Una de las ventajas de estar en cuarentena es que no tienen que salir a ningún lado y sin contar las clases disponen de una cantidad de tiempo libre que antes no había sabido como utilizar, además de tomarse fotos para su Only Fans, que por suerte va muy bien y le ha ayudado a pagar los últimos meses de arriendo, junto a la cantidad innumerable de condones que ha tenido que comprar. Aun tiene que ir al ginecólogo, pero no ha podido conseguir hora, así que por mientras los preservativos han funcionado, aunque debe admitir que quiere volver a experimentar esa sensación de Matteo explotando en su interior, llenándola con su crema espesa. Pero no quiere hijos y tampoco es tan estúpida como para arriesgarse.
Está editando fotos, encerrada en su cuarto porque no sabe si es algo que debería seguir haciendo luego de que Matteo le dijo que le gustaba enserio, pero es parte de su fuente de ingreso y no se pued
¿Irse con él?¿Realmente le gustaba tanto como para dejar su país, su gente, atrás? Y más importante aún, ¿le gustaba ella lo suficiente a él?Dios, ni siquiera tenían una relación serie y de pronto sentía que se iba a casar con él, quizás por eso es que responde con un “no” firme, un poco espantado y chillón. La manera en que le rostro de Matteo se desmorona la hace arrepentirse de inmediato de su decisión. ¿Estaba esperando que dijera que sí? ¿Tanto le gustaba?Su cabeza iba a explotar si seguía pensando en lo mismo. De la nada esos intercambios sexuales divertidos y ligeros se habían convertido en algo serio, forzado por la llegada de sus padres. Luego Matteo le dijo que le gustaba, parecían que las cosas iban a ser diferentes esta vez. Pensó que por fin estaría con alguien que la p
Matteo observa con una mirada hambrienta como Andrea se deja arrastrar por el orgasmo, causado por un placer que le provoco él. Su expresión de labios abiertos y ojos cerrados, las mejillas coloradas y el cuello largo estirado, expuesto para él, suplicando por que lo marque. Matteo se inclina sobre ella, todavía con los dedos en su interior, el pulgar acariciando su clítoris alargando el orgasmo, posa sus labios sobre el pulso agitado y luego succiona, alternando con lamidas y por último una mordida que hace que Andrea se estremezca de nuevo, un gemido desaforado vibrando en su garganta.Andrea es adicta al dolor de la misma manera que él es adicto a infundirlo.Ella cae laxa sobre el colchón, su pecho subiendo y bajando arrítmico mientras intenta recuperarse de la dupla de orgasmos que recibió. No sabe si Matteo es realmente bueno en esto o si ella es tan inexperienciada que todo le resulta incre&ia
Con emoción, presiona el botón rojo en la esquina interior derecha de la pantalla. Una exhalación larga y cansada pasa por sus labios luego de salir de la clase. Cierra el Zoom, internet y todo lo demás para poder apagar su computador y hacerlo a un lado. Y una vez que se ha deshecho del objeto, por fin puede descansar.Primero se contrae, su cuerpo se pone en posición fetal y luego para soltar las tensiones, se estira, forzando sus músculos a alcanzar la mayor extensión posible. Suelta un sonido de placer gutural y sonríe, extasiada por el final de su día universitario.Se gira en el sillón, sus ojos se dirigen al balcón, y la satisfacción la llena de nuevo. Algo tiene la vista, desde el séptimo piso del departamento, que pone a su corazón a latir más rápido. En su posición puede ver algunos edificios frente a ella y de otros tan solo ve el techo. M&a
