¡Que horror!¿En serio tendré que recordar esto de nuevo?*** Mi nombre es Tamara Yasmine Ford. Lo sé, es un nombre bastante ordinario para una "Heredera" pero en mi defensa puedo decir que desde niña he expresado mi naturalidad junto con mi rareza. Claro que no muchos sabían apreciarlo, yo no era para el gusto de todos. Crecí en el núcleo de una familia opulenta y poderosa, mi padre era el gran Domenico Ford, el hombre que siguiendo los lineamientos de sus antepasados había construido un imperio en la industria automotriz, posicionando el legado familiar de número uno, a nivel nacional e internacional.Todo comenzó cuándo a mí tatara-abuelo se le ocurrió diseñar el primer auto con adaptación de motores híbridos capaces de funcionar utilizando energías menos contaminantes y más renovables para el medio ambiente. Algo que ocasionó un éxito rotundo dentro de la industria durante más de setenta años continuos, luego pasó el mando de su imperio de generación en generación hasta lleg
POV: TARA. [Parte I] El tiempo relativamente ha pasado volando y ahora ya no era más una niña de siete años, sino un adolescente soñadora en pleno auge, también podría decirse que durante ese tiempo me abrí paso a muchos castigos que me dejaron con una mala reputación entre el círculo de amigos de mi familia . Y, si.Papá cumplió su promesa de enviarme a un internado para chicas rebeldes, en dónde no me fue mucho mejor, pero igual que siempre pude superarlo. Bueno, casi pude...— ¡Hey! ¡Chica rara! Es tu turno... — Apenas giré la vista, lo primero que impacto mi rostro fue una pelota de fútbol. No pude esquivarla así que fue directo hacia mi nariz haciendo que cayera de espalda.— ¡Oh por Dios! Le dí, le dí.... ¡Miren como cayó!.— Se oyeron un montón de risas en la distancia. — ¿De dónde sacaste esos calzones de abuelita?, ¿te los tejió tu mamá? — Camila me rodeó junto con otras chicas. — Hola Camila, sigues tan graciosa como siempre. Debo informarte que prefiero llevar puesto
POV: TARA. [Parte II]* * * * * * * * — Por Dios, te ves... Tan... preciosa, hija. — Exclamó mi madre confundida, después de verme con aquel vestido horrendo que decidí ponerme. — Si tenemos suerte celebraremos tu compromiso esta noche y también el de tu primo Dioniso. — Rodé mis ojos hasta ponerlos en blanco. — No me veas así, sabes que tu padre quiere lo mejor para ti y se asegurará de conseguirte a un caballero.— Mamá.... si entiendes que no soy un objeto ¿Verdad? Hago esto porque no tengo otra elección, en realidad no hay nada que celebrar hoy.— Tamara hija. — ¡No digas nada mamá! ¡Estoy harta de todos ustedes! ¡No quiero ser una mujer con sueños frustrados igual que tú, mamá! — Me quejé y ella aparto la mirada del espejo. Se que he sido cruel y estoy actuando de manera egoísta pues, mi mamá no tenia la culpa.En nuestra familia se ha repetido el mismo patrón desde siempre y cómo diría mi padre: "El matrimonio es solo un intercambio donde ambas partes se benefician, aquí
POV : BASTIANAun soy capaz de recordar con absoluta precisión, esa claridad que eriza el vello de mis brazos por el comienzo de nuestra historia.O por lo menos, como empezó todo para mí y cómo fué que llegué a convertirme en el guardian pque mí reina necesitaba. Tamara Ford, era todo lo que una señorita nunca debía ser: Era enojona, hablaba a gritos, no tenía miedo de dar su opinión, nunca peinaba su cabello y usaba vestidos extremadamente holgados. Algo que era sumamente chistoso, porque a pesar de que su madre intentaba disimular su salvajismo con vestidos caros, siempre acababan terriblemente sucios, pues su entretenimiento consistía en la práctica de juegos violentos y poco adecuados para una niña.En cambio, yo por mí parte, siempre había sido un chico correcto, muy bien portado y uno que jamás dudaba en obedecerla. La razón fue porque quede hipnotizado por el bonito rostro y la sonrisa tierna de aquél bello ángel. Mientras que otros padres se alegrarían por la felicidad de
