Leo me dejo en casa y camino conmigo hasta la puerta, sus manos me sujetaron de la cintura con cuidado y sus bellos ojos color miel me miraban con Ternura.
—a sido un día increíble gracias Anne —Sonrió y acerco sus labios a los míos y nos fundimos en un profundo beso, sus labios eran tan suaves y adictivos que no quería separarme de ellos, pero tenía que pensar sobre lo que haría después.
—gracias por traerme a casa, adiós Leo —dije con un nudo en la garganta.
—nos vemos el lunes en clase —esas palabras rompieron mi corazón, no podía... No lo vería. —fue una cita perfecta —quería que lo supiera que había disfrutado cada momento con el.Entre a casa y cerré suavemente para después dejarme caer en el suelo, no podia irme... Quería estar junto a Leo, ¿sera amor de verdad? ¿Me amaría y yo a él? Estaba segura que sentía algo por Leo, solamente que aún no lo descifraba, me levante con paso lento y prepare mis maletas mientras pensaba en lo que estaba por ocurrir. Entrar ala academia de sirvientes y vampiros sería... Lo peor de mi vida, ¡no, es mi vida tengo derecho de elegir! Hice las maletas a un lado y me coloque la pijama para después cepillarme los dientes, cuando de repente el teléfono sonó.
—Ho... Hola —estaba nerviosa pero estaba firme en mi decisión.
—Anne, tienes que ir al aeropuerto —dijo mi madre con voz demandante. —no puedo mamá, lo lamento pero es mi vida tengo derecho de elegir que es lo que yo quiero, y no quiero ser una sirvienta, ¡no estoy lista! —contuve la respiración y sentí como mi corazón latía frenéticamente. —no tienes elección Anne entiendelo, La familia Vintag demandan tu presencia aquí —eso cambiaba radicalmente las cosas.Si un Vintag solicitaba mi presencia no podía negarme, tenemos una especie de conexión con los vampiros, un vínculo especial que nos hace los sirvientes de uno de ellos y si un Vintag solicita mi presencia... Posiblemente tenga conexión con uno de ellos para ser su sirvienta.
—¡no mamá! Me niego a ser pareja de un vampiro —¿Cuál era mi miedo? No lo sabía, o quizás si y no quería admitirlo.
—¡Anne por todos los cielos! Estas agotando mi paciencia, no me hagas enviarte un guardia solo para traerte a rastras con órdenes explícitas de traerte sana o herida no me importa con tal de que estés aquí —¡Mierda! —esta bien mamá yo... Iré para allá —dije rendida colgando el teléfono.Tomé mis maletas y cambie mi ropa nuevamente, me mire por el espejo mi semblante se veía como de una adolescente triste y perdida, respire profundo y pensé en un plan para no ir ala academia, podría ir donde Regina pero... No la pondría en riesgo por mi, tengo suficiente dinero para subsistir unos meses pero no seria un buen plan.
—¡yase! Mi primo Kent —lo había olvidado por completo, el era un sirviente desterrado, ¿la razón? Había asesinado a su propio amo.
Kent no es mala persona, todos lo imaginaban como un asesino sin corazón pero asesino a su propio amo por defensa propia, no todos los vampiros son buenos con sus sirvientes... Quizás esa era la razón por la cual no quería ser sirvienta.
Tome un taxi con mis maletas y me dirigi a casa de mi primo Kent, esta un poco apartado de este pequeño lugar pero no es mucho, llegamos 30 minutos después y vislumbre que tenía las luces encendidas, pague el taxi y toque la puerta con nerviosismo.
—¿Anne? —pregunto con asombro al verme a mi junto con mis maletas.
Mi primo es moreno alto, de cabello negro y ojos color café.—hola Kent yo... Lo lamento no sabia con quien más acudir —dije soltando un suspiro.
—pasa, ¿estas bien? —pregunto preocupado. —si es solo que, tengo que ir esta noche ala academia de sirvientes y no estoy lista —jugaba con mis dedos nerviosa mientras esperaba su respuesta, mi primo suavizó su mirada y asintió con una sonrisa.—puedes quedarte conmigo, no te preocupes Anne —tomo mis maletas y las acomodo en el segundo piso y yo solo observaba su acogedora casa, era pequeña de color café con blanco y muebles color negro, tenía adornos por todos lados y el patio era amplio.Camine al patio y aspire el aire fresco hasta que un aroma peculiar llegó a mi, era una especie de pinos del bosque pero también con un aroma varonil... Atrayente, el bosque se esparcia frente a mi y juro que podía ver una sombra que me observaba desde el bosque y se acercaba cada ves más.
—¿todo bien? —preguntó Kent llamando mi atención.
—todo perfecto muchas gracias Kent —era un alivio contar con el. —puedes quedarte todo el tiempo del mundo —Sonrió y me dio un abrazo.Esperaba quedarme mucho tiempo aquí, pero algo en mi interior me inquietaba...
