[BRISA]Una semana después: 9 de julioSer madre ya de por si es un reto, serlo de dos bebés al mismo tiempo es aún peor, pero para mí el desafío es otro. Guardar en cajas toda una casa no es sencillo, menos cuando Atenea y Dylan se toman turnos para llorar. Mis molestias físicas han quedado atrás y posiblemente se deba a que hace meses que no siento nada.—Brisa, ¿Por qué no dejas que me encargue de todo? —me sugiere mi hermano mientras deja a Dylan en su cuna.—Porque me quiero ir de aquí lo más pronto posible —respondo firme y se acerca a mí.—Huir no es la solución a los problemas —aconseja y una sarcástica sonrisa se dibuja en mis labios.—Lo sé, pero eso es lo mejor que puedo hacer para no volverme loca y darle lo mejor de mí a mis hijos, lo siento —respondo y tan solo sigo empacando mis cosas.German no dice nada más, solo me ayuda para que no me agache ni haga movimientos que puedan lastimarme. Se supone que debería estar descansando, aprendiendo a ser madre, y en cambio estoy
[BRISA]Saber que Franco esta quedándose en la casa me tiene muy nerviosa, y es que, en teoría, cuanto más lejos este de mi mejor sería. Mi hermano ha decidido dormir en la habitación que sería de los niños, mientras que Franco duerme en el sofá de la sala. Me encantaría no tener un solo motivo para salir de mi cuarto y así no correr el riesgo de encontrarme con él a estas horas de la noche. Sin embargo, me veo en la obligación de ir a la cocina cuando la sed se hace insostenible. Con mucho cuidado para no despertar a los bebés, abro la puerta y salgo de la habitación. Conozco el camino y los pequeños enchufes con luces me ayudan a no tener que encender la luz.Trato de no hacer ni un solo ruido al llegar a la cocina, pero al abrir la nevera, no puedo evitar que la luz de esta se refleje por gran parte del lugar. La cierro un poco, pero no del todo ya que busco un vaso en el gabinete. Estoy distraída en mi tarea, cuando todos mis intentos se van a la basura al escuchar su voz.—¿Me d
[BRISA]Al día siguiente: 10 de julio¿Cómo se hace para aplazar ese momento que no quieres que llegue? He intentado por todos los medios evitar verlo, escucharlo, e incluso que se acerque a nuestros hijos, pero ha sido imposible. Mi hermano tuvo que ir a hacer unos trámites y el llanto a coro de Atenea y Dylan han hecho que Franco tuviera que ayudarme a calmarlos.—¿Cómo harás cuando estes sola en Roma? —me pregunta mientras que cierro la puerta del cuarto para que el ruido no los despierte.—Contratare una niñera de ser necesario, tú no te tienes que preocupar por nada —sentencio firme y continuo mi camino hacia la cocina.—¿Por qué no permites que te ayude? No tienes que irte al otro lado del mundo para evadirme —comenta y rio sarcástica.—Créeme que no me quedan muchas ganas de estar cerca de ti —pronuncio y tengo la intención de prepararme un café cuando él me sujeta suavemente del brazo.—Tenemos una charla pendiente, no lo olvides —dice obligando a que lo mire a los ojos.—¿Si
[FRANCO]No sé muy bien que esperaba después de decirle la verdad. Creo que en el fondo tenía la esperanza que ella me dijera que me perdonaba, que se echara en mis brazos y me dijera que nos diéramos una segunda oportunidad, pero en cambio se aisló de mí.No me deja entrar al cuarto donde esta con nuestros hijos, y comienzo a desesperarme porque no sé exactamente cuánto tiempo durara todo esto. Empiezo a dudar de si hice bien o no en contarle todo, ¿y si lo he empeorado todo?Me da pánico pensar en la idea de que todo empeore, que ver a mis hijos se vuelva un imposible en un futuro. Me muero si los pierdo para siempre. El sonido de la puerta principal abriéndose me distrae y al voltear, veo a German entrando a la casa.—¿Dónde esta Brisa? —pregunta sin siquiera saludar.—En el cuarto, hablamos, discutimos, y se encerró en el cuarto con los bebés, por favor ve a ver como esta —le pido y de inmediato él se acerca a mí con rabia en su mirada y me toma de la camisa con fuerza para obliga
