Maddie
— Por fin estas aquí. — dije casi saltando de la cama con una sonrisa al ver a Ava entrar, estas horas de espera junto a este hombre habían sido insoportables. Pese a que él había traído comida para los dos, no había dejado de hacer comentarios burlándose de que estaba sola, sin importar cuánto lo ignorara. — Nunca te había visto tan feliz al verme. — dijo ella devolviéndome la sonrisa, para luego reparar en la habitación y darse cuenta de había alguien más. — ¿Quien es? — Mucho gusto señorita, mi nombre es Ethan Phillips. — Respondió él, levantándose del sofá y acercándose a ella con una sonrisa para estrechar su mano, con ella si estaba comportando amable a diferencia que conmigo. Así que ese era el nombre de este engreído insoportable que no se había dignado a decírmelo, no es que me importara y tampoco le había preguntado, pero debió tener la iniciativa de decírmelo, despues de todo fue quien me atropelló, bueno en realidad si chófer, pero él también era responsable y además se había quedado aquí molestándome en contra de mi voluntad. — Un gusto, me llamo Ava Cook. — dijo ella respondiendo al gesto encantada con una sonrisa. — Bueno, ya me voy, vendré más tarde para ver si necesitas algo niña y aquí esta mi tarjeta. — Espetó Ethan sacando una tarjeta de su cartera y dejándola en la mesa. — Nos vemos. — Me guiño un ojo y yo blanquee lo ojos molesta, no entendía que se creía. Era guapo si, pero su prepotencia le restaba atractivo o al menos eso quería creer yo. Despues de verlo irse Ava casi salto sobre mí para preguntar por él. — ¿Quien es? Es guapísimo. — dijo con la voz chillona por la emoción. — Él jefe del hombre que me atropelló, pero no te emociones que lo que tiene de guapo lo tiene de insoportable. — No lo parece. — Replicó ella con una sonrisa. — En realidad me parece todo un caballero. Claro, había fingido ser un caballero, pero solo con ella, de mí no había dejado de burlarse. — Pero créeme que es...— no había terminado de hablar cuando escucho mi teléfono sonar y al verlo me doy cuenta de que es Andrew y le hago un gesto a Ava para que guarde silencio y contesto la llamada. — Maddie, ¿Lograste llegar? — Preguntó él, con esa voz magnética que causa estragos en mí. Su simple voz tenía efecto sobre mí. — No, volví a casa, reprogramare eso para después, ¿Como sigue Isabella? — pregunté y en ese momento Ava abre la boca sorprendida queriendo decir algo pero rápidamente niego con la cabeza y ella se queda callada, pero no parece estar nada contenta y se pega más a mí para escuchar. Quería quitarla, pero no quería hacer ruido y que Andrew se diera cuenta de que ella estaba aquí, le parecería muy extraño que ella viniera de la nada cuando debía estar en la universidad. — Bueno aun sigue sin despertar, me voy a tener que quedar unos días más, como te dije antes y lamento que no llegaras. — Entiendo. — dije decepcionada, me sentía mal por Isabella pero me sentía peor al saber que Andrew dejaría atrás nuestros planes por quedarse allá. Y volvía a sentir que siempre estaría por debajo de ella en sus prioridades. — Se que debería estar ahí para celebrar nuestro aniversario que será en unos días y también para celebrar que te aceptaron dónde querías, pero no la puedo dejar sola en este momento. — Suspiró y yo sonreí con tristeza. Se que es grave lo que le paso a ella, pero que no la pueda dejar sola como él dice y que a mí me dejara sola sin dudarlo, me hace sentir tan mal. Estar aquí lastimada y tener que llamar a Ava para que me acompañara y que ella viajara la misma distancia que tendría que viajar él para hacerme compañía porque