Terminó la entrevista, Álvaro le pidió que se presentará el lunes a trabajar, Alondra agradeció y salió de la oficina estaba feliz, pero al mismo tiempo muy desconcertada de quien sería su nuevo jefe, el gran artista Jim, era muy famoso y ella estaría cerca de él, se le ofreció el trabajo de aprendiz de diseño, estaría bajo la tutela del diseñador que se encargaba de la ropa de Jim. Una semana después… Alondra terminaba una chaqueta café con adornos que Jim usaría en una presentación en televisión. La había realizado con gran esmero y dedicación. Alondra la levantó y sonrió al ver su resultado. “¡Es perfecta!”. Jim había estado vigilándola desde que entró a trabajar, Álvaro ya había notado esto, se acercó preguntando. “¿Te gusta la chica?”. Jim nervioso negó. “No… yo solo quería ayudarla”. Álvaro se río de la respuesta de Jim y siguió su trabajo. Alondra llevó la chaqueta al camerino de Jim. Ella la colgó en el perchero con mucho cuidado acariciando su trabajo y observando por
Después de terminar su descanso, Alondra regresó a su trabajo, Jim miraba por la ventana desde el sillón del estudio. Sacó su teléfono haciendo una llamada. “Hola”. Melody que llevaba una pequeña bebe de meses cargada en sus brazos caminaba por la cocina de su casa. “¡Hola Jim! ¿Cómo te va? ¿Qué tal tu descanso?”. Adam se acercó besando la mejilla de Melody y cargo a la pequeña hablándole cariñosamente. “Hola princesa, llegó papá”. Se alejó para que Melody pudiera hablar. Adam se sentó en la sala donde estaba otro niño de unos cuatro años atento a la televisión, Adam puso a la bebe en su regazo haciéndole compañía al pequeño al que le revolvió el cabello. Jim desde el otro lado le dijo. “Melody hice algo que no debí… Yo no sé qué hacer”. Melody miró la sala y a su familia desde la cocina, sacaba ingredientes del refrigerador para hacer la comida. “Dime que pasa”. Jim empezó a explicarle todo. En estos años seguía amándola, se rindió al verla muy feliz con Adam, tenían una he
Jim llegó sentándose a su lado, ella al verlo rodó los ojos limpiándose las lágrimas. “¿Usted de nuevo? ¿Qué quiere?”. Ella no entendía porque Jim estaba en todas partes. Jim se rascó la punta de su nariz. “Solo pasaba por ahí y te vi”. Alondra entrecerró los ojos. “¿Y en el centro comercial también fue una coincidencia?”. Jim asintió apretando los labios. Ella se acomodó en la banca sin querer discutir más, Jim observó el folleto en sus manos y frunció el ceño. Lo tomó leyendo y mirándola. “¿Esto?”. Ella lo vio por un momento y sin ganas de contestar le dijo. “Voy a dar mi bebe en adopción”. Jim estaba indignado y no sabía por qué. Ella no entendía porque se abrió con Jim. “No pudo criarlo, apenas y tengo trabajo. Tengo muchas deudas que me dejó mi ex novio y apenas tengo para comer imagínese con un bebe”. Jim la miro. “Pero... ¿Y el papá? ¿Es ese tipo del centro comercial?”. Alondra negó. “No”. Se hizo un silencio incómodo y ella se levantó despidiéndose. “Adiós nos vemos e
Ella limpió sus lágrimas y se sentó escribiendo en su computadora, al finalizar tomó todas sus cosas y se fue directo a recursos humanos. Media hora después, agradeció al personal y salió de la oficina regresando al departamento donde vivía con Yesenia. Álvaro y Jim estuvieron en una junta toda la tarde, pero Jim estaba completamente distraído. Pensaba en la cara triste de la chica y como le dolía verla llena de desilusión. Checo su reloj y noto que habían pasado 2 horas. Se levantó saliendo ignorando a todos, Álvaro le gritó, pero no hizo caso. Jim fue directo al taller, la gente ahí hablaba entre ellos parecían desconcertados. Jim entró y observó el espacio de Alondra vacío, una fuerte punzada atravesó el corazón de Jim "¿Dónde está Alondra?''. El encargado del taller le explicó. "Ella recogió todas sus cosas y se fue… Ella renunció". Jim no podía creerlo. “¿Qué?". Salió rápidamente y fue directo a recursos humanos el hombre encargado le mostró la carta de renuncia, Jim la
