POV : ACE.
Si tuviera una lista negra de las cosas que me desagradan en la vida, mí futuro matrimonio estaría de primero en esa lista, pero eso era algo que jamás iba a suceder. Me había fijado una meta, un reto en mí vida y era conseguir la unificación con el imperio Ford.Y no iba abandonarlo estando tan cerca de conseguirlo. El único inconveniente que tenía hasta ahora era mí futura esposa, por más que había intentado conocerla siempre encontraba la manera de escabullirse de mí.— ¡Damas y caballeros! — Dijo por el micrófono el decano de la facultad de ciencias políticas. — Recibamos al homenajeado de la noche: ¡Ace Beringhelis!Hubo un fuerte aplauso cuando salí al escenario y acepte el premio, que llevaba grabado una placa por delante.«Estudiante del Año»— ¿Te quedas para la cena de triunfo? — Preguntó el decano con voz entusiasta, simulé mirar mí reloj como si tuviera prisa.— Me temo que tengo un agenda difícil señor.— Bueno, ya quedará para después.Decidí marcharme cuándo comenzó otra ronda de aplausos y fuí directo hacía la salida, no me molesté en acercarme a ninguno de mis mediocres compañeros, no había establecido contacto con ningúna persona mientras hacía el grado.— ¿Disculpa eres Ace Beringhelis? — Un hombre de aspecto caucásico se detuvo delante de mí interrumpiendo mi escape.— Verdaderamente sí que has realizado una transición interesante, ¿No crees? — Fruncí mí ceño al no entender sus palabras.— ¿Disculpa? No entiendo de que habla.— Hablo de que pasaste de superestrella del deporte a superestrella de los negocios. — Sonrió mientras observaba mi pierna derecha.— Fue un pena que te lesionaras, estoy seguro de que de no ser así, hubieses llegado muy lejos. — Apreté los puños y seguí de largo agradeciendo llevar puesto un Armani; la tela era mucho más incomoda para golpear a alguien.Todo comenzó a pasar por mi mente como una película triste y antigua.En el primer año de la facultad me habían elegido como una de las mejores promesas del país en el futbol americano, era un «Fenómeno inesperado» de «Talento increíble», puesto que mí pasión por el deporte había comenzado desde que apenas era un niño.Era algo con lo que soñaba, pues se habían contactado conmigo una decena de cazadores de talento de todo el país, la razón ; Lleve a mi equipo directo al campeonato estatal durante el último año, pasaba todas las horas entrenando porque no quería pensar en nada más.Sin dudarlo acepté una beca deportiva universitaria, quería jugar de forma profesional, quería la atención de los medios de comunicación y claro, quería las ovaciones de los seguidores. Lo quería todo.Pero el destino tenía otros planes para mí, después de cinco partidos de liga, me destruí el ligamento cruzado de la rodilla y toda la gloria termino para mí.¿Podía recuperarme?Sí.Pero ni con la mejor rehabilitación podría estar de nuevo al ciento porciento.Fue allí dónde toda la atención rápida y repentina que recibí de los medios se detuvo bruscamente. Con el tiempo fingí no estar destrozado por haber perdido mí sueño y ser una estrella deportiva quedó enterrado en lo más profundo de mis recuerdos.Cuándo todos mis supuestos amigos se alejaron supe que yo mismo podría trazar mi destino y sabía exactamente por dónde comenzar.[...]Me remuevo nervioso, hoy por fin la conoceré en persona, solo espero que no sea obesa y lo más importante que sea una chica bien portada y bonita, creo que por la genética de sus padres debería ser preciosa. es una señora muy hermosa y distinguida un poco santurrona pero sigue siendo muy intrigante, supongo que su hija debería ser igual.— ¿Cuánto más se van a tardar, mamá? — Me levanté molesto para comprobar la hora, iban veinte minutos de retraso y contando.— Quizás vió una foto tuya y no le pareces tan atractivo como crees que eres. Tal vez por eso siempre huye. — Mi hermano Vasil, se acercó para burlarse de mí.— ¡No seas imbécil! — Le lancé mi pelota antiestrés al rostro y se rió con más fuerza.— Para que lo sepas nunca he tenido problema con que una chica se enamore de mí, de hecho no ha existido una que se resista y estoy seguro que Tamara Ford no será la excepción.— A mi se me hace que de nuevo te dejó plantado.— Sólo estás celoso porqué soy yo quién heredará el imperio Ford y seguramente también porque tendré una esposa hermosa y sexy.— ¡Ja! No cantes victoria, hermanito. Ya con esta será la octava vez.— La sexta. — Corregí y soltó otra carcajada.— En todo caso podríamos mostrarle una segunda opción y ver a cuál de nosotros elige la heredera. — Se alistó los puños de su traje— La respuesta es sencilla Vasil. «Me elegirá a mí»En ese instante mi hermana G*****a, se adentró junto con mis padres al salón.Mí padre en sociedad con Doménico Ford, había arreglado su matrimonio con uno de sus sobrinos. «Dioniso Ford» quién en mí opinión era un imbécil, pero un imbécil con un buen apellido y buena posición social.Al mirar por las ventanas nos dimos cuenta que el momento había llegado, el coche de la familia Ford se encontraba estacionando en nuestra propiedad, inmediatamente comprobé mi atuendo y me coloqué al lado de mi padre para esperar a mí futura esposa.— Sean Bienvenidos.Los señores Beringhelis, esperan en el salón, junto a sus hijos. — Se escuchó la voz neutra de nuestro mayordomo.Apenas ingresaron al salón mi vista pasó de Doménico y Victoria Ford, hasta su hija y sentí un hormigueo en la piel cuándo la ví.O mejor dicho un escalofrío de los que siente un hombre apunto de morir.Pero... ¡QUE DEMONIOS! Esto debe ser una broma.«Una broma de mal gusto»— Pensándolo bien Ace, creo que te dejare el camino libre con la heredera... Recordé que aún no estoy listo para casarme. — Vasil me dió con el codo por el costado, su rostro demostraba lo mucho que estaba conteniendose para no explotar de la risa.Tenía que haber una palabra en el diccionario que fuera descriptiva y que fuera capaz de explicar cómo me siento ahora.Mi futura esposa era extremadamente... ¡HORRENDA!— Ace, muchachos.Quisiera presentarte a mí tesoro más preciado y delicado. Mi florecita. Tamara Ford. — Trague saliva sin poder dejar de mirarla, era un ¡PATITO FEO!.¡Dios, no! Seré el hazmerreír de todos.— Ehh.... Es un placer... Conocerte... — Extendí mí mano para tomar la suya y ella espero algunos segundos para corresponderme.Pero de cualquier manera era desagradable.— El placer es todo mío, señor Berlusconi. — Dijo con voz chillona.— No mi nombre no es...— Ah da igual. — Se aparto de mi.Me quedé un rato observando a detalle su rostro, el bigote me perturbaba mucho pero también esa uniceja me incomodaba.Después de unos minutos con una sonrisa falsa en el rostro, me excusé con mis futuros suegros para ir a la cocina.«¡Aggg...! ¡No puedo creer que sea tan fea!.» Definitivamente no puedo mirarla.— Ace, cariño. — Escuché a mi madre entrar detrás de mí.— Creo que será mejor hablar cuánto antes con los Ford para suspender el compromiso.— ¿Qué? ¡Por supuesto que no mamá! Sigo firme en llevar a cabo mi matrimonio con la fea.— Ella se sorprendió al darse cuenta del tamaño de mi ambición.Después de unos segundos respiró hondo y negó con la cabeza.— ¡Pero te acabas de burlar de la apariencia de esa pobre chica.— No me burle, madre.Solo la llamé fea.— Ok... ¿Y no crees que si se entera que le dijiste fea, se va a sentir mal?— ¡Pero es fea, mamá!— No, no lo es. — Aseguro Vasil entrando también a la cocina.— Es posible que los brackets si lo sean, su cabello enmarañado, el bigote o esas horrendas gafas de pasta negra.Pero ella en conjunto es una chica preciosa.— ¿Lo dices en serio? — Pregunté observándolo con estupor, al igual que mi madre pero él comenzó a reír automáticamente.¡Idiota!— Lo siento, lo siento.Hermano. — Se acercó y me dió una palmada en el hombro.— Tienes razón, es bastante fea.— ¿Pero que sucede con ustedes? No está bien que digan que alguien es feo.Ace, hijo. Acércate a ella, dile que sus ojos son hermosos. — Dejé escapar un gruñido.— Creo que esa chica es de mal carácter, no me agrada.— Da igual si no te agrada Ace. — De nuevo Vasil interrumpió. — Su compromiso es sólo un trato, no es cómo si fuese de verdad. Además, piensa en el dinero.— Ambos se fueron para darme un minuto más y cuándo estuve listo pasé al gran comedor para sentarme junto a ella.Esperé el momento más adecuado para darle un cumplido, cómo se lo prometí a mi madre pero me era imposible, ella estaba concentrada en la comida, dándole unas mordidas indecorosas a su filete.— ¿Tamara? — Me atreví hablarle y ella se giró para mirarme.— ¿Sí? ¿Que sucede futuro esposito?. — Habló con la boca llena.«Que mujer tan desagradable, joder»— Toma una servilleta.— Ay... Jijiji Gracias. — Dice con esa voz tan desagradable.— ¿Y, bien? ¿Qué ibas a decirme? — Sonrió.— Eh... Bueno tus ojos... — Me quedé mirando sus gafas, el grosor del cristal hacia que sus ojos se vieran enormes y saltones.«Diablos sus ojos no»— Tu... Tu boca.. — Miré sus labios y Aggg Sus dientes de metal estaban llenos de restos de comida.«No joder, su boca tampoco»— Tu cabello...— Si... ¿Que pasa con mí cabello?. — Al observarlo me fijé que estaba todo enmarañado.Suspiré profundamente solo deseaba salir corriendo de aquí.— Eh.. bueno quería decir que tú cabello es... Lin-do. — Murmuré observando el nido de pájaros en su cabeza.— Y... También quería decir que me-agradas-mucho. — Sonreí forzadamente.— Mmmmn pues, fíjate que a mi me sucede todo lo contrario Ace. — Colocó la servilleta sobre la mesa con fuerza.— No me agradas ni un poco. Además, llevas chueca la corbata y si me lo preguntas llevas puesto mucho perfume.¡Apestas! — Añadió sin ningún tipo de interés en mi.— ¿Que? ¿Ella dijo que yo apesto?. — Mi boca casi llegaba al suelo de la impresión, luego se levantó de la mesa y se marchó.— ¿¿¿Me dejaras hablando solo??? — Grité de vuelta pero ella no se detuvo.No podía entender cómo demonios me vine a meter con alguien tan irritante, fea y odiosa.La patito feo, a partir de este momento, se acaba de convertir en mí enemiga.ADVERTENCIA: +21El siguiente capítulo contiene lenguaje explícito, escenas de sexo y contenido que puede herir la sensibilidad de algunas personas, léelo bajo tu propia responsabilidad.***POV : TARA. [PARTE I]— Estás loca, lo sabes, ¿Verdad? — Mi compañera Aislyn, se atravesó en el marco de la puerta con preocupación, y yo me apresuraba a meter los pies en mis zapatillas. Resultó que después de leer Nietzsche toda la tarde y en vez de hacer los deberes de matemáticas del día siguiente me animé para salir a bailar. Había estado demasiado absorta en mi lectura hasta que mí madre habló para reclamar sobre la pequeña broma que le hice a mí futuro esposito. Así que para celebrar me había puesto un vestido corto de lentejuelas, sería una noche memorable y para la historia. — Seguramente lo estoy, Lyn. — Contesté con una sonrisa enorme en los labios. — Pero puedo asegurarte que jamás volveré a ver la cara de Ace Beringhelis en mí vida.Es que debiste ver su rostro y el de su familia
