[BRISA]Al día siguiente: 10 de julio¿Cómo se hace para aplazar ese momento que no quieres que llegue? He intentado por todos los medios evitar verlo, escucharlo, e incluso que se acerque a nuestros hijos, pero ha sido imposible. Mi hermano tuvo que ir a hacer unos trámites y el llanto a coro de Atenea y Dylan han hecho que Franco tuviera que ayudarme a calmarlos.—¿Cómo harás cuando estes sola en Roma? —me pregunta mientras que cierro la puerta del cuarto para que el ruido no los despierte.—Contratare una niñera de ser necesario, tú no te tienes que preocupar por nada —sentencio firme y continuo mi camino hacia la cocina.—¿Por qué no permites que te ayude? No tienes que irte al otro lado del mundo para evadirme —comenta y rio sarcástica.—Créeme que no me quedan muchas ganas de estar cerca de ti —pronuncio y tengo la intención de prepararme un café cuando él me sujeta suavemente del brazo.—Tenemos una charla pendiente, no lo olvides —dice obligando a que lo mire a los ojos.—¿Si
[FRANCO]No sé muy bien que esperaba después de decirle la verdad. Creo que en el fondo tenía la esperanza que ella me dijera que me perdonaba, que se echara en mis brazos y me dijera que nos diéramos una segunda oportunidad, pero en cambio se aisló de mí.No me deja entrar al cuarto donde esta con nuestros hijos, y comienzo a desesperarme porque no sé exactamente cuánto tiempo durara todo esto. Empiezo a dudar de si hice bien o no en contarle todo, ¿y si lo he empeorado todo?Me da pánico pensar en la idea de que todo empeore, que ver a mis hijos se vuelva un imposible en un futuro. Me muero si los pierdo para siempre. El sonido de la puerta principal abriéndose me distrae y al voltear, veo a German entrando a la casa.—¿Dónde esta Brisa? —pregunta sin siquiera saludar.—En el cuarto, hablamos, discutimos, y se encerró en el cuarto con los bebés, por favor ve a ver como esta —le pido y de inmediato él se acerca a mí con rabia en su mirada y me toma de la camisa con fuerza para obliga
[BRISA]Cinco días después: 15 de julioMe había prometido ser una madre ejemplar, en cuidar a mis hijos de la mejor forma posible, en seguir las instrucciones del doctor al pie de la letra, pero en cambio solo estoy haciendo lo que puedo. Es difícil pensar con claridad cuando la vida continúa sacudiendo tu mundo.Las fuerzas para luchar por el amor que Franco y yo sentimos alguna vez se me han ido. Cuando el destino no quiere que estes con alguien, hace todo lo posible para dejártelo ver y obviar esas señales podrían resultar en algo muy negativo, al menos así lo siento en este instante y no pienso tentar al destino.—Hija, no tienes que irte —insiste mi madre cuando ya me entregan mi pasaje.—No me dejan otra salida, no puedo estar aquí, lo siento —concluyo y me doy la media vuelta con la intención de marcharme, pero antes de que pueda sujetar la carriola de mis hijos, ella sujeta mi mano.—No tenemos la culpa de lo sucedido, ¿lo sabes? —inquiere.—Al parecer nadie tiene la culpa, s
[FRANCO]Al día siguiente: 16 de julioApenas consigo abrir mis ojos. La cabeza me pesa, y la luz me molesta y al moverme me doy cuenta de que estoy en el sofá de la sala y la botella de whiskey que bebi completamente anoche me recuerda porque me siento así. Estoy desecho por la situación, Brisa se ha marchado y con ella se ha llevado a mis hijos.Con muchísima dificultad, me siento y tiro mi cabeza hacia atrás en el respaldar. Miro al techo y mi mente me recuerda una vez más lo caprichosa que es la vida. Lo perdí todo otra vez, pero en esta ocasión no ha sido la muerte quien me arrebato a mi esposa e hijos.¿Por qué nos tuvimos que enamorar?¿Por qué nuestras familias tenían que ser quienes eran?Esas preguntas me atormentan…Quisiera poder borrar mi apellido, mi identidad, decirle a Brisa que somos libres para amarnos, que nadie tendrá que dejar de lado a su familia para que podamos estar juntos.De momento, la palabra familia hace eco en mi cabeza, ¿Qué es la familia? ¿Por qué teng
