Elisa

Estaba envuelta en un cálido abrazo, se sentía como cuando el sol te acaricia en invierno, pero pronto se me fue arrebatado y empecé a correr en medio de un lugar oscuro, solo tenía un pensamiento ¡Debía salvarlo! ¿A quién? ¿porque? No lo sé, pero corría sin parar hasta que quemó por dentro.

- sálvalo - escuché y corrí, pero a cada paso había sangre y más sangre... debía encontrarlo.

Me levanté de golpe de la cama aún con la angustia en el pecho, había sido un sueño, el corazón me latía como si de verdad hubiera corrido y la sensación de encontrar a esa persona me invadía el pecho hasta causar dolor.

La alarma comenzó a sonar unos segundos después marcando 6:00am para ir al colegio, la apague y me tape la cabeza con la almohada frustrada no había dormido bien y estaba en temporada de exámenes me faltaba poco para salir e ir a la universidad necesitaba sacar muy buenas calificaciones, me levanto a duras penas poniendo mi uniforme y zapatillas y haciendo una simple coleta alta con un maquillaje apenas visible.

Papá se iría más tarde al trabajo por lo que tomo camino a la parada del bus, decidida a que hoy fuera un buen día a pesar de mi falta de sueño y esa sensación terrible que aun permanecía.

Después de unos minutos viajando y una siesta en el camión porque pues había que aprovechar cada momento para dormir especialmente si habías dormido mal. Al llegar al colegio me encuentro con Melissa mi mejor amiga hemos estado juntas desde hace años aún a pesar de lo diferente que somos.

-Hola mel- digo en medio de un bostezo, esto era peor de lo que pensaba, esperaba no dormirme a mitad del examen.

-Se nota el ánimo Eli- Si algo tenía Mel era esa increíble energía...cuando quería molestar a alguien

-Solo no dormí bien y para acabarla tenemos exámenes-

-Vamos Eli eres una matadita- dice rodando los ojos, Mel no tenía las mejores calificaciones del colegio, pero tampoco era una reprobada ni nada, su mente era muy brillante, aunque ella dijera que no, siempre armaba planes para cualquier cosa que se propusiera.

Por mi parte solía tener las mejores calificaciones sin tanto esfuerzo, pues no era tan difícil solo bastaba con cumplir con los trabajos y llevarlos muy lindos, a los maestros les encantaba eso y listo una buena calificación segura, a excepción de álgebra eso era un dolor de cabeza para mí, más con ese profesor gruñón que teníamos, toda la semana había estudiado como resolver esos dichosos problemas que dudaba realmente me fueran útiles algún día, todo fuera por no reprobar.

- mira Eli- me dio codazo nada disimulado - Niko de nuevo te está viendo- mire en su dirección donde venía entrando al colegio ese chico que se colaba en mi mente cada día, Nikolas era un buen tipo apuesto de pelo rubio, ojos azules, alto y buen físico, era un gran deportista y bueno del que llevaba enamorada desde que era una cría de 12 años y a pesar de haber tenido uno que otro novio, nada más de un par de meses en realidad, pues él era mi amor inalcanzable, hace unas semanas él se ha acercado a nuestro grupo y a conversar más de lo usual, me he hecho ilusiones a decir verdad tengo la esperanza de que sea para acercarse a mí, Mel cree que también está enamorado de mí y eso alimenta más mi ilusión.

Sonrió en su dirección, el de inmediato corresponde con otra sonrisa, hago un saludo con mi mano para llamar su atención, él dirige sus pasos hacia nosotras y mi corazón empieza acelerarse como loco, como cada vez que él está cerca.

- cómo están chicas lindo día para exámenes no? - su voz era sarcástica, él era un tipo hábil en deportes, pero no las demás clases

- estás loco o que - responde de inmediato Mel- la única que está bien con eso es Eli que es la nerd- suelta una carcajada y no puedo evitar sonreír como una tonta

- deberías de decirnos cuál es el secreto Eli yo no doy ninguna con nada-

- eres bueno en los deportes , la gente siempre espera que seas bueno en todo, en todas las materias si no sabes matemáticas o química dice que no sirves para nada, ¡pero no! Cada uno es bueno en algo - hablé, pero luego me arrepentí eso había sonado como un discurso motivador barato.

- bueno si, pero eso no me llevará a graduarme verdad - el timbre sonó para mí mala suerte indicándonos que es la hora de la tortura digo, clase - que les vaya bien en sus exámenes chicas- Se despide con un beso en la mejilla dándome uno primero me pongo de nervios al sentirlo tan cerca, después le da uno a Mel, pero hay algo raro, pues toma una de sus manos entre la de él y no me pasa desapercibido como la mira antes de irse y como sus ojos se iluminan, no, no, no, me estoy imaginado cosas, no es posible, mi corazón se acelera por el temor.

Mel es una chica muy agradable es atrevida, divertida y sin duda muy bella. Su pelo castaño teñido de rubio en la parte de abajo sus ojos miel mucho más claro que los míos que los tenía café Clarito y esa piel avellana, sin duda era una mujer bella, pero hablamos del chico que me ha gustado desde hace años.

Miro que mel se queda viendo a su espalda mientras él se retira. Eso indica solo una cosa y no soy tonta para no darme cuenta...ellos se gustan. Aunque quisiera estar equivocada.

