Lucy conocía de sobra su situación actual, no podía darse el lujo de escoger un lugar de trabajo, a estas alturas lo que callera era bueno para salir adelante. No solo era la operación de su hijo lo que estaba en juego, también su alimentación, sus medicamentos que se le terminaron hace unos días, y no lograba reponerlos gracias a que la corrieron de sus trabajos.
Si continuaba de esa forma era muy probable que el hospital reportara el caso a servicios familiares para que le quitaran a su pequeño Lucas. Maldecía la hora en que se topó con esa señora, y acepto el trato de casarse con el prometido de su hija; un trato que le dejo completamente indefensa ante la vista de todos, y del cual solo ella salió beneficiada, además la amenazó con mandarla a la cárcel si mencionaba algo al respecto.
Se quedó esperando a que Ela regresara de la dirección, mientras buscaría en el periódico en la sección de empleos alguna oferta; algo debería de existir para que ella pudiera ir a trabajar sin importarle la hora y el tiempo, todo fuera por conseguir dinero.
Tenía fe que en algunos lugares el poder de la señora no era tan fuerte, y le permitiría trabajar sin tener que despedirla un día después de que ella se enterara.
—Hola Lucy, ¿Qué te trae por acá? ¿Se volvió a enfermar Lucas?
—Hola Doctor, no… no... no… Vine para hablar con la encargada de caja sobre la operación de mi hijo.
— No has conseguido el dinero, ¿verdad?
Lucy bajo la cara en señal de vergüenza, siendo una persona joven no era capaz de conseguir un buen trabajo que le permitiera ganar dinero para solventar sus gastos. En cambio tenía que estar viviendo de favores para salir adelante día tras día.
Desde que llego al hospital de la ciudad el doctor y todo su equipo de trabajo la estuvieron apoyando con lo que podían, les daba tristeza ver que una chica que luchaba tanto le fuera tan mal en la vida, sobre todo que el pequeño Lucas viviera más con ellos que en su casa.
Era como si una maldición hubiera caído sobre ella por tener un hijo a temprana edad, sobre todo porque nadie había conocido al padre del chico.
—No doctor, le juro que estoy buscando trabajo, sin embargo, nadie me quiere dar todo por culpa de…
— ¿De quién Lucy?
—De… de… de nadie doctor, no me haga caso. Esta situación me tiene muy descontrolada y ya no se ni lo que digo, estoy a nada de volverme loca.
—No te preocupes, te entiendo más de lo que crees Lucy. Por cierto, una señora de una fundación se interesó en tu caso.
— ¿En serio? ¿Qué fundación? ¿Puedo ir a verla?
—Lo siento Lucy no le pregunte el nombre de la fundación, estaba tan contento de que se interesara en tu caso que no me acorde de eso. Al parecer nos escuchó hablando el día en que dieron de alta a Lucas, me pregunto por la salud del niño y le explique las necesidades que tenía. De no ser operado en menos de un mes podríamos tener un desenlace fatal, se ofreció ayudarte con mucho amor, me dijo que iría a tu cuarto ¿Hablaste con ella?
—No doctor, al parecer nunca llego al cuarto.
Ahora comprendía como fue que se enteró de la situación de su pequeño, sin duda alguna era una persona de malos sentimientos; hacerse pasar por dueña de una fundación para ayudar a los enfermos no tenía nombre, no tenía cara para decirle que solo fue una mentira para verse beneficiado.
Se despidió del doctor más triste de lo que ya estaba, tanto que hasta se olvidó que estaba esperando a Ela para que le diera una respuesta. Salió con el periódico en la mano, el tiempo que estuvo esperando logro encontrar que un bar muy famoso de la ciudad se encontraba reclutando trabajadores sin importar las referencias que presentaran.
Ella nunca había estado en uno de ellos, pero si era para trabajar no tendría problemas en hacerlo ahora mismo. Tenía que tomar una decisión y pronto, por lo que tan luego salió del hospital se dirigió a la dirección que mencionaba el anuncio para hacer la entrevista, para ello tuvo que caminar algunas cuadras hasta dar con el bar.
Sus pies le estaban cobrando la factura de todo ese esfuerzo sobre humano que estaba haciendo, pero ella no se iba a rendir ahora que había llegado hasta ahí por impulso de la adrenalina. Soltó todo el aire que estaba conteniendo, saludo al chico que se ubicaba en la puerta, quien la oriento hasta el lugar donde se estaban llevando acabo las entrevistas. El chico la trato con amabilidad, aunque al principio dudo de ella; para que le creyera tuvo que mostrar su carnet de identificación que la acreditaba como mayor de edad.
