El subió a ver a su hija, Alondra al no verlo lloró amargamente. Amaba al hombre, pero no lo obligaría a estar con ella solo por su hija. Y al parecer ya tenía una relación con la modelo de la televisión Jim no había estado varios días en la casa, seguramente se quedaba con la mujer. Al día siguiente, Yessenia fue a recoger a las dos mujeres, Alondra terminaba de empacar mientras Jim cargaba a su hija. Alondra le dijo. “Está todo listo”. Jim la miró asintiendo, bajaron juntos, Yessenia ya la esperaba en las escaleras. Álvaro también estaba ahí. Yessenia hizo una mueca triste. “Tan bien que se ven juntos...” Álvaro lo pensó, era cierto Jim era más feliz ahora que las tenía en su vida, hablaba mucho de ellas y estaba más inspirado, él siempre pensó que se quedarían juntos. Alondra cargó a la bebe y miró a Jim. “Gracias por todo”. Le dio un fuerte abrazo a Álvaro y después a Jim. Al subir al auto Alondra observó la entrada de la casa, Jim estaba de pie con las manos en los bolsil
Melody López era una chica de 23 años, vivía en un pequeño apartamento en los suburbios de la ciudad. Su cabello era castaño, algo quebrado y ondulado, usaba diademas para poder tener su rostro libre de cabellos rebeldes. Tenía varios años trabajando en un restaurante bar como mesera y en algunos turnos la dejaban cantar, los clientes estaban gustosos de escucharla, tenía una voz angelical y limpia, interpretaba todo tipo de canciones desde muy sad, regional, rock hasta la más dulce melodía. Era una chica alta y delgada de tez clara y una hermosa sonrisa, sus ojos cafés eran muy lindos y vistosos con sus largas pestañas. Melody se alistaba para su turno, se retoca algo el rímel, solo lo usaba para engrosas sus pestañas, pero no necesitaba ondularlas, eran perfectas, cubrió sus labios con brillo labial y sonrió al espejo, salió de la habitación y fue acomodándose el delantal que se usaba con el uniforme, se encontró de frente con una chica y la saludó. “Hola”. “Hola Melody, será un
Melody dejaba las bebidas en la mesa cuando escuchó al hombre, hizo una pequeña mueca mientras no la miraban y levantó su vista fingiendo una gran sonrisa. "Lo siento señor, todavía no es mi turno de cantar". Williams sacó su billetera frente a todos y sacó una buena cantidad de billetes de la mayor denominación poniéndolos frente a Melody. “Canta para mí, hoy es mi cumpleaños". -Vamos chica canta, mi amigo lo desea… - Si anima nuestra fiesta… -Si, vamos chica… Melody escuchó como todos alrededor la animaban, suspiró y negó con los hombros. “ok”. Tomó el dinero guardándolo en su escote. "Bien". Ella se hizo un poco hacia atrás, tomó uno de los vasos que ella misma sirvió y lo trago todo, era tequila necesitaba calentar su garganta, sacudió la cabeza por el sabor y respiro profundo, empezó a cantar a capela una canción de deseos, amor y pasión, todos estaban en silencio y atentos a la chica. Después de fumar Adam entró de nuevo y se quedó de pie detrás de ella a una distancia d
Marcos la tomó de la cintura mirando que Melody ya no estuviera. “Si”. Grace se abrazó a su cuello y lo besó, Marcos la arrastró hacia adentro, cerrando la puerta. Melody dejó su bolso en el sillón cercano, observó la mesa, había algunos papeles, recibos y facturas que Grace recogió. Melody encontró una en especial, era de una escuela muy prestigiosa en la ciudad, la abrió y leyó el contenido. En la puerta de una de las habitaciones había una pequeña silueta de pie, mirando a Melody. Ella sintió la mirada. “Walter, ¿Por qué no estás dormido?”. El niño se acercó tenía siete años. “Te estaba esperando”. El niño le entregó un pantalón de vestir, era el uniforme del chico, está roto de una rodilla. Melody respiró profundo. “¿Por qué están rotos Walter? No puedo comprarte nuevos ahora”. El niño le explicó. “Jugaba fútbol y me caí, es parte de las actividades físicas ¿Quieres que no las realice?”. Ella respiró calmándose y le dijo. “Lo reparare por el momento, cuando tenga algo más