POV : ACE. Si tuviera una lista negra de las cosas que me desagradan en la vida, mí futuro matrimonio estaría de primero en esa lista, pero eso era algo que jamás iba a suceder. Me había fijado una meta, un reto en mí vida y era conseguir la unificación con el imperio Ford. Y no iba abandonarlo estando tan cerca de conseguirlo. El único inconveniente que tenía hasta ahora era mí futura esposa, por más que había intentado conocerla siempre encontraba la manera de escabullirse de mí. — ¡Damas y caballeros! — Dijo por el micrófono el decano de la facultad de ciencias políticas. — Recibamos al homenajeado de la noche: ¡Ace Beringhelis! Hubo un fuerte aplauso cuando salí al escenario y acepte el premio, que llevaba grabado una placa por delante. «Estudiante del Año» — ¿Te quedas para la cena de triunfo? — Preguntó el decano con voz entusiasta, simulé mirar mí reloj como si tuviera prisa. — Me temo que tengo un agenda difícil señor. — Bueno, ya quedará para después. Decidí marchar
ADVERTENCIA: +21El siguiente capítulo contiene lenguaje explícito, escenas de sexo y contenido que puede herir la sensibilidad de algunas personas, léelo bajo tu propia responsabilidad.***POV : TARA. [PARTE I]— Estás loca, lo sabes, ¿Verdad? — Mi compañera Aislyn, se atravesó en el marco de la puerta con preocupación, y yo me apresuraba a meter los pies en mis zapatillas. Resultó que después de leer Nietzsche toda la tarde y en vez de hacer los deberes de matemáticas del día siguiente me animé para salir a bailar. Había estado demasiado absorta en mi lectura hasta que mí madre habló para reclamar sobre la pequeña broma que le hice a mí futuro esposito. Así que para celebrar me había puesto un vestido corto de lentejuelas, sería una noche memorable y para la historia. — Seguramente lo estoy, Lyn. — Contesté con una sonrisa enorme en los labios. — Pero puedo asegurarte que jamás volveré a ver la cara de Ace Beringhelis en mí vida.Es que debiste ver su rostro y el de su familia
* * * * * * * * POV : TARA. [PARTE II]«¡Nunca debí entrar ahí!» Era la frase que se repetía en mí cabeza una y otra y otra vez. Cómo pude había llegado a la fraternidad DELTA, me interne en la oscuridad a través del entramado de sombras que proyectaba la luna sobre el césped húmedo, mis piernas débiles luchaban por mantenerse mientras cruzaba el pequeño támesis que atravesaba los terrenos del campus y dividía la zona residencial.Había estado pocas veces aquí para colarme en la habitación de Bastian, pero sabía exactamente dónde encontrarlo, pues el camino permanecía nítido en mí mente. Atravesé la puerta y subí por las escaleras de incendios, todo permanecía en silencio al llegar al pasillo. Tras una neblina de confusión di dos toques a la puerta, pero no obtuve respuesta, más que el eco de mí llanto.— ¡Bastian! — Dije con una voz que no fue más que un graznido. Mi ropa estaba sucia, apestaba y tenía la garganta seca, mí cuerpo ya no resistía un minuto más y estaba consideran
POV: BASTIAN. [Flashback]— Tenemos que hablar. — Midas entra sin permiso a mí habitación a las siete de la mañana. — Y no, no pienso darte un día más de tiempo.Ya te has tomado toda una semana para contarme que le sucedió a mi prima. — Tenía los ojos hinchados y enrojecidos. — Tiene que ser algo muy grave, porque Tara y tú se han olvidado de mí cumpleaños. — Cálmate.No nos hemos olvidado de tú cumpleaños, ya mandé a pedir un pastel para celebrar esta noche. — Si. Bueno, pues ahora puedes llamarlo el pastel de la traición. — Dice encogiéndose de hombros. — O puede que la llames: El pastel con sabor a mentiroso. Ese último le pega más. — Por enésima vez: Tara ha estado bajo mucha presión, esta estudiando para los parciales, solo necesita concentrarse. — Le asegure con sesguridad. No podía delatarla, aunque no estaba de acuerdo con su decisión. No hubo manera de hacerla cambiar. Ella necesitaba ayuda, incluso debimos montar una denuncia pero se negó rotundamente. — Ella nunca