Maddie
— ¿El novio ausente? — preguntó Ethan alzando las cejas y solo asentí, no valía la pena negarlo. — Pues es un completo idiota al dejar a su novia en el momento que lo necesita para estar haciendo quien sabe que y no creo que te merezca, encima te llama egoísta, no deberías seguir con él. — dice con simpleza y vuelve a la cocina sin esperar una respuesta de mi parte. ¿No me merece o soy yo quien no lo merece a él? Debo confesar que la mayoría del tiempo lo siento así, él siempre ha sido el mejor en todo y cuando estábamos en la secundaria todo el mundo decía que él e Isabella eran perfectos juntos y quizás siempre fui yo la que se equivoco al querer algo que nunca debió tener. Mi mente esta nublada por estos pensamientos que casi no me dejan respirar cuando puedo ver que Andrew vuelve a llamar justo en el instante que salen Ava y Ethan de la cocina con la comida y decido declinar su llamada. — ¿Te ayudo? — pregunta Ethan después dejar las cosas en la mesa. — Si, pero no me cargues. — le digo de inmediato antes de que pueda acercarse a mí y hacerlo. — Esta bien. — Acepta, acercándose con una sonrisa coqueta y me sostiene por la cintura, a veces se siente extraña su cercanía, pero hice a un lado ese pensamiento y camine apoyándome en él hasta llegar a la mesa. Cuando todos estábamos listos para empezar a comer volvió a sonar una llamada de Andrew. — Que insistente. — Se burló Ethan dándole una mirada a mi teléfono y yo decidí apagarlo, no me dejaría amargar la cena, ya hoy había tenido demasiadas frustraciones como para no poder disfrutar de mi cena en paz. — ¿Quien es? — preguntó Ava sin comprender a que se refería. — Su novio.— respondió él encogiéndose de hombros. — Entonces hiciste bien en no contestarle. — dijo ella con una sonrisa, para luego meter un pedazo de zanahoria a su boca. Ethan al escucharla pareció sorprendido y sonrió antes de empezar a comer, mientras yo me cuestionaba que tan equivocada estaba al seguir con una relación en la que incluso un desconocido se daba cuenta de que no iba bien. Yo amaba a Andrew, pero, ¿mi amor era suficiente para seguir con esto? Cuando te vives cuestionando si la otra persona siente lo mismo, llego a creer que no es suficiente. Lo ideal seria no tener ninguna duda de sus sentimientos por mí y no vivir con el miedo constante de que me deje porque la persona que ama decidió corresponderle. Yo no quería vivir con tantas dudas y miedos en mi corazón, nunca lo imagine para mí, pero es que desde que conocí a Andrew fui restándole importancia a esos factores con tal de estar con él, pero en este momento ya no sabia cuanto era capaz de soportar en nombre de este amor. — Niña, comienza a comer que se enfría — me interrumpió Ethan sacándome de mis pensamientos. — Si. — contesté llevando el cubierto a mi boca y él sonrió mientras me veía, este gesto en él era un poco extraño. — ¿Que tal quedo? Si quedo mal fue culpa de Ethan. — dijo Ava soltando una risa. — Quedo muy rica. — Musite distraída y escuché a Ethan reír. — Eso si fue gracias a mí — dijo engreído con una sonrisa. — No, todo lo hice yo. — Replicó Ava haciendo un puchero. — Pero yo lo mejore. — Aseguró Ethan con arrogancia. Ava solo permaneció callada con eso dándole la razón a Ethan quien no dejaba de sonreír con orgullo y los tres continuamos comiendo sin hablar más. Al terminar Ethan ayudo a Ava a recoger todo e incluso la ayudo a lavar los platos, era un excelente invitado y su presencia aquí hoy había sido hasta un poco agradable, claro que esto es algo que solo admitiría para mí misma y a él nunca se lo diría. — Adiós niña, nos vemos luego. — Dijo acercándose a mi y pasando su mano por la parte de atrás de mi cabeza, confundiéndome. Pensaba que me odiaba, pero claramente ese es un gesto cariñoso, no podía entenderlo así que solo lo observar irse aturdida sin ni siquiera contestarle nada. Cuando volví a mi habitación con la ayuda de Ava, volví a encender el teléfono y en ese instante recibí una llamada de Andrew y suspiré antes de atenderle, esperaba que él dejara de ponerme excusas, se diera cuenta de mi molestia y me dijera que ya había comprado un vuelo de regreso. — Maddie entiendo que estés molesta, pero no seas tan caprichosa, Isabella aún no despierta y tú estás bien, ella me necesita aquí después de lo que ocurrió y se que falle al no darte la celebración que prometí, pero no creo que sea razón para que te pongas así, lo que le sucedió a