El abuelo miró al ama de llaves y le dijo. “Ya estamos todos vamos a la mesa”. Adam miraba a su abuelo molesto, ya tenía una idea de lo que quería hacer, no era la primera vez. En la comida, conversaban amigablemente, la pareja y el abuelo Pablo. Hablaba de la vida de la chica, mientras miraba a su nieto. El abuelo Pablo no dejaba de contar lo que su nieto había realizado hasta ahora. “Es un gran chico, estudió medicina naval, estuvo en la marina por mas 4 años y tiene muchas medallas…” Adam solo comía en silencio, la chica también se sentía incómoda, sus padres no dejaban de decir lo maravillosa que era. “Mi hija es diseñadora de modas, estudió en una buena escuela y está trabajando en la empresa en el departamento de diseño, irá aprendiendo todo sobre la fábrica de textiles para que en un futuro ella pueda quedarse a carga cuando mi esposo se retire”. La chica no quería ser grosera y discutir con sus padres por respeto a estar en una casa ajena, pero tendrían que darles muchas
Alma entró lloriqueando y se abrazó a ella pasando el mostrador. “Melody estoy en problemas, moriré siendo virgen y sin un amor verdadero”.Melody dejó de ver a Adam y le preguntó a su amiga. “¿Qué pasó?”.Alma lloraba mientras le explicaba. “Mis padres quieren que me case con un hombre que ni conozco”.Ella lo decía triste, segundos después se calmó y lo pensó. “Es guapo y de buen cuerpo, tiene lo suyo, es doctor… seré rica lo se… pero tienen una cara de pocos amigos, parece como si trajera mierda en la boca y estuviera tratando de tragarla”.A veces Alma era muy ocurrente y explícita en sus pláticas.Melody escuchaba atenta.Adam sólo cruzó sus brazos escuchando todas las quejas de Alma, su prometida.Alma seguía parloteando, manoteando triste y desamparada. “Es un hombre frío y distante, seré muy infeliz, no podré divertirme”.Melody trató de calmarla. “No creo que sea tan frío, es raro conocer a alguien así”. Mientras lo decía recordó al hombre del bar.Alma se abrazó más a ella l
Melody lo escuchaba atenta como si estuviera muy interesada, mando un mensaje a escondidas y minutos después recibió una llamada de regreso. “Lo siento es importante tengo que contestar”. William asintió y se quedó esperándola por unos minutos. Melody se alejó. “Gracias, ahora vuelvo al trabajo”. Dijo al teléfono mirando a su jefe. Marcos colgó y siguió con lo que hacía. Melody regresó a la mesa donde William la esperaba y con una gran sonrisa se disculpó. “Lo siento, tengo que seguir trabajando, mi jefe me puede regañar”. Ella quería irse. William se levantó deteniéndola antes de que se fuera y le preguntó. “¿Podemos vernos algún día? en otro lado tal vez”. Melody observó al chico era rubio y de ojos claros, pero era un mujeriego rico. “Lo siento, pero… tengo novio”. William hizo un gesto de decepción. “Ok… ¿Podemos seguir como amigos? Me gusta mucho como cantas, soy tu fan”. Ella le regaló una sonrisa. “Está bien, amigos será”. Melody se despidió y siguió con su trabajo, Mar
Melody miró a Adam de manera sigilosa, estaba molesto que decir molesto, ¡Colérico!, él se levantó y caminó hacia ella de una forma elegante y calmada, la miró a los ojos furioso y le preguntó con tono de advertencia. “¿Dónde está?”. Melody se sentía pequeña frente a él, su aliento llegó a su nariz al igual que su perfume, olía exquisito, el corazón le latía a mil por hora, él llevaba un traje oficial de la marina en color azul oscuro, la levita tenía algunos adornos dorados en las mangas era el rango al que él pertenecía. Pero Melody no conocía de esto, solo observaba que se veía muy guapo. “¿Quien?”. Ella no estaba en sus cinco sentidos y se hizo la tonta. Adam se apretó los ojos con los dedos y le gritó desesperado. “¿Quién más? ¡Mi prometida!”. Melody le dijo comportándose ingenuamente. “¡Aaaaahh! Ella… Alma… no lo sé”. Esto último lo dijo muy despacio. Adam le advirtió con una mirada siniestra. “Tienes 10 minutos para encontrarla”. Melody asustada asintió sin hablar y camin