Y aquí estaba de nuevo, otro día en la oficina.
Trabajo desde hace dos años en la empresa Altamirano. Soy la asistente del dueño y de vez en cuando le ayudo con los diseños. Reviso los documentos que mi jefe debe firmar y los ordeno antes de ir a su oficina. Toco dos veces pero no escucho a nadie del otro lado. Vuelvo a tocar y nada. Es extraño... El señor Altamirano no a salido de su oficina. Me debato entre entrar o retirarme, pero que tal y si ¿necesita ayuda? Suspiro ante ese presentimiento, abro lentamente y lo primero que veo es un cuerpo en medio de la enorme oficina. ¡Oh, por el cielo! Es mi jefe. Me acerco a él y observo que todavía tiene pulso, uf, alivio. Llamo a emergencia y una ambulancia llega rápido al edificio. Una vez en el hospital decido llamar a la esposa de mi jefe. - Hola, querida- saluda amable. - Que tal, señora Altamirano. - ¿Sucede algo en la empresa? Es extraño que me hables a esta hora. - Bueno, verá... Estamos en el hospital Center, el señor... - ¡Dios, mi Fernando! - Tranquila, él está estable pero tenía que avisarle. - Entiendo, enseguida estaremos ahí. Cuelga y me acerco a la enfermera. - Disculpe, ¿ya hay noticias del señor Altamirano? - Todavía está en observación pero no se angustie, su padre está estable. Solo debe guardar reposo, estará en observación por un rato más. - Es mi jefe y gracias. En un momento llegará su esposa- asiente y sonríe, luego se gira para continuar su camino. Le dejo caer en una de las sillas de la sala y me acuerdo que tenía que llamar a Logan desde hace media hora. Solo le enviaré un mensaje y más tarde lo veo en casa. Pasó una hora más o menos cuando veo llegar a la señora Laura Altamirano a toda prisa. - Isabella, dónde tienen a mi Fernando- me agarra de ambos brazos y su rostro luce angustiado. - Está en observación. Pero aún no me dan noticias. - Gracias hija. Ahora me encargo yo- me abraza y luego se dirije a recepción para saber de su esposo. Veo que intercambian palabras y ella asiente varias veces. Veo que se acerca una joven a ella y regresan juntas hacia mí. - Enseguida lo pasarán a una de las habitaciones, debe guardar reposo y con tanto trabajo no creo que él lo haga. - No se preocupe. El señor Gerardo y la señorita Vivian pueden sacar el trabajo adelante- le doy ánimo. - No es solo eso. Él no puede tener estres o alguna impresión fuerte. Su corazón no lo resistirá- sus ojos se cristalizan al decirlo. - Mamá, creo es hora de hablarle a... - ¡No! Tu padre me va a matar si lo hago- niega varias veces. - Es eso o que a él le pase algo- suspira agotada y asiente con la cabeza agachada. - Tienes razón. Además, esta vez tenemos a Isabela con nosotros- responde y alza la mirada hacia mí. Ambas me observan con un brillo en sus ojos como si fuera su salvación. - De qué habla, señora- cuestiono vacilante. - No te preocupes, cuando llegue el momento lo sabras. Por ahora debes mantenerme al tanto de lo que pase en la oficina. Por cierto, ella es mi hija, Lauren Altamirano. - Isabela Lagunes, mucho gusto- me presento. - Mis padres ya han hablado de ti en muchas ocasiones- sonríe la chica castaña casi rubia de ojos verdes muy parecida a la señora Laura. Le sonrío y en eso nos avisan que ya está en su habitación. Subimos al sexto piso y entramos a la que dice '236 Altamirano' Al entrar ambas mujeres se lanzan a darle un abrazo, veo que la señora Laura derrama unas lágrimas y él las retira con el dorso de su mano cariñosamente. Son una pareja adorable. Ella es una señora alta y elegante de unos 50 años más o menos. Mi jefe tiene unos 60 años y es un hombre alto y robusto que a pesar de su edad está conservado y mantiene cierto atractivo. - Isa, gracias por lo que haz hecho por mí este día. - No tiene que agradecer. Ahora solo debe guardar reposo y dejar que estas bellas mujeres lo consientan- respondo con una sonrisa. - Eso tenlo por seguro- responde jocoso y reímos todos. Luego de estar un rato mas con ellos, decido retirarme. Me despido de los tres y bajo a tomar un taxi para ir hasta mi departamento. Una vez en la puerta dejo mi bolsa y mis llaves en la mesita de entrada. - Mira quien se a dignado en aparecer- me asusta Logan quien trae solo unos pantalones de pijama con su dorso desnudo. - Cállate, tuve un día pesado. Mi jefe fue hospitalizado de emergencia.- ¿Don Fernando? ¿Ya está mejor?- cuestiona rápidamente.
- Si, solo debe guardar reposo y evitar las emociones fuertes.
- Entiendo. Bueno, vamos a cenar antes de que el hospitalizado sea yo- sonrío y niego con la cabeza.
