—¿¡tienes idea de los problemas que causaste!? —gritaba mi madre con enojo y decepción.
—y tu, ¿tienes idea de todo lo que deje por estar aquí? Yo no quiero el poder mamá, ¡quiero una vida normal! —¿era tan difícil entender eso?Mi madre suspiro con decepción mientras que caminaba en dirección a la silla frente a mi.
—no puedes escapar de esto Anne, entiendelo de una ves y resignate —murmuró entre dientes con desdén.
—eso ya lo veremos —la mire desafiente y ella se levantó de golpe para caminar a la salida.—me as decepcionado —y por primera ves, escucho su voz llena de tristeza.Observó mis manos y siento mi corazón estrujarse por las palabras de mi madre pero ella lo entendería, quizás algún día. Me levante y camine en dirección a la salida cuando Neferet aparece frente a mi, mi respiración se corta y me quedo helada observando sus ojos.
—te enseñaré tu nueva habitación, si necesitas algo Esmeralda se encargará de ello, puedes ir a mi habitación o mi oficina si necesitas hablar conmigo —se queda mirándome esperando mi respuesta pero solo puedo observar sus ojos color carmín y su boca roja que contrasta con su piel pálida.
—¿puedo salir por la ciudad? —así podría distraerme un poco. —si, pero Esmeralda tendrá que acompañarte y solo una ves por semana —su voz suena severa.Parece un hombre no mayor a 23 años, seguramente tiene muchos muchos años.
—¿cuando... Lo haras? —necesitaba saberlo para estar lista.
Quizás nunca lo estaría, ¿doleria? ¿Compartiría un don? ¿Sería tan rápida como el? Tenía muchas preguntas sobre ello. Pero no tenía la confianza de preguntarlo, Neferet siempre tiene su semblante tan frío y distante, que no sabría su reacción a todas esas preguntas.
—¿quieres que lo haga? —pregunta curioso.
—¡no! —respondí sin pensar.Neferet por primera ves parece divertido ante mi respuesta pero nuevamente vuelve a sus ojos inexpresivos.
—será a su tiempo, necesito que comprendas muchas cosas y te las diré mañana en la noche, tengo una junta y asuntos pendientes —hace un ademán sediendome el paso y así subir las escaleras.
Llegamos al segundo piso y caminamos por un largo pasillo, hasta llegar a una puerta diferente a las demás, tenía mi nombre escrito en ella.
—la hice especialmente para ti —dice sin mirarme.
Abre la puerta y veo una habitación bastante espaciosa, casi tanto como la de Neferet, la cama es color rojo lo cual me causa bastante gracia, en una esquina esta un escritorio color blanco y del otro lado esta un espacioso armario lleno de ropa bastante preciosa, el baño es color blanco con rojo y huele a jazmín.
—espero que sea de tu agrado —Neferet esta al lado de la puerta observandome con cuidado.
—es preciosa, gracias —le dedico una sonrisa tímida y el asiente amablemente. —te veré mañana —y sin decir más sale de la habitación.Observó la habitación una ves más y camino a la ventana para admirar el paisaje, fuera de la muralla se encuentra la ciudad, donde sirvientes y vampiros conviven, además de brujas... Etc.
Nuestro mundo es un secreto, que nunca debe ser descubierto, pues los humanos son bastantes problemáticos en ese aspecto.
—hola, soy Esmeralda —escucho la puerta tocar y yo solo soy capas de articular un "adelante"
Aparece una chica bastante joven como de mi edad, con comida en sus manos y una cálida sonrisa.
—te traje la cena, el señor Neferet me dijo que posiblemente quisieras cenar en tu habitación —dejo la cena en mi escritorio.
—muchas gracias, soy Anne Brown —la saludo con torpeza y ella me observa con curiosidad.Esmeralda tiene ojos color naranja, parecido al rojo, no parece un vampiro.
—¿no eres un vampiro? —me sonrojo al terminar la frase pues no la conozco bien pero la curiosidad me a ganado.
Esmeralda ríe por mi pregunta y niega.
—no, soy una bruja e sido sirvienta de la familia Vintag por 450 años, y no sirvienta de sangre más bien de mucama —me observa con una sonrisa como si fuéramos amigas.
Es alta, pero no demasiado, su cabello es castaño perfectamente ondulado, su piel es bronceada y lisa.
—la cena sabe delicioso —son pan cakes con fresa, y saben delicioso.
—el señor Vintag dijo que es tu cena favorita —sus palabras me dejaron sorprendida. —¿como el puede saberlo? —pregunte confusa. —el señor Neferet conoce todo sobre ti —dice un voz neutral pero veo sonrisa en sus ojos.Como si estuviera emocionada por algo.
—¿como que conoce todo sobre mi? —eso era imposible.
—por tu familia —parecía indecisa, estaba mintiendo.Sus palabras me dejaron con muchas más dudas de las que ya tenía, ¿como sabía tantas cosas sobre mi? ¿Y porque?
Me sentía nerviosa y ansiosa por discutir con Neferet sobre mi estadía en este castillo, no esperaba que fuera permanente, tenía la esperanza de salir y visitar a Leo... Saber que esta bien y poder darle una explicación sobre lo que pasó.—¿estas bien? Te veo muy nerviosa —comentó Esmeralda con expresión divertida.—supongo que lo estoy, Esmeralda ¿tu crees que el señor Neferet me deje ir en unos meses? —la expresión de Esmeralda se vuelve seria y me mira de reojo por un momento, parece incomoda y sorprendida por mi pregunta.—no será algo tan sencillo Anne, el... Espero mucho por ti —dijo al cabo de un rato.
Neferet después de ese día, no me dejaba sola ningún momento, a pasado una semana y me comienza a poner nerviosa, sus ojos carmín siempre me observaban sin expresión alguna.—¿el siempre es así? —pregunto curiosa.—¿como? —Responde Esmeralda mirándome con una sonrisa.—no lose, ¿sobre protector? —digo encogiendome de hombros.Esmeralda suelta una pequeña risa y niega rápido.—el jamás a tenido una sirvienta, tu serias la primera —susurra mirando a los lados.
La azafata me sonrió con cortesía mientras me guiaba a mi asiento, observe la ventana y no podía evitar sentir un nudo en el estómago, esto no estaba bien pero no podía evitarlo solo necesitaba saber que Leo estaba bien, que Regina estaba bien. Seguro Neferet lo entendería, no era la sirvienta ideal.El avión aterrizó horas después, pedí un taxi y me dirigí a casa pues es sábado por la mañana, las ansias recorría cada poro de mi piel, de camino a casa vi un pequeño grupo caminar con pequeño ánimo por su vestimenta diría que estuvieron en una fiesta pues eran dos chicas con vestidos muy cortos y tres chicos con ropa casual, al mirar el rostro de ellos me quede helada.—espere, deténgase un momento —pedí de golpe.
Mis ojos pesaban pero tenía una extraña sensación así que los abrí con dificultad mientras me sentaba con poco ánimo, frote mis ojos para aclarar mi visión y solté un grito ahogado mientras me sujetaba a mi cama, la adrenalina y el miedo comenzaron a hacerse presentes tan solo milésimas de segundos después.Neferet estaba frente a mí con cara de pocos amigos, su rostro denotaba furia... ¿Odio? ¿Decepción? Era una mezcla completa y sus ojos rojos no dejaban de mirarme como si quisiera matarme en un chasquido. Eran de un rojo intenso que nunca había visto en el, sus manos estaban convertidas en puño y yo solo podía escuchar mi respiración entre cortada, estaba aterrada, el miedo no dejaba que articulará ninguna palabra.—Nefer
Neferet se encontraba sentado junto a mí en el avión y yo solo podía mirarlo de reojo, su vista estaba fija en la ventana absorto en sus pensamiento y Dios sabe lo que está pensando pues nunca demuestra emoción alguna.—dime algo Anne —dijo con voz suave casi en susurro.—¿si? —respondí nerviosa.—¿porque escapaste? ¿Porque volviste aquí? —su gesto era frío, parecía molesto y dolido.—yo... Me sentía atrapada, nunca quise ser una sirvienta, me gustaba mi vida como una humana y solo quería ver... —&iqu
Esmeralda esta conmigo todo el tiempo posible, seguramente Neferet le pidió que me tuviera vigilada, pero no me incomoda, Esmeralda es amable y siento como si fuera mi amiga.—¿enserio lo crees? —me pregunto esmeralda por quinta ves mirándose al espejo.—¡claro! Tienes un cabello muy hermoso, suelto se ve mejor —respondí con una sonrisa.—gracias Anne —dijo con pena y yo hice un guiño en respuesta.—mañana el señor Vintag tendrá visitas de las familias gobernantes, me ordenó que estuvieras lejos del castillo mientras están aquí —Esme
Quería desaparecer, tenía deseos de golpear a Neferet con todas mis fuerzas y gritarle hasta que mis cuerdas vocales ardieran, deseaba desaparecer, olvidar lo que había pasado y empezar de nuevo lejos de este maldito lugar, ¡¿porque?! Esa pregunta me hacía a mi misma en repetidas ocasiones, ¿no le gustó? ¿Solo soy su juguete? ¿tiene esposa? ¿Novia?Neferet no se a aparecido por 3 días completos, lo cual agradezco pues no deseaba verlo, pero también quería irme de aquí, ¿porque estaría aquí? El había dicho que no podía dejarme ir, él dijo.... Que mi sangre era especial para el, pero no iba a morir sin mi ¡Dios había hecho el bochorno de mi vida! Lo bese y... Me rechazo.—¿estas bien? Te e nota
Sentía algo por Neferet era inútil negarlo, y ahora entendía porque me había rechazado, no le interesó de esa forma y ahora tiene un compromiso, Esmeralda me había mentido Neferet no podía sentir lo mismo que yo.—¿Anne? —era esmeralda tocando la puerta.No respondí, no tenía ánimos de conversar con nadie.—vamos Anne, lo siento mucho —se escuchaba apenada.—no quiero hablar ahora —respondí fríamente.Esmeralda se fue y yo me quedé mirando por la ventana pensando que pasaría ahora, ¿Neferet se casaría? Me dolería no había d