—Yo creo que le gustas.Andrea entorna los ojos y resopla.—No seas ridícula. Matteo ha sido un idiota conmigo desde el día uno. ¡Pensó que era un hombre!—Pelo corto y sin peinar— enfatiza Pame —, piernas de pollito, brazos de fisicoculturista en esteroides…—¡Ey! — intenta defenderse ella, pero Liv la interrumpe.—¡Oh! ¡Lo había olvidado! Creo que tengo fotos de esa época, estabas mamadisima.Puede sentir su rostro calentándose de vergüenza mientras sus amigas desvarían sobre ese año en donde iba al gimnasio con el amigo que le gustaba y hacían la misma rutina que, claramente, no era para ella.Mira su brazo, lo flexiona de diferentes maneras y se sorprende que después de años todavía puede ver músculos en ellos.—Además, Matteo dij
Su confesión la deja enmudecida. Las mejillas se le sonrojan y su corazón comienza a palpitar entusiasmado, pero ella lo obliga a calmarse.—Tú eres raro también— muerde su labio inferior antes de agregar —y bonito, y no te trato como si me repulsara tu presencia.—Aw, ¿crees que soy bonito? — se sienta y le da una mirada maliciosa.Su estómago da un vuelco, de nuevo sorprendida por sus palabras y sin saber cómo responder a eso, pregunta:—¿Ya te afecto el tequila? — lo ojea con atención, por la manera en que sus labios se estiran, ya sabe la respuesta.Su sonrisa floja, siendo la única que ha visto, le parece de lo más encantadora y la idea de acercarse a sus labios la tienta de nuevo, pero no.Puede que esté muy ebria, pero aun así sabe que besar con su compañero de cuarto es una pésima idea que
Por alguna razón, después de esa noche, además del hecho que durmieron acurrucados uno junto al lado del otro, lo que más le da vueltas en la cabeza es la idea de Matteo; crearse un Onlyfans.En un principio la considera ridícula, pero mientras lo piensa, más le tienta. Eso, hasta que decide investigar un poco y se da cuenta de que no es tan fácil ni lucrativo como lo hacen ver. La plataforma se queda con una buena parte de tu dinero y siendo ella una fulanita cualquiera, será difícil que personas accedan a pagar por su contenido, aunque su mente de comerciante le dice todo lo contrario.En un día en que su autoestima está alta, lo único en que puede pensar es en que ella sería capaz de hacerlo, tiene las habilidades para hacer que funcione, lo sabe. Siempre ha sido capaz de vender todo lo que quiere, pero es la parte de exponer su cuerpo la que la asusta un poco m&aacut
Los miércoles en la tarde eran los días que se juntaba con su hermana para ir al cine y ver lo nuevo que había en la cartelera de esa semana, pero eso era antes de que el Covid hiciera que se cerrara todo y su hermana tuviera que ir a la casa de sus suegros con su pareja a cuidarlos. Extrañaba esos días más que nada, y sobre todo porque era una manera fácil de mantener el contacto con Vicky y de hacer algo que ambas disfrutaban, juntas. Extrañaba salir, pero también a su hermana, quien ocupada con padres que no eran suyos y un niño en el camino, ya no tenía tiempo ni energía para contestar sus llamadas o charlar con ella hasta la madrugada. A sus padres también los extraña, habiendo pasado casi un año y viviendo ellos en una de las regiones con más casos de Covid, se le había hecho imposible ir a verlos. El resto de sus hermanos es un poco más difícil
Inhala profundo, sacude sus manos, da un par de brincos y abre la puerta de su cuarto justo para ver a Matteo saliendo de la cocina con un bol de cereales. Sus ojos se encuentran por unos segundos, hasta que ella cierra la puerta y se esconde en su cuarto.Después de haberlo visto desnudo no se ha atrevido ni a respirar en su misma dirección. Siendo una persona introvertida con buena memoria, se sabe muy bien su rutina, tan solo para evitarlo, como lo ha hecho desde que llego. El problema es que ahora necesita hablar con Matteo, y no tan solo, sino que también pedirle un favor.Respira profundo de nuevo, gira el picaporte y se fuerza a salir de la habitación, quedando tan solos unos metros de distancia de Matteo. La necesidad de volverse a su pequeño refugio es imperante, pero se obliga a ser fuerte e incluso da un paso a delante, aunque cuando intenta hablar las cosas no resultan tan bien.—¿Necesitas algo? &mdash