simplemente no le podía decir a él y si lo hacia tampoco vendría, eso me molestaba mucho, aunque la molestia no era lo peor de todo, sino el dolor y todo empeoraba al ver a Ava mirándome enojada. — Esta bien, no te preocupes. — Gracias Maddie, eres la mejor. — Dijo él aliviado y sentí que esto era irónico. ¿Era la mejor por no pedirle que volviera cuando lo necesitaba y él prefería estar para ella? Si, pero porque tenía demasiado miedo de ser rechazada, no porque no me importara. — Hablamos luego, adiós. — dije y colgué la llamada sin esperar su respuesta, ya no quería hablar con él, tenía miedo de terminar diciéndole como me sentía realmente. — ¿No esta aquí por que esta con ella? — preguntó Ava furiosa, podía entender claramente como ella se sentía, porque yo me sentía igual o peor, solo que yo no tenia otra opción que guardarlo para mí misma. — Si, Isabella esta en coma, así que no hagas un escandalo por eso.— dije sin querer que ella echara más leña al fuego, la conocía muy bien sabia que a Ava le molestaría enormemente saber que él preferiría estar allá que aquí conmigo. — Pero tú eres su novia y estas herida. — Replicó como si no lo pudiera creer y eso me hizo sentir más patética. — Si, pero él no lo sabe y lo de Isabella es muy grave al parecer. — Suspiré, restándole importancia, tratando de que ella no se enojara más, pese a que por dentro yo estaba llena de emociones turbulentas que amenazaban con asfixiarme. — ¿No lo sabe? Entonces lo diré para que venga a acompañar a su novia. — Afirmó, sacando el teléfono de su bolsillo. — Ava por favor no lo hagas, no quiero que se entere, no quiero ponerlo entre la espada y la pared. — Pedí con voz rota, tomando su mano para impedirle que lo llamase. Andrew pese a que le había colgado él ni siquiera me había vuelto a llamar para preguntar si me sucedía algo, se notaba que su cabeza estaba solo en Isabella y prefería ahorrarme la humillación de que le dijera a Ava él mismo que prefería quedarse con Isabella. — ¿Tienes miedo de que la elija a ella no es así? — preguntó, soltando un suspiro y adivinando perfectamente lo que sentía, Ava me conocía mejor que nadie. Despues de todo ella era mi mejor amiga y la persona en quien más confiaba, sabia cada cosa sobre mi, todas mis inseguridades y cada detalle de mi relación con Andrew, con la que nunca estuvo muy de acuerdo. — Un poco. — conteste encogiéndome de hombros, fingía ser fuerte para no derrumbarme. Ella se acerco y me abrazo para consolarme. — Amiga si te sientes así deberías hablarlo con él o simplemente dejarlo, no es justo para ti, eres preciosa y cualquier hombre estaría loco por tomar su lugar. — Me consoló y yo solo me aferré a ella, sintiendo como pocas lágrimas empezaban a caer por mi rostro y las limpie rápidamente. — Ava, no quiero hablar de eso por favor. — Pedí casi suplicando. — Está bien, no hablaremos de eso. — Accedió ella.Maddie — Hola. — saludó Ethan entrando a la habitación y de inmediato caminó hacia mí frunciendo el ceño al ver que había un bolso en la cama y yo estaba sentada. — ¿No me ibas a avisar que te darían el alta? — No lo creí necesario. — Respondí encogiéndome de hombros y él soltó una risa irónica. — ¿O sea que no necesitas a nadie que las lleve y pueda ayudar a tu amiga ya que no puedes caminar?— preguntó con una sonrisa de lado, la cual resaltaba su atractivo a pesar de sus insoportables palabras. — Podemos conseguir un taxi y Ava y yo resolveremos lo demás. — Es mucho mejor si él nos ayuda. — Saltó Ava con una sonrisa coqueta. — ya esta decidido, nos llevara a tu casa. Solo pude suspirar, Ava no aceptaría un no por respuesta y en mi estado si vendría bien la ayuda de Ethan, ya que mi pie tenia que recuperarse y no tenia muletas aun para caminar sola. — Bueno termina de cambiarte, si necesitas ayuda me avisas.— dijo con una sonrisa diabólica y salió. — Lo terminaré matando. —
