Alexa abrió los ojos y lo primero que hizo fue revisar el teléfono que estaba en la mesita de noche junto a la cama. Tenía un mensaje de Nando:
─Tenías razón Alex, fue el mejor cumpleaños que he tenido en mucho tiempo.
Sonrió en cuanto lo leyó. Realmente no sabía lo que le pasaba con él. Aseguraba que no le gustaba en lo absoluto, o sí, pero solo como amigos.
─Jamás de los jamases podría involucrarme amorosamente con él, aun sigue siendo el raro del colegio ¿no? ─pensó segundos después, acostada boca arriba en su cama con el móvil sobre el pecho.
Se quedó así, mirando al techo un buen rato, pensando en las musarañas, ¿o en Nando?
─ ¿Por qué me pongo tan nerviosa cuando pienso en la idea de verlo esta tarde? Anoche cuando me dejó en la puerta de la casa, su mi
─¡Corre! −Grita Alexa. ─No te pares, alcánzame ─continua diciendo, sin mirar atrás. Nando carece de fuerzas, será por las drogas que le han puesto en el hospital, aun así, hace lo posible por alcanzarla. Alexa ya no aguanto ─Grita él. Acelera y chocan, se enredan y caen tendidos en el suelo, él sobre ella. Se apoya con una mano en la hierba húmeda, la otra la usa para apartar el pelo de su cara, la besa en los labios. Un beso a ojos cerrados, de los que te hacen olvidar donde estás y bajo qué circunstancias. De los que te sacan el alma del cuerpo y sientes que vuelas a otra dimensión. En este lugar no existe nada, ni vida, ni muerte, ni el peligro, ni siquiera tú existes, solo ella, la otra persona. No puedes ver nada, ni pensar, solo puedes sentir. Sentir sus labios húmedos, su respiración, el latido de su corazón, su sangre navegando por todo su cuerpo. Se reponen, baja a la tierra de la nube en que estaba y la mira, la mira pens
Lola entró al salón de Matemáticas. Dejó su mochila de cuero sintético negra con flecos que le colgaban de la tapa, sobre el escritorio. Sacó la Tablet y se dispuso a leer. Poco a poco comenzó a llenarse el aula. Todos la saludaban con alegría, era muy popular en el colegio y conocida por ser buena en todo. Su estilo bohemio la hacía destacar.Tiene el pelo largo y lacio, teñido de rojo intenso. La piel blanca como el papel y los ojos verdes. Es de estatura media y sus curvas son un poco exuberantes, aunque conserva el vientre totalmente plano. Esa mañana llevaba una falda por los tobillos de color café y una blusa que le caía sobre un hombro dejándolo totalmente descubierto, mientras el otro permanece dentro de la manga contraria. Sus manos están llenas de hermosas pulseras, la mayoría hechas por ella misma, con recuerdos que traen sus padres de los viajes de
Enny y Alexa coincidían en casi todas las clases ese curso. Así que entraron juntas al salón de Literatura, luego de dejar a Lola en la puerta del de Mates. Se despidieron con un beso al aire, como solían hacer.En poco tiempo, todos los estudiantes del aula se amontonaron alrededor de las chicas, para escuchar con atención sus historias del verano. Unos minutos después Irrumpió una voz desconocida en la habitación.─Hola soy el señor Méndez, profesor sustituto, estaré aquí mientras la señora Green está de licencia por maternidad ─dijo, y se apresuró a escribir su nombre en la pizarra.─¡Malcome Méndez! ¡Qué guapo! −susurró EnnyAlexa le respondió con una sonrisa pícara. Parecía que habían echado algún tipo de polvo mágico en el aire, por las caras de los
