POV: TARA. [ Parte II] Al levantar la mirada me encontré con Atlas. Su mirada era gélida igual que su comportamientoy provocó un escalofrío en mi cuerpo. No de placer o excitación, sino de miedo, era la misma que tenía el día en que abusó de mi. Ahora podía recordarlo claramente. Observé sus manos manchadas con sangre y me puse nerviosa, luego fijé la vista hacia los chicos con completo terror. Sam y Midas se encontraban amordazados, se veía claramente que recibieron una fuerte paliza... "Es un desgraciado" Entonces, mis ojos descubrieron lo peor. Bastián yacia en el suelo sobre un charco de sangre. — ¡Dios mío, no! — Tape mi boca con mis manos, aún llevaba puesta la capucha que cubria la mitad de mi rostro. ¿Que había sucedido con Sebastián? Miré a Maxim y este notó el dolor en mi rostro, así que comenzó a reír. — ¿Te gusta, I'vitsa? Es una ofrenda de paz. — Pateo el cuerpo de Bastian — Tu me quitaste a mi hermano y yo te quité a tu... Amante. — Dijo esto último con una expres
POV : ACE. [Varios Meses Después...]Mis ojos atravesaron el concurrido salon elegante, dónde se llevaría a cabo una gran subasta. El sitio habia sido cerrado hace meses y hoy por fin tendría la oportunidad de adquirirlo cómo único dueño. Pasé mis dedos por encima de la mesa situada bajo el gran ventanal. Había una gran capa de polvo pero era la pieza perfecta igual que todo en este lugar. Sabía que el día de hoy tendría competencia, razón por la cuál sentía miedo de perder la oportunidad de poseer el local. — No entiendo, ¿Por qué necesitas comprar este lugar? — Anunció Ethan a mi lado. — Todo quedó hecho ruinas. Tendrás que invertirle una fortuna. — No lo entiendes, yo lo necesito. — Confesé sin más. — ¿Por? — su insistencia me tomó por sorpresa, la verdad es que tenía una muy buena razón por la cuál quería apropiarme del establecimiento. "La Diosa Pandora"Ella era la única mujer que alguna vez habíaprovocado deseo y al mismo tiempo dolor en mi corazón.Debo decir que la ch
POV: PANDORA. — ¡Lo logramos! Hemos conseguido la compra. — Exclamó mi amiga Aislyn que se encontraba en la subasta. No era capaz de disimular la felicidad que me inundó por dentro, mi corazón latía más de prisa de lo habitual. Exudaba anticipación. Casi podía escuchar la música, ver los rostros detrás de las máscaras y, sobre todo, podía verme sentada en mi trono deleitando a mis siervos, yo era un alma atormentada que solo encontraba placer en el pecado. Como si en el pecado fuera a encontrar la salvación. — ¡Enhorabuena! Tengo muchos planes para el nuevo negocio. Empezando por cambiarle el nombre. De ahora en adelante quiero que se llame Inccubus'Club. — Le contesté emocionada. — ¿Inccubus? Me parece interesante, Tamara... Sí, me gusta. — Afirmó Lyn, luego de unos segundos. — Ya tengo conmigo el contrato y las llaves, te lo enviaré con Bastian para que lo revises y luego lo firmes. — Por supuesto, recuerda que también debemos gestionar el suplemento para nuestra revista INN
¡Que horror!¿En serio tendré que recordar esto de nuevo?*** Mi nombre es Tamara Yasmine Ford. Lo sé, es un nombre bastante ordinario para una "Heredera" pero en mi defensa puedo decir que desde niña he expresado mi naturalidad junto con mi rareza. Claro que no muchos sabían apreciarlo, yo no era para el gusto de todos. Crecí en el núcleo de una familia opulenta y poderosa, mi padre era el gran Domenico Ford, el hombre que siguiendo los lineamientos de sus antepasados había construido un imperio en la industria automotriz, posicionando el legado familiar de número uno, a nivel nacional e internacional.Todo comenzó cuándo a mí tatara-abuelo se le ocurrió diseñar el primer auto con adaptación de motores híbridos capaces de funcionar utilizando energías menos contaminantes y más renovables para el medio ambiente. Algo que ocasionó un éxito rotundo dentro de la industria durante más de setenta años continuos, luego pasó el mando de su imperio de generación en generación hasta lleg
