El castigo
Cuando abro los ojos me topo con una mirada ceñuda. Ahmed no se ha quedado del todo satisfecho con mis descalabros matutinos.

Me incorporo a tientas porque el pie me duele un montón. He tenido deseos de arrancármelo. De poco me sirve en los momentos críticos; pero mientras cumpla una función estética, que se quede en su sitio. ¿Qué cosas digo? Lo que me ha inyectado el médico me tiene la cabeza bailando entre las estrellas.

A través del ventanal se cuela el aire fresco de… ¿La noche? He hibernado como una osa en pleno período invernal. La única buena noticia es que no llevo un yeso en el pie, sino una férula.

—¿Qué ha dicho Mauro acerca de mí?

Pregunto a Ahmed para apartar de mí su mirada sombría. El pronóstico lo conozco de memoria: «La luxación es una entidad recurrente que…» Blablablá. Es algo de lo que solo me acuerdo cuando me ocurre. Un regalito que me ha legado André y del que no me deshago con facilidad.

—Afirma que eres una chiquilla malcriada.

Dudo que esas hayan sido l
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo