Dudo de cuando escucho decir a la gente que el tiempo lo cura todo, esto no puede ser cierto. En mi caso no era así, mis heridas nunca terminaron de sanar por algún motivo. Miré la sortija en mi mano y la arrojé por la ventana, eso era una farsa, todos estos últimos años de mi vida lo han sido. Me acuesto en la cama, perdido en mis pensamientos. Esta noche no he podido cerrar los ojos ni un segundo y menos hace unos instantes, ya que Iris me llamó demandando cada vez más de mí, y no sé qué hacer o cómo decirle las cosas. Tantos años sin pisar esa casa y con tan solo un par de horas que estuve ahí, volví a devastarme igual que antes, es que parece que esto nunca voy a poder superarlo. Odio esta vida, si es que a esto se le puede llamar de así. Me voy a remontar a los años en que mi vida tuvo un gran cambio, lo que me hizo ser lo que soy ahora y también la época más feliz de todas, los inicios del gran amor de mi vida que casi acaba con ella.
Cinco años antes.
Camino hacia la tienda por unas dos o tres cervezas, lo hago sin que papá lo note o va a empezar a fastidiarme. Voy a contarles quién rayos soy.Mi nombre es Cristóbal Bustamante, hijo de Pedro Bustamante. Un empresario muy conocido en Barranquilla. Él es mi modelo a seguir, cuando sea mayor quiero ser como él ya que es una persona admirable, tiene sus propios negocios, está felizmente casado con mi madre y lleva una vida ejemplar. Eso es lo que quiero para mí, llegar a cierta edad y encontrar una pareja para toda la vida. Lo único malo de él es que tiene un extraño sentido del humor, le divierte insultarme y no solo a mí, a cualquiera.Físicamente soy alto, mido alrededor de 1,80, tengo piel blanca, cabello negro y cejas gruesas, esto heredado de papá, aunque él lo usa bastante corto y yo tengo el mismo corte desde que tenía doce años, ni tan largo, ni tan corto, cae hasta mis cejas y es un poco más largo atrás. No sé si me veo bien o soy horrendo, no me puedo clasificar.Mis compañeras de clase dicen que soy de los más guapos del instituto, pero cada vez que me veo en el espejo, me espanto. Cumpliría dieciséis en un par de meses.Estudiaba en una de las mejores escuelas de la ciudad, aunque no me sentía muy cómodo en esta, las personas allí eran demasiado superficiales, incapaces de mantener una conversación de algún tema profundo, solo sabían hablar de fiestas, licor o internet, todo esto es una m****a. La sola idea de pasar el tiempo en fiestas me parecía muy infructuoso, una manera muy vana de desperdiciar mi vida. Me pasaba todos los fines de semana leyendo libros o viendo alguna serie, muy poco salía, cosa que mamá reprochaba. Ella no es mi madre, es mi madrastra, pero la quiero y considero como tal. A Fernanda nunca la conocí, vive en España con una de sus hermanas y nunca se hizo cargo de mí, por eso nunca la llamé mamá. Mi mamá es Julia y siempre será así.Julia, tiene un hijo biológico un par de meses menor que yo al que no he podido conocer, vive con su ex pareja en el amazonas, ahí es donde está la selva colombiana, no sé qué se sentirá vivir de esa manera, debe ser muy interesante.Va a venir a estudiar acá por petición de mama, él nunca había querido venir y no sé cómo logró convencerlo.Para la última semana de enero, papá me puso a armar una cama en la habitación de al lado, ahí iba a dormir mi hermanastro. Me hizo botar muchas cosas que me gustaban para hacer espacio para lo que Leandro pudiera traer, eso me molestó. Ahí guardaba parte de mis libros, porque tengo muchos, comics de colección y muchas pinturas que hago.-Deja de quejarte, pareces un idiota. -Me dijo papá, no era justo que me hiciera botar las cosas que he guardado por años, no estaba en contra de que Leandro viniera, pero no debía botarme nada.