Me mire en el espejo por un largo rato, escudriñando cada rincón de mi, tengo cabello largo y rojizo, ojos color verde oscuro, piel blanca y tersa, piernas largas y cintura definida, pechos un poco grandes y trasero firme, sonreí de lado mientras me decía a mi misma que estaba siendo muy pretensiosa.
Salí de la ducha y me gire bruscamente al sentir una mirada penetrante sobre mi, pero no había nadie en toda la habitación, convertí mis manos en puño y negué con la cabeza seguro fue solo mi imaginación.
Hoy es el día que saldré con Leo, no pude evitar sonreír como una tonta al recordar su sonrisa tan perfecta, salte en toda la habitación como una adolescente enamorada al pensar en las posibilidades de este gran día. Pero el sonido brusco del teléfono rompió esa felicidad al ver la persona que me llamaba.
—hola mamá —contesté de mala gana.
—prepara tus maletas esta noche Anne, la ceremonia se a adelantado y te iras mañana mismo —sentenció mi madre.Sus palabras fueron como un balde de agua fría, ¿mañana?
—ese no fue el acuerdo —logré decir apenas.
—la familia Vintag adelantó la ceremonia, son órdenes directas Anne tu boleto ya esta listo, te espero mañana —y sin decir más corto la llamada.Vaya forma de arruinar mi día, mire el teléfono en mis manos y lo arroje furiosa mientras gritaba histérica,
¡Porque! No quería terminar mi vida así, no estaba lista para... Ser una esclava.La familia Vintag, la familia de vampiros más poderosas del mundo, la familia Brown siempre a sido sus sirvientes, eso nos da cierto poder y cierto prestigio entre la sociedad de vampiros y sirvientes pero yo quería algo más que eso, quería poder elegir mi vida.
Flashback
—madre por favor, no quiero ir ala escuela de sirvientes —suplique.
Sus ojos color azul me miraron furiosa mientras que sus labios formaban una fina línea, mi madre se llama Ivet Brown, tiene más de 250 años.
—Anne, no está en discusión aceptalo y ya, no seas dramática —suspiro y me miro con cierta tristeza, seguramente soy una decepción para mi madre.
Mire el reloj y me apresure a tomar la ropa que había elegido, pantalones color negro y una camisa color blanco, con vuelos al rededor, me maquille con cierta ansiedad pues quería lucir perfecta.
Tome mi bolso y me senté en la sala con cierto nerviosismo esperando que Leo llegara por mi, pero algo captó mi atención, sentía una mirada penetrante detrás de mi y me gire bruscamente pero no había nada... Tenía un aroma peculiar, como pinos del bosque.
—quién anda ahí —me levante con las manos convertidas en puño y trague saliva armandome de valor.
Pero un sonido me distrajo inmediatamente, el auto de Leo podía escucharlo afuera de casa, sonreí como niña pequeña y corrí a la puerta pero antes de abrir solté un pequeño suspiro.
Leo toco la puerta y yo mordi mi labio inferior y abrí la puerta despacio.
—hola —dije nerviosa.
—Anne, te ves perfecta —contesto Leo con una mirada sorprendida y con una sonrisa tierna.Me tendió su mano y yo la tomé sin dudarlo.
—¿lista para un día perfecto? —me pregunto con una ceja arqueada y yo asentí con las mejillas sonrojada.
Pero toda esa emoción se esfumó rápido, pues ahora sería el último día que estaría en este lugar y después tendría que decir adiós...
