Lucy se había sorprendido tanto que se quedó muda y paralizada sin poder expresar nada de lo que pasaba por su mente. La desconocida tomo la iniciativa y se encaminaron a la habitación de Lucas para hablar sin que nadie los pudiera escuchar, algo dentro de Lucy le decía que no era muy buena idea; sin embargo, se encontraba dispuesta hacer lo que fuera necesario para salvar a su hijo, aun en contra de sus principios.
—Quita esa cara, no pienso vender tus órganos.
—No entiendo que tenemos que hablar, y como puede ayudarme con la operación de mi hijo, pero escuchare lo que tenga que decirme señora.
—No pienso quitarte mucho tiempo querida Lucy, te aconsejo que pongas mucha atención a lo que voy a decirte, no tengo la intención de repetirlo dos veces. Mi hija hasta a punto de contraer matrimonio; sin embargo, no voy a permitir que arruine su vida con una persona que no tiene ningún oficio ni beneficio para el resto de su vida.
— ¡Qué! —La sorpresa en la cara de Lucy se reflejó de inmediato, no entendía que tenía que ver la boda de su hija con la operación de su hijo. A veces era lenta para entender ciertas situaciones como estas, en las que se hablaba de dos mundos diferentes.
—No estoy entendiendo que tiene que ver una cosa con la otra señora, por favor sea más explícita sobre el tema o le pediré que se retire del cuarto de mi hijo que debe descansar antes de irnos.
—Deberías de entenderlo, no tienes mucho tiempo para salvar la vida de tu hijo, o al menos eso es lo que dicen el diagnóstico de tu pequeño. En conclusión, quiero que te cases con el prometido de mi hija mientras ella disfruta de la vida a como desee, si haces eso, personalmente pagaré la operación de tu pequeño el mismo día en que firmes el contrato matrimonial.
—¡¡¡Qué!!! ¿Se volvió loca?
—Para nada querida, solo estoy haciendo un trato justo para ambas partes. Tú tienes una necesidad al igual que nosotras en este momento, se trata de intercambiarnos favores y todos saldremos beneficiados de esto señorita.
— ¿Cómo se atreve? no pienso hacer nada de eso.
—Es usted una persona muy linda con un cuerpo excelente, posee una cara muy linda, y por lo que puedo observar es también una buena madre que está dispuesta hacer lo que sea necesario para salvar a su hijo.
—De ninguna forma voy a aceptar ese trato, señora, sin duda se ha equivocado de persona. Le agradeceré que se retire en este momento antes de que llame a seguridad para que la saque de este lugar.
—Esto no es una broma señorita, más que nunca estoy hablando en serio. Es un tema muy delicado para toda mi familia y créame que pagaré lo que sea necesario para que no sea mi hija la que se una en matrimonio con ese tipo, usted necesita el dinero para la operación de su hijo, no estamos haciendo ningún mal a nadie, solo nos estamos beneficiando de ambas.
—De ningún modo voy a aceptarlo —Lucy quería gritarle, pero estaban en el cuarto del pequeño Lucas y debía mantener un poco de cordura antes de perderla por completo. Después de pensar un rato, se atrevió a preguntar.
— ¿Puedo saber de quién se trata? ¿De quién están huyendo?
—Eso es lo de menos, tu único deber es casarte con él, después pagaré lo que quieras en este hospital Lucy.
—Debo saber de quién se trata, tal vez sea un loco, por eso no quiere que se case con su hija señora.
—Ya que insiste te diré, su nombre es Nelson Santoro. La persona más incompetente y brutal que pueda existir en todo San Francisco, lo tendrás a tu disposición si así lo deseas.
— ¿Está usted hablando del tipo que sale en la prensa casi todos los días por los constantes encuentros con la policía, y todas esas fiestas que arma hasta deshoras de la madrugada?
—Efectivamente, veo que sabes perfectamente bien de quien hablo querida. Como verás el tipo no está de mal ver, hasta saldrás ganando en este trato después de todo, es uno de los hombres más guapos de la ciudad.
