Maddie
— Si no quieres estar aquí, te puedes ir. — dije blanqueando los ojos.— No es tu obligación estar aquí y tampoco te lo estoy pidiendo.— Pobre niña solitaria. — Se burló mientras se sentaba en el sofá al lado de la cama y empezaba a ver su teléfono.Mis manos al escucharlo se apretaron en puños, porque no tenía como rebatir esto, estaba sola.— ¿Que crees que haces? — Le pregunté desconcertada, al ver que parecía que no se iría pronto.— Poniéndome cómodo, ya que no tienes a nadie te haré compañía.— Respondió haciendo su teléfono a un lado para mirarme con una sonrisa juguetona.— Es mejor para los dos si te vas.— Lo es, pero no podría con el remordimiento de conciencia al dejar sola a una pobre niña abandonada a su suerte. — Espetó burlándose de nuevo de mí y estaba haciendo que lo comenzara a odiar. Quería desesperadamente llamar a Andrew para demostrarle que si tenia a alguien que vendría a acompañarme y que solo estaba de viaje. Pero muy en el fondo de mí, sabia que solo quedaría en ridículo, porque Andrew seguramente me preguntaría si es grave y yo le diría que no y él elegiría quedarse con Isabella alegando que lo mío no era tan grave como lo de ella y que ya estaba allá y se ofrecería a enviar a otra persona. No quería ser rechazada así, no delante de este hombre al que le gusta burlarse de mí e irritarme. No quería tener que poner a Andrew a elegir y que no me eligiera a mí, a pesar de saberlo me niego a tener que enfrentarme a esa realidad para la cual no estoy lista aun. Me aterra tener que enfrentarme a eso, porque si lo hago inevitablemente lo nuestro terminara, sabia que ya no podría seguir haciéndome la ciega a su inminente rechazo, no creía que pudiera seguir en esta relación después de eso y yo no quería que todo terminara.Lo amaba demasiado, tal vez incluso más que a mí misma y eso era tan triste como patético.— No soy una niña abandonada, simplemente me vine a estudiar aquí sola.—Mentí molesta, sin querer mencionar lo de Andrew. — Llamaré a mi amiga para que viaje hasta aquí y me acompañe, así que te puedes ir. A él le pareció divertida mi explicación y volvió a sonreír mientras me miraba.— Llámala y me iré cuando ella llegue.— dijo y volvió a dirigir la atención hacia su teléfono y yo me quede mirándolo deseando que mi mirada llena de odio lo pudiera hacer desaparecer, pero él simplemente me ignoro, parecía que disfrutaba molestarme. Así que no tuve otra opción que llamar a mi mejor amiga.— ¿Se esta acabando el mundo que la señorita Madison decidió llamarme al fin?— preguntó ella al apenas descolgar el teléfono.— No seas tonta, ¿podrías venir a Nueva York? — Cuestioné, me sentía mal porque después de muchos días sin llamarla, lo estaba haciendo para pedirle un favor, pero solo la tenia a ella, porque con Andrew no creía que pudiera contar.—¿Por qué? ¿Paso algo?— preguntó sorprendida y desconcertada.— Tuve un pequeño accidente y necesito alguien que me acompañe unos días.— ¿Estas bien? ¿Donde esta Andrew? ¿Por que no esta acompañándote? — Interrogó ella y sentí como una aguja se clavaba en mi pecho al recordar que a quien debía estar llamando era a mi novio, no a ella.— Estoy bien y no quiero hablar de eso ahora, ¿podrías venir? — Pregunté en voz baja, sintiendo como un nudo empezaba a formarse en mi garganta que intentaba tragar, no podía mostrar debilidad frente a este hombre.Solo se reiría en mi cara.— Esta bien, tomaré el próximo vuelo y más vale que cuando llegue tengas una buena explicación de por qué Andrew no esta ahí. — Dijo pareciendo molesta y ya me podía imaginar la razón.A ella no le agradaba demasiado Andrew, decía que él no me merecía, pero yo sentía que no lo merecía a él.Andrew era el hombre perfecto, desde que lo vi por primera vez robó mi corazón, en cambio yo estaba lejos de ser perfecta, nunca podría compararme con Isabella y eso era lo que más me agobiaba.— Ok, ten un buen viaje. — dije rápidamente, no quería que ella empezara a quejarse de Andrew con este hombre tan cerca y definitivamente no me sentía lista para defenderlo en este instante como lo hacía siempre.Hoy el corazón me dolía y quizás muchos pensarían que es una tontería sentirse así solo porque en este momento él está haciendo algo más importante, pero esas personas no entienden que es sentirse como la segunda opción de la persona que más amas en cuerpo y alma, quién sería no solo tu primera opción, sino la única.Pero simplemente no puedes recibir lo mismo de esa persona y eso te va desgarrando poco a poco.