Conversaban de vez en cuando y él siempre la acompañaba a sus consultas y estaba muy atento a todo lo que recomendaba el doctor, Jim a veces se acercaba y tocaba su vientre de forma delicada, sonreía al sentir las patadas de la pequeña, él mismo compraba algunas cosas para la llegada de la bebe y había escrito algunas canciones para su hija, Alondra feliz escuchaba cuando Jim las cantaba en la habitación, todo parecía bien, pero Alondra se sentía triste, Jim era cuidadoso y amable con ella, pero todo era por la bebe. Ella ni siquiera se dio cuenta cuándo y cómo empezó ese gran amor por del hombre en tan poco tiempo, serían sus cuidados, sus detalles al cuidarla o la forma de ser de Jim con ellas, pero la realidad era que ella está perdidamente enamorada. Era un sentimiento tan distinto al que sentía por Paul, ella deseaba estar de nuevo con él, quería cuidarlo, estar cerca siempre y ver su sonrisa, que sus conversaciones nunca terminaran y se sentía sola al despedirse por las noche
El subió a ver a su hija, Alondra al no verlo lloró amargamente. Amaba al hombre, pero no lo obligaría a estar con ella solo por su hija. Y al parecer ya tenía una relación con la modelo de la televisión Jim no había estado varios días en la casa, seguramente se quedaba con la mujer. Al día siguiente, Yessenia fue a recoger a las dos mujeres, Alondra terminaba de empacar mientras Jim cargaba a su hija. Alondra le dijo. “Está todo listo”. Jim la miró asintiendo, bajaron juntos, Yessenia ya la esperaba en las escaleras. Álvaro también estaba ahí. Yessenia hizo una mueca triste. “Tan bien que se ven juntos...” Álvaro lo pensó, era cierto Jim era más feliz ahora que las tenía en su vida, hablaba mucho de ellas y estaba más inspirado, él siempre pensó que se quedarían juntos. Alondra cargó a la bebe y miró a Jim. “Gracias por todo”. Le dio un fuerte abrazo a Álvaro y después a Jim. Al subir al auto Alondra observó la entrada de la casa, Jim estaba de pie con las manos en los bolsil
Melody López era una chica de 23 años, vivía en un pequeño apartamento en los suburbios de la ciudad. Su cabello era castaño, algo quebrado y ondulado, usaba diademas para poder tener su rostro libre de cabellos rebeldes. Tenía varios años trabajando en un restaurante bar como mesera y en algunos turnos la dejaban cantar, los clientes estaban gustosos de escucharla, tenía una voz angelical y limpia, interpretaba todo tipo de canciones desde muy sad, regional, rock hasta la más dulce melodía. Era una chica alta y delgada de tez clara y una hermosa sonrisa, sus ojos cafés eran muy lindos y vistosos con sus largas pestañas. Melody se alistaba para su turno, se retoca algo el rímel, solo lo usaba para engrosas sus pestañas, pero no necesitaba ondularlas, eran perfectas, cubrió sus labios con brillo labial y sonrió al espejo, salió de la habitación y fue acomodándose el delantal que se usaba con el uniforme, se encontró de frente con una chica y la saludó. “Hola”. “Hola Melody, será un
Melody dejaba las bebidas en la mesa cuando escuchó al hombre, hizo una pequeña mueca mientras no la miraban y levantó su vista fingiendo una gran sonrisa. "Lo siento señor, todavía no es mi turno de cantar". Williams sacó su billetera frente a todos y sacó una buena cantidad de billetes de la mayor denominación poniéndolos frente a Melody. “Canta para mí, hoy es mi cumpleaños". -Vamos chica canta, mi amigo lo desea… - Si anima nuestra fiesta… -Si, vamos chica… Melody escuchó como todos alrededor la animaban, suspiró y negó con los hombros. “ok”. Tomó el dinero guardándolo en su escote. "Bien". Ella se hizo un poco hacia atrás, tomó uno de los vasos que ella misma sirvió y lo trago todo, era tequila necesitaba calentar su garganta, sacudió la cabeza por el sabor y respiro profundo, empezó a cantar a capela una canción de deseos, amor y pasión, todos estaban en silencio y atentos a la chica. Después de fumar Adam entró de nuevo y se quedó de pie detrás de ella a una distancia d