Era la cita perfecta con el chico perfecto, Leo es caballeroso y muy gentil, siempre tiene comentarios elocuentes y muy bien pensados.—¿asi que no piensas celebrar tu cumpleaños? —pregunta Leo de forma incrédula.—mi familia no... —¿que podía decir? ¡Claro que habrá una celebración, me unire a los vampiros en mi cumpleaños y me convertiré en una sirvienta como obsequio de cumpleaños! Suena ridículo y absurdo.—comprendo, no te preocupes Anne —respondió Leo con una sonrisa compasiva.Leo me tomo la mano minutos después y yo no podía contener la emoción a
Leo me dejo en casa y camino conmigo hasta la puerta, sus manos me sujetaron de la cintura con cuidado y sus bellos ojos color miel me miraban con Ternura.—a sido un día increíble gracias Anne —Sonrió y acerco sus labios a los míos y nos fundimos en un profundo beso, sus labios eran tan suaves y adictivos que no quería separarme de ellos, pero tenía que pensar sobre lo que haría después.—gracias por traerme a casa, adiós Leo —dije con un nudo en la garganta.—nos vemos el lunes en clase —esas palabras rompieron mi corazón, no podía... No lo vería.—fue una cita perfe
Sentía que mis ojos pesaban demasiado como para abrirlos, murmullos se comenzaban a escuchar en el lugar.—señor Vintag, lamento las molestias que Anne a causado —podía reconocer esa voz, era de mi madre.Me levante con dificultad y observe la habitación en la que me encontraba, era inmensa con una gran cama con sábanas negras, las paredes eran de color blanco con pequeñas decoraciones rojas, había una mesa de noche junto a la cama y un escritorio cerca de la ventana, había un armario espacioso y un balcón precioso. La habitación se miraba realmente lujosa sin duda tenía que estar en un lugar importante.Salí al balcón con paso lento para no hacer ruido pero en el fondo sabia que era inútil, los vampiros pod
Sentía que mis ojos pesaban demasiado como para abrirlos, murmullos se comenzaban a escuchar en el lugar.—señor Vintag, lamento las molestias que Anne a causado —podía reconocer esa voz, era de mi madre.Me levante con dificultad y observe la habitación en la que me encontraba, era inmensa con una gran cama con sábanas negras, las paredes eran de color blanco con pequeñas decoraciones rojas, había una mesa de noche junto a la cama y un escritorio cerca de la ventana, había un armario espacioso y un balcón precioso. La habitación se miraba realmente lujosa sin duda tenía que estar en un lugar importante.Salí al balcón con paso lento para no hacer ruido pero en el fon
—¿¡tienes idea de los problemas que causaste!? —gritaba mi madre con enojo y decepción.—y tu, ¿tienes idea de todo lo que deje por estar aquí? Yo no quiero el poder mamá, ¡quiero una vida normal! —¿era tan difícil entender eso?Mi madre suspiro con decepción mientras que caminaba en dirección a la silla frente a mi.—no puedes escapar de esto Anne, entiendelo de una ves y resignate —murmuró entre dientes con desdén.—eso ya lo veremos —la mire desafiente y ella se levantó de golpe para caminar a la salida.
Me sentía nerviosa y ansiosa por discutir con Neferet sobre mi estadía en este castillo, no esperaba que fuera permanente, tenía la esperanza de salir y visitar a Leo... Saber que esta bien y poder darle una explicación sobre lo que pasó.—¿estas bien? Te veo muy nerviosa —comentó Esmeralda con expresión divertida.—supongo que lo estoy, Esmeralda ¿tu crees que el señor Neferet me deje ir en unos meses? —la expresión de Esmeralda se vuelve seria y me mira de reojo por un momento, parece incomoda y sorprendida por mi pregunta.—no será algo tan sencillo Anne, el... Espero mucho por ti —dijo al cabo de un rato.
Neferet después de ese día, no me dejaba sola ningún momento, a pasado una semana y me comienza a poner nerviosa, sus ojos carmín siempre me observaban sin expresión alguna.—¿el siempre es así? —pregunto curiosa.—¿como? —Responde Esmeralda mirándome con una sonrisa.—no lose, ¿sobre protector? —digo encogiendome de hombros.Esmeralda suelta una pequeña risa y niega rápido.—el jamás a tenido una sirvienta, tu serias la primera —susurra mirando a los lados.
La azafata me sonrió con cortesía mientras me guiaba a mi asiento, observe la ventana y no podía evitar sentir un nudo en el estómago, esto no estaba bien pero no podía evitarlo solo necesitaba saber que Leo estaba bien, que Regina estaba bien. Seguro Neferet lo entendería, no era la sirvienta ideal.El avión aterrizó horas después, pedí un taxi y me dirigí a casa pues es sábado por la mañana, las ansias recorría cada poro de mi piel, de camino a casa vi un pequeño grupo caminar con pequeño ánimo por su vestimenta diría que estuvieron en una fiesta pues eran dos chicas con vestidos muy cortos y tres chicos con ropa casual, al mirar el rostro de ellos me quede helada.—espere, deténgase un momento —pedí de golpe.