¡ESCRIBAN SI QUIEREN EPILOGO! LOS AMO
Jennifer StoneLos sueños de una familia pueden ser reducidos a cenizas en cuestión de minutos…Eso lo comprobé cuando llego a la panadería de mis padres y todo está envuelto en llamas.Siento que Dios una vez más se olvido de mi, y de mi familia, parece que la mala suerte nos persigue desde que mi padre murió hace dos años y medio, justo después de mi divorcio.Mi madre llora de rodillas viendo como todo nuestro patrimonio desaparece ante sus ojos.—Mama. — Gimoteo y la abrazo con fuerza, para que sepa que no está sola.— ¡Se quemo, todo se quemo! Estamos en la ruina.— Me dice ella.Pero con la mirada perdida, no sé si es a mí a quien me lo dice o a mi padre que desde el cielo debe estar observando como otro de nuestros sueños se esfuma.—Todo tiene solución, ya saldremos adelante. — Trato de darle fuerzas, pero yo más que nadie se lo que es estar en el fondo, no es fácil salir de allí.Ella se ríe de forma histérica, — ¿de qué viviremos ahora Jennifer? Todo fuese diferente si te hubi
Jennifer StoneNo puedo evitar mirarlo de pie a cabeza, si antes me parecía un hombre bello… Los años lo han tratado demasiado bien ¡está más guapo que nunca!—¡Ella no puede ser mi asistente!. — Dice el señalándome y yo me pongo de pie de inmediato molesta.— ¿Por qué?— Cuestiono levantando la barbilla.—No está capacitada. — Responde serio, el conoce mi currículo a la perfección, pero también sabe que yo se lo necesario de este trabajo y ahora más que nunca lo necesito—Señor el tiempo que lleva trabajando acá ha demostrado que es perfectamente capaz. — Me defiende la mujer.— Necesito hablar a solas con ella. — Dice tomándome por el codo y arrastrándome a su oficina, trato de seguir el ritmo en los enormes tacones, estoy en shock nada me preparo para tenerlo frente a mí de nuevo.—Necesito que te vayas. — Me dice cerrando la puerta y las persianas de su oficina de cristal para que nadie nos viera.—Samir somos adultos, lo nuestro paso hace mucho tiempo, necesito el trabajo. — Le di
Jennifer StoneApenas entro de nuevo en la oficina, el está viendo su reloj, llegue cinco minutos antes, me siento en mi escritorio en silencio y erguida, tratando de poner al día todo, no entiendo quien ocupaba mi puesto anteriormente, pero tienen razón de haberla despedido el trabajo de meses esta acumulado sobre el escritorio.Reviso el archivo físico detrás de mí, y comienzo a colocar todo en orden mientras la no quita su mirada de mí.—No has cambiado nada. — Expresa con un tono de voz que conozco perfectamente, no es un halago.— ¿No dices nada?— Cuestiona con ganas de sacarme de mis casillas.— ¿Tengo algo que decir?—. Cuestiono sin mirarlo.—Me molesta mucho tenerte aquí. — Señala.—Lo siento mucho, ya no estoy en periodo de prueba y no puedes despedirme sin un motivo justificado. — Le respondo.—Es mi maldita empresa, ¡no quiero verte aquí!— Exclama golpeando el escritorio donde esta sentado.—Lo lamento por ti. — Le respondo sin dejar de hacer mi trabajo, aparentando calma p
Jennifer Stone¡Quiero gritar pero simplemente nada sale de mi garganta! es como si alguien la presionara con fuerza.Samir está golpeando a uno de los sujetos y el otro se acerca por la espalda con una navaja, reacciono en ese momento y lo golpeo con todas mis fuerzas en la cabeza con una botella que estaba en el suelo, no voy a permitir que nadie le haga daño a Samir.Samir voltea a verme con sus preciosos ojos miel y me regaña—Todo esto se hubiese evitado si hicieras caso.— Reprocha.Los dos sujetos están en el suelo mal heridos, me dejo llevar por la emocion del momento y no discuto nada solamente lo abrazo agradecida de que se haya devuelto por mi, el acaricia mi espalda y llama a la policía y vienen de inmediato.Esta sangrando un poco por la boca, lograron darle un golpe, sin permiso saco un pañueol de mi cartera ylo limpio cuidadosamente con el, nos vemos a los ojos y nos decimos muchas cosas en silencio, los ojos no mienten...Lo sigo amando y me sigue amando.Todo lo que no
