UN AÑO DESPUÉS—Nuestro primer baile, señorita N.—Nuestro primer baile, señor A.—Gracias—dijo él.—¿Por qué? — Mientras él la hacía girar en medio de la pista de baile, en aquel enorme salón, frente a más de cien personas, los invitados a su boda.—Por darme la oportunidad de abrir mi corazón, cuando pensé que nunca lo lograría.—¿Algún día me contarás?—Algún día, dice mi psicóloga, que lo lograré, tiene fe en mí y yo también.—Yo también tengo fe en ti, no lo olvides.—Te amo, Elizabeth, nunca lo dudes.—Te amo, Bastian, en cualquier etapa de mi vida siempre te he amado y te amaré.—Me deberías dejar hablar con mi cuñada— Era Franco, que finalmente había podido llegar a la boda, aún seguía haciendo cursos en el extranjero, pero nunca pensaría en faltar, solo que había habido un retraso en los vuelos por cuestiones climatológicas.Antes de cederle la mano de su esposa, él abrazó a su hermano, dándose espaldarazos, diciendo palabras que solo ellos entenderían; atrás quedó la rivalid
ELIZABETH—¿Todo bien amor? — Me dice Bastián, la verdad que mi cabeza es un lío, no sé cómo obviar algo tan importante, tan vital, él sufría por ella, no me quedo otra opción que averiguar por mi lado, él no recuerda que fue lo que me dijo en aquel momento, ni siquiera pude disfrutar mi luna de miel hasta no saber la verdad y sí que la supe, pero no por él.—Si amor, solo estoy en esos días difíciles— Trato de sonreír, pero es cada día es más complicado, necesito que salga de él, que me lo diga, hoy tenemos una cena con unos japoneses, pero siento que en cualquier momento voy a explotar, no puedo tener celos de una persona que ya no está en este mundo, pero sí tengo ese temor incrustado, esto me hace padecer mucho más del hecho de saber sobre la enfermedad que condeno a mi padre a una silla de ruedas y a ser recluido en lugar para ancianos, después de todo, no era mi responsabilidad, bien servido está con que me encargue de los gastos, después de que le descubrieron los desbalances
NARRA BASTIÁNÚltimamente, llego a casa muy agotado, tengo ganas de viajar unos días con mi hermosa esposa, sé que el trabajo nos ha estado agobiando, por eso trabajo más de lo normal, además que últimamente Elizabeth anda muy cansada, muchas veces he tenido que despertarla, a pesar de que la alarma era muy ruidosa.Estaciono en nuestra casa, tenía ganas de cenar con ella, pero como vine tarde, le traje un poco de pollo frito, es que recordé cuando en nuestra luna de miel, me dijo que extrañaba mucho la comida callejera y por eso le traje pollo frito con muchas salsas, se supone que tenía terapia con mi psicoanalista, pero la volví a aplazar por tercera semana consecutiva, no he tenido tiempo de ir, me sirvió mucho, es como si supiera que en cualquier momento podría hablar, pero aún no es tiempo, especialmente después de esa cena, con tantas preguntas, cuando tocan temas como esos, es como si me desconectara de todo, no me porto como el mejor esposo del mundo y necesito recompensarlo.
