* * * * * * * * * *Aquella avasalladora injusticia me partía el corazón y lo retorcía cómo si tuviera contracciones, a mí hija le habían arrancado su inocencia y yo dejé que sucediera. Ella pudo ir a la universidad, pudo haber sido feliz pero yo dejé que ese hijo de puta la lastimara. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan mal, la oleada de dolor, tan viva y punzante crecía a cada segundo. Un cable de acero me ceñía el pecho con tanta presión que me pareció sentir que me ahogaba y tuve que abrir mi boca para encontrar aire. Subí hasta la habitación ignorando los gritos de pánico de Cecilia, la punzada de dolor aferrada a mi pecho me impedía razonar. Y, tampoco era como si quisiera hacerlo. Me interne en el interior del closet buscando entre los cajones hasta dar con la Beretta que guardaba por razones de seguridad, tomé el cartucho y la escondí bajo mí chaqueta del uniforme. — ¡No, papá, no vayas! ¡Por favor, no lo hagas!. — Cecilia se atravesó frente a la puerta. — Tú no con
POV : TARA. Acaricié el marco de mí título universitario y suspiré al leer las palabras que habían escritas al final del documento. «Especialista en Publicidad y Relaciones Públicas» Había alcanzado mí sueño, me gradué un año antes de lo esperado y con honores en mí especialización, incluso obtuve un empleo por mis propios medios en la revista "Élite", el pináculo de la industria empresarial.El problema es que no era tan fantástico cómo lo imaginaba. Llevaba meses dentro de un cubículo de metro y medio, corrigiendo notas administrativas y tenía la esperanza de optar para el puesto de redactor, pero sospechosamente mí jefe (Rush Norton) nunca tenía tiempo para escuchar mi presentación. Algo que no era impedimento para mí, pues no estaba dispuesta a rendirme, quería ser alguien importante para demostrarle a mí padre que puedo mantener el control de mí propia vida. Una vida que funcionaba en piloto automático desde el día en que abordé aquél avión para separarme de Sebastián. Entend
POV : BASTIAN. Observaba los preparativos del funeral de mí padre desde la ventana, mí expresión era triste, a partir de ahora muchas cosas cambiarían en mi vida, el día se veía más oscuro y la soledad parecía mí último refugio, por eso prefería mirar por la ventana cómo el mundo seguía rotando sin percatarse de mi dolor. Tal vez la perdida se me haría más soportable si hubiese podido despedirme, desde hacía un tiempo nuestra relación no era la mejor y justo cuándo tendría la oportunidad de enmendar las cosas, sucede esto. La cuestión es que también me sentía abandonado, solo había una única persona en el mundo a quién quisiera ver pero sabía que ella no estaría aquí. Había comprendido que nada era lo que parecía, el que reía de último, no siempre reía mejor, sino que a veces lloraba. Querer no siempre era poder y sobre todo el "siempre estaré a tu lado" podría resultar la mentira más vil. — Bastian, cariño por favor. Come algo ¿si? — Dijo Kelsi desde la puerta, se había empeñado
POV : TARA. Es gracioso como esos encuentros felices pueden cambiar la dirección de tú vida, aunque ahora que lo pienso "Feliz" no es quizás la palabra correcta.La luz de verificación del motor no deja de parpadear, había un extraño sonido chirriante y después comenzó a salir humo de debajo de la capota. Fue entonces cuándo Bastian detuvo su viejo auto. — Demonios, nos hemos quedado varados en este lugar. — Reflexionó Bastian, saliendo del auto. — Déjame ver qué sucede. — Abrió la puerta de su lado para bajar, dió la vuelta y me invitó a salir pero mí brazo quedó atrapado en el cinturón de seguridad haciendo que me tropezara.Cuándo me agarró del codo para estabilizarme, una corriente prendió fuego en todo mi cuerpo. Lo miré a los ojos. Estaban ardiendo, atravesando los míos y avivando las llamas que parpadean en mi vientre. — No hagas eso. — Le digo, separándome de él. — ¿Hacer qué? — Lo que siempre haces con tus ojos. Estas tratando de hacerme sexo ocular. — Me lanza una
POV: ACE. [Parte I] — Llegas tarde, otra vez. — Megan levantó la cabeza para mirarme cuándo entre al cuarto de baño. — Llevo horas esperándote. — Se quejó. — Lo siento, cariño. — Solté el nudo de mi corbata y tomé asiento en el borde de la bañera. — Me olvidé de una reunión a la hora del almuerzo que tengo mañana y quería asegurarme de que contaba con los documentos necesarios. — Ella niega con su cabeza. — Tienes que decirle a tú suegro que te mereces un bono extra y un aumento adicional por todo lo que haces. Incluyendo enamorar a esa estúpida fea. — Ya soy el ejecutivo mejor pagado de la ciudad, Meg. — Pues, todavía no es suficiente. — Dijo mientras se recogía el pelo en una delicada coleta, luego recostó su espalda en la bañera dejando a la vista sus dos montículos asomándose a través de la espuma. «Delicioso» — Yo creo que es más que suficiente. — Saqué mí móvil y lo coloqué sobre una toalla mientras me desvestía. — Lo que me das no me alcanza, no quiero que un día est
* * * * * * * *POV : ACE. [ Parte II] Revista POSE: Temblores de conmoción, confusión y completa sorpresa han sacudido esta mañana los pasillos del Group Ford. El soltero del año y el hombre más cotizado, acaba de anunciar la fecha de su boda con la que ha sido su prometida desde hace muchos años: Tamara Ford, única heredera del imperio Ford. La circular oficial de la empresa, que se envió a miles de empleados, rezaba lo siguiente: «Ya no resisto estar más tiempo separado de la mujer que he amado durante años»A pesar de las personas que lo han acusado y señalado de oportunista, ya que se ha corrido el rumor de que las acciones del grupo Beringhelis van en picada, el magnate de la industria Ace Beringhelis, no se ha pronunciado en cuánto a los motivos que lo han llevado a anunciar esta decisión tan desgarradora para todas las mujeres solteras de la ciudad. *** El comunicado colapsó las redes. A las nueve de la mañana y durante dos minutos, el mundo del cotilleo contuvo el alie
POV : TARA. [Parte I] Midas, Bastian y yo salimos a hurtadillas de mi casa y entramos en la noche brumosa. Había pasado más de un mes desde la muerte de Demian y para este entonces Sebastián había tomado el lugar de su padre, ahora trabajaba para mí familia, situación que nos complicaba más las cosas. No deseaba tenerlo cerca de mí. Tampoco quería herirlo, él representaba lo mejor de mí pasado y no deseaba arruinarlo. Me había convertido en una mujer; amargada, frígida y controladora a tal punto de que ya no disfrutaba del sexo. Tampoco me sentía dispuesta a ceder el control de mi vida, había invertido mucho tiempo en aprender a cuidarme y tomar clases de defensa personal.«Jamás nadie volvería a lastimarme». De hecho ese era el verdadero motivo por el cuál abandoné todo en el pasado, nunca quise hablar al respecto con nadie sobre lo que sucedió. Me habían vaciado por dentro, sabía que algo estaba mal conmigo, nunca iba a superarlo y nunca mas lograría disfrutar incluso de tener
* * * * * * * * POV: TARA. [Parte II] — ¡No puedes ir! Recuerda que este es un sitio peligroso. — Sebastián susurró inclinando su rostro muy cerca del mío, pero con ambas manos lo tomé para tranquilizarlo. — No va a sucederme nada, tranquilo. Confía en mí, no queremos ocasionar un problema ahora con gente peligrosa. — Digo entre dientes y finalmente comprende a lo que le refiero. — Te esperaré junto a Midas en la zona libre. — Le dió un último vistazo a los hombres y se alejó de mi, no muy convencido.— ¡Perfecto! — Con cautela seguí a los hombres hasta que me dejaron frente a una puerta que resultó ser una sala de espera. Habían sillones, tapizados en gris, negro, y rojo que se distribuían al fondo del salón quizás para brindar cierta privacidad. Observe una fila de varias mujeres vestidas de manera similar, ellas al igual que yo, me veían con ojos curiosos bajo la máscara. Decidí acomodarme en silencio en un sillón contrario, esperando pