Capítulo 6

Lucy conocía de sobra su situación actual, no podía darse el lujo de escoger un lugar de trabajo, a estas alturas lo que callera era bueno para salir adelante. No solo era la operación de su hijo lo que estaba en juego, también su alimentación, sus medicamentos que se le terminaron hace unos días, y no lograba reponerlos gracias a que la corrieron de sus trabajos.

Si continuaba de esa forma era muy probable que el hospital reportara el caso a servicios familiares para que le quitaran a su pequeño Lucas. Maldecía la hora en que se topó con esa señora, y acepto el trato de casarse con el prometido de su hija; un trato que le dejo completamente indefensa ante la vista de todos, y del cual solo ella salió beneficiada, además la amenazó con mandarla a la cárcel si mencionaba algo al respecto.

Se quedó esperando a que Ela regresara de la dirección, mientras buscaría en el periódico en la sección de empleos alguna oferta; algo debería de existir para que ella pudiera ir a trabajar sin importarle la hora y el tiempo, todo fuera por conseguir dinero.

Tenía fe que en algunos lugares el poder de la señora no era tan fuerte, y le permitiría trabajar sin tener que despedirla un día después de que ella se enterara.

—Hola Lucy, ¿Qué te trae por acá? ¿Se volvió a enfermar Lucas?

—Hola Doctor, no… no... no… Vine para hablar con la encargada de caja sobre la operación de mi hijo.

— No has conseguido el dinero, ¿verdad?

Lucy bajo la cara en señal de vergüenza, siendo una persona joven no era capaz de conseguir un buen trabajo que le permitiera ganar dinero para solventar sus gastos. En cambio tenía que estar viviendo de favores para salir adelante día tras día.

Desde que llego al hospital de la ciudad el doctor y todo su equipo de trabajo la estuvieron apoyando con lo que podían, les daba tristeza ver que una chica que luchaba tanto le fuera tan mal en la vida, sobre todo que el pequeño Lucas viviera más con ellos que en su casa.

Era como si una maldición hubiera caído sobre ella por tener un hijo a temprana edad, sobre todo porque nadie había conocido al padre del chico.

—No doctor, le juro que estoy buscando trabajo, sin embargo, nadie me quiere dar todo por culpa de…

— ¿De quién Lucy?

—De… de… de nadie doctor, no me haga caso. Esta situación me tiene muy descontrolada y ya no se ni lo que digo, estoy a nada de volverme loca.

—No te preocupes, te entiendo más de lo que crees Lucy. Por cierto, una señora de una fundación se interesó en tu caso.

— ¿En serio? ¿Qué fundación? ¿Puedo ir a verla?

—Lo siento Lucy no le pregunte el nombre de la fundación, estaba tan contento de que se interesara en tu caso que no me acorde de eso. Al parecer nos escuchó hablando el día en que dieron de alta a Lucas, me pregunto por la salud del niño y le explique las necesidades que tenía. De no ser operado en menos de un mes podríamos tener un desenlace fatal, se ofreció ayudarte con mucho amor, me dijo que iría a tu cuarto ¿Hablaste con ella?

—No doctor, al parecer nunca llego al cuarto.

Ahora comprendía como fue que se enteró de la situación de su pequeño, sin duda alguna era una persona de malos sentimientos; hacerse pasar por dueña de una fundación para ayudar a los enfermos no tenía nombre, no tenía cara para decirle que solo fue una mentira para verse beneficiado.

Se despidió del doctor más triste de lo que ya estaba, tanto que hasta se olvidó que estaba esperando a Ela para que le diera una respuesta. Salió con el periódico en la mano, el tiempo que estuvo esperando logro encontrar que un bar muy famoso de la ciudad se encontraba reclutando trabajadores sin importar las referencias que presentaran.

Ella nunca había estado en uno de ellos, pero si era para trabajar no tendría problemas en hacerlo ahora mismo. Tenía que tomar una decisión y pronto, por lo que tan luego salió del hospital se dirigió a la dirección que mencionaba el anuncio para hacer la entrevista, para ello tuvo que caminar algunas cuadras hasta dar con el bar.

Sus pies le estaban cobrando la factura de todo ese esfuerzo sobre humano que estaba haciendo, pero ella no se iba a rendir ahora que había llegado hasta ahí por impulso de la adrenalina. Soltó todo el aire que estaba conteniendo, saludo al chico que se ubicaba en la puerta, quien la oriento hasta el lugar donde se estaban llevando acabo las entrevistas. El chico la trato con amabilidad, aunque al principio dudo de ella; para que le creyera tuvo que mostrar su carnet de identificación que la acreditaba como mayor de edad.

Los rasgos de Lucy eran muy finos y hermosos, a simple vista no pareciera como alguien que necesitara trabajar para sobrevivir, mucho menos de que a su edad fuera madre de un pequeño de año y medio. Ojala ese no fuera un obstáculo para conseguir el trabajo en ese lugar.

Una hora después salió sonriendo del bar, había conseguido el trabajo. Por fin conseguiría algo de dinero, el fin de semana podría regresar al hospital para hablar con Ela sobre lo que dejo pendiente el día de hoy. Ahora por lo único que debía preocuparse era por salir todas las noches de la casa de su esposo sin que nadie se diera cuenta.

En el camino de regreso pensaría en algo para que ella pudiera salir sin problemas y sin levantar sospechas, si Nelson Santoro se enteraba en donde trabajaba su esposa se podría desatar el caos, y justamente era lo que menos necesitaba.

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