MaddieEstaba sentada en el sofá mientras revisaba mi teléfono esperando que Andrew decidiera llamarme, no seria yo quien lo llamaría después de que él olvidara nuestros planes para estar en California, cuando escucho tocar la puerta y veo Ava ir de inmediato a abrir. — Hola, me sorprende verte aquí. — la escucho decir sorprendida despues de abrir la puerta y por un pequeño instante me lleno de emoción al pensar que es Andrew que volvió de sorpresa. Pero todo queda atrás reemplazado por la decepción al ver a Ethan en la puerta parado allí con un enorme ramo de flores y vestido con un traje gris de tres piezas que no oculta su musculatura, tengo que admitir que se ve muy guapo y poderoso, pero definitivamente no era mi tipo. — ¿Puedo pasar? — le pregunta él con una sonrisa a Ava. — Por supuesto. — responde ella haciéndose a un lado y él entra caminando directamente hacia mí. — Hola. — dice con una sonrisa, pero parece estar un poco nervioso. — Lo siento mucho por lo de ayer y que
Maddie — ¿El novio ausente? — preguntó Ethan alzando las cejas y solo asentí, no valía la pena negarlo. — Pues es un completo idiota al dejar a su novia en el momento que lo necesita para estar haciendo quien sabe que y no creo que te merezca, encima te llama egoísta, no deberías seguir con él. — dice con simpleza y vuelve a la cocina sin esperar una respuesta de mi parte. ¿No me merece o soy yo quien no lo merece a él? Debo confesar que la mayoría del tiempo lo siento así, él siempre ha sido el mejor en todo y cuando estábamos en la secundaria todo el mundo decía que él e Isabella eran perfectos juntos y quizás siempre fui yo la que se equivoco al querer algo que nunca debió tener. Mi mente esta nublada por estos pensamientos que casi no me dejan respirar cuando puedo ver que Andrew vuelve a llamar justo en el instante que salen Ava y Ethan de la cocina con la comida y decido declinar su llamada. — ¿Te ayudo? — pregunta Ethan después dejar las cosas en la mesa. — Si, pero no m
MaddieDe repente, con mi corazón latiendo acelerado empecé a buscar el cuerpo de Andrew a mi lado, tratando de buscar su calor al tener esa pesadilla de nuevo, pero solo había frío, una vez más no estaba a mi lado, temblando abrí los ojos y encendí la luz, queriendo borrar esos recuerdos. Tenía mi rostro mojado por las lágrimas y mi cuerpo estaba lleno de escalofríos, hace mucho que no tenía esa pesadilla, pero había vuelto, esa en la que ese hombre después de golpearme me encerraba en un pequeño closet, oscuro y aterrador, podía escuchar ratas y mi miedo solo crecía estando encerrada ahí, aterrada, llamando en voz baja a mi mamá y mi papá, deseando que me salvarán, pero pasaban las horas y nadie venía por mí...Durmiendo con Andrew, cuando la tenía él me abrazaba y me hacía sentir segura, pero ya no estaba aquí y yo no paraba de temblar. Lo necesitaba, necesitaba un abrazo, pero estaba totalmente sola, Ava ya se había ido debido a que tenía que seguir con sus clases no podía queda
