Tengo una vida perfecta, o bueno casi perfecta si no fuera por el simple hecho de ser una sirvienta.
—¿me estas prestando atención? —mi amiga Regina refunfuña como niña pequeña.
—lo siento —sonrió apenada.Ella pone los ojos en blanco y suelta un suspiro exasperada, es la quinta vez que me sucede lo mismo esta semana, pero no dejo de pensar en que pronto será mi cumpleaños, Regina es mi mejor amiga desde que entré a esta escuela, es baja con cabello color negro, piel blanca con ojos color café, sus labios son rojos y finos, su cuerpo es de envidia, tiene curvas muy bien definidas.
—¿estas bien? —pregunto preocupada.
—si, es solo... No lose, supongo que estoy nerviosa por mi cumpleaños —Regina no sabe lo que en realidad me pasa, no podría decírselo me creería una loca.Tengo una vida "normal" simple, tengo una mejor amiga perfecta, un amor platónico de escuela y una popularidad bastante buena, pero todo eso se esfumaria pronto, mis padres están en Alemania, esperando por mi... Esperando que vuelva a nuestro hogar. Le prometí a mi madre que aceptaría ser una sirvienta perfecta si me dejaba vivir 5 años en una ciudad normal, sin escuela de sirvientes desde temprana edad y aceptó, pero todo eso estaría a punto de cambiar.
—¡oh vamos! Los 16 es la edad perfecta para empezar lo que quieras —sonreía de forma radiante, sus ojos brillaban de felicidad.
—lose, lose es emocionante —trate de fingir alegría y ella solo frunció en respuesta.—eres tan rara —en realidad lo soy, solo que no lo sabes.Tomo mi mano y nos dirigimos al salón de clases cuando me encontré al niño más guapo de la escuela.
—Hola Anne —sonrió Leo, con sus dientes tan rectos y blancos.
Era como un ángel caído del cielo, su cabello rizado color caoba caía en su frente de manera perfecta, su piel bronceada era envidiable y sus ojos color miel hacían que cualquiera cayera a sus pies y el lo sabía, sus labios tan carnosos y rojos siempre lucían tan... Seductores.
—hola... Leo —sonreí tímida.
—escuche que el próximo viernes será tu cumpleaños, ¿quieres salir conmigo? Ya sabes para celebrar — no podía creer lo que estaba escuchando.Regina desde un lado me hacia la cara de infarto y el típico: ¡Si, dile SI!
—Seguro ah... ¿Porque no salimos el sábado? —necesitaba hacerlo este fin de semana, me marcharia el miércoles y luego... Ya no sabría de el.
—suena perfecto, ¿paso por ti en la tarde? —pregunto alzando una ceja.—claro —mordi mi lengua para ocultar mi enorme sonrisa.Me hizo un guiño y después siguió su camino, Regina tomó mi brazo y corrimos al baño de inmediato.
—¡oh por Dios! —exclamó ella sonriente.
—¡lose, no puedo creerlo! —chille emocionada.—¡sabía que el estaba enamorado de ti! —afirmaba Regina con euforia mientras sacudía su cabello color negro.—no es para tanto, solo es una salida de amigos —dije encogiendome de hombros, no tenia que sentir felicidad, pronto dejaría esta vida atrás.—si seguro —respondió sarcásticamente.—bien, quizás solo pueda pasar algo —dije nerviosa tratando de ocultar mi felicidad.Sonó la campana anunciando que teníamos que entrar a clases, Regina se quejo y caminamos a clases pero nada podía cambiar mi mal humor, pues al fin saldria con el chico que me gustaba, el chico perfecto para mi.