Sentía que mis ojos pesaban demasiado como para abrirlos, murmullos se comenzaban a escuchar en el lugar.—señor Vintag, lamento las molestias que Anne a causado —podía reconocer esa voz, era de mi madre.Me levante con dificultad y observe la habitación en la que me encontraba, era inmensa con una gran cama con sábanas negras, las paredes eran de color blanco con pequeñas decoraciones rojas, había una mesa de noche junto a la cama y un escritorio cerca de la ventana, había un armario espacioso y un balcón precioso. La habitación se miraba realmente lujosa sin duda tenía que estar en un lugar importante.Salí al balcón con paso lento para no hacer ruido pero en el fondo sabia que era inútil, los vampiros pod
Sentía que mis ojos pesaban demasiado como para abrirlos, murmullos se comenzaban a escuchar en el lugar.—señor Vintag, lamento las molestias que Anne a causado —podía reconocer esa voz, era de mi madre.Me levante con dificultad y observe la habitación en la que me encontraba, era inmensa con una gran cama con sábanas negras, las paredes eran de color blanco con pequeñas decoraciones rojas, había una mesa de noche junto a la cama y un escritorio cerca de la ventana, había un armario espacioso y un balcón precioso. La habitación se miraba realmente lujosa sin duda tenía que estar en un lugar importante.Salí al balcón con paso lento para no hacer ruido pero en el fon
—¿¡tienes idea de los problemas que causaste!? —gritaba mi madre con enojo y decepción.—y tu, ¿tienes idea de todo lo que deje por estar aquí? Yo no quiero el poder mamá, ¡quiero una vida normal! —¿era tan difícil entender eso?Mi madre suspiro con decepción mientras que caminaba en dirección a la silla frente a mi.—no puedes escapar de esto Anne, entiendelo de una ves y resignate —murmuró entre dientes con desdén.—eso ya lo veremos —la mire desafiente y ella se levantó de golpe para caminar a la salida.
Me sentía nerviosa y ansiosa por discutir con Neferet sobre mi estadía en este castillo, no esperaba que fuera permanente, tenía la esperanza de salir y visitar a Leo... Saber que esta bien y poder darle una explicación sobre lo que pasó.—¿estas bien? Te veo muy nerviosa —comentó Esmeralda con expresión divertida.—supongo que lo estoy, Esmeralda ¿tu crees que el señor Neferet me deje ir en unos meses? —la expresión de Esmeralda se vuelve seria y me mira de reojo por un momento, parece incomoda y sorprendida por mi pregunta.—no será algo tan sencillo Anne, el... Espero mucho por ti —dijo al cabo de un rato.
Neferet después de ese día, no me dejaba sola ningún momento, a pasado una semana y me comienza a poner nerviosa, sus ojos carmín siempre me observaban sin expresión alguna.—¿el siempre es así? —pregunto curiosa.—¿como? —Responde Esmeralda mirándome con una sonrisa.—no lose, ¿sobre protector? —digo encogiendome de hombros.Esmeralda suelta una pequeña risa y niega rápido.—el jamás a tenido una sirvienta, tu serias la primera —susurra mirando a los lados.
La azafata me sonrió con cortesía mientras me guiaba a mi asiento, observe la ventana y no podía evitar sentir un nudo en el estómago, esto no estaba bien pero no podía evitarlo solo necesitaba saber que Leo estaba bien, que Regina estaba bien. Seguro Neferet lo entendería, no era la sirvienta ideal.El avión aterrizó horas después, pedí un taxi y me dirigí a casa pues es sábado por la mañana, las ansias recorría cada poro de mi piel, de camino a casa vi un pequeño grupo caminar con pequeño ánimo por su vestimenta diría que estuvieron en una fiesta pues eran dos chicas con vestidos muy cortos y tres chicos con ropa casual, al mirar el rostro de ellos me quede helada.—espere, deténgase un momento —pedí de golpe.
Mis ojos pesaban pero tenía una extraña sensación así que los abrí con dificultad mientras me sentaba con poco ánimo, frote mis ojos para aclarar mi visión y solté un grito ahogado mientras me sujetaba a mi cama, la adrenalina y el miedo comenzaron a hacerse presentes tan solo milésimas de segundos después.Neferet estaba frente a mí con cara de pocos amigos, su rostro denotaba furia... ¿Odio? ¿Decepción? Era una mezcla completa y sus ojos rojos no dejaban de mirarme como si quisiera matarme en un chasquido. Eran de un rojo intenso que nunca había visto en el, sus manos estaban convertidas en puño y yo solo podía escuchar mi respiración entre cortada, estaba aterrada, el miedo no dejaba que articulará ninguna palabra.—Nefer
Neferet se encontraba sentado junto a mí en el avión y yo solo podía mirarlo de reojo, su vista estaba fija en la ventana absorto en sus pensamiento y Dios sabe lo que está pensando pues nunca demuestra emoción alguna.—dime algo Anne —dijo con voz suave casi en susurro.—¿si? —respondí nerviosa.—¿porque escapaste? ¿Porque volviste aquí? —su gesto era frío, parecía molesto y dolido.—yo... Me sentía atrapada, nunca quise ser una sirvienta, me gustaba mi vida como una humana y solo quería ver... —&iqu