Se quedó unos minutos viéndolo jugar desde las gradas. Lo animó con muchísima entrega, tanto que la voz que más resaltaba era la suya.Alexa y Matt eran novios desde pequeños, había sido su primer amor de la infancia, su primer beso de verdad en la adolescencia y su primera relación sexual, recién consumada. Estaban hechos de primeras veces.Matt es muy apuesto, cabello rubio, piel blanca, ojos azules, justo como Alexa. Parecen hermanos de tan similares que son. No en vano tienen el título a la pareja más popular del colegio.Matt llegó todo sudoroso a donde Alexa, la levantó en peso y le dio un giro en el aire. La bajó y la besó en los labios, un beso largo y apasionado. Finalmente se separó y le dijo:─No sabes cómo añoré este momento. Te extrañé tanto Alexa, no había noche que no pen
–Reunión urgente en mi casa, con fiesta de pijamas incluida. —Advirtió Alexa por el grupo de WhatsApp.–Sí, que a mí me viene genial dormir fuera de casa –escribió Lola.–Yo no sé si me dejen ir, como mañana hay clases… −añadió Enny–Por favor Enny, convence a tus padres, las necesito. He roto con Matty.A las ocho en punto parqueó un BMW rojo en la entrada de casa de Alexa. Lola se bajó del auto, luego de estacionarlo junto al jardín. Llevaba un vestido de flores, muy ancho, con una chaqueta de mezclilla por encima. Calzaba unas botas negras, sin cordones, con un muy bajo tacón cuadrado. El cabello rojo intenso estaba bien acomodado en un chongo alto, en medio de la cabeza.Alexa que sintió el claxon del auto en cuanto llegó, bajó a toda prisa por las escaleras para dar la bien
Iba Lola al volante, cuando le suena el móvil, Alexa que estaba de copiloto lo observa por ella.−¿Quién es Eidan? –preguntó.−Nadie −le arrebató el móvil de las manos.−¡Uh! Lola tiene chico nuevo −se burló Alexa.Enny iba en la parte trasera, enajenada en sus pensamientos, le costaba entender por qué Malcome no salía de su cabeza. Llevaba un pantalón deportivo de color negro, una sudadera blanca con un cartel de empoderamiento femenino, las mismas zapatillas de anoche y el pelo recogido en una coleta.Lola vestía unos vaqueros anchos, al estilo de los años noventa, una blusa de cuello alto ancha y unas sandalias de tiras finas que se amarraban en los tobillos. Llevaba su cabello rojo y lacio, suelto y repartido en dos mechones a cada lado de su cuello.Alexa lucía una saya de mezclilla ajustada, desflec
Eran las cuatro de la tarde del miércoles, Enny y el profesor Méndez habían acordado reunirse en el Ginna´s Cofee. Allí estaba él, sentado en una mesa para dos, ubicada justo debajo de uno de los grandes ventanales. Ella lo divisó desde la entrada. Estaba muy nerviosa, se acomodó el cabello, respiró hondo (unas cuantas veces) y caminó hasta la mesa. Cuando estaba casi a punto de tocar la silla, se acerca la camarera y le pregunta a Malcome qué iba a ordenar. −¿Qué deseas Enny? −preguntó a la chica que justo acababa de sentarse. −Un frapuccino. −contestó ella. −Lo mismo para mí. La camarera se alejó con su orden. −Me encanta sentarme en este sitio, desde aquí puedo ver todo el lugar. Y lo mejor, saber también que está pasando fuera. −dijo entusiasmada, poniendo su mochila sobre el suelo. −¿Ves esa señora de allá con el perrito pequinés blanco? –ella asiente con la cabeza−, viene cada tarde al parque, siempre se
Era viernes en la tarde, Alexa se había pasado todo el día en casa, encerrada en su habitación. Alguien tocó la puerta principal, la señora Jones lo atendió. Era Nando, el tutor de año le había orientado traer a Alexa sus apuntes, según él.─No entiendo los castigos de las escuelas hoy en día. ─bufó Taylor.Lo hizo pasar y esperar en el recibidor. Subió las escaleras hasta la habitación de su hija y le informó que un joven la esperaba abajo.─¿Nando? ─dijo Alexa sorprendida cuando lo tuvo de frente.─Me envió el profesor Carlos, para que no te pierdas contenidos importantes mientras estés ausente. ─reaccionó él.Alexa le lanzó una mirada de desconfianza, pero no quiso hablar más delante de su madre. Tenía muchas preguntas que hacerle sobre lo que había ocurrido la m