Maddie— Tu amiga me escribió para ver si podía pasar a echarte un vistazo. — dijo con una sonrisa. — ¿Ava?— Cuestioné confundida y él soltó una carcajada negando con la cabeza. — Niña, ¿Quién más podría ser? — preguntó aun riéndose. — eres demasiado lenta, hazte a un lado. Lo hice por inercia antes de darme cuenta que estaba dejando pasar al idiota que le encanta fastidiarme y cuando reaccione ya era demasiado tarde como para impedírselo. — ¿Ya comiste? — preguntó mientras dejaba unas bolsas en la mesa de lo que supongo es comida. — No, pero deberías irte con tus cosas. — Respondí señalando hacia las bolsas. — No seas tan mal agradecida y ven a sentarte a comer, es comida italiana... tu favorita. — Espetó con una sonrisa triunfadora. Quería rechazarlo y correrlo, pero amaba la comida italiana y no había estado comiendo bien desde que Ava se fue, además que estaba cansada de estar tan sola, así que me rendí y me fui a sentar con él. — ¿Como va tu tobillo?— preguntó despues d
Maddie— Ya debo irme niña, tengo una junta importante, sino lo fuera me quedaría más tiempo contigo. — Espetó Ethan después de colgar la llamada y tomó el saco de su traje. — Igual ya has pasado mucho tiempo aquí hoy, es hora de que te vayas, parece que quisieras mudarte aquí. — Dije mirándolo con una sonrisa y él entrecerró los ojos, lo cual me hizo soltar una carcajada, yo también le había encontrado el lado divertido a molestarlo. — Eres una mal agradecida, quizás por eso tu novio te abandono. — Sonrió y empezó a dirigirse hacía la puerta, como si no me hubiese dado en un punto doloroso. — Él no me abandonó. — Le grité. — ¿Estás segura? — Preguntó volteando a mirarme con una ceja arqueada y no pude negarlo, porque si me sentía abandonada. — Realmente yo creo que sí lo hizo, porque desde que te conozco él no ha vuelto, has estado herida y sola, ya yo tengo tres semanas conociéndote y él nunca apareció, deberías tú también dejarlo ir, mereces a alguien que esté contigo cuando lo
Maddie Me besaba con tanta hambre que no pude controlar mis ansias y rápidamente a pesar de mi molestia comencé a corresponder, nuestras lenguas se unen en una deliciosa guerra y él me carga para que envuelva mis piernas en su cintura, mientras me sostiene por mis nalgas. Puedo sentir su deliciosa erección contra mi centro y busco frotarme más contra su bulto buscando alivio en la zona que más lo necesito y escucho a Andrew jadear, mientras nos conduce hasta la habitación. Cuando estamos ahí, me deja en la cama con cuidado y posa su cuerpo encima del mío. — No sabes cuanto extrañe esto. — dice y vuelve a devorar mi boca con un beso posesivo, mientras sus manos acarician todo mi cuerpo. Rápidamente encuentra la manera de deshacerse de mi camisón dejándome solo en bragas y empieza a succionar uno de mis senos mientras con su otra mano masajea el otro. Puedo sentir mis bragas ceñirse a mi centro por lo húmeda que estoy por sus caricias y él suelta mi seno para darle atención al
—Por favor Bella debes venir a quedarte aquí, estaré encantado de que vivas conmigo, sabes que este tiempo lejos de ti te he extrañado mucho y nada me haría más feliz que tenerte cerca. — Al escuchar esto mi mano se detuvo en el pomo de la puerta, todo mi cuerpo se congeló por un instante, dejándome un enorme vacío. ¿Nada lo haría más feliz que tenerla cerca? ¿Ni siquiera yo verdad? Él no me dijo algo así ni una sola vez cuando estaba cerca de ella, pero definitivamente cuando se trataba de Isabella, Andrew era otro. Mis pasos retrocedieron para alejarme de la puerta sin querer escuchar que más le diría mientras mi ojos comenzaban a picar, con un enorme nudo en la garganta. Él ni siquiera me había comentado sobre la posibilidad de que ella pudiera venir a quedarse con nosotros. Pensé que estos días en los que habíamos conseguido estar de alguna manera bien, podríamos arreglarlo, que aún había una esperanza para nosotros si ambos nos esforzábamos, pero al escuchar esto to