- No me llames idiota, me irrita cuando lo haces. -Bufé. Soy un poco malgeniado o bueno, bastante en realidad, he tratado de responder bien cuando me hablan, pero se me dificulta bastante. A papá lo respeto, pero siempre está llamándome idiota, imbécil o retardado, sé que lo hace en broma, pero no soporto eso. No tengo mucho sentido del humor y menos socializo con la gente.-Espero que te lleves bien con Leandro, no le respondas mal a él. Puede que sea tu única oportunidad para tener un amigo, no la desperdicies por favor.-Me da igual, no lo voy a gritar si eso piensas papá, pero no esperes que me lleve de maravillas con él, nunca lo he visto en mi vida.Luego de un rato, terminamos de acomodar todo porque en la mañana llegaría Leandro, papá me dijo que lo fuera a recoger al aeropuerto en su auto, pero no lo iba a hacer de ninguna manera, ni que fuera el presidente para tener que salir corriendo tras él. Aunque tampoco lo haría por él. El presidente de mi país es una b****a, literalmente b****a, le debe dar vergüenza hasta mirarse en el espejo. Cada vez que él sale en televisión me da dolor en los testículos. Si pudiera ir hasta el palacio de Nariño ahora mismo, iría y me cagaría en toda la puerta.- ¡Levántate de una vez idiota! -Me gritó papá muy cerca a mis oídos.- ¡Que no me digas así!- No puedo llamarte de otra manera Cristóbal, duermes como una mariposa. ¿Qué haces abrazando ese oso? ¿no te da vergüenza?- ¡Ese no es tu problema papá!-No pareces hijo del Gran Pedro Bustamante, si no fueras mi hijo ya te hubiera liquidado.-Si claro, como digas. -Dije con evidente sarcasmo.-Mañana cuando te despiertes, veras que te habré fusilado de una buena vez, sabes que ganas no me faltan. Tengo un hijo feo e idiota, eso no tiene razón de ser.-Ya déjalo Pedro, por eso se levanta de mal ánimo. -Intervino mamá. Siempre ella quitándomelo de encima, por eso la quería tanto. -Ven a desayunar cariño, te hice los pancakes de cacao que te gustan.- Por eso es que Cristobal es un idiota, lo tiene
Más tarde ese mismo día, Papá ayudó a Leandro a subir sus cosas a su habitación. Luego se fue a la casa de su mejor amigo, un tipo que es dueño de varias firmas importantes en la región. Bueno sí, nosotros pertenecemos a ese círculo de gente importante de la ciudad. Papá es amigo de gran parte de las personas más influyentes ya que él es un empresario reconocido, es dueño de una constructora, de almacenes en cadena y de varios hoteles, todo esto heredado de mi abuelo. Él es alguien sociable, agradable y chistoso, no se lleva mal con nadie. Mi madrastra es un poco más sencilla, ella proviene de una familia humilde y me llevo mejor con ella que con mi papá, ella me trata bien y siento que puedo contarle cualquier cosa.Nuestra casa tiene dos niveles, siete habitaciones, tres baños y medio, una cocina enorme, dos salas de estar, un comedor y una oficina, la usa pa
Más tarde, mis papás se fueron a dormir. No escuché a Leandro caminar por ahí, así que supuse que también se había acostado a dormir. Una chica le escribió a Pascual quién sabe para hacer qué tipo de cosas, no le pregunté, salió disparado a verlo. Me quedé solo con Alba en la sala.- ¿Hace cuánto no nos quedábamos así? – Le pregunté.- Cómo tres meses, creo. ¿No extrañas estar conmigo Cristóbal?- Ya hablamos de eso…- Lo sé. Lo tengo presente a diario, pero aun así me gustaría estar contigo. Prometo no involucrar sentimientos de nuevo.- No, yo no quiero hacerte sentir mal otra vez.- ¿Por qué nunca me dices que es lo que pasa? ¿por qué cuando has estado conmigo siempre tiene que ser un secreto? ¿por qué te avergüenzas de
