Durante la llamada el corazón de Lucy retumbaba a cada segundo, mientras conversaba con la señora sobre la propuesta; se encontraba tan desesperada por haber perdido todos sus trabajos en pocas horas, sumado al hecho de que nadie la quería contratar gracias a su nuevo verdugo que la acechaba día y noche sin darle tregua alguna.
—Espero no arrepentirme después de esta locura, señora.
—Eso no pasará, como te dije, es lo mejor que puedes hacer por tu hijo. Ahora veamos la fecha de la boda, entre más rápido se lleva a cabo, más rápido me encargaré de pagar la operación al hospital que tanto necesita.
— ¿Qué? No... No… No… quien me asegura que usted no se retractara de este acuerdo, después de que me case con la persona que quiere, al fin y al cabo ya tendría lo que quiere mientras que yo seguiré esperando a que cumpla su palabra.
—Siempre cumplo mi palabra, esta vez no será la excepción señorita. Provengo de una familia respetable en la ciudad, tenemos mucha clase y cuando decimos algo lo cumplimos sin pestañear.
—Eso es algo que solo usted lo sabe, a mí lo que me interesa es que pague la cirugía de mi pequeño, si no fuera por él, créame que no aceptaría este contrato sin sentido, señora. Estas no son cosas que yo haría regularmente, dado a su intromisión no me hubiera quedado sin trabajos y tampoco nadie se negaría a contratarme; así que honorable, honorable no es, señora.
Lucy debería de agradecer que no se encontraban de frente, de lo contrario la “honorable señora” la despedazaría viva por sus comentarios al respecto. Nadie osaba hablarle de esa forma en la vida diaria, sin embargo, Lucy estaba rompiendo los paradigmas que existían sobre ella.
—Le aconsejo que no vaya por ese camino señorita, al menos que quieras perder todo lo que ya has ganado. Más de una persona moriría por casarse con Nelson Santoro si tuvieran la oportunidad, y tú la estas dejando perder tan solo por una estupidez de valores, que no te estas sirviendo para nada ahora que lo necesitas ¿Verdad?
No le interesaba saber nada que no fuera sobre ella y su pequeño, ignorarla era lo mejor que podía hacer por el momento antes de que la situación terminara peor de lo que ya se encontraba.
— ¿Puede pagar la mitad de la operación ahora señora? De esa forma el hospital me tomará en cuenta para iniciar los trámites de la cirugía, son muchos los estudios que se necesitan y deben empezar cuanto antes.
—Lo siento querida, el trato no funciona de esa forma. Primero debes casarte con el prometido de mi princesa, después me encargare de pagar todo lo que necesites, nadie me asegura que cumplirás tu palabra. Personas como tú solo tratan de aprovecharse de nosotros, personas con buenas intenciones —si esas eran buenas intenciones entonces no quiero saber cuáles son las malas.
—Le recuerdo que usted fue la que me busco, no al revés. No trate de insultarme o diga que soy una interesada cuando todo lo está acomodando a su favor, si tuviera lo que dices no acudiera a mí para salvarle el trasero a su hija.
Las lágrimas en la cara de Lucy no se hicieron esperar, las palaras que estaba escuchando jamás las permitiría si las cosas fueran diferentes. En esos momentos es cuando deseaba ser una persona con muchos recursos, para solventar ella misma la operación del pequeño sin tener que depender de nadie, pero la vida le había jugado un mal momento donde se encontraba a merced de alguien tan despiadado.
Se sentía tan humillada que lo único que deseaba saber era la fecha de la boda, y los por menores de la misma. Su pequeño la esperaba en casa de la vecina que se ofreció a cuidarlo mientras salía a la entrevista de trabajo a la cual nunca llego por culpa de aquel tipo sin remordimiento, últimamente se encontraba muchas personas de este tipo en su vida.
Después de que todo terminara, pensaba marcharse de la ciudad y vivir en un lugar alejado de todo lo que le trajera mala recuerdos en su vida.
—Solo un detalle más Lucy, tienes prohibido decirle a Nelson Santoro que tienes un hijo; si lo haces me asegurare de que termines en la cárcel por el resto de tu vida, y que él vaya a dar al peor orfanato que existe en la ciudad ¿Quedo claro?
Era evidente que sus intenciones se encontraban mal intencionadas, Santoro era la persona más temida por su larga lista de delitos cometidos, de las cuales nadie había podido comprobar absolutamente nada. Ni la autoridades han logrado comprobarle nada en su contra, se dice que es él quien controla toda la ciudad de Chicago.
Dos días después de la llamada donde prácticamente había vendido su alma al diablo, Lucy recibió un paquete negro a la puerta de su casa. El contenido era muy peculiar, sobre todo porque no tenía remitente alguno, al principio no quería tocarlo pensando que se equivocaron de puerta, pero la curiosidad le termino ganando como a todas las personas.
