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El cuerpo de Carlos comenzó a moverse y abrió los ojos de golpe, el rojo era tan intenso que casi llegaba a un oscuro, se levantó despacio mientras se transformaba, todos estaban aterrados y me atrevía a decir que hasta Erwin estaba asombrado; el cuerpo de Carlos se transformó una vez más, era algo desconocido para todos los presentes, una combinación de lobo - vampiro. Un hibrido a simple vista.Seguía puesto en dos pies, media más de dos metros, su cuerpo estaba cubierto de pelo, lo único que quedaba era el pantalón a medio romper, tenía cuatro garras inmensas y unos colmillos gigantes en su hocico lobuno. Algunos soldados dejaron sus armas huyendo y otros más dispararon, pero las balas caían destruidas a su lado; aulló tan fuerte que todos se taparon los oídos a excepción de Erwin.-Sorprendente… aun así te venceré, ya no te queda por qué luchar, tu chica va a morir- Esta vez fue Carlos quien se lanzó primero, se escuchaban golpes, mi vista se nublaba por momentos, esto era muy dol
CarlosLa vida es tan impredecible que en un punto te das cuenta que no sabes absolutamente nada de ella en realidad... Hay tantos secretos ocultos, maravillas, tanta oscuridad y luz que solo el creador conoce; y si en algún momento creíste saber lo que era vivir llega otro y te da una buena cachetada de realidad... nada lo tenemos ganado, es como si fuéramos un montón de polvo el cual solo espera un viento para ser llevado, como una planta que nace al amanecer y muere con el sol, si no aprovechamos los escasos tiempos de vida tarde nos damos cuenta que en realidad la noche se acerca y no vivimos, no en realidad; Pasamos el tiempo desperdiciándolo en cosas que no valían la pena, creyendo que no éramos lo suficiente como haber sido elegidos para vivir en este mundo y nos dejamos guiar por esos pensamientos tan patéticos. Los únicos que podemos elegir como vivir somos nosotros mismos... Somos los únicos que se ponen trabas, que se intimidan para avanzar y luchar por lo que hace que el c
Nos levantamos con prisa los tres a ver lo que sucedía; apenas salí todos cayeron de rodillas haciendo una reverencia. ¿Qué pasa aquí?- Señor Santoro- hablo un hombre de piel oscura con la cabeza gacha - El pueblo sobrenatural ha visto su poder, usted ha sido dotado de una fuerza increíble que solo el creador puede dar, lo que solo significa que el creador lo ha elegido y por eso estamos aquí, no queremos ser castigados ni exterminados, reconocemos que necesitamos de un guía y queremos que sea nuestro rey y nos dé guía para volver a nuestra senda - quede asombrado por sus palabras ¿yo un rey? ese título era muy grande para un ser monstruoso que podría perder la cabeza en un momento con ese poder sobre ellos... las palabras del Creador y Elisa llegaron como rayo a mi mente ''no eres un monstruo'' ''tú eliges que ser'' ¿era esto? ¿era esto a lo que se refería el creador? Aquí era donde yo ayudaría...- Le pido su majestad que nos tome a nosotros - un hombre de piel morena, pero pálida
Maneje a gran velocidad no quería apartarme de mi Elisa, pero era el único que su hipnosis era más poderosa como para controlar de esta forma y cambiar por completo cada recuerdo, vi por el retrovisor como corrían mirando hacia atrás como si alguien los persiguiera, la noche ya había caído cuando llegue a casa.- ¿aún no despierta? --No- contesto Erick-Estoy preocupada, ya paso mucho tiempo ¿y si algo no salió bien? Yo la cambie y limpie, no sintió nada…-En ese momento escuche el sonar del colchón, el corazón se me acelero, corrí lo más rápido que pude rumbo a las escaleras y entre a mi habitación donde estaba Elisa, Erick y Nadia me siguieron llegando un segundo después. Allí en la cama estaba una desorientada Elisa al borde de la cama- ¿Carlos? – su voz sonó delicada, Elisa me miraba con ternura y confusión, me acerque y acaricie su rostro mientras una lagrima rebelde y estúpida cruzaba por mi mejilla- Aquí estoy preciosa- la abrase con ganas, como si quisiera meterla en mi pec