Bella es más importante. — Al escuchar estas palabras me arrepentí de haberle contestado y mis ojos empezaron a picar. Él no solo no se estaba disculpando, ni diciéndome que volvería, sino que me estaba culpando por sentirme como lo hago y me estaba diciendo en pocas palabras que ella era más importante. Que lo necesitaba y yo quería preguntarle, ¿Si de verdad yo no lo necesitaba ahora? — Entiendo. — Forcé está palabra a salir con el nudo que se alojaba en mi garganta, era lo único que podía decir sin romper en llanto. Cuando mi pensamiento me gritaba que entendía, que entendía que siempre estaría en segundo lugar, que yo no era tan importante para él. — Estoy seguro que ella pronto va a despertar y después que lo haga volveré. — Aseguró él y yo sonreí con ironía mientras una lágrima se escapaba de mis ojos. Habían personas que duraban, meses, años e incluso nunca despertaban y él estaba poniendo su vida en pausa debido a esto. ¿Y si ella nunca despertaba, él nunca volvería a mí?MaddieDe repente, con mi corazón latiendo acelerado empecé a buscar el cuerpo de Andrew a mi lado, tratando de buscar su calor al tener esa pesadilla de nuevo, pero solo había frío, una vez más no estaba a mi lado, temblando abrí los ojos y encendí la luz, queriendo borrar esos recuerdos. Tenía mi rostro mojado por las lágrimas y mi cuerpo estaba lleno de escalofríos, hace mucho que no tenía esa pesadilla, pero había vuelto, esa en la que ese hombre después de golpearme me encerraba en un pequeño closet, oscuro y aterrador, podía escuchar ratas y mi miedo solo crecía estando encerrada ahí, aterrada, llamando en voz baja a mi mamá y mi papá, deseando que me salvarán, pero pasaban las horas y nadie venía por mí...Durmiendo con Andrew, cuando la tenía él me abrazaba y me hacía sentir segura, pero ya no estaba aquí y yo no paraba de temblar. Lo necesitaba, necesitaba un abrazo, pero estaba totalmente sola, Ava ya se había ido debido a que tenía que seguir con sus clases no podía queda
Maddie— Tu amiga me escribió para ver si podía pasar a echarte un vistazo. — dijo con una sonrisa. — ¿Ava?— Cuestioné confundida y él soltó una carcajada negando con la cabeza. — Niña, ¿Quién más podría ser? — preguntó aun riéndose. — eres demasiado lenta, hazte a un lado. Lo hice por inercia antes de darme cuenta que estaba dejando pasar al idiota que le encanta fastidiarme y cuando reaccione ya era demasiado tarde como para impedírselo. — ¿Ya comiste? — preguntó mientras dejaba unas bolsas en la mesa de lo que supongo es comida. — No, pero deberías irte con tus cosas. — Respondí señalando hacia las bolsas. — No seas tan mal agradecida y ven a sentarte a comer, es comida italiana... tu favorita. — Espetó con una sonrisa triunfadora. Quería rechazarlo y correrlo, pero amaba la comida italiana y no había estado comiendo bien desde que Ava se fue, además que estaba cansada de estar tan sola, así que me rendí y me fui a sentar con él. — ¿Como va tu tobillo?— preguntó despues d
Maddie— Ya debo irme niña, tengo una junta importante, sino lo fuera me quedaría más tiempo contigo. — Espetó Ethan después de colgar la llamada y tomó el saco de su traje. — Igual ya has pasado mucho tiempo aquí hoy, es hora de que te vayas, parece que quisieras mudarte aquí. — Dije mirándolo con una sonrisa y él entrecerró los ojos, lo cual me hizo soltar una carcajada, yo también le había encontrado el lado divertido a molestarlo. — Eres una mal agradecida, quizás por eso tu novio te abandono. — Sonrió y empezó a dirigirse hacía la puerta, como si no me hubiese dado en un punto doloroso. — Él no me abandonó. — Le grité. — ¿Estás segura? — Preguntó volteando a mirarme con una ceja arqueada y no pude negarlo, porque si me sentía abandonada. — Realmente yo creo que sí lo hizo, porque desde que te conozco él no ha vuelto, has estado herida y sola, ya yo tengo tres semanas conociéndote y él nunca apareció, deberías tú también dejarlo ir, mereces a alguien que esté contigo cuando lo
Maddie Me besaba con tanta hambre que no pude controlar mis ansias y rápidamente a pesar de mi molestia comencé a corresponder, nuestras lenguas se unen en una deliciosa guerra y él me carga para que envuelva mis piernas en su cintura, mientras me sostiene por mis nalgas. Puedo sentir su deliciosa erección contra mi centro y busco frotarme más contra su bulto buscando alivio en la zona que más lo necesito y escucho a Andrew jadear, mientras nos conduce hasta la habitación. Cuando estamos ahí, me deja en la cama con cuidado y posa su cuerpo encima del mío. — No sabes cuanto extrañe esto. — dice y vuelve a devorar mi boca con un beso posesivo, mientras sus manos acarician todo mi cuerpo. Rápidamente encuentra la manera de deshacerse de mi camisón dejándome solo en bragas y empieza a succionar uno de mis senos mientras con su otra mano masajea el otro. Puedo sentir mis bragas ceñirse a mi centro por lo húmeda que estoy por sus caricias y él suelta mi seno para darle atención al
—Por favor Bella debes venir a quedarte aquí, estaré encantado de que vivas conmigo, sabes que este tiempo lejos de ti te he extrañado mucho y nada me haría más feliz que tenerte cerca. — Al escuchar esto mi mano se detuvo en el pomo de la puerta, todo mi cuerpo se congeló por un instante, dejándome un enorme vacío. ¿Nada lo haría más feliz que tenerla cerca? ¿Ni siquiera yo verdad? Él no me dijo algo así ni una sola vez cuando estaba cerca de ella, pero definitivamente cuando se trataba de Isabella, Andrew era otro. Mis pasos retrocedieron para alejarme de la puerta sin querer escuchar que más le diría mientras mi ojos comenzaban a picar, con un enorme nudo en la garganta. Él ni siquiera me había comentado sobre la posibilidad de que ella pudiera venir a quedarse con nosotros. Pensé que estos días en los que habíamos conseguido estar de alguna manera bien, podríamos arreglarlo, que aún había una esperanza para nosotros si ambos nos esforzábamos, pero al escuchar esto to
— ¿Maddie donde estabas? — preguntó Andrew al verme llegar. — Te estuve llamando, pero dejaste tu teléfono. — Solo fui a caminar — contesté cortante, en este momento no quería hablar con él. Había conseguido calmarme un poco gracias a Ethan y no quería que todo eso se arruinara al hablar con él.— ¿Por que no me dijiste para acompañarte? Sé que no te gusta salir sola y menos sin teléfono. — Suspiró detallándome. Parece haber olvidado que me quedé más de un mes sola aquí y no importaba si me gustaba o no, tenía que hacerlo, porque él ya no estaba para mí. — Ya no me molesta salir sola. — Respondí encogiéndome de hombros y él frunció el ceño confundido. — Maddie ¿Que esta pasando? Estas actuando raro.— dijo levantándose del sofá y acercándose a mi. — ¿Hice algo que te molestara? Quería gritarle que si, tenia meses haciendo cosas que me molestaban, que me entristecían y me causaban ansiedad y miedos, que necesitaba una seguridad que él no me estaba dando, que necesi
Andrew No sabia que le pasaba a Maddie exactamente, pero sea lo que sea con el sexo la ayudaría a liberar todas sus tensiones, quería hacerla venir hasta que se olvidara de cualquier cosa que la estuviera molestando. Mientras la besaba subí su vestido besando y mordiendo su muslo interno, viendo sus bragas blancas tan empapadas que se ceñían a su feminidad viéndose casi transparente, dejando ver su delicioso coño. Maddie ya estaba ansiosa, soltando gemidos ahogados y deslice sus bragas para tener total acceso a su feminidad. Su coño estaba reluciente por sus jugos y solo deseaba enterrar mi rostro ahí, fui subiendo mis manos acariciando sus piernas nuevamente hasta llegar a sus pliegues y abriéndolos con mis pulgares para dejar ver su pequeña protuberancia, a la cual fui acercando mi boca, respirando el delicioso aroma de su excitación, mientras Maddie empezó a sonar más desesperada y envolví mi lengua en el y ella se estremeció. Empecé a darle suaves lami
Maddie Hoy llegaría Isabella, habíamos pasado todo el día arreglando su habitación para dejarla perfecta, él había querido dejar todo lo mejor posible para que ella se sintiera cómoda, era una forma de compensarla por todo lo malo que le ha pasado, Andrew quería que ella estuviera bien y cuando ya faltaba poco para que su vuelo llegara fue por ella al aeropuerto. Su llegada me tenía demasiado nerviosa, tenía miedo de darme cuenta de algo que no quería o vivir con inseguridad todo el tiempo que ella estuviera aquí. Está situación era demasiado estresante, me sentía sobrepasada, no sabía cómo lidiar con esto, pero intentaría encontrar la mejor manera, por mi relación y por ella, que necesitaba ayuda en estos momentos y no una chica celosa que la incomode. Estaba cocinando la cena para recibirla, a pesar de todas mis emociones encontradas estaba dando lo mejor de mí para hacerle una comida que le gustara. Cuando tenía todo listo, fui a acomodarle unas toallas