— ¿Hasta seguro que es para mí joven? —cuestiono aun con timidez, en su vida había recibido un obsequio de tal magnitud.
—Si señorita, la persona que me lo dio fue muy específica en cuanto su dirección. Por favor firme de recibido para que pueda continuar con mi trabajo, no quiero retrasarme con el resto de la paquetería o me descontaran de mi paga.
Pocas personas conocían la dirección de Lucy en la ciudad, estas las podía contar con una mano y le sobraban dedos, era algo que mantenía muy privado por el bienestar de su pequeño desde que logro mudarse tras la muerte inesperada de su mejor amiga.
Su corazón latía sin detenerse, tanto que se logra escuchar desde la puerta principal, en cuanto se adentró en su departamento lo puso sobre la mesa, debía atender primero a su hijo antes de echar una mirada a la caja. El pequeño Lucas se quedó dormido pronto por lo que sin duda se apresuró a la sala para tomar el paquete y abrirlo, no existía señal alguna del remitente, era como si quisieran jugar con su mente y lo estaban logrando.
Un exquisito vestido de novia con todos los accesorios que se requerían para complementarlo apareció frente a ella en cuanto levanto la tapa de la caja, cada detalle resaltaba espléndidamente ante sus ojos. Sin duda alguna, su valor era inimaginable en estos momentos para ella, que no contaba con los recursos suficientes ni para comprar una soda. Estaba a punto de decir algo, cuando su celular sonó insistentemente con un número no registrado.—No entiendo porque tardas tanto en responder la llamada, espero que el vestido sea el correcto. El fin de semana no hagas planes, pasará por ti una limosina; busca donde dejar a tu hijo y no olvides traer el vestido contigo.—Buenos días para usted también señora, ¿A dónde vamos el fin de semana? —respondió con educación, ante la mala lecha del interlocutor.—No estoy para jueguitos niña, el fin de semana es la boda.— ¿Qué? ¿Cuándo pensaba decírmelo? Acaso no sabe que las bodas llevan meses en prepararse, no hemos hablado sobre el tema, además
El día término de la mejor manera, aunque quisiera irse a su casa no estaba en sus planes hacer enojar aquel hombre el primer día de casados, suficiente fue con dejarla ir cuando la tuvo contra la pared. Si quería sobrevivir debía mantenerse lejos de él, si lo más lejos posible que pudiera; algo así como algunos kilómetros de por medio.Hasta que no estuviera en su casa con su hijo no estaría tranquila, por el momento era su vecina quien lo estaba cuidando a cambio de algo de dinero para ayudarla con sus pequeños.Lucy: Hola, ¿Cómo está mi bebe? ¿Te está dando problemas?Vecina: Se encuentra durmiendo como un angelito, no te preocupes por él, Lucy.Lucy: No sé qué haría sin ti, me salvas siempre de todos los problemas que tengo. Dale un beso enorme de mi parte, mañana regreso.Vecina: Tranquila, tomate tu tiempo que yo me hago cargo del pequeño.Lucy: Gracias, prometo no tardar tanto. Solo debo arreglar unos asuntos que me permitirán costear su cirugía.Debía descansar un poco antes d
Lucy conocía de sobra su situación actual, no podía darse el lujo de escoger un lugar de trabajo, a estas alturas lo que callera era bueno para salir adelante. No solo era la operación de su hijo lo que estaba en juego, también su alimentación, sus medicamentos que se le terminaron hace unos días, y no lograba reponerlos gracias a que la corrieron de sus trabajos.Si continuaba de esa forma era muy probable que el hospital reportara el caso a servicios familiares para que le quitaran a su pequeño Lucas. Maldecía la hora en que se topó con esa señora, y acepto el trato de casarse con el prometido de su hija; un trato que le dejo completamente indefensa ante la vista de todos, y del cual solo ella salió beneficiada, además la amenazó con mandarla a la cárcel si mencionaba algo al respecto.Se quedó esperando a que Ela regresara de la dirección, mientras buscaría en el periódico en la sección de empleos alguna oferta; algo debería de existir para que ella pudiera ir a trabajar sin import