Los rasgos de Lucy eran muy finos y hermosos, a simple vista no pareciera como alguien que necesitara trabajar para sobrevivir, mucho menos de que a su edad fuera madre de un pequeño de año y medio. Ojala ese no fuera un obstáculo para conseguir el trabajo en ese lugar.
Una hora después salió sonriendo del bar, había conseguido el trabajo. Por fin conseguiría algo de dinero, el fin de semana podría regresar al hospital para hablar con Ela sobre lo que dejo pendiente el día de hoy. Ahora por lo único que debía preocuparse era por salir todas las noches de la casa de su esposo sin que nadie se diera cuenta.
En el camino de regreso pensaría en algo para que ella pudiera salir sin problemas y sin levantar sospechas, si Nelson Santoro se enteraba en donde trabajaba su esposa se podría desatar el caos, y justamente era lo que menos necesitaba.
Lucy llego muy temprano en su primer dia de trabajo, el mismo dia que fue a la entrevista de trabajo fue contratada gracias a su aspecto angelical y dulce, de seguro eso llamará mucho la atención de los hombres al momento que les tomara su orden, lo que se traduciria en dinero constante y sonante.Para eso su nuevo jefe le habia dado el uniforme más corto que habia encontrado en el armario, era como si todo se quisiera salir de su lugar de lo apretado que le quedaba. Aun asi no se quejo de nada, se repetia una y mil veces que todo lo hacia por su hijo, que el dinero que recibiera era para una buena causa; estas palabras se convirtieron en su mantra desde que obtuvo el trabajo.La noche estaba transcurriendo sin problemas, sus compañeras la aceptaron agradecidas de que tenían nuevas manos que la ayudaran con los clientes, al parecer el bar estaba teniendo más auge en las últimas fechas y no se daban abasto ellas sola. Después de mucho tiempo sintió un poco de paz en su corazón, las per
—Señor, ¿Qué hacemos con esas personas?—Ocúpense de ello no quiero volver a verlos por ningun lado, destruyan todo lo que tenga que ver con sus familias.—De acuerdo, lo mantendre informado.No necesitaba hablar más para decir lo que pasaria con ellos, con tan pocas palabras eran suficiente para terminar con personas indeseables en su vida. Lucy solo observaba de cerca lo que sucedia, algo dentro de ella empezo a agitarla, el miedo se le notaba constatementte; sobre todo porque su ahora esposo se encontraba enojado, y sentado a su lado con un aura de asesino serial.El resto del camino nadie fue capaz de de mencionar una palabra, nadie queria hacer enojar al jefe más de lo que ya se encontraba o muy seguramente terminaria tres metros bajo tierra.Nelson: Investiga todo lo que sepas de mi ahora esposa y su familia, cuando digo todo es todo. No quiero pretextos, te doy hasta mañana para que me des todas las respuestas a mis preguntas sobre la familia Meroti.Leonel: ¿Tan pronto y ya ti
Un pequeño silencio se hizo en la sala de aquella casa, donde nadie se atrevia ni a respirar cuando Nelson se encontraba presente. Lucy subio sus piernas al sillon donde se encontraba sentada, se aferro a ellos como si fuera su tabla de salvación, mientras que su esposo la observaba detenidamente ante de continuar hablando sobre la situación presentada esa noche.—¿A quién ofendiste? —pregunto cautelosamente a su esposa, quien mejor que ella para ser la fuente de información de sus problemas.—Alguien sin importancia —respondio sollozando.—Te asignare un cheque quincenal, espero que con eso te alcance para vivir por un tiempo en lo que encuentras un trabajo descente. Si necesitas más solo debes de hablar con mi asistente para que se encargue de tus problema, no quiero que regreses a ese bar de nuevo.—No quiero tu dinero, yo solo deseo trabajar con mis propias manos para ganerme lo que me merezco. Este es el unico trabajo que he coneguido y no lo voy a perder tan solo porque a ti no
Unos golpes en la puerta la hicieron despertarce, de tantos pensamientos enredados se quedo dormida sin darse cuenta. Si por ella fuera le hubiera encantado quedarse en cama un poco más, pero recordo que su hijo la necesitaba más fuerte que nunca. Por un accidente perdio su trabajo en el primer día, tenia pensado llegar al bar por la noche para agradecer a todos la buena vibra que mostraron hacia ella.Si algo la caracterizaba era eso, siempre fue muy agradecida con todos los que se portaban bien sin conocerla, aun cuando estaba segura que no recibiria paga alguna por las horas que estuvo trabajando.Sonia: ¿Dónde estás? el niño ha tenido un poco de calentura, es mejor que regreses pronto a casa.Lucy: ¡Dios mio! Sonia, me es imposible regresar en estos momentos, te juro que en cuanto termine mi entrevista ire a al casa sin demorarme. Por favor, por favor Sonia, podrías esperarme un poco más, y hacerte cargo de Lucas.Sonia: Debes darte prisa, Lucas puede empeorar, conoces las consecu
