengo los ingredientes, ve a comprarlos. — Me ordena.— ¿Es en serio?— Chillo aun desde el suelo.—Apresúrate para que esté listo cuando el llegue.— Me responde como si nada, y por supuesto todos esos gastos van por mi cuenta, cuando se quemo la panadería hace un mes, mi madre quedo llena de deudas que tuvo que pagar con lo que tenia ahorrado en el banco.—Ya voy. — Le respondo y entro al baño prácticamente arrastrándome, de verdad aun tengo mucho sueño.Hago todo como una autómata sin pensar en nada ni siquiera me combino cuando me v
Jennifer StoneSamir me lleva a casa –Por favor Jennifer todo tiene que ser perfecto. — Puntualiza entregándome una tarjeta para los gastos.—Si señor. — Respondo bajándome, mi amiga me ve desde lejos y grita emocionada al vernos juntos pensando que me hizo un favor y que volví con él.— ¡Jennifer que suerte tienes!— Chilla llegando hasta donde estoy y cuando el auto va lejos dejo la actuación y dejo de sonreír.— ¡Se va a casar con otra!— Digo y hago una mueca, abrazando las compras— ¡No lo puedes permitir! Es tu oportunidad de volver con él. — Dice tomándome las manos frías.— ¿Qué puedo hacer? El me supero ¿No entiendes?— Cuestiono con los ojos llenos de lagrimas. —— ¡Déjenos en paz!— Grita mi madre desde la casa, salgo corriendo al ver la puerta abierta, asustada, algo está pasando allí— ¿Que sucede?—Pregunto viendo al menos seis hombres en la pequeña sala y mi hermano golpeado en el suelo, las cosas se me caen de nuevo y ya está todo hecho un desastre, esta situación me da mu
Jennifer Stone—Tengo trabajo. — Les digo poniéndome de pie y voy a mi habitación a cambiarme lo más rápido posible, no puedo salir así, me visto más decente, me miro al espejo y trato de recomponerme aunque me veo mal aun...Unas ojeras profundas enmarcan mi rostro, y no puedo disimular la trasteza que se refleja en mi mirada.— ¿Hoy sábado?— Preguntan todos a la vez desde la sala mientras me cambiaba.—Sí, por eso me pagan tan bien, tengo que estar disponible para el jefe las veinticuatro horas los siete días de la semana. — Les respondo, limpiando mi cara.—Eso es un contrato de esclavitud, si tan solo aceptaras la propuesta de Mateo. — Comienza mi madre con lo de siempre, me tiene cansada,.—Si tanto te gusta Mateo cásate con el. — Le respondoEstoy harta de que me siga presionando con el mismo tema, él no me gusta, no despierta ni siquiera un mal pensamiento en mí.— ¡Eres una insolente!, si estuviese más joven no lo dudo un seguro no lo pensaría dos veces., eres tan tonta. — Me
Jennifer Stone.El domingo, limpio mi habitación escuchando canciones de despecho, mi madre sale a pasear con mi hermano y yo me siento tan sola.Solo estuve casada un par de años pero comienzo a recordar todo lo que viví…Lo malo dentro de lo bueno y lo bueno dentro de todo lo malo.No cambiaría nada, de lo que viví y lo que di en esa relación yo ame a Samir con todas las fuerzas de mi corazón aun lo amo, lo único que quisiera fuese una pesadilla fue la perdida de nuestro bebe.— ¿Qué haces aquí?— me pregunta Adriana entrando a mi habitación sin tocar.—Nada. — Respondo con timidez, mientras limpio una lagrima que se me escapo de los ojos con disimulo.—Es hora de que tomes las riendas de tu vida querida. — Me dice con voz cantarina.— ¿Alguna propuesta?— Cuestiono dejándome llevar, estoy harta de vivir de forma pasiva mi vida, dejando que todo fluya y no fluye nada.—Es un proceso, pero comenzaremos con uno pasos sencillos. — Me dice viéndome fijamente con los ojos entrecerrados.—
Jennifer StoneMe despierto por el sonido de la alarma, e inmediatamente salgo corriendo al baño, mareada y vomitando, no debí haber bebido tanto si no estoy acostumbrada.La cabeza me da vuelta y creo recordar que bese a Samir, seguramente es una fantasía de mi loca cabeza, pienso mientras vacio mi estomago en el sanitario, yo misma me asqueo por el mal olor.Me baño con el agua helada y siento que la cabeza me va a explotar, cierro los ojos y me sostengo de la pared mientras el agua hace trabajo, quiero volver a la cama, pero tengo que trabajar, ahora no solo por el dinero.Necesito poner mi plan en marcha, no puedo permitir que Samir se case con otra mujer, no podría soportar verlo casado con alguien más.Sé que fue un error dejarlo ir, pero en ese momento no estaba pensando con claridad precisamente…Todavía me siento culpable, si tan solo me hubiese cuidado mas, las cosas serian totalmente diferentes.Alguien golpea la puerta del baño—Apúrate que tengo que hacer pis.— Me dice mi h