-¿te gusta? - me atrevo a decir mientras caminamos al salón con un nudo en la garganta que intento deshacer.

- ¡no! ¡claro que no! - noto como se pone roja- él te gusta a ti - siempre tan linda, es normal que cualquier hombre se fije en mi adorada amiga, no solo es bella por fuera también por dentro.

- Tranquila amiga, sabes si a ti te gusta pues decírmelo, lo vi, como se veían, creo que también le gustas - y aunque hablo sinceramente es doloroso la veo ponerse nerviosa por mis palabras - no lo alejes por mí, adelante, yo no me molestaré contigo por eso, tu y yo somos más que amigas.

- Eli ...yo ...si me gusta, pero yo no sé si le gusto ...- agacha la mirada apenada

- bueno si lo averiguas, por mí no te detengas, se feliz- Mel sonríe y eso me llena de paz, que ella pueda ser feliz que encuentre el amor.

Fue difícil concentrarme no dejaba de darle vueltas al asunto, se volvió un día largo, eterno de exámenes.

Después de salir del colegio echa un lío tomo un autobús que va a al pueblo, si, vivo en un pueblo ni muy grande ni muy chico unos 15,000 habitantes y viajo a el colegio de la ciudad de al lado, si hay colegio en el lugar donde vivo pero esta es una escuela más reconocida, también acá estaría Mel, del autobús se paga casi nada por ser estudiante solo se hace unos 30 minutos de camino, lo suficiente para pensar en todo lo que ha pasado, pues prácticamente e renunciando al chico que me gusta desde hace tiempo, había dejado toda posibilidad de poder algún día estar con él y si bien no estaba en estado depresivo tampoco me encontraba de humor.

Cuando llegó a casa me recibe mi madre en la puerta, ella es mujer rubia teñida bajita maestra de preescolar.

-Elisa corazón, que bueno que llegas, tu padre y yo tenemos una sorpresa para ti ya se acerca tu cumpleaños número 19 así que elegimos algo muy especial- comienza mi mamá apenas y pongo un pie en la casa. Era una mujer muy parlanchina y siempre con una voz dulce y paciente debido a su trabajo.

-¿Una sorpresa por mi cumpleaños mamá? Pero si es dentro de 3 meses- el mal humor hablo por mí, no es que no me gusten los regalos, pero faltaba mucho para mí cumpleaños.

-Calla Eli o me arrepentiré - amenazó- sé que quieres tu habitación para ya no compartir con tu hermana así que creímos sería buena idea...- no la deje terminar

-¡En serio! ¡Mamá me harán una habitación! ¡para mí! ¡solo para mí! - eso realmente me emocionaba por fin dejaría de compartir la habitación con la enana.

- Sabía que te emocionaría, mira - me entrega un folleto con información de una constructora y de remodelación de casas

Empresa H Encerrado en un círculo azul.

Tu padre ganó un caso muy importante así que tenemos un muy buen presupuesto, cuando te vayas de la casa, nos quedaremos con tu habitación

-¡Mamá! – Mi papá es el mejor hombre del mundo y el mejor abogado también, alto de pelo castaño claro como el mío y mis mismos ojos

- es broma, bueno algo...Vamos los arquitectos están en el patio de atrás viendo el espacio-

Salgo disparada de allí dejando el comentario de mamá, lo importante era que por fin tendría mi cuarto después compartir uno con mi hermana Yeni de 7 años, si le llevo bastante por eso siempre tenemos problemas en la habitación, siempre llena de juguetes a más no poder, no la culpó sé que es una niña, pero es estresante me gusta tener todo impecable.

Salgo con mi madre por la parte de atrás muy emocionada y miro a dos hombres de espalda discutir y apuntar el espacio libre en la segunda planta, tenían una Tablet en sus manos y otras cosas que desconozco.

- Mira hija, él es Erick - señala a un hombre de unos 29-28 quizás, alto robusto pelo castaño claro y ojos verdes - es el arquitecto y él es Carlos también arquitecto y diseñador de interiores, finanzas y quien sabe que más dijo- reí, señalo al chico que estaba de espaldas y al voltear vaya chico, es alto y fornido, pelo negro lo que alcanzaba a ver.

- Un gusto señorita Meller, soy Erick, un gusto concerlé - saluda el mayor de ellos de forma muy amable.

-Hola, soy Elisa un gusto- salude, el era de estas personas que trasmiten una confianza increible

-supongo que la habitación será tuya- habla con más confianza y me extiende la mano para saludar

- sí, así es- sonrió emocionada

-Bueno prometo dejarte un estructura muy fuerte- ríe - y él es mi hermano nadie como el para diseñar tu habitación, es un genio, pero no se lo digas porque se lo cree mucho. - río ante el comentario

El otro chico se giró a nosotros y se acerca unos pasos mirando mal a su hermano, su rostro no parecía amable como el de Erick, todo lo contrario, tenía, aunque unos hermosos ojos gris claro con destellos oscuros, su mirada era fría y sin vida, te hacia dudar si habia un alma dentro, al contrario de su hermano; alzo su mano a mí en gesto de saludó, la tomé, estaba fría por si fuera poco; aun asi verlo era cautivante, lo envolvia un misterio aterrador que te llamaba a descubrilo.

- Un gusto señorita, soy Carlos Hetcher.