Lucy llego muy temprano en su primer dia de trabajo, el mismo dia que fue a la entrevista de trabajo fue contratada gracias a su aspecto angelical y dulce, de seguro eso llamará mucho la atención de los hombres al momento que les tomara su orden, lo que se traduciria en dinero constante y sonante.Para eso su nuevo jefe le habia dado el uniforme más corto que habia encontrado en el armario, era como si todo se quisiera salir de su lugar de lo apretado que le quedaba. Aun asi no se quejo de nada, se repetia una y mil veces que todo lo hacia por su hijo, que el dinero que recibiera era para una buena causa; estas palabras se convirtieron en su mantra desde que obtuvo el trabajo.La noche estaba transcurriendo sin problemas, sus compañeras la aceptaron agradecidas de que tenían nuevas manos que la ayudaran con los clientes, al parecer el bar estaba teniendo más auge en las últimas fechas y no se daban abasto ellas sola. Después de mucho tiempo sintió un poco de paz en su corazón, las per
—Señor, ¿Qué hacemos con esas personas?—Ocúpense de ello no quiero volver a verlos por ningun lado, destruyan todo lo que tenga que ver con sus familias.—De acuerdo, lo mantendre informado.No necesitaba hablar más para decir lo que pasaria con ellos, con tan pocas palabras eran suficiente para terminar con personas indeseables en su vida. Lucy solo observaba de cerca lo que sucedia, algo dentro de ella empezo a agitarla, el miedo se le notaba constatementte; sobre todo porque su ahora esposo se encontraba enojado, y sentado a su lado con un aura de asesino serial.El resto del camino nadie fue capaz de de mencionar una palabra, nadie queria hacer enojar al jefe más de lo que ya se encontraba o muy seguramente terminaria tres metros bajo tierra.Nelson: Investiga todo lo que sepas de mi ahora esposa y su familia, cuando digo todo es todo. No quiero pretextos, te doy hasta mañana para que me des todas las respuestas a mis preguntas sobre la familia Meroti.Leonel: ¿Tan pronto y ya ti
Un pequeño silencio se hizo en la sala de aquella casa, donde nadie se atrevia ni a respirar cuando Nelson se encontraba presente. Lucy subio sus piernas al sillon donde se encontraba sentada, se aferro a ellos como si fuera su tabla de salvación, mientras que su esposo la observaba detenidamente ante de continuar hablando sobre la situación presentada esa noche.—¿A quién ofendiste? —pregunto cautelosamente a su esposa, quien mejor que ella para ser la fuente de información de sus problemas.—Alguien sin importancia —respondio sollozando.—Te asignare un cheque quincenal, espero que con eso te alcance para vivir por un tiempo en lo que encuentras un trabajo descente. Si necesitas más solo debes de hablar con mi asistente para que se encargue de tus problema, no quiero que regreses a ese bar de nuevo.—No quiero tu dinero, yo solo deseo trabajar con mis propias manos para ganerme lo que me merezco. Este es el unico trabajo que he coneguido y no lo voy a perder tan solo porque a ti no
Unos golpes en la puerta la hicieron despertarce, de tantos pensamientos enredados se quedo dormida sin darse cuenta. Si por ella fuera le hubiera encantado quedarse en cama un poco más, pero recordo que su hijo la necesitaba más fuerte que nunca. Por un accidente perdio su trabajo en el primer día, tenia pensado llegar al bar por la noche para agradecer a todos la buena vibra que mostraron hacia ella.Si algo la caracterizaba era eso, siempre fue muy agradecida con todos los que se portaban bien sin conocerla, aun cuando estaba segura que no recibiria paga alguna por las horas que estuvo trabajando.Sonia: ¿Dónde estás? el niño ha tenido un poco de calentura, es mejor que regreses pronto a casa.Lucy: ¡Dios mio! Sonia, me es imposible regresar en estos momentos, te juro que en cuanto termine mi entrevista ire a al casa sin demorarme. Por favor, por favor Sonia, podrías esperarme un poco más, y hacerte cargo de Lucas.Sonia: Debes darte prisa, Lucas puede empeorar, conoces las consecu
—Veamos cuanto tiempo más le dura su mentira, aquí estare esperandola para reirme en su cara. Debio pensarlo bien antes de querer jugar conmigo, todavia no nace la persona que me vea la cara y viva para contarlo.Nelson tenía claro cual era su siguiente paso, acabaria con sus enemigos lentamente y sin dejar huella; por algo era conocido como el temido CEO de toda la ciudad, ademas de mantener su lugar en el bajo mundo y más de uno trabajaba para él sin restricciones. De esto último no era algo de lo que estuviera orgulloso, sin embargo, lo aprovechaba al máximo para mantener a más de una persona a raya.San Francisco era un gran lugar para crecer como empresario, el territorio se encontraba muy marcado y se requeria de mano de acero todos los días. En ocaciones le tocaba hacer constantes viajes que lo dejaban agotado, para eso existia su hermano, quien lo cubria día y noche en los negocios.—¡Ven a mi oficina, Lucy!—Como diga jefe —tenia una semana bajo el mando de este tirado, ni pa