(23 años atras)Luego de tantas horas en carretera al fin, llegué a casa.Todos salieron y eso significa que tendré la casa para mí solo durante las vacaciones.- Bienvenido, joven- saluda coqueta Claudia, una de las sirvientas de la mansión.- Gusto en verte de nuevo preciosa- guiño un ojo y la veo sonrojarse.Decido subir a mi habitación para descansar antes de irme a la fiesta que dará Javier esta noche.Escucho que golpean la puerta y entra Nuria, mi sexy vecina y mejor amiga.- ¿No pensabas saludarme?- cuestiona al entrar a la habitación.Sonrío de lado al verla con aquel vestido diminuto que deja ver sus perfectas piernas y resalta sus grandes pechos.- Te iba a ver en la fiesta de Javier- respondo. Se acerca a la cama y se acuesta a mi lado. Me recargo sobre mi codo y antebrazo para poder verla.- Claro. No puedes estar un día sin follarte a alguna chica- gruñe.- Vamos, Nuria. Sabes que tú fuiste la primera- susurro y sonrío coqueto. Sus mejillas se tornan rojas.- Si y de n
Sebastián Hayes(Actualidad)- ¿Usted quién es?- cuestiona Carlos con recelo.- Mi nombre es Gerald Evans- dejo escapar el aíre que no sabía que estaba reteniendo.Por un momento juré que era su padre.- Qué es lo que necesita y por qué a venido- menciono con el ceño fruncido. Miro a Antonio con reproche ya que reveló esta ubicación a un desconocido.- Vine a ayudar con la busqueda de Gabriella- comenta mientras se acerca a mí. Joseph se interpone antes de que esté demasiado cerca.- Eres alguien difícil de localizar- sonríe de lado y mira por un instante a Joseph.'Él fue el encargado de complicarle su busqueda'- No sé en qué pueda ayudar. Mi equipo ya está sobre los talones de la responsable- menciono.- Error- niega con la cabeza-. No es ella la responsable- afino la mirada.'Algo no me cuadra'- Sebastián- habla Carlos, lo miro sobre mi hombro-. Jonathan llegó al edificio una hora antes que Gabriella. Y se ve como sus guaruras la sacan del lugar seguido de él y una chica- infor
Cierro los ojos con fuerza esperando el corte o algo pero no pasa nada.Abro un ojo lentamente y ahí la veo con una sonrisa burlona.- Tranquila, cariño. No pienso dañarte... todavía- muestra una mirada maliciosa antes de girar e irse siendo custodiada por el mismo sujeto que le trajo.- Esta noche nos iremos- menciona Jonathan.- ¿Irnos? ¿A dónde?- lo observo asustada.- A otra cuidad. Es lo unico que debes saber. Ahora es hora de dormir- truena los dedos y uno de los tipos se me acerca con una inyección.- No por favor. Déjame estar consciente- suplico.- Espera, Robles. Dejame a solas con ella- menciona.El tipo me mira como queriendo decir algo antes de asentir y salir de la habitación.Me quedo a solas con Jonathan y siento que el aire me quiere asesinar.Su presencia me pone de nervios.- Deberíamos de retomar lo que quedó pendiente- susurra acercándose.Pasa sus manos por mi cabello y yo trato de alejarme pero es imposible.En eso uno de sus hombres entra a la habitación.- Señ
Gabriella Evans.Veo al idiota de Jonathan acercarse y apunta con el arma en dirección a mí.'Él fue el que disparó a Tamara me imagino que por error''¡Por todos los cielos! El disparo seguro era para Sebastián'Sebastián me aprieta a su pecho y reprime un gruñido de dolor.La sangre en su costado es considerable y me causa panico no saber como ayudarlo.- Tira el arma- ordena Jonathan dando pasos hacia nosotros. Miro a Sebastián y él asiente. La bajo y la pateo en su direccion.- ¡Jonathan, aléjate. Mi madre está muriendo! Debemos irnos- grita Taylor.- ¡¡NO!! ¡¿No entiendes que es por culpa de ella que tuvieras que crecer sin padre!?- Exclama furioso mientras nos mira.- Jonathan, baja esa arma y déjanos ir- menciona Sebastián con calma.'¡¡De donde carajos agarra esa calma!!'- No estás en posición de dar ordenes, tío- lo desafía con la mirada.- Jo... Jonathan- susurra Tamara.Todos volteamos a verla.- Mami, guarda silencio. Debes guardar tus fuerzas- suplica Taylor.- ¡Tamara
