Al estar un poco más cerca de él gritó con todas sus fuerzas.
—¡WAGNER!
Su vestido ondeaba gracias a la brisa que provocaba las aspas del helicóptero. Al parecer a causa del ruido producido por el motor de ese aparato él no podía oírla.
—Wagner. Volvió a gritar corriendo hacia él, pero era demasiado tarde.
[...]
El millonario no había tenido tan buena noche, después de llevar a Nadia a casa por la mañana optó por dejarla sola un tiempo. Entendía que necesitaba tiempo para ella… tiempo para pensar las cosas. Tiempo para
Dos meses después…—Es que esto no cierra, joder Nadia ¿Pero que coño has comido?—¡Subelo! ¡Subelo! Le apremiaba la castaña sudando como cerdo.—¡Mierda! deja de expirar sudor. Arruinaras todo mi trabajo.—Entonces sube el maldito cierre. Brama enojada.Unos segundos después de tanto forcejeo la morena al fin logro subir el cierre que casi le cobro la vida de aquel estrambótico vestido de novia.Esa tarde la joven contraería matrimon
Conoce a los protagonistas.Wagner D'Blukcle, es un empresario multimillonario de 38 años de edad. Catalogado como arrogante, prepotente y sobre todo egocéntrico. Su estilo de vida deriva de adquirir lo mejor. Este millonario extravagante a quien le gusta presumir todo lo que tiene en su poder, pero detrás de esa fachada de empresario respetado se esconde otra persona… su verdadera personalidad, una peligrosa y oscura.Este atractivo hombre es el propietario de Aerolíneas privadas D'Blukcle en Houston (ciudad de Texas) su acaudalada vida la vive como le va en gana; entre el trabajo, mujeres de una noche y alcohol. En su perfecta vida no había cavidad para nada más, sin complicaciones se vive
Era un lunes por la mañana, el sol había salido hace dos horas atrás iluminando la lujosa y espaciosa mansión de Wagner D'Blukcle. Las percianas de la ventanas eran eléctricas, programadas para abrise puntual al amanecer. Desde la habitación se podia observar la enorme piscina en forma rectangular. Gracias a los rayos del sol está brillaba dándole un aspecto provocativo.Wagner se levantó de la cama tomo una toalla del clóset y así mismo con la única prenda de ropa que llevaba puesta (unos boxer) encamino sus pasos hasta el exterior de la casa. Al salir de la residencia por la parte trasera, respiro profundamente llenando sus pulmones de aire fresco y limpio.—¡Qué buen día hace! Sonríe estirando su cuerpo.<
Nadia salió de aquel edificio más feliz que nunca, había obtenido el empleo de mensajera. Era extraño para una chica pero desde que descubrió que la paga era buena aplicó para pedir el trabajo. El horario era excelente, no chocaria con sus clases nocturnas bueno en cuanto cancelara el semestre y pudiera retomar la rutina. Necesitaba llamar a su novio Josh para contarle la buena noticia. El no estaba muy convencido de que trabajara como mensajera pero Nadia era una persona positiva.Cualquier empleo bien pagado le caería como anillo al dedo, después de graduarse le sería más fácil encontrar un empleo como enfermera en cualquier hospital. Estaba de buen humor, nadie podría aruinar el revoltijo de emociones que sentía en su estómago. Tomo otro autobús para dirigirse hasta su trabajo actual, uno en el que pensaba renunciar ese dí
Por la noche de ese lunes Wagner regresa a su mansión. El día había sido agotador, primero con la salida del avión cargado con las armas que fueron vendidas, y luego tuvo que lidiar con un problema de un vuelo que se retrasó. Por esa razón necesita comprar más aviones, ese tipo de inconvenientes no eran bien visto en su compañía.El Mercedes desaparece de su campo de visión mientras que él entra en su lujosa casa, como siempre ordenada de pies a cabeza todo estaba en su lugar. Todos los días la señora del servicio llegaba justo después de que el se marchara a trabajar, está se encargaba de asearla antes de que el llegase por la noche. No le agradaba ver a nadie en su residencia para cuando el llegase, le molestaba.Subió
El viernes había llegado muy rápido, Wagner se encontraba metido en su ordenador revisando algunas propuestas que recibió para hacer lo que mejor sabía hacer... negocios, siempre las recibía y todas buenas… así que tenía de donde escoger. A pesar de recibir constantemente grandes cantidades de dinero a diario, continuaba cabreado por la decisión que habían tomado Kevin y Michael. Le negaron el permiso para su proyecto y eso no era lo que esperaba de ellos.Dejo de maniobrar el ordenador recostándose en su sillón. Sonrió de oreja a oreja, pensando que justo en esos momentos esos dos ancianos se encontraban bajo su poder en un galpón abandonado. Sus hombres los mantenían vigilados, los tendría así por un día más. Debían aprender que a Wagner D'Blukcle nadie le decía que no. Con esa lección esperaba que cambiarán de opinión.Miro la hora en su reloj Rolex de oro que complementaba su atuendo. Era tarde ya, ¿Porque carajos seguía en la oficin
Harris el amigo doctor de Wgaber salió por la puerta donde habían ingresado a la chica que atropello. La expresión de su rostro le indicaba que el accidente no había sido tan grave después de todo.—Estara bien, algunos raspones y cortes. Lo único importante fue la herida en la cabeza tuve que tomarle cuatro puntos, también le mandé hacer una radiografía para cerciorarme de que todo estaba en orden.—¿Y todo salió bien?—Si. Ella estará bien, la dejaré por esta noche aquí. Mañana podrá regresar a casa.—¿Es todo? Bueno, por alguna razón aquellas palabras fueron como un puñal ardiente clavándose en el pecho de Wagner ¿Porque le fastidiada el hecho de que ella le odiara?—Fue un accidente, te pido disculpas… yo estoy corriendo con los gastos de la clínica y…—¡Ah no! Es que sería el colmo que yo tuviera que pagar por todo. Usted… usted arruino mi trabajo, mis… mis clases...¡Dios! Todo. Lo miro de forma acusatoria.—Te lo compensare.¿Pero qué carajos le pasaba? ¿Compensar? ¿A una mujer? Algo no estaba bien con el, nunca se comportaba de esa manera con una chica.<Capitulo VI Confrontación