ElisaVi en el espejo frente a mi una lagrima caer por mi mejilla seguida de muchas más, la emoción me envolvía y no podía controlar lo que sentía, el sol entraba y reflejaba sus rayos en mi vestido blanco perfectamente amoldado a mi cuerpo, usaría dos vestidos, quería verme como una reina y al mismo tiempo me había enamorado de un vestido muy sencillo así que, usaría ambos… la tela blanca y brillosa caía al suelo como si fuera una cascada, se amoldaba a mi pecho en forma de corazón que se pegaba a mi pecho como si formara una segunda capa de piel, el escote era pronunciado y cubierto comuna tela igual de ligera que no dejaba ver más allá y lo hacía provocativo, pequeñas flores surgían en la parte arriba distribuidas por encima hasta llegar a mi cadera y en menor cantidad a lo largo del vestido, un velo grande y vistoso lleno de brillos se ajustaba a mi peinado que constaba solo de un recogido lleno de trenzas, una corona delicada y vistosa llena de diamantes celestes adornaba mi cab
Comenzamos a caminar despacio, me sentía afortunada, su brazo sosteniéndome me hacía sentir segura, al dar vuelta pude ver a Carlos al final del pasillo, las damas ya habían tomado su lugar, Carlos vestía un traje negro con chaleco gris y corbata igual, su corona era de una plata llena de joyas negras; mi bello lobito, cada paso me acercaba más a él, sus ojos grises me recibieron llenos de anhelo, extendió su mano a mí.-Sé que la cuidaras- fueron las palabras de Erick al entregarme- lo hare- tome su mano y una corriente eléctrica como la de la primera vez surgió y recorrió mi cuerpo- estas hermosa mi reina – me susurro al acercase a mi- Tu también estas muy guapo, pareces todo un rey- me guiño antes de girarseEn solo unos minutos nos encontrábamos firmando las hojas que nos declaraban como esposos legales, Carlos me dio la pluma de tinta después de firmar el, mire su rostro pleno, estaba igual de feliz que yo, tome la pluma y sin pensarlo más firme. Ahora era su esposa… para siem
Carlos Tome la mano de mi esposa y caminamos a donde sería la fiesta, ya todo estaba acomodado, perfecto, un pasillo lleno de luces y un arco de flores nos guiaba allí, el terreno pegado al bosque. Mire a Elisa, se miraba totalmente hermosa en ese vestido, por fin era mi esposa, lo que había anhelado por tanto tiempo. Al entrar las mesas estaban acomodadas en círculo dejando un espacio en el centro donde daríamos nuestro primer baile como esposos, la cara de Elisa era de sorpresa todo allí era lujoso a mas no poder, Nadia le había dado unos toques extras a lo que ella había elegido, las mesas largas tenían centros distintos, algunos altos otros bajos, pero en todos resaltaban espejos, objetos plata y flores celestes como referencia de nosotros, ella siempre me recordaba a ese color, celeste… me daba paz y tranquilidad, como el correr del agua cristalina, por eso siempre le regalaba rosas azules, era difícil conseguirlas por eso mandaría hacer un jardín aquí mismo y a donde fuéramos.
Elisa El calor de la chimenea me abraza y acobija en este frio día, la nieve a comenzado caer, pequeños copos se deslizan cubriendo poco a poco el jardín. Nuestro nuevo hogar tiene decoraciones navideñas y la mesa se encuentra lista para ser servida. Una Navidad más había llegado e igual que desde hace 23 navidades mi corazón se sentía alegre, se habían acabado las navidades tristes y llenas de dolor; Miro a través de la ventana donde tres personas permanecen cerca de un árbol, recostados dejando que los copos los cubran, sus sonrisas llenan mi corazón haciéndome sentir completa. Un padre disfrutando de sus hijos, admire la escena a detalle, los ojos de Carlos parecían tomar el color del cielo tormentoso, solo que estos tenían un brillo especial que rara vez se iba, el pelo castaño claro de Enzo era cubierto por copos, sus ojos alegres con esa característica que los hacia tan especial pues uno de ellos tenía tanto el color gris de su padre y el color café claro del mío en una combina