Me mire en el espejo por un largo rato, escudriñando cada rincón de mi, tengo cabello largo y rojizo, ojos color verde oscuro, piel blanca y tersa, piernas largas y cintura definida, pechos un poco grandes y trasero firme, sonreí de lado mientras me decía a mi misma que estaba siendo muy pretensiosa.Salí de la ducha y me gire bruscamente al sentir una mirada penetrante sobre mi, pero no había nadie en toda la habitación, convertí mis manos en puño y negué con la cabeza seguro fue solo mi imaginación.Hoy es el día que saldré con Leo, no pude evitar sonreír como una tonta al recordar su sonrisa tan perfecta, salte en toda la habitación como una adolescente enamorada al pensar en las posibilidades de este gran día. Pero el sonido brusco del telé
Era la cita perfecta con el chico perfecto, Leo es caballeroso y muy gentil, siempre tiene comentarios elocuentes y muy bien pensados.—¿asi que no piensas celebrar tu cumpleaños? —pregunta Leo de forma incrédula.—mi familia no... —¿que podía decir? ¡Claro que habrá una celebración, me unire a los vampiros en mi cumpleaños y me convertiré en una sirvienta como obsequio de cumpleaños! Suena ridículo y absurdo.—comprendo, no te preocupes Anne —respondió Leo con una sonrisa compasiva.Leo me tomo la mano minutos después y yo no podía contener la emoción a
Leo me dejo en casa y camino conmigo hasta la puerta, sus manos me sujetaron de la cintura con cuidado y sus bellos ojos color miel me miraban con Ternura.—a sido un día increíble gracias Anne —Sonrió y acerco sus labios a los míos y nos fundimos en un profundo beso, sus labios eran tan suaves y adictivos que no quería separarme de ellos, pero tenía que pensar sobre lo que haría después.—gracias por traerme a casa, adiós Leo —dije con un nudo en la garganta.—nos vemos el lunes en clase —esas palabras rompieron mi corazón, no podía... No lo vería.—fue una cita perfe
Sentía que mis ojos pesaban demasiado como para abrirlos, murmullos se comenzaban a escuchar en el lugar.—señor Vintag, lamento las molestias que Anne a causado —podía reconocer esa voz, era de mi madre.Me levante con dificultad y observe la habitación en la que me encontraba, era inmensa con una gran cama con sábanas negras, las paredes eran de color blanco con pequeñas decoraciones rojas, había una mesa de noche junto a la cama y un escritorio cerca de la ventana, había un armario espacioso y un balcón precioso. La habitación se miraba realmente lujosa sin duda tenía que estar en un lugar importante.Salí al balcón con paso lento para no hacer ruido pero en el fondo sabia que era inútil, los vampiros pod
Sentía que mis ojos pesaban demasiado como para abrirlos, murmullos se comenzaban a escuchar en el lugar.—señor Vintag, lamento las molestias que Anne a causado —podía reconocer esa voz, era de mi madre.Me levante con dificultad y observe la habitación en la que me encontraba, era inmensa con una gran cama con sábanas negras, las paredes eran de color blanco con pequeñas decoraciones rojas, había una mesa de noche junto a la cama y un escritorio cerca de la ventana, había un armario espacioso y un balcón precioso. La habitación se miraba realmente lujosa sin duda tenía que estar en un lugar importante.Salí al balcón con paso lento para no hacer ruido pero en el fon
—¿¡tienes idea de los problemas que causaste!? —gritaba mi madre con enojo y decepción.—y tu, ¿tienes idea de todo lo que deje por estar aquí? Yo no quiero el poder mamá, ¡quiero una vida normal! —¿era tan difícil entender eso?Mi madre suspiro con decepción mientras que caminaba en dirección a la silla frente a mi.—no puedes escapar de esto Anne, entiendelo de una ves y resignate —murmuró entre dientes con desdén.—eso ya lo veremos —la mire desafiente y ella se levantó de golpe para caminar a la salida.
Me sentía nerviosa y ansiosa por discutir con Neferet sobre mi estadía en este castillo, no esperaba que fuera permanente, tenía la esperanza de salir y visitar a Leo... Saber que esta bien y poder darle una explicación sobre lo que pasó.—¿estas bien? Te veo muy nerviosa —comentó Esmeralda con expresión divertida.—supongo que lo estoy, Esmeralda ¿tu crees que el señor Neferet me deje ir en unos meses? —la expresión de Esmeralda se vuelve seria y me mira de reojo por un momento, parece incomoda y sorprendida por mi pregunta.—no será algo tan sencillo Anne, el... Espero mucho por ti —dijo al cabo de un rato.
Neferet después de ese día, no me dejaba sola ningún momento, a pasado una semana y me comienza a poner nerviosa, sus ojos carmín siempre me observaban sin expresión alguna.—¿el siempre es así? —pregunto curiosa.—¿como? —Responde Esmeralda mirándome con una sonrisa.—no lose, ¿sobre protector? —digo encogiendome de hombros.Esmeralda suelta una pequeña risa y niega rápido.—el jamás a tenido una sirvienta, tu serias la primera —susurra mirando a los lados.