— ¡Olvídelo!, ¡Jamás me relacionaré con personas como esa! Prefiero trabajar las 24 horas del día para salvar a mi hijo, antes de caer tan bajo.
—Te recuerdo que lo que menos tienes es tiempo querida, te sugiero que lo pienses muy bien Lucy, todo puede suceder en este período; te lamentaras por no aceptar este pequeño trato que te traerá grandes beneficios.
— ¿Me está amenazando, señora? —para este momento la cara de Lucy, se tornaba de colores, lo que la mostraba en desventaja frente al resto de las personas.
—No amenazo, solo digo que puedes perder todo lo que tienes en poco tiempo Lucy; eso complicara tu vida más de la cuenta. No creo que quieras perderlo todo en menos de una semana si así me lo propongo, pero solo tú tienes la decisión en tus manos, después no quieras culpar al resto de las personas.
—Es mejor que se vaya, no pienso seguir soportando sus comentarios sin sentido. Asegúrese de cerrar la puerta cuando salga por favor; está totalmente podrida de su corazón si considera que pondré en riesgo la salud de mí pequeño, tan solo por complacerla.
—Me voy, pero esta es mi tarjeta. Si cambias de opinión no dudes en marcarme querida, estaré esperando con ansias tu llamada para concluir este trato, que me ha quitado mucho tiempo de mi vida.
Tal y como lo había mencionado esa tarde, dos días después de aquel encuentro Lucy había perdido sus trabajos sin razón aparente. Busco alternativas en donde nadie le daba trabajo, tampoco le daban justificación alguna para no contratarla. También se encontraba a punto de ser desalojada de su casa, empezando a decaerse más de la cuenta; por su cabeza paso la propuesta, pero decidió seguir adelante; alguien la contrataría sin problemas, solo era cuestión de seguir buscando un poco más.
Justamente esta tarde tenía una entrevista de trabajo en un pequeño café gourmet ubicado a unas cuadras de una empresa muy importante, cuando Lucy salió de su casa se paró en una esquina esperando el coche que había solicitado para transportarse. Había olvidado que era un día lluvioso por lo que solo tomo se abrigó, para su mala suerte un coche deportivo que transitaba no se detuvo en la esquina, pasando sobre un charco de agua a toda prisa, bañándola por completo.
—Puedes fijarte por donde andas animal, arruinaste mi ropa y voy a una entrevista de trabajo —grito frustrada ante lo ocurrido, no podía creer que la mala suerte la seguía acompañando a donde fuera.
—No es mi culpa que te pares en la esquina sin un paraguas, deberías ser más precavida cuando salgas de casa “loca” —respondió el tipo que había bajado de su vehículo con cara de superioridad.
— ¿Loca? loca tu abuela —respondió irritada. —Eres el tipo más arrogante que he visto, todavía que cometes un error y no quieres aceptarlo, prefieres culpar a los demás por lo que haces.
— ¿Y tú?, la chica más despistada que existe. Fíjate por donde caminas para la próxima, no todos serán tan amable como yo “loca”
—El que se debe de fijar por donde maneja eres tú, un día te darán tu merecido barbaján y entonces te acordaras de mí.
No podía creer lo que estaba sucediendo, tal y como lo había prometido la señora que la visito en el hospital, lo perdió todo en menos de una semana, mientras su hijo se encontraba en riesgo por disposición de terceras personas que no tenían corazón en pasar sobre los demás para lograr sus objetivos.
Con lagrima en los ojo recordó que tenía una tarjeta entre su cartera, era momento de dar el paso; sin perder el tiempo realizo aquella llamada que tanto había pensado hacer. Espero a que la llamara se conectara, mientras se cabeza daba vueltas antes la situación. Tan pronto se conectó, escucho la voz de aquella mujer que la tenía entre sus manos.
— ¿Cuál es tu respuesta?
—Acepto.
—Es la mejor decisión que tomaste querida Lucy, ahora puedes estar tranquila; la operación de tu hijo se llevara a cabo antes de que termine el mes, tal y como lo platicamos. Solo tienes que firmar y tú vida quedara resuelta antes de lo que te imaginas.