Jennifer StoneNo sé a qué hora me dormí, pero me levanto sobresaltada por los golpes de la puerta y los gritos de mi madre— ¿Qué sucede?— Pregunto al caer de la cama, golpeándome el trasero.—Te lo dije cuando llegaste, tu hermano viene hoy. — Dice emocionada, y yo ruedo los ojos un poco celosa, siempre ha sido el niño de mamá.—Gran vaina. — Susurro y ella se ríe, está acostumbrada a que hable así de él.—Tenemos que prepararle su pastel favorito, y no tengo los ingredientes, ve a comprarlos. — Me ordena.— ¿Es en serio?— Chillo aun desde el suelo.—Apresúrate para que esté listo cuando el llegue.— Me responde como si nada, y por supuesto todos esos gastos van por mi cuenta, cuando se quemo la panadería hace un mes, mi madre quedo llena de deudas que tuvo que pagar con lo que tenia ahorrado en el banco.—Ya voy. — Le respondo y entro al baño prácticamente arrastrándome, de verdad aun tengo mucho sueño.Hago todo como una autómata sin pensar en nada ni siquiera me combino cuando me v
Jennifer StoneSamir me lleva a casa –Por favor Jennifer todo tiene que ser perfecto. — Puntualiza entregándome una tarjeta para los gastos.—Si señor. — Respondo bajándome, mi amiga me ve desde lejos y grita emocionada al vernos juntos pensando que me hizo un favor y que volví con él.— ¡Jennifer que suerte tienes!— Chilla llegando hasta donde estoy y cuando el auto va lejos dejo la actuación y dejo de sonreír.— ¡Se va a casar con otra!— Digo y hago una mueca, abrazando las compras— ¡No lo puedes permitir! Es tu oportunidad de volver con él. — Dice tomándome las manos frías.— ¿Qué puedo hacer? El me supero ¿No entiendes?— Cuestiono con los ojos llenos de lagrimas. —— ¡Déjenos en paz!— Grita mi madre desde la casa, salgo corriendo al ver la puerta abierta, asustada, algo está pasando allí— ¿Que sucede?—Pregunto viendo al menos seis hombres en la pequeña sala y mi hermano golpeado en el suelo, las cosas se me caen de nuevo y ya está todo hecho un desastre, esta situación me da mu
Jennifer Stone—Tengo trabajo. — Les digo poniéndome de pie y voy a mi habitación a cambiarme lo más rápido posible, no puedo salir así, me visto más decente, me miro al espejo y trato de recomponerme aunque me veo mal aun...Unas ojeras profundas enmarcan mi rostro, y no puedo disimular la trasteza que se refleja en mi mirada.— ¿Hoy sábado?— Preguntan todos a la vez desde la sala mientras me cambiaba.—Sí, por eso me pagan tan bien, tengo que estar disponible para el jefe las veinticuatro horas los siete días de la semana. — Les respondo, limpiando mi cara.—Eso es un contrato de esclavitud, si tan solo aceptaras la propuesta de Mateo. — Comienza mi madre con lo de siempre, me tiene cansada,.—Si tanto te gusta Mateo cásate con el. — Le respondoEstoy harta de que me siga presionando con el mismo tema, él no me gusta, no despierta ni siquiera un mal pensamiento en mí.— ¡Eres una insolente!, si estuviese más joven no lo dudo un seguro no lo pensaría dos veces., eres tan tonta. — Me
Jennifer Stone.El domingo, limpio mi habitación escuchando canciones de despecho, mi madre sale a pasear con mi hermano y yo me siento tan sola.Solo estuve casada un par de años pero comienzo a recordar todo lo que viví…Lo malo dentro de lo bueno y lo bueno dentro de todo lo malo.No cambiaría nada, de lo que viví y lo que di en esa relación yo ame a Samir con todas las fuerzas de mi corazón aun lo amo, lo único que quisiera fuese una pesadilla fue la perdida de nuestro bebe.— ¿Qué haces aquí?— me pregunta Adriana entrando a mi habitación sin tocar.—Nada. — Respondo con timidez, mientras limpio una lagrima que se me escapo de los ojos con disimulo.—Es hora de que tomes las riendas de tu vida querida. — Me dice con voz cantarina.— ¿Alguna propuesta?— Cuestiono dejándome llevar, estoy harta de vivir de forma pasiva mi vida, dejando que todo fluya y no fluye nada.—Es un proceso, pero comenzaremos con uno pasos sencillos. — Me dice viéndome fijamente con los ojos entrecerrados.—