POV: TARA. [Parte I] El tiempo relativamente ha pasado volando y ahora ya no era más una niña de siete años, sino un adolescente soñadora en pleno auge, también podría decirse que durante ese tiempo me abrí paso a muchos castigos que me dejaron con una mala reputación entre el círculo de amigos de mi familia . Y, si.Papá cumplió su promesa de enviarme a un internado para chicas rebeldes, en dónde no me fue mucho mejor, pero igual que siempre pude superarlo. Bueno, casi pude...— ¡Hey! ¡Chica rara! Es tu turno... — Apenas giré la vista, lo primero que impacto mi rostro fue una pelota de fútbol. No pude esquivarla así que fue directo hacia mi nariz haciendo que cayera de espalda.— ¡Oh por Dios! Le dí, le dí.... ¡Miren como cayó!.— Se oyeron un montón de risas en la distancia. — ¿De dónde sacaste esos calzones de abuelita?, ¿te los tejió tu mamá? — Camila me rodeó junto con otras chicas. — Hola Camila, sigues tan graciosa como siempre. Debo informarte que prefiero llevar puesto
POV: TARA. [Parte II]* * * * * * * * — Por Dios, te ves... Tan... preciosa, hija. — Exclamó mi madre confundida, después de verme con aquel vestido horrendo que decidí ponerme. — Si tenemos suerte celebraremos tu compromiso esta noche y también el de tu primo Dioniso. — Rodé mis ojos hasta ponerlos en blanco. — No me veas así, sabes que tu padre quiere lo mejor para ti y se asegurará de conseguirte a un caballero.— Mamá.... si entiendes que no soy un objeto ¿Verdad? Hago esto porque no tengo otra elección, en realidad no hay nada que celebrar hoy.— Tamara hija. — ¡No digas nada mamá! ¡Estoy harta de todos ustedes! ¡No quiero ser una mujer con sueños frustrados igual que tú, mamá! — Me quejé y ella aparto la mirada del espejo. Se que he sido cruel y estoy actuando de manera egoísta pues, mi mamá no tenia la culpa.En nuestra familia se ha repetido el mismo patrón desde siempre y cómo diría mi padre: "El matrimonio es solo un intercambio donde ambas partes se benefician, aquí
POV : BASTIANAun soy capaz de recordar con absoluta precisión, esa claridad que eriza el vello de mis brazos por el comienzo de nuestra historia.O por lo menos, como empezó todo para mí y cómo fué que llegué a convertirme en el guardian pque mí reina necesitaba. Tamara Ford, era todo lo que una señorita nunca debía ser: Era enojona, hablaba a gritos, no tenía miedo de dar su opinión, nunca peinaba su cabello y usaba vestidos extremadamente holgados. Algo que era sumamente chistoso, porque a pesar de que su madre intentaba disimular su salvajismo con vestidos caros, siempre acababan terriblemente sucios, pues su entretenimiento consistía en la práctica de juegos violentos y poco adecuados para una niña.En cambio, yo por mí parte, siempre había sido un chico correcto, muy bien portado y uno que jamás dudaba en obedecerla. La razón fue porque quede hipnotizado por el bonito rostro y la sonrisa tierna de aquél bello ángel. Mientras que otros padres se alegrarían por la felicidad de
POV : ACE. Si tuviera una lista negra de las cosas que me desagradan en la vida, mí futuro matrimonio estaría de primero en esa lista, pero eso era algo que jamás iba a suceder. Me había fijado una meta, un reto en mí vida y era conseguir la unificación con el imperio Ford. Y no iba abandonarlo estando tan cerca de conseguirlo. El único inconveniente que tenía hasta ahora era mí futura esposa, por más que había intentado conocerla siempre encontraba la manera de escabullirse de mí. — ¡Damas y caballeros! — Dijo por el micrófono el decano de la facultad de ciencias políticas. — Recibamos al homenajeado de la noche: ¡Ace Beringhelis! Hubo un fuerte aplauso cuando salí al escenario y acepte el premio, que llevaba grabado una placa por delante. «Estudiante del Año» — ¿Te quedas para la cena de triunfo? — Preguntó el decano con voz entusiasta, simulé mirar mí reloj como si tuviera prisa. — Me temo que tengo un agenda difícil señor. — Bueno, ya quedará para después. Decidí marchar