Durante la llamada el corazón de Lucy retumbaba a cada segundo, mientras conversaba con la señora sobre la propuesta; se encontraba tan desesperada por haber perdido todos sus trabajos en pocas horas, sumado al hecho de que nadie la quería contratar gracias a su nuevo verdugo que la acechaba día y noche sin darle tregua alguna.—Espero no arrepentirme después de esta locura, señora.—Eso no pasará, como te dije, es lo mejor que puedes hacer por tu hijo. Ahora veamos la fecha de la boda, entre más rápido se lleva a cabo, más rápido me encargaré de pagar la operación al hospital que tanto necesita.— ¿Qué? No... No… No… quien me asegura que usted no se retractara de este acuerdo, después de que me case con la persona que quiere, al fin y al cabo ya tendría lo que quiere mientras que yo seguiré esperando a que cumpla su palabra.—Siempre cumplo mi palabra, esta vez no será la excepción señorita. Provengo de una familia respetable en la ciudad, tenemos mucha clase y cuando decimos algo lo
Un exquisito vestido de novia con todos los accesorios que se requerían para complementarlo apareció frente a ella en cuanto levanto la tapa de la caja, cada detalle resaltaba espléndidamente ante sus ojos. Sin duda alguna, su valor era inimaginable en estos momentos para ella, que no contaba con los recursos suficientes ni para comprar una soda. Estaba a punto de decir algo, cuando su celular sonó insistentemente con un número no registrado.—No entiendo porque tardas tanto en responder la llamada, espero que el vestido sea el correcto. El fin de semana no hagas planes, pasará por ti una limosina; busca donde dejar a tu hijo y no olvides traer el vestido contigo.—Buenos días para usted también señora, ¿A dónde vamos el fin de semana? —respondió con educación, ante la mala lecha del interlocutor.—No estoy para jueguitos niña, el fin de semana es la boda.— ¿Qué? ¿Cuándo pensaba decírmelo? Acaso no sabe que las bodas llevan meses en prepararse, no hemos hablado sobre el tema, además
El día término de la mejor manera, aunque quisiera irse a su casa no estaba en sus planes hacer enojar aquel hombre el primer día de casados, suficiente fue con dejarla ir cuando la tuvo contra la pared. Si quería sobrevivir debía mantenerse lejos de él, si lo más lejos posible que pudiera; algo así como algunos kilómetros de por medio.Hasta que no estuviera en su casa con su hijo no estaría tranquila, por el momento era su vecina quien lo estaba cuidando a cambio de algo de dinero para ayudarla con sus pequeños.Lucy: Hola, ¿Cómo está mi bebe? ¿Te está dando problemas?Vecina: Se encuentra durmiendo como un angelito, no te preocupes por él, Lucy.Lucy: No sé qué haría sin ti, me salvas siempre de todos los problemas que tengo. Dale un beso enorme de mi parte, mañana regreso.Vecina: Tranquila, tomate tu tiempo que yo me hago cargo del pequeño.Lucy: Gracias, prometo no tardar tanto. Solo debo arreglar unos asuntos que me permitirán costear su cirugía.Debía descansar un poco antes d
Lucy conocía de sobra su situación actual, no podía darse el lujo de escoger un lugar de trabajo, a estas alturas lo que callera era bueno para salir adelante. No solo era la operación de su hijo lo que estaba en juego, también su alimentación, sus medicamentos que se le terminaron hace unos días, y no lograba reponerlos gracias a que la corrieron de sus trabajos.Si continuaba de esa forma era muy probable que el hospital reportara el caso a servicios familiares para que le quitaran a su pequeño Lucas. Maldecía la hora en que se topó con esa señora, y acepto el trato de casarse con el prometido de su hija; un trato que le dejo completamente indefensa ante la vista de todos, y del cual solo ella salió beneficiada, además la amenazó con mandarla a la cárcel si mencionaba algo al respecto.Se quedó esperando a que Ela regresara de la dirección, mientras buscaría en el periódico en la sección de empleos alguna oferta; algo debería de existir para que ella pudiera ir a trabajar sin import