[BRISA]Cinco días después: 15 de julioMe había prometido ser una madre ejemplar, en cuidar a mis hijos de la mejor forma posible, en seguir las instrucciones del doctor al pie de la letra, pero en cambio solo estoy haciendo lo que puedo. Es difícil pensar con claridad cuando la vida continúa sacudiendo tu mundo.Las fuerzas para luchar por el amor que Franco y yo sentimos alguna vez se me han ido. Cuando el destino no quiere que estes con alguien, hace todo lo posible para dejártelo ver y obviar esas señales podrían resultar en algo muy negativo, al menos así lo siento en este instante y no pienso tentar al destino.—Hija, no tienes que irte —insiste mi madre cuando ya me entregan mi pasaje.—No me dejan otra salida, no puedo estar aquí, lo siento —concluyo y me doy la media vuelta con la intención de marcharme, pero antes de que pueda sujetar la carriola de mis hijos, ella sujeta mi mano.—No tenemos la culpa de lo sucedido, ¿lo sabes? —inquiere.—Al parecer nadie tiene la culpa, s
[FRANCO]Al día siguiente: 16 de julioApenas consigo abrir mis ojos. La cabeza me pesa, y la luz me molesta y al moverme me doy cuenta de que estoy en el sofá de la sala y la botella de whiskey que bebi completamente anoche me recuerda porque me siento así. Estoy desecho por la situación, Brisa se ha marchado y con ella se ha llevado a mis hijos.Con muchísima dificultad, me siento y tiro mi cabeza hacia atrás en el respaldar. Miro al techo y mi mente me recuerda una vez más lo caprichosa que es la vida. Lo perdí todo otra vez, pero en esta ocasión no ha sido la muerte quien me arrebato a mi esposa e hijos.¿Por qué nos tuvimos que enamorar?¿Por qué nuestras familias tenían que ser quienes eran?Esas preguntas me atormentan…Quisiera poder borrar mi apellido, mi identidad, decirle a Brisa que somos libres para amarnos, que nadie tendrá que dejar de lado a su familia para que podamos estar juntos.De momento, la palabra familia hace eco en mi cabeza, ¿Qué es la familia? ¿Por qué teng
Semanas después: 2 de agostoHoy mis hijos cumplen un mes de nacidos y yo me muero de tristeza y rabia por estar aquí y no con ellos. Apenas he visto algunas fotos de ellos y es gracias a lo que Brisa ha subido a redes sociales. Sin embargo, es German quien ha hecho posible una videollamada para que les pudiera hablar y aunque sea robarles una sonrisa a mis bebés. Por supuesto que Brisa estaba al tanto de todo, pero por alguna razón no ha querido hablar conmigo.Según me ha contado German, ella aún está muy dolida por lo que hice y lo comprendo. Mi única intención era cuidarla durante el embarazo, pero está claro que las cosas no han salido bien, y he aquí las consecuencias. A pesar de todo esto, yo no estoy dispuesto a darme por vencido y he tenido que tomar decisiones drásticas para tratar de tomar las riendas de mi vida una vez más.—Señor San Marín, ¿usted está seguro de lo que quiere hacer? —me pregunta el abogado de la empresa.—Solo entrégueme el documento para firmarlo por fav
Una semana después: 9 de agostoAsumir que mi padre se ha entregado a la justicia y que será juzgado por lo que hizo me genera una mezcla de sensaciones muy difícil de controlar. Es alivio, rabia, dolor, y decepción ¿Cómo se hace para continuar con tu vida sabiendo que gran parte de mi vida he vivido en una gran mentira? Mi padre no es ese empresario honesto que tanto tiempo creí. Con solo imaginar las personas que se han visto perjudicadas por sus sucias “maniobras empresariales” me siento avergonzado.He pensado mucho en qué hacer con mi vida ahora, y la única respuesta que venía a mi mente es la misma de siempre. Meto lo que hasta ahora era mi vida en un par de maletas y las cierro para luego echar un vistazo a la habitación asegurándome de que no me estoy olvidando de nada importante.—Hijo, no quiero que te vayas —habla mi madre parada desde abajo del marco de la puerta.Respiro hondo en un intento por calmar mi rabia interna y la miro.—Lo siento mamá, siento que hayas perdido a