— ¿Quien es Andrew? ¿Tu novio?— Preguntó el irritante hombre de negocios, sacándome de mis pensamientos.— No es de tu incumbencia. — contesté sin querer hablar del tema y él arqueó una ceja antes de sonreír como si lo supiera todo.— Así que es tu novio, me pregunto ¿Que esta haciendo que es más importante que venir a acompañar a su hermosa novia accidentada? — Interrogó juguetón y me estaba volviendo loca, sabia exactamente que cables mover para irritarme y lo disfrutaba.No entiendo que le podría parecer tan divertido de verme molesta, pero sin duda él se estaba divirtiendo.— Eso no te importa, mi amiga llegara pronto, así que deberías irte. — Masculle cerrando los ojos, ya no quería ver su atractiva, pero molesta cara.— La esperaré. — aseguró, antes de volver a hablar para preguntar—¿tienes hambre? ¿quieres que te traiga algo de cenar? Tenia hambre, pero ya no quería seguir hablando con él y me voltee dándole la espalda para ignorarlo.Maddie — Por fin estas aquí. — dije casi saltando de la cama con una sonrisa al ver a Ava entrar, estas horas de espera junto a este hombre habían sido insoportables. Pese a que él había traído comida para los dos, no había dejado de hacer comentarios burlándose de que estaba sola, sin importar cuánto lo ignorara. — Nunca te había visto tan feliz al verme. — dijo ella devolviéndome la sonrisa, para luego reparar en la habitación y darse cuenta de había alguien más. — ¿Quien es? — Mucho gusto señorita, mi nombre es Ethan Phillips. — Respondió él, levantándose del sofá y acercándose a ella con una sonrisa para estrechar su mano, con ella si estaba comportando amable a diferencia que conmigo. Así que ese era el nombre de este engreído insoportable que no se había dignado a decírmelo, no es que me importara y tampoco le había preguntado, pero debió tener la iniciativa de decírmelo, despues de todo fue quien me atropelló, bueno en realidad si chófer, pero él también era responsable y
Maddie — Hola. — saludó Ethan entrando a la habitación y de inmediato caminó hacia mí frunciendo el ceño al ver que había un bolso en la cama y yo estaba sentada. — ¿No me ibas a avisar que te darían el alta? — No lo creí necesario. — Respondí encogiéndome de hombros y él soltó una risa irónica. — ¿O sea que no necesitas a nadie que las lleve y pueda ayudar a tu amiga ya que no puedes caminar?— preguntó con una sonrisa de lado, la cual resaltaba su atractivo a pesar de sus insoportables palabras. — Podemos conseguir un taxi y Ava y yo resolveremos lo demás. — Es mucho mejor si él nos ayuda. — Saltó Ava con una sonrisa coqueta. — ya esta decidido, nos llevara a tu casa. Solo pude suspirar, Ava no aceptaría un no por respuesta y en mi estado si vendría bien la ayuda de Ethan, ya que mi pie tenia que recuperarse y no tenia muletas aun para caminar sola. — Bueno termina de cambiarte, si necesitas ayuda me avisas.— dijo con una sonrisa diabólica y salió. — Lo terminaré matando. —
MaddieEstaba sentada en el sofá mientras revisaba mi teléfono esperando que Andrew decidiera llamarme, no seria yo quien lo llamaría después de que él olvidara nuestros planes para estar en California, cuando escucho tocar la puerta y veo Ava ir de inmediato a abrir. — Hola, me sorprende verte aquí. — la escucho decir sorprendida despues de abrir la puerta y por un pequeño instante me lleno de emoción al pensar que es Andrew que volvió de sorpresa. Pero todo queda atrás reemplazado por la decepción al ver a Ethan en la puerta parado allí con un enorme ramo de flores y vestido con un traje gris de tres piezas que no oculta su musculatura, tengo que admitir que se ve muy guapo y poderoso, pero definitivamente no era mi tipo. — ¿Puedo pasar? — le pregunta él con una sonrisa a Ava. — Por supuesto. — responde ella haciéndose a un lado y él entra caminando directamente hacia mí. — Hola. — dice con una sonrisa, pero parece estar un poco nervioso. — Lo siento mucho por lo de ayer y que
Maddie — ¿El novio ausente? — preguntó Ethan alzando las cejas y solo asentí, no valía la pena negarlo. — Pues es un completo idiota al dejar a su novia en el momento que lo necesita para estar haciendo quien sabe que y no creo que te merezca, encima te llama egoísta, no deberías seguir con él. — dice con simpleza y vuelve a la cocina sin esperar una respuesta de mi parte. ¿No me merece o soy yo quien no lo merece a él? Debo confesar que la mayoría del tiempo lo siento así, él siempre ha sido el mejor en todo y cuando estábamos en la secundaria todo el mundo decía que él e Isabella eran perfectos juntos y quizás siempre fui yo la que se equivoco al querer algo que nunca debió tener. Mi mente esta nublada por estos pensamientos que casi no me dejan respirar cuando puedo ver que Andrew vuelve a llamar justo en el instante que salen Ava y Ethan de la cocina con la comida y decido declinar su llamada. — ¿Te ayudo? — pregunta Ethan después dejar las cosas en la mesa. — Si, pero no m