Lucy llego muy temprano en su primer dia de trabajo, el mismo dia que fue a la entrevista de trabajo fue contratada gracias a su aspecto angelical y dulce, de seguro eso llamará mucho la atención de los hombres al momento que les tomara su orden, lo que se traduciria en dinero constante y sonante.Para eso su nuevo jefe le habia dado el uniforme más corto que habia encontrado en el armario, era como si todo se quisiera salir de su lugar de lo apretado que le quedaba. Aun asi no se quejo de nada, se repetia una y mil veces que todo lo hacia por su hijo, que el dinero que recibiera era para una buena causa; estas palabras se convirtieron en su mantra desde que obtuvo el trabajo.La noche estaba transcurriendo sin problemas, sus compañeras la aceptaron agradecidas de que tenían nuevas manos que la ayudaran con los clientes, al parecer el bar estaba teniendo más auge en las últimas fechas y no se daban abasto ellas sola. Después de mucho tiempo sintió un poco de paz en su corazón, las per
—Señor, ¿Qué hacemos con esas personas?—Ocúpense de ello no quiero volver a verlos por ningun lado, destruyan todo lo que tenga que ver con sus familias.—De acuerdo, lo mantendre informado.No necesitaba hablar más para decir lo que pasaria con ellos, con tan pocas palabras eran suficiente para terminar con personas indeseables en su vida. Lucy solo observaba de cerca lo que sucedia, algo dentro de ella empezo a agitarla, el miedo se le notaba constatementte; sobre todo porque su ahora esposo se encontraba enojado, y sentado a su lado con un aura de asesino serial.El resto del camino nadie fue capaz de de mencionar una palabra, nadie queria hacer enojar al jefe más de lo que ya se encontraba o muy seguramente terminaria tres metros bajo tierra.Nelson: Investiga todo lo que sepas de mi ahora esposa y su familia, cuando digo todo es todo. No quiero pretextos, te doy hasta mañana para que me des todas las respuestas a mis preguntas sobre la familia Meroti.Leonel: ¿Tan pronto y ya ti
Un pequeño silencio se hizo en la sala de aquella casa, donde nadie se atrevia ni a respirar cuando Nelson se encontraba presente. Lucy subio sus piernas al sillon donde se encontraba sentada, se aferro a ellos como si fuera su tabla de salvación, mientras que su esposo la observaba detenidamente ante de continuar hablando sobre la situación presentada esa noche.—¿A quién ofendiste? —pregunto cautelosamente a su esposa, quien mejor que ella para ser la fuente de información de sus problemas.—Alguien sin importancia —respondio sollozando.—Te asignare un cheque quincenal, espero que con eso te alcance para vivir por un tiempo en lo que encuentras un trabajo descente. Si necesitas más solo debes de hablar con mi asistente para que se encargue de tus problema, no quiero que regreses a ese bar de nuevo.—No quiero tu dinero, yo solo deseo trabajar con mis propias manos para ganerme lo que me merezco. Este es el unico trabajo que he coneguido y no lo voy a perder tan solo porque a ti no
Unos golpes en la puerta la hicieron despertarce, de tantos pensamientos enredados se quedo dormida sin darse cuenta. Si por ella fuera le hubiera encantado quedarse en cama un poco más, pero recordo que su hijo la necesitaba más fuerte que nunca. Por un accidente perdio su trabajo en el primer día, tenia pensado llegar al bar por la noche para agradecer a todos la buena vibra que mostraron hacia ella.Si algo la caracterizaba era eso, siempre fue muy agradecida con todos los que se portaban bien sin conocerla, aun cuando estaba segura que no recibiria paga alguna por las horas que estuvo trabajando.Sonia: ¿Dónde estás? el niño ha tenido un poco de calentura, es mejor que regreses pronto a casa.Lucy: ¡Dios mio! Sonia, me es imposible regresar en estos momentos, te juro que en cuanto termine mi entrevista ire a al casa sin demorarme. Por favor, por favor Sonia, podrías esperarme un poco más, y hacerte cargo de Lucas.Sonia: Debes darte prisa, Lucas puede empeorar, conoces las consecu