22.

Pasó un mes completo desde que él se fue y aún mi papá no me hablaba. Sólo lo hizo hace un par de días que me dijo que encontró una escuela que me iba a recibir en Londres, de esas en las que uno vive propiamente en las instalaciones. Traté de oponerme como fuera, no quería irme. Tenía la esperanza de que podría escapar e irme a buscarlo, pero todos mis esfuerzos fueron inútiles. Es cierto cuando dicen que el dinero lo puede todo y más en mi caso. Había tres tipos que me seguían a todas partes y alguien me vigilaba adentro de la casa.

Papá preparó todos los trámites legales y tan sólo un mes y medio después de que se fuera Leandro, me envió al extranjero para asegurarse de que no lo volviera a ver nunca. Antes de irme, me dijo que me quería ver casado con una buena mujer cuando regresara, jamás iba a darle ese gusto.

El vuelo fue agotador, muy largo y viajé nervioso todo el tiempo.

¿Quién no lo estaría sabiendo que volé varias horas sobre el pleno océano de noche? Si el avión hubiera
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