Siento el fuerte aroma del alcohol y arrugo la nariz antes de dar un manotazo.- Auch, tonta- se queja la enfermera.- Que mal educada para ser enfermera- murmuro abriendo los ojos lentamente.- Será porque no lo soy- responde ella. La enfoco bien y me doy cuenta que es Joseline.- ¡¡Amiga!!- exclamo feliz y ella ríe.- Vaya, al meno uno de los dos ya reaccionó- menciona.- ¿Sebastián sigue inconsciente?- mi pulso se acelera y lo sé por la máquina que emite un pitido a mi lado.- Oye, cálmate. Sigue con el efecto de la anestesia. Es solo cuestión de minutos para que despierte, según el guapetón del doctor Meller- menciona.- Quiero verlo- menciono.- ¡¿Al doctor?!- cuestiona con sorpresa.- ¡A Sebastián!- Aaaah- alarga la letra y asiente antes de ir a la puerta. Sale por un momento, ingresa una enfermera de edad media con sonrisa amable.- Señorita Evans, que bueno que ya están despiertos- menciona checando la maquina y luego me mira a mí.- ¿Estamos?- cuestiono.- Oh, aún no lo sabe
Entra Karina y se cruza de brazos.- Puedo explicarlo- me apresuro a decir. Me pondo de pie y me pongo de escudo protegiendo a Sebastián.- ¡¿Crees que esto es un juego!?- exclama-. No deben tener intimidad hasta que esa herida sane o de lo contrario... se infectaría- sonríe coqueta al decir lo último-. Lo digo por experiencia- guiña un ojo y Sebastián hace gesto de desagrado. Yo me quedo confundida.- Esto... nosotros- no sé ni que decir.- Mi padre me contó todo- suspira-. No debiste dejarte influenciar por ese hijo mío- agarra mis manos-. Por favor, perdona a mi hijo.- No le vamos a quitar la demanda. Debe pagar por lo que hizo- menciona Sebastián. Es increíble que aún con bata y una herida en su costado, luzca elegante, poderoso e intimidante.- No estoy pidiendo eso, hermano. Es solo que ella no debe cargar rencor en su pecho- menciona.- No te preocupes, Karina. No le guardo rencor pero debe asumir las consecuencias- ella siente con tristeza.- ¿Podemos entrar?- menciona Anton
Llegamos a casa y Gregorio lo ayuda a llegar a la habitación ya que Joseph tambien se a ido a descansar.- Los dejaremos solos. Necesitan descansar y reponer fuerzas- indica Walter. Se despiden sus hermanas y sus cuñados.- Papá, gracias... por todo- menciona Sebastián mirando a su padre que es el último en la habitación.- No iba a dejar que pensaran mal de mi nuera- me sonríe cálidamente-. Está de mas que yo te diga que estás de licencia. Me haré cargo de la empresa durante el tiempo que sea necesario para tu recuperación- informa.- Puedo hacerlo. Solo es una herida...- Que te pudo costar la vida. Unos centímetros más arriba y no la cuentas, Sebastián- dice con dureza.- Está bien, pero solo un par de semanas y regreso- responde serio.Amo su seriedad. Esa voz grave y profunda que tiene y como su rostro se vuelve inexpresivo.- Si, como digas- hace ademán con la mano como restándole importancia. Gira y me mira-. Cuida del señorito necio. Dale un jalón de oreja si no hace caso- m
- Eres la novia más hermosa- menciona ensoñada mi pequeña hermana Fabiola.- ¿Estás segura de esto? Gabi, no tienes que hacerlo sino quieres- aprieta mi hombro mi mejor amiga.- Todo saldrá bien, Joseline- menciono al verla a través del espejo de cuerpo entero.Suspiro dando una última mirada a mi grandioso vestido blanco.Es entallado y con corte sirena acentuando mis curvas, llevo guantes hasta los codos y el velo es bordado en las orillas.Mi cabello está recogido con un peinado elaborado que deja al descubierto mi cuello y despejado mi rostro que está ligeramente maquillado.Salgo de la habitación junto a Fabi y Joseline una vez que nos informan que todo está listo y el novio me espera.Respiro profundamente antes de iniciar.Es un abrir y cerrar de ojos me encuentro en una amplia habitación en la mansión Hayes.La boda fue sencilla por petición de ambos y la celebración todavía continúa, pero yo decidí subir para descansar, aunque la madre de Jonathan piensa que es porque quiero