—¡Lo sabía! Se lo dije, doctora, yo se lo dije — Mientras la algarabía invadía su cuerpo, amaba a sus gemelos, pero anhelaba una hermosa niña tan bella como su esposa.—Señor, tranquilícese, que no me deja revisar bien a su esposa.—Lo siento, la emoción me ganó, ahora sí la dejo trabajar. — para luego dejar un tierno beso sobre los labios de su esposa.…—Es perfecta, ¿no te parece amor? — Observando la ecografía entre sus manos, para luego tomar la mano de Elizabeth, quien solo sonreía ante la notable emoción que se dibujaba en la cara de su amado marido.—Yo pensé que sería niño, al igual que los gemelos. Tiana será una niña muy amada, estoy segura.—¿Tiana? Pensé que no tomarías en serio mi comentario, pero gracias, nuestra Tia de todas maneras será la princesa porque saldrá de una reina.Besando los nudillos de su esposa, debían tener prisa. Hoy era el cumpleaños número cinco de gemelos maravilla, como les decía Antuhant. Todos estaban emocionados esperando la nueva noticia, sabí
—No puedo seguir con esta farsa, no sé cómo puedes pedirme que sonría cuando me acaban de decir que se van a casar y ninguno tiene un ápice de culpa en sus rostros, ambos me traicionaron, ella sabía quién era él para mí. ¡Soy su hermana mayor! ¡Soy su sangre!Le gritaba con desesperación, con rabia y con el dolor que la traición que acaba de sufrir le daba. A eso le sumaban la risa burlona del hombre que se supone debía protegerla y acogerla bajo su ala, del hombre que decía ser su padre y que al contrario solo parecía ser su peor enemigo.—Eres demasiado estúpida Elizabeth, no entiendo que vio ese muchachito en ti, es entendible porque prefirió a Ivanna, acéptalo por el bien de tu familia, tu hermana está embarazada y si hubieras sido más mujer él no hubiera tenido que buscarla para que le dé lo que todo hombre desea, ahí ves las consecuencias de tus actos, solo tú eres la culpable y tú lo mojigata que eres, sabes que dejarte de hacer el ridículo, solo das vergüenza, ya deja esa pos
—Hermanita, te veo muy contenta hoy y ese milagro. Seguro saldrás con tu noviecito ese. — Entrando en su habitación, mirando todo a su alrededor, con el mentón elevado, como menos preciando cada cosa que Elizabeth representaba.—Ivanna, no empieces y sal de mi habitación, por favor., no sé cuántas veces te lo tengo que repetir, no me gusta que entres aquí — Sentía la mirada burlona de su hermana menor sobre su espalda, pero lo que no se esperaba es que al salir esta cerrara la puerta con llave, Elizabeth no creía lo que pasaba, corrió inútilmente a tratar de abrir la puerta, pero era imposible, mientras gritaba el nombre de aquella chiquilla que una vez más disfrutaba humillándola, ofendiéndola, burlándose de ella de la forma que sea.Pensó en su adorado novio, no quería que la esperaba en vano. Así que tomó su desgastado teléfono.—Baby, lo siento mucho, no llegaré a acudir a la cita, tuve inconvenientes.—Está bien cariño, para otro día será, hablamos más tarde, voy a ver a mi tía
—Bastián, por favor entiéndeme, llevamos meses con este asunto, sabes muy bien que he anhelado tanto esto, también es mi sangre, tu sangre, tu hermano mayor.Tratando de aplicar a su corazón, a su lógica, a su raciocinio, pero era en vano, como hacer que alguien que toda la vida creció para hacer esa compañía crecer, un hombre que lucho por ese puesto, cada parte de esa empresa tenía su sudor y lucha en ella, él era un hombre que perdió lo más preciado por esa compañía y aun así seguía de pie a la cabeza, un hombre que perdió lo más preciado, lo único que le quedaba era aferrarse a aquello por lo que tanto lucho y no iba a permitirse perderlo por alguien que carecía de talento, de alma y corazón y peor un aparecido que no tenía un ápice de conocimiento ni siquiera para sacar copias.—Padre, no entiendes como me siento, pretendes que le dé un puesto directivo a ese aparecido, a un tipo que solo es tu hijo porque esa prueba lo dijo, un tipo con ínfulas de principito que no sabe ni atars
SÁBADO 12—Estoy preocupado por tu hermano, no ha venido. De verdad, pensé que llegaría, es algo importante para la familia.—Déjalo, además lo que me importa que estés aquí como mi padre, que se supone que eres. Trato de hacer las cosas bien por el apellido Barbieri, pero él no lo ve así.Para Gabriel, el ser llamo así por parte de su hijo, le dolía, sentía que le faltaba tanto por compensar el tiempo perdido, cada vez que no lo llamaba papá o padre, era un fracaso, un día menos para ganarse a su hijo, tal vez por eso trataba de darle todo lo que quería olvidando que un puesto en la empresa era algo que se ganaba no que se regalaba.—Algún día, ¿Me dirás, papá? — La tristeza reflejada en sus ojos al pronunciar aquellas palabras eran evidentes. Sin embargo, el corazón oscuro y lleno de odio de Ricardo no le contestó nada a Gabriel, porque en su mente se construía otros planes, muchas veces cuando has deseado vivir entre lujos, comodidades, cuando has deseado toda tu vida dejar de ser