Al día siguiente, me levanté a las cinco de la mañana. Entro a las seis y media a clases. Me bañé, desayuné rápidamente, evitaría todo tipo de contacto con Leandro en lo que me sea posible. Lo peor es que iba a estar en mi salón de clases. María me llevó el uniforme y me decepcioné, cada año lo odiaba más. Era un pantalón azul oscuro con zapatos clásicos, una camisa blanca de mangas largas con una corbata vino tinto, encima se debe usar por regla un saco gris que tiene el escudo de la escuela y un bolsillo al otro lado. Todo debe quedar bien, algo ajustado. Sino devuelven al que vaya con el uniforme en contra de las reglas.Bajé, papá estaba en la entrada. Mamá estaba maquillándose en su habitación, ella sale más tarde que nosotros.- Yo los llevaré hoy, pero mañana los llevará el chofer porque tengo
Pasaron un poco más de dos semanas desde que Leandro llegó a la casa. Rápidamente nos hicimos muy unidos, por no decir amigos. No me agradan las etiquetas. Nos juntábamos para ver películas de suspenso o de acción, veíamos series sangrientas o veíamos videos de raros, antes veía todas estas cosas, pero ahora todo se volvió más interesante. No es lo mismo estar solo viendo algo, que con alguien que lo aprecia y me acompaña, me cuesta admitirlo, pero sí, me agradaba pasar tiempo con él.Estábamos en la escuela, en la segunda clase. Era viernes y acordamos que iríamos al lago al salir de clases, Leandro me dijo que me iba a enseñar unas cosas. Estábamos en la clase de deportes, pronto iban a seleccionar nuevos jugadores para el equipo de fútbol. He tratado de mantenerme al margen con esto, no entrar al equipo porque me tomo muy en serio los juegos, s
Cuando regresamos a casa me puse a pensar. Me encerré en mi habitación y me acosté bocarriba sobre la cama. Es gay, no es que sea homofóbico ni nada así, ¿pero andar con una persona que tiene esas preferencias todo el tiempo sería raro? Por lo que he visto, es respetuoso y nunca ha hecho nada fuera de lugar. De igual manera es extraño. No me esperaba que dijera eso.De igual forma yo sé quién soy, eso no es un problema y no debería afectarme. Aunque al parecer sí lo hacía, ahora cuando lo veía era diferente, no podía verlo igual que antes, ¿cuál es mi problema?Al día siguiente, me llamó Pascual para confirmar si iba a ir a su casa. Le dije que sí y me dijo que llevara a Leandro, dudé un momento y luego le dije que le iba a preguntar, aunque no sabía si en realidad lo iba a hacer.Era de tarde y salí a comprar
Adentro, estaba mucho más lleno que afuera. Había mucha gente bailando, algunos completamente ebrios y casi todas las mesas estaban llenas. Nos sentamos atrás, en una de las pocas mesas vacías. Eran cerca de las once de la noche. Empezamos a beber cervezas, papá odia que haga eso. Prefiere que beba algo como whisky o coñac, eso no me gusta. Opino que las cervezas han sido una de las mejores creaciones de la humanidad. Después de unas dos horas, habíamos bebido muchas y la pasábamos genial.- Llevaba rato sin tomarme tantas de estas, en casa solo puedo tomar whisky y es horrible. – Dije admirando la botella que tenía en la mano.- Tú porque te han hecho tomar eso, mi querido y veterano padre, me hacía beber tequila, eso me quemaba la garganta. Cuando conseguía dinero por algún trabajo que hice, me escapaba a la ciudad a comprar unas cervezas artesanales que si las probara
Pasaron varios días y no le volví a hablar, cuando pasaba cerca de mí por la casa, me desviaba o fingía que no lo había visto. Ni cuando íbamos en el auto camino a la escuela lo miraba o si quiera le dirigía la palabra. No tenía ningún tipo de contacto con él.No sé qué me pasaba o por qué, pero no podía dejar de pensar en él. Tal vez fui muy duro en hablarle así, tal vez exageré… No, no exageré. No puedo acercarme a él, no debo hacerlo.En la escuela las cosas se volvieron muy complicadas, en la práctica de fútbol no sé que pasó, pero Leandro apareció con moretones en la cara. Se veía triste y apagado. Cuando pasó a mi lado me miró, pero yo desvié la mirada y bajé la vista hacia mi teléfono. En el salón de clases lo seguían molestando y empeorab