MaddieDe repente, con mi corazón latiendo acelerado empecé a buscar el cuerpo de Andrew a mi lado, tratando de buscar su calor al tener esa pesadilla de nuevo, pero solo había frío, una vez más no estaba a mi lado, temblando abrí los ojos y encendí la luz, queriendo borrar esos recuerdos. Tenía mi rostro mojado por las lágrimas y mi cuerpo estaba lleno de escalofríos, hace mucho que no tenía esa pesadilla, pero había vuelto, esa en la que ese hombre después de golpearme me encerraba en un pequeño closet, oscuro y aterrador, podía escuchar ratas y mi miedo solo crecía estando encerrada ahí, aterrada, llamando en voz baja a mi mamá y mi papá, deseando que me salvarán, pero pasaban las horas y nadie venía por mí...Durmiendo con Andrew, cuando la tenía él me abrazaba y me hacía sentir segura, pero ya no estaba aquí y yo no paraba de temblar. Lo necesitaba, necesitaba un abrazo, pero estaba totalmente sola, Ava ya se había ido debido a que tenía que seguir con sus clases no podía queda
Maddie— Tu amiga me escribió para ver si podía pasar a echarte un vistazo. — dijo con una sonrisa. — ¿Ava?— Cuestioné confundida y él soltó una carcajada negando con la cabeza. — Niña, ¿Quién más podría ser? — preguntó aun riéndose. — eres demasiado lenta, hazte a un lado. Lo hice por inercia antes de darme cuenta que estaba dejando pasar al idiota que le encanta fastidiarme y cuando reaccione ya era demasiado tarde como para impedírselo. — ¿Ya comiste? — preguntó mientras dejaba unas bolsas en la mesa de lo que supongo es comida. — No, pero deberías irte con tus cosas. — Respondí señalando hacia las bolsas. — No seas tan mal agradecida y ven a sentarte a comer, es comida italiana... tu favorita. — Espetó con una sonrisa triunfadora. Quería rechazarlo y correrlo, pero amaba la comida italiana y no había estado comiendo bien desde que Ava se fue, además que estaba cansada de estar tan sola, así que me rendí y me fui a sentar con él. — ¿Como va tu tobillo?— preguntó despues d
Maddie— Ya debo irme niña, tengo una junta importante, sino lo fuera me quedaría más tiempo contigo. — Espetó Ethan después de colgar la llamada y tomó el saco de su traje. — Igual ya has pasado mucho tiempo aquí hoy, es hora de que te vayas, parece que quisieras mudarte aquí. — Dije mirándolo con una sonrisa y él entrecerró los ojos, lo cual me hizo soltar una carcajada, yo también le había encontrado el lado divertido a molestarlo. — Eres una mal agradecida, quizás por eso tu novio te abandono. — Sonrió y empezó a dirigirse hacía la puerta, como si no me hubiese dado en un punto doloroso. — Él no me abandonó. — Le grité. — ¿Estás segura? — Preguntó volteando a mirarme con una ceja arqueada y no pude negarlo, porque si me sentía abandonada. — Realmente yo creo que sí lo hizo, porque desde que te conozco él no ha vuelto, has estado herida y sola, ya yo tengo tres semanas conociéndote y él nunca apareció, deberías tú también dejarlo ir, mereces a alguien que esté contigo cuando lo
Maddie Me besaba con tanta hambre que no pude controlar mis ansias y rápidamente a pesar de mi molestia comencé a corresponder, nuestras lenguas se unen en una deliciosa guerra y él me carga para que envuelva mis piernas en su cintura, mientras me sostiene por mis nalgas. Puedo sentir su deliciosa erección contra mi centro y busco frotarme más contra su bulto buscando alivio en la zona que más lo necesito y escucho a Andrew jadear, mientras nos conduce hasta la habitación. Cuando estamos ahí, me deja en la cama con cuidado y posa su cuerpo encima del mío. — No sabes cuanto extrañe esto. — dice y vuelve a devorar mi boca con un beso posesivo, mientras sus manos acarician todo mi cuerpo. Rápidamente encuentra la manera de deshacerse de mi camisón dejándome solo en bragas y empieza a succionar uno de mis senos mientras con su otra mano masajea el otro. Puedo sentir mis bragas ceñirse a mi centro por lo húmeda que estoy por sus caricias y él suelta mi seno para darle atención al