[BRISA]Se supone que me había alejado de él para evitar este tipo de situaciones. Nos habían advertido que hablarle de su pasado podría tener consecuencias, y vaya que las tuvo. Aquí me encuentro una vez más en la sala de espera de un hospital completamente desesperada mientras que los doctores revisan a Franco.—Brisa, ¿Qué fue lo que paso? —escucho de pronto la voz de su madre y al voltearme allí esta Raquel caminando hacia mí.—¿Por qué le permitieron regresar? A Franco no le hizo bien hablar conmigo —digo entre lágrimas que reflejan la angustia que siento en estos instantes.—Hija, no lo pudimos retener más. Cuando supo lo de los bebés no hubo fuerza humana que lo pudieran retener en Francia, lo siento —expone.Me siento culpable por lo que esta pasando, no me perdonaría si algo grave le pasara a Franco; simplemente no podría vivir con eso.—Debieron hacerlo, ¿acaso no ven lo que está pasando? —reclamo.Su padre se acerca a nosotros y noto como trata de entender la situación, per
[FRANCO]Siento como las lágrimas siguen rodando por mis mejillas, el dolor por lo que acabo de hacer no se va, pero no me siento capaz de ni siquiera verla a la cara después de todo esto. Fingir que no la recuerdo es lo mejor que puedo hacer por el momento. Necesito proteger su salud y la de nuestros hijos, y decirle la verdad solo le hará más daño. Tal vez cuando el peligro haya pasado, yo puedo regresar a ella y contarle toda la verdad. Quizás solo en ese momento podremos tomar una decisión acerca de nosotros y nuestro futuro.Miro a mi alrededor y el silencio en esta habitación pareciera sepultarme en vida debido a la rabia y dolor que siento por lo que estoy haciendo. Sin embargo, todo esto se ve interrumpido cuando la puerta se abre y allí aparecen mis padres. Se acercan a la cama sin pronunciar una sola palabra y se me quedan mirando.—Hijo —pronuncia mi padre finalmente.—No me llames hijo, todo esto es tu culpa —le reclamo.Él cierra los ojos, y al abrirlos las lágrimas se es
[BRISA]Semanas después: 30 de mayo¿Qué se hace cuando sientes que no queda nada? Suena egoísta, sé que tengo a mis hijos, y que deberían ser lo único importante en mi vida, pero es inevitable no sentirme sola. Imaginaba que mi cumpleaños esta vez sería diferente, que ya no estaría sola, sino que tendría a mi esposo junto a mí y que estaríamos terminando con los preparativos para recibir a nuestros hijos, pero me equivoque.En esta ocasión no quise a mi familia ni amigos cerca, prefiero mi soledad y no sentir la lastima con que a veces me mira la gente. Tal vez fue mi error por creer que el amor podía ser mágico… ¿Cómo pude llegar a pensar que podría vivir la historia de amor más hermosa del mundo junto a un desconocido? ¿Cómo pude casarme con él en un crucero? ¿Cómo pude ser tan estúpida para quedar embarazada? Aunque, siendo sincera, de lo único que no me arrepiento es de mis hijos.Había dejado todo por él, y él se dio por vencido a la primera prueba que nos puso la vida. Entiendo
TERCER LIBRO: NUESTRA VIDAPara mejorar la experiencia del lector en esta plataforma, el tercer libro será publicado de manera continua en este libro. **Tercer libro de “Nuestro Encuentro”**SINOPSISLas vidas de Brisa y Franco no han vuelto a ser las mismas después de que los secretos de la familia de Franco salieran a la luz. A pesar de sus intentos por permanecer juntos, el pasado gano separando sus caminos, pero ¿Qué sucederá cuando la verdad salga a la luz? ¿Podrán sus vidas volver a ser un solo camino en común? ****************************************************************TODO CAMBIA[FRANCO]2 de julioMi vida y la de Brisa se han cruzado mucho antes de aquel encuentro en ese crucero. De alguna manera nos íbamos a encontrar, pero no creo que nuestro desenlace hubiese sido como este. Tal vez nos hubiésemos encontrado cuando toda la verdad saliera a la luz y su familia decidiera demandar a la mía, o quizás solo nuestros nombres se hubiesen cruzado en un papel en algún moment