* * * * * * * * POV : TARA. [PARTE II]«¡Nunca debí entrar ahí!» Era la frase que se repetía en mí cabeza una y otra y otra vez. Cómo pude había llegado a la fraternidad DELTA, me interne en la oscuridad a través del entramado de sombras que proyectaba la luna sobre el césped húmedo, mis piernas débiles luchaban por mantenerse mientras cruzaba el pequeño támesis que atravesaba los terrenos del campus y dividía la zona residencial.Había estado pocas veces aquí para colarme en la habitación de Bastian, pero sabía exactamente dónde encontrarlo, pues el camino permanecía nítido en mí mente. Atravesé la puerta y subí por las escaleras de incendios, todo permanecía en silencio al llegar al pasillo. Tras una neblina de confusión di dos toques a la puerta, pero no obtuve respuesta, más que el eco de mí llanto.— ¡Bastian! — Dije con una voz que no fue más que un graznido. Mi ropa estaba sucia, apestaba y tenía la garganta seca, mí cuerpo ya no resistía un minuto más y estaba consideran
POV: BASTIAN. [Flashback]— Tenemos que hablar. — Midas entra sin permiso a mí habitación a las siete de la mañana. — Y no, no pienso darte un día más de tiempo.Ya te has tomado toda una semana para contarme que le sucedió a mi prima. — Tenía los ojos hinchados y enrojecidos. — Tiene que ser algo muy grave, porque Tara y tú se han olvidado de mí cumpleaños. — Cálmate.No nos hemos olvidado de tú cumpleaños, ya mandé a pedir un pastel para celebrar esta noche. — Si. Bueno, pues ahora puedes llamarlo el pastel de la traición. — Dice encogiéndose de hombros. — O puede que la llames: El pastel con sabor a mentiroso. Ese último le pega más. — Por enésima vez: Tara ha estado bajo mucha presión, esta estudiando para los parciales, solo necesita concentrarse. — Le asegure con sesguridad. No podía delatarla, aunque no estaba de acuerdo con su decisión. No hubo manera de hacerla cambiar. Ella necesitaba ayuda, incluso debimos montar una denuncia pero se negó rotundamente. — Ella nunca
POV : ACE.Solo había una cosa peor que levantarse los lunes a las cinco de la mañana: Y era levantarse sabiendo que el resto de la semana la ibas a pasar trabajando para tú futuro suegro. «Un cabrón misógino verdaderamente irritante, pero que desayunaba, almorzaba y cenaba acuerdos» Y, sí. Aún sigo con la idea de casarme con la fea, han pasado tres años desde que la conocí y aún sigo inmutable en mí decisión, especialmente por que los negocios de mí padre no han resultado bien, esta es mí única oportunidad para mantener la vida que me merezco y a la que estoy acostumbrado. Me había convertido en un ejecutivo de traje de diseño y reloj de cinco mil dólares. ¡Bip! ¡Bip! ¡Bip! El sonido de la alarma interrumpió mis pensamientos, lo primero que hice fue encontrar mí móvil y comenzar a revisar los correos electrónicos y mí agenda. Al abrir mi bandeja de entrada conseguí un correo de Mathias Parvatti. Para estar de orador en una convención este fin de semana.Lo último que quería hace