Semanas después: 2 de agostoHoy mis hijos cumplen un mes de nacidos y yo me muero de tristeza y rabia por estar aquí y no con ellos. Apenas he visto algunas fotos de ellos y es gracias a lo que Brisa ha subido a redes sociales. Sin embargo, es German quien ha hecho posible una videollamada para que les pudiera hablar y aunque sea robarles una sonrisa a mis bebés. Por supuesto que Brisa estaba al tanto de todo, pero por alguna razón no ha querido hablar conmigo.Según me ha contado German, ella aún está muy dolida por lo que hice y lo comprendo. Mi única intención era cuidarla durante el embarazo, pero está claro que las cosas no han salido bien, y he aquí las consecuencias. A pesar de todo esto, yo no estoy dispuesto a darme por vencido y he tenido que tomar decisiones drásticas para tratar de tomar las riendas de mi vida una vez más.—Señor San Marín, ¿usted está seguro de lo que quiere hacer? —me pregunta el abogado de la empresa.—Solo entrégueme el documento para firmarlo por fav
Una semana después: 9 de agostoAsumir que mi padre se ha entregado a la justicia y que será juzgado por lo que hizo me genera una mezcla de sensaciones muy difícil de controlar. Es alivio, rabia, dolor, y decepción ¿Cómo se hace para continuar con tu vida sabiendo que gran parte de mi vida he vivido en una gran mentira? Mi padre no es ese empresario honesto que tanto tiempo creí. Con solo imaginar las personas que se han visto perjudicadas por sus sucias “maniobras empresariales” me siento avergonzado.He pensado mucho en qué hacer con mi vida ahora, y la única respuesta que venía a mi mente es la misma de siempre. Meto lo que hasta ahora era mi vida en un par de maletas y las cierro para luego echar un vistazo a la habitación asegurándome de que no me estoy olvidando de nada importante.—Hijo, no quiero que te vayas —habla mi madre parada desde abajo del marco de la puerta.Respiro hondo en un intento por calmar mi rabia interna y la miro.—Lo siento mamá, siento que hayas perdido a
¿Cómo se supone que se debe iniciar una conversación como la que Brisa y yo necesitamos tener? Esa pregunta ronda mi cabeza mientras que la gente nos rodea en este café al que hemos decidido venir para conversar. Las dos tazas de café expreso y los sfogliatelle se encuentran frente a nosotros en esta mesa, pero el silencio es quien protagoniza el momento.—Mi padre nos ha contado a mi hermano y a mí lo que hizo tu padre —pronuncia ella finalmente rompiendo el silencio entre los dos.No sé muy bien como tomarme su comentario, ¿es algo bueno? ¿es una queja?—Podría decirte muchas cosas acerca de lo que ha hecho mi padre, pero no estoy aquí para eso —explico con mi mirada clavada en ella.«Se ve tan hermosa» pienso perdido en la forma en que su cabello ahora más largo cae por encima de sus hombros y ese maquillaje natural que resalta sus rasgos.—¿Y para que has venido entonces? —inquiere y en esta ocasión levanta su mirada para verme de frente.—Para decirte que para mí no hay nada ni n
Al día siguiente: 11 de agostoLas hora se me han hecho eternas. Desperté, desayuné, acomode mis cosas y almorcé en el cuarto de hotel; todo para que no hubiese una posibilidad de que se me hiciera tarde para nuestra cita. Tal vez es tanta la desesperación por verla a ella y nuestros hijos que estoy actuando como un desesperado. Llevo desde las cuatro de la tarde esperando en el Parco della Mole Adriana tal y como acordamos ayer.Estoy sentado sobre una pequeña muralla mientras que miro hacia todas partes como tratando de adivinar por donde vendrá ella y siento que cada minuto que pasa es eterno. Me muero de ganas de verlos, de poder cargar a mis hijos, de llenarlos de besos y decirles que nunca más me separare de ellos sin importar lo que pase entre su madre y yo.Sé que las cosas con Brisa no podrán ser solucionadas tan fácilmente, pero sin importar que ocurra con nosotros, no pienso renunciar a ellos. Estoy nervioso, y muy ansioso, pero de pronto comienzo a sentir un gran sentido d