—Veamos cuanto tiempo más le dura su mentira, aquí estare esperandola para reirme en su cara. Debio pensarlo bien antes de querer jugar conmigo, todavia no nace la persona que me vea la cara y viva para contarlo.Nelson tenía claro cual era su siguiente paso, acabaria con sus enemigos lentamente y sin dejar huella; por algo era conocido como el temido CEO de toda la ciudad, ademas de mantener su lugar en el bajo mundo y más de uno trabajaba para él sin restricciones. De esto último no era algo de lo que estuviera orgulloso, sin embargo, lo aprovechaba al máximo para mantener a más de una persona a raya.San Francisco era un gran lugar para crecer como empresario, el territorio se encontraba muy marcado y se requeria de mano de acero todos los días. En ocaciones le tocaba hacer constantes viajes que lo dejaban agotado, para eso existia su hermano, quien lo cubria día y noche en los negocios.—¡Ven a mi oficina, Lucy!—Como diga jefe —tenia una semana bajo el mando de este tirado, ni pa
— ¿Cómo se encuentra mi hijo doctor?—Nada bien Lucy, lamento ser el portador de tan malas noticias, pero Lucas necesita la operación de manera urgente; no podemos seguir esperando un milagro.— ¿Podemos esperar al siguiente mes, doctor? Todavía no reúno todo el dinero para pagar la operación de mi pequeño, usted sabe que trabajo fuertemente para completar la cantidad, sin embargo, no he logrado hacerlo.—Me temo que no, ya lo hemos pospuesto dos veces Lucy; hacerlo una tercera vez es atentar contra su vida y conoces las consecuencias de ello, lamentablemente es nuestra última oportunidad para poder salvarlo.—Lo sé doctor, lo sé. Los bancos no quieren otorgarme un crédito por no tener quien me respalde, estoy haciendo todo lo que está en mis manos para conseguir el recurso para la operación.— ¿Acudiste al centro de ayuda que te proporcione Lucy?—Si doctor, lamentablemente les cortaron los recursos, no están aceptando a nadie por el momento hasta dentro de dos meses como mínimo.— ¿
Lucy se había sorprendido tanto que se quedó muda y paralizada sin poder expresar nada de lo que pasaba por su mente. La desconocida tomo la iniciativa y se encaminaron a la habitación de Lucas para hablar sin que nadie los pudiera escuchar, algo dentro de Lucy le decía que no era muy buena idea; sin embargo, se encontraba dispuesta hacer lo que fuera necesario para salvar a su hijo, aun en contra de sus principios.—Quita esa cara, no pienso vender tus órganos.—No entiendo que tenemos que hablar, y como puede ayudarme con la operación de mi hijo, pero escuchare lo que tenga que decirme señora.—No pienso quitarte mucho tiempo querida Lucy, te aconsejo que pongas mucha atención a lo que voy a decirte, no tengo la intención de repetirlo dos veces. Mi hija hasta a punto de contraer matrimonio; sin embargo, no voy a permitir que arruine su vida con una persona que no tiene ningún oficio ni beneficio para el resto de su vida.— ¡Qué! —La sorpresa en la cara de Lucy se reflejó de inmediat
Durante la llamada el corazón de Lucy retumbaba a cada segundo, mientras conversaba con la señora sobre la propuesta; se encontraba tan desesperada por haber perdido todos sus trabajos en pocas horas, sumado al hecho de que nadie la quería contratar gracias a su nuevo verdugo que la acechaba día y noche sin darle tregua alguna.—Espero no arrepentirme después de esta locura, señora.—Eso no pasará, como te dije, es lo mejor que puedes hacer por tu hijo. Ahora veamos la fecha de la boda, entre más rápido se lleva a cabo, más rápido me encargaré de pagar la operación al hospital que tanto necesita.— ¿Qué? No... No… No… quien me asegura que usted no se retractara de este acuerdo, después de que me case con la persona que quiere, al fin y al cabo ya tendría lo que quiere mientras que yo seguiré esperando a que cumpla su palabra.—Siempre cumplo mi palabra, esta vez no será la excepción señorita. Provengo de una familia respetable en la ciudad, tenemos mucha clase y cuando decimos algo lo