EXTRA...POV: DEMIAN HUDSON. La figura del poderoso y exitoso Doménico Ford, ha sido objeto de fascinación y admiración en la sociedad durante años, incluso muchas personas buscan imitar su estilo de vida, su éxito empresarial y su habilidad para manejar situaciones difíciles resolviendo problemas con eficacia. Sin embargo, el caso de Doménico Ford, es una muestra clara de cómo ese poder puede corromper a una persona y llevarlo a cometer actos atroces e inconcebibles, de manera inhumana y cruel...Nadie conocía realmente el lobo que se escondía bajo esa piel de cordero.Nadie, excepto yo. Toda mí vida había trabajado para esta familia, mí pobre madre era muy cercana a los abuelos de Doménico, después de la muerte de mí progenitora, el abuelo Ford, se hizo cargo y fue una figura paterna para mí. Razón por la cuál se creó un vínculo de lealtad entre ambos y juré servirles hasta el final. Al principio lo consideraba un tipo justo y respetable, era el único varón entre cinco hermanas
* * * * * * * * * *Aquella avasalladora injusticia me partía el corazón y lo retorcía cómo si tuviera contracciones, a mí hija le habían arrancado su inocencia y yo dejé que sucediera. Ella pudo ir a la universidad, pudo haber sido feliz pero yo dejé que ese hijo de puta la lastimara. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan mal, la oleada de dolor, tan viva y punzante crecía a cada segundo. Un cable de acero me ceñía el pecho con tanta presión que me pareció sentir que me ahogaba y tuve que abrir mi boca para encontrar aire. Subí hasta la habitación ignorando los gritos de pánico de Cecilia, la punzada de dolor aferrada a mi pecho me impedía razonar. Y, tampoco era como si quisiera hacerlo. Me interne en el interior del closet buscando entre los cajones hasta dar con la Beretta que guardaba por razones de seguridad, tomé el cartucho y la escondí bajo mí chaqueta del uniforme. — ¡No, papá, no vayas! ¡Por favor, no lo hagas!. — Cecilia se atravesó frente a la puerta. — Tú no con
POV : TARA. Acaricié el marco de mí título universitario y suspiré al leer las palabras que habían escritas al final del documento. «Especialista en Publicidad y Relaciones Públicas» Había alcanzado mí sueño, me gradué un año antes de lo esperado y con honores en mí especialización, incluso obtuve un empleo por mis propios medios en la revista "Élite", el pináculo de la industria empresarial.El problema es que no era tan fantástico cómo lo imaginaba. Llevaba meses dentro de un cubículo de metro y medio, corrigiendo notas administrativas y tenía la esperanza de optar para el puesto de redactor, pero sospechosamente mí jefe (Rush Norton) nunca tenía tiempo para escuchar mi presentación. Algo que no era impedimento para mí, pues no estaba dispuesta a rendirme, quería ser alguien importante para demostrarle a mí padre que puedo mantener el control de mí propia vida. Una vida que funcionaba en piloto automático desde el día en que abordé aquél avión para separarme de Sebastián. Entend
POV : BASTIAN. Observaba los preparativos del funeral de mí padre desde la ventana, mí expresión era triste, a partir de ahora muchas cosas cambiarían en mi vida, el día se veía más oscuro y la soledad parecía mí último refugio, por eso prefería mirar por la ventana cómo el mundo seguía rotando sin percatarse de mi dolor. Tal vez la perdida se me haría más soportable si hubiese podido despedirme, desde hacía un tiempo nuestra relación no era la mejor y justo cuándo tendría la oportunidad de enmendar las cosas, sucede esto. La cuestión es que también me sentía abandonado, solo había una única persona en el mundo a quién quisiera ver pero sabía que ella no estaría aquí. Había comprendido que nada era lo que parecía, el que reía de último, no siempre reía mejor, sino que a veces lloraba. Querer no siempre era poder y sobre todo el "siempre estaré a tu lado" podría resultar la mentira más vil. — Bastian, cariño por favor. Come algo ¿si? — Dijo Kelsi desde la puerta, se había empeñado