[BRISA]Una semana después: 9 de julioSer madre ya de por si es un reto, serlo de dos bebés al mismo tiempo es aún peor, pero para mí el desafío es otro. Guardar en cajas toda una casa no es sencillo, menos cuando Atenea y Dylan se toman turnos para llorar. Mis molestias físicas han quedado atrás y posiblemente se deba a que hace meses que no siento nada.—Brisa, ¿Por qué no dejas que me encargue de todo? —me sugiere mi hermano mientras deja a Dylan en su cuna.—Porque me quiero ir de aquí lo más pronto posible —respondo firme y se acerca a mí.—Huir no es la solución a los problemas —aconseja y una sarcástica sonrisa se dibuja en mis labios.—Lo sé, pero eso es lo mejor que puedo hacer para no volverme loca y darle lo mejor de mí a mis hijos, lo siento —respondo y tan solo sigo empacando mis cosas.German no dice nada más, solo me ayuda para que no me agache ni haga movimientos que puedan lastimarme. Se supone que debería estar descansando, aprendiendo a ser madre, y en cambio estoy
[BRISA]Saber que Franco esta quedándose en la casa me tiene muy nerviosa, y es que, en teoría, cuanto más lejos este de mi mejor sería. Mi hermano ha decidido dormir en la habitación que sería de los niños, mientras que Franco duerme en el sofá de la sala. Me encantaría no tener un solo motivo para salir de mi cuarto y así no correr el riesgo de encontrarme con él a estas horas de la noche. Sin embargo, me veo en la obligación de ir a la cocina cuando la sed se hace insostenible. Con mucho cuidado para no despertar a los bebés, abro la puerta y salgo de la habitación. Conozco el camino y los pequeños enchufes con luces me ayudan a no tener que encender la luz.Trato de no hacer ni un solo ruido al llegar a la cocina, pero al abrir la nevera, no puedo evitar que la luz de esta se refleje por gran parte del lugar. La cierro un poco, pero no del todo ya que busco un vaso en el gabinete. Estoy distraída en mi tarea, cuando todos mis intentos se van a la basura al escuchar su voz.—¿Me d
[BRISA]Al día siguiente: 10 de julio¿Cómo se hace para aplazar ese momento que no quieres que llegue? He intentado por todos los medios evitar verlo, escucharlo, e incluso que se acerque a nuestros hijos, pero ha sido imposible. Mi hermano tuvo que ir a hacer unos trámites y el llanto a coro de Atenea y Dylan han hecho que Franco tuviera que ayudarme a calmarlos.—¿Cómo harás cuando estes sola en Roma? —me pregunta mientras que cierro la puerta del cuarto para que el ruido no los despierte.—Contratare una niñera de ser necesario, tú no te tienes que preocupar por nada —sentencio firme y continuo mi camino hacia la cocina.—¿Por qué no permites que te ayude? No tienes que irte al otro lado del mundo para evadirme —comenta y rio sarcástica.—Créeme que no me quedan muchas ganas de estar cerca de ti —pronuncio y tengo la intención de prepararme un café cuando él me sujeta suavemente del brazo.—Tenemos una charla pendiente, no lo olvides —dice obligando a que lo mire a los ojos.—¿Si
[FRANCO]No sé muy bien que esperaba después de decirle la verdad. Creo que en el fondo tenía la esperanza que ella me dijera que me perdonaba, que se echara en mis brazos y me dijera que nos diéramos una segunda oportunidad, pero en cambio se aisló de mí.No me deja entrar al cuarto donde esta con nuestros hijos, y comienzo a desesperarme porque no sé exactamente cuánto tiempo durara todo esto. Empiezo a dudar de si hice bien o no en contarle todo, ¿y si lo he empeorado todo?Me da pánico pensar en la idea de que todo empeore, que ver a mis hijos se vuelva un imposible en un futuro. Me muero si los pierdo para siempre. El sonido de la puerta principal abriéndose me distrae y al voltear, veo a German entrando a la casa.—¿Dónde esta Brisa? —pregunta sin siquiera saludar.—En el cuarto, hablamos, discutimos, y se encerró en el cuarto con los bebés, por favor ve a ver como esta —le pido y de inmediato él se acerca a mí con rabia en su mirada y me toma de la camisa con fuerza para obliga