Cenamos una deliciosa lasaña acompañada de un vino suave.
Luego de cenar me cambio y me dejo caer al sofá de la sala junto a él.- Aaah... Mas fuerte...
- Deja de moverte tanto.
- Ahí... Aaaah... Logan...
- Sabes que solo es un masaje de pies ¿verdad?
- Es que eres un dios dando masajes- río y él me saca su lengua en respuesta.
- ¡Listo! Es hora de dormir- me alza en sus brazos y me lleva a mi habitación como princesa recién rescatada.
********Me despierto en la madrugada pensando en lo que se convirtió mi vida estos últimos tres año.
Rosse estuvo viviendo conmigo el primer año pero mi tío solicitaba ayuda en la empresa y quien mejor que la mejor abogada del país.Al poco tiempo conocí a Logan, un hombre de apariencia atractiva, mirada soñadora y sonrisa encantadora. Vive en el departamento de a lado.Suspiro ante la soledad que me invade.De repente, una imagen se clava en mi mente.
Unos hermosos ojos color azul profundo. Cautivadores pero con demasiada oscuridad en ellos. Sonrío ante mis pensamientos. Fue hace más de dos años antes de que Rosse regresara a la cuidad, fuimos a celebrar su cumpleaños y en una fiesta de máscaras lo conocí. No cruzamos palabras, solo bailamos.Cierro los ojos nuevamente para dormir, mañana debo ir de nuevo al trabajo.
- Escuché que el hijo del señor Altamirano va a venir en una semana para tomar el control de todo.- Yo escuché que no quiere saber nada del negocio familiar. - Pues claro, él tiene su propio imperio. Dejó a su familia cuando cumplió la mayoria de edad para fundar su propia empresa- escucho los murmullos de mis compañeras.- Yo digo que debemos darnos prisa. La señorita Vivian necesita los muestrarios de tela- menciono.- Ya habló la jefa. Dense prisa o nos iremos tarde- comenta Damaris con diversión.Jade y Brenda asienten sonriendo y regresan a sus lugares.El resto de la tarde nos la pasamos entre risas y trabajo.Una semana a pasado desde que fue dado de alta mi jefe luego de permanecer dos semanas en el hospital porque su presión no se estabilizaba.La nueva colección de primaria-verano para dama está lista pero a la señorita Vivian no le convence una de las telas elegidas.Salimos de trabajar algo tarde pero veo el auto de Logan en la entrada.Sonrío y corro hasta él quien se b
Luego de tomar una pastilla, ya que todavía me dolia un poco el cuerpo, decidí darme un baño para relajarme.Salgo de la tina una vez que el agua está fría y me visto con un sencillo vestido color azul petroleo de seda con tirantes delgados y de largo me llega arriba de la rodilla.Me maquillo ligeramente y alzo mi cabello en una coleta alta dejando algunos mechones sueltos y solo me pongo bálsamo labial.Iré a ver a mi hermana ya que Joni no vendrá hasta el fin de semana.Se quedará con Taylor en su departamento y yo puedo quedarme con Fabi y Joseline.Antes de salir de la casa escucho mi teléfono vibrar.Frunzo el ceño al no reconocer el numero pero al notar la insistencia, respondo.- ¿Bueno?...- Estoy frente a la mansión, sal- un escalofrío me recorre al reconocer aquella voz profunda e intimidante.- Se...- cuelga sin dejarme protestar.Tomo aire y valor antes de salir.Me sorprendo al ver la camioneta de Sebastián estacionada enfrente.Mi corazón comienza a latir rápido al verl
- No lo puedo creer. Mi padre a buscado tener una reunión contigo por años- comenta Ruben, el hermano mayor de Joseline que acaba de llegar de Londres.Estamos sentados en la sala charlando.Luego de que nos viera en pleno beso, no hubo mucho que explicar sobre nuestra relación, Ruben simplemente sonrío de oreja a oreja.A él no le cae bien Jonathan y no sé la razón, sin embargo, eso fue bueno ya que nos apoya y prometió guardar el secreto.- Seguro no tiene lo que necesito para mi empresa- responde sin soltarme.- Eso tenlo por seguro. Mi padre no a querido avanzar en cuestiones de tecnología pero quería asociarse contigo solo por la popularidad que tu apellido le daría.- Ya veo. Tu padre es el dueño de Ferreira Company- asiente.- Sí, sigue empeñado en hacer las cosas a la antigua. Por eso aún no me quiere dejar a cargo de la empresa. Sabe que haré una revolución en todo- ríe-. Por cierto, como Joseline no esta, vendré más tarde- se pone de pie y lo imitamos.- Puedes quedarte y...
Antes de poder responder escuchamos su teléfono sonar.Hace seña de que aguarde y asiento liberando la respiración contenida.- Dime- responde secamente. Espera unos segundos y lo veo frunce el ceño luciendo molesto-. Bien, que seguridad se encargue en lo que llego- agrega antes de colgar.- Debo regresar a la empresa. Se presentó un problema- menciona mirando algo en la pantalla antes de voltear a verme con seriedad-. Mi guardaespaldas se encargará de llevarte.- No hace falta. Puedo irme en un taxi- menciono incomoda.- No dejaré que te arriesgues a irte sola. Eres mía y debo cuidarte- se pone de pie y me ayuda a pararme.Caminamos hasta la salida y veo dos camionetas iguales y un auto deportivo color rojo.- Señor, ya estamos listos- menciona uno de los dos hombres corpulentos que salieron de la camioneta de enfrente y se acercó a nosotros.- Bien, lleven a... la señorita a su casa- ordena.No sé porqué pero siento un apretón en mi corazón al escucharlo.'Creí que diría que era su
Pov Sebastian...Llegué al trabajo algo distraído. Cosa extraña en mí ya que todo en mi mundo gira en completo orden y de manera funcional sin perder el tiempo.Hoy me puse al corriente luego de estar lejos por varios años.Estaba leyendo los informes y los contratos que necesitan mi firma pero sin poder concentrarme del todo.Suspiro con frustración antes de ponerme de pie y servirme un poco de whisky.Me quedo de pie con una mano dentro del bolsillo de mi pantalón y en la otra mano sostengo mi vaso de vidrio.Observo la vista panorámica que tengo de la cuidad gracias a las paredes de cristal.Dejando que mi mente se dirija a la noche anterior.Luego de un viaje de varias horas, me dirigí a la mansión de mi padre pues era la boda de mi sobrino Jonathan.Un chico de 23 años algo inmaduro, si me lo preguntan.Aunque claro, no todos poseen un intelecto como el mío. Yo a su edad ya tenia mi propia empresa y dirigía las de mi padre, Walter Hayes, un hombre de 65 años, viudo y con cuatro h
- No puedes dejar entrar a cualquiera por más que diga eso- digo malhumorado.- Lo lamento, señor. Creí que...- Estás despedido- oprimo el último piso antes de entrar y girar. Veo como se cierran las puertas dejando al hombre en blanco.Mi paciencia tiene un limite y este lo alcanzó.- Cariño, al fin te veo- la mirada se le ilumina al verme entrar a mi oficina.- No debiste venir y decir mentiras- menciono deteniéndome atrás de mi silla.Veo a la rubia sonreír traviesamente y exhalo con pesadez.'Está loca'- Es que eso no es mentira. Pronto serás mío y de nadie más- avanza hacia mí contoneando sus caderas.- Escucha, Daniela. Salí contigo porque le debía un favor a tu padre. Pero no me interesas como mujer- la sostengo de los brazos antes de que se acerque más.- Jum, comienzo a creer que en serio no te gustan las mujeres- dice despectivamente.La suelto y se cruza de brazos.- Créeme, me gustan y justo ahora me gusta una en particular- su cara de disgusto me llena de satisfacción.
Pov Gabriella...- ¿Pasa algo, cariño?- cuestiona Jos al verme detener mi baile.- No. Necesito ir al baño- digo y los dos sienten.- Te acompaño- ofrece Joni.- No, descuida. Iré rápido- salgo caminando, o más bien corriendo, sin esperar que responda.No esperaba verlo aquí y menos con otra mujer.Eso hace que en mi interior sienta... ¿Celos? Ay no.Pero claro, era de esperarse. Yo no tengo nada en comparación a esa rubia.Salgo del baño luego de mojar mi rostro y corregir mi maquillaje.Salgo aun cabreada por la situación pero trato de calmarme.Sebastián es libre de hacer lo que quiera. No sé porqué me pongo así si el hombre no es nada mío.Por eso no les dijo a sus guaruras que yo era su mujer como me había dicho a mí está mañana.Busco entre la gente a Sebastián pero es casi imposible. Así que trato de localizar a Jos, Joni o Taylor pero ninguno aparece a la vista.Hasta que alguien me toma por sorpresa de la cintura y susurra en mi oído desde la espalda.- Me buscas a mí o a tu
'Toc' 'toc' 'toc'Me remuevo al escuchar los golpes en la puerta.Abro lentamente los ojos y me doy cuenta que estoy sola en la habitación.- Adelante- digo adormilada al escuchar de nuevo los golpes.- Buen día, señora- saluda una señora de unos 50 años al entrar, con una charola en sus manos-. El señor ordenó el desayuno antes de irse- menciona acercándose a mí.- ¿Él se fue?- cuestiono frunciendo el ceño. Deja la bandeja sobre mis piernas en una de esas mesitas para comer en la cama.- Recibió una llamada y tuvo que irse de emergencia- responde abriendo las cortinas oscuras de la habitacion la cuál es amplia y bien amueblada.- Ok, gracias...- digo esperando su nombre.- Raiza, señora- responde con una sonrisa amable. Asiento y decido desayunar rapidamente antes de regresar a la casa.Escucho el teléfono sonar por alguna parte de la habitación y lo busco con la mirada, hago la charola a un lado con el desayuno a medio terminar y me pongo de pie para ir por él a la mesa de enfrente.