Espacio Riesco está atestado de personas, en su mayoría altos ejecutivos de las empresas más importantes del país. La chica acompaña a su primo, el que ahora acompaña a su padre en Cavalcanti Moda, como encargada del área de marketing y publicidad, quiere aprender un poco más, ya que una de las exposiciones será acerca de cómo innovar en la publicidad.
Toman asiento por el centro del lugar, ella se encarga de buscar su libreta para tomar notas.-¿Sigues usando tus libretas?-Siempre, no se les acaba la batería ni se me apaga la pantalla justo cuando voy a tomar nota de algo importante.-Eres muy anticuada, Alejandra – su primo Agustín se ríe -.Ella le pone mala cara y termina sacándole la lengua, aunque sea mayor unos pocos meses y no tengan lazos sanguíneos, su relación se basa en mucho amor, hermandad y confianza.Mira el folleEs la primera vez que nos separamos desde que volvimos a reunirnos, pero debo hacerlo, los niños están pequeños y Javiera me necesita en Italia por unos días. Jazmín está triste, quiere acompañarme, pero sabe que no es posible.Se va a dormir a los gemelos, tarea que a veces es complicada, me quedo arreglando mi equipaje y decido dejarle algo para que no me extrañe tanto, algo que le diga cuánto la amo, algo que nunca he hecho por ella sé que le dará ánimo.Tomo lápiz y papel y comienzo a escribir.“Mi amada y deseada Jazmín: Debo irme por un breve momento, pero estaremos juntos pronto, te lo prometo y nos seguiremos amando, seguiremos caminando de la mano y viendo a nuestros hijos crecer cada día, a los tres.Te dejo unos versos, desordenados, pero es parte de lo que siento por ti y no sé cómo organizarlo, tal v
Bajo de mi habitación muy animada, hoy es mi cumpleaños y, para la ocasión, mi padre me ha dado dinero para comprarme un atuendo nuevo que luciré en mi fiesta.-Feliz cumpleaños, mi princesa – mi padre me espera en el hall de la casa, antes de irse a la oficina -. Gracias por estos veinte años de alegría y orgullo-.-Y yo ¿ no te he dado quince de orgullo, padre? – dice con un puchero mi hermano Alex -. Feliz cumpleaños, hermanita, te debo el regalo.-Gracias, hermanito, el mejor regalo es tenerte aquí.Nos quedamos los tres abrazados unos minutos, tener a estos dos hombres en mi vida me hace desear tener uno igual que me ame, que vea por mis ojos, que me apoye en todas mis metas y me deje ser libre. Por supuesto, yo haría lo mismo por él.Unos tacones llegan hasta nosotros, una aclarada de garganta y un tono de voz agrio.-¿Reunión
Me adelanto una semana en viajar a Chile, hace meses que no veo a Massimo y sus hijos, ellos son mi única familia, a él lo considero mi hermano y sus hijos mis sobrinos. No nos unirá la sangre, pero la vida y adversidades pueden hacer los lazos más fuertes. Llego de sorpresa a su casa, la empleada me recibe con su característica sonrisa. Me dice que Massimo no se encuentra, ya que fue invitado a la fiesta de una familia importante, pero mis sobrinos se encuentran viendo una película en el segundo piso. Yo mismo subo mi maleta a la que es mi habitación, ella me dice que en una hora estará lista. Me voy con Pía y Luca, entro sin que me escuchen, me siento atrás de ellos, en el suelo. -Esta película está muy aburrida. Mejor me voy a dormir – dice Luca -. -Creo lo mismo, me voy a leer. -Vete a dormir, es tarde. -Quiero esperar a papá. -Déjalo, no siempre te puede llevar a casa de los Manterola, no seas pesada. -Era el cumpl
Faltando seis días para la previa de la nueva colección de invierno, Massimo está vuelto loco, porque se ha enfermado una de las modelos y le han dado reposo por siete días.-Cálmate, hombre, harás un hoyo en el piso.-No puedo, Piero, esos tres vestidos son la guinda, la crema y chocolate del pastel, y estaban hechos a su medida.-Bueno, tendrás que buscar un reemplazo o un maniquí – me mira con molestia y yo me encojo de hombros-. Si Pía estuviera más grande, seguro la pones a ella, me dijiste que eran para la mujer bajita que es parte de la clientela. No te desesperes, en este país abundan.-Para ti es fácil decirlo – se sienta al fin -, pero ¿de dónde saco una mujer joven, de un metro setenta al menos, delgada, con clase y ale…gre? – lo miro con las cejas levantadas -. Ya sé quién – levanta el teléfono-.
Estos seis días han sido agotadores, afortunadamente estoy con un receso en la universidad por las vacaciones de invierno, además de tener que aguantar el genio insoportable de mi madre, a quien no le bastó dejarme en ridículo en mi cumpleaños, sino que programó una cena para invitar a Massimo Cavalcanti, ya que el día de mi ridículo estaba presente. Para mi fortuna, mi padre me avisó con tiempo y llegué a encerrarme a mi cuarto. Fingí un dolor de cabeza extremo y no salí de mi habitación, aunque la señora casi echó abajo la puerta, alegando que no venía solo, la ignoré. ¿O qué creía? Que yo bajaría con mi sonrisa de niña de alta sociedad, como si nada, para darle gusto a ella… se equivoca. Ese día ella perdió todo mi cariño y respeto. Mi padre me apoyó, porque considera que Massimo es un hombre demasiado mayor p
Me sudan las manos, desde ese día que esperaba conocer a la muchacha, pero no se presentó a la cena, en su propia casa, alegando estaba indispuesta, y debido a esto mi genio ha sido un desastre. Sin embargo, una ligera silueta pude ver cuando abrí por equivocación la puerta de su habitación, creyendo era el baño. Aunque me disculpé enseguida, de ella no salió sonido alguno. No he conseguido sacarme de la mente su cuerpo levemente iluminado por la luz que entraba desde su ventana. Pero hoy, no tiene escapatoria, aunque ni siquiera sepa que Piero Castelli está al acecho. Tomo asiento en la fila delantera, igual que siempre. Me sumerjo en el folleto de presentación buscando nadie me moleste, mientras van llegando los invitados del evento, que es muy privado al ser un adelanto, de vez en cuando miro a la pasare
Nos aparcamos fuera de un hotel, alejado de lo que normalmente frecuentamos. Me mira muy serio, su respiración está acelerada, al igual que la mía. Con su voz profunda me dice. -Jazmín, te invito a cenar y a pasar un tiempo conmigo. Si después quieres irte a casa de tu prima, yo mismo puedo llevarte. -Me parece perfecto – es todo lo que puedo responderle -. Baja del auto y me ayuda a salir de él. Trato de caminar con elegancia, pero la verdad es que ya me duelen los pies, él se percata de mi incomodidad y se agacha. -Déjame ayudarte con ellos, no los necesitas. -Sí los necesito, me dan diez centímetros de estatura adicionales, si me los quito deberás agacharte para hablarme. Siento que pasa una eternidad antes de que ella sea quien tira de mí hacia la puerta de la habitación. El alma me vuelve al cuerpo, tan solo un par de pasos bastan para entender que ella quiere que sea su primera vez y debo estar a la altura.Nunca tuve este dilema, porque la primera vez que tuve sexo fue con una mujer mayor y experimentada, no sé cómo hacer esto, pero trataré de hacerlo lo mejor posible.Abre la puerta y me mira con su sonrisa, su mirada refleja miedo pero también determinación. Me quito el saco del traje y me acerco a ella para besarla con ternura, mientras ella se desarma el moño que sostiene su cabello, me aparto un poco y le ayudo con las horquillas.-Eres realmente hermosa – le digo quitando la última y dejando su largo cabello la rodee -.-Y yo sigo sin entender qué te atrajo de mí.Acaricio su rostro, de sus mejillas bajo a su cuello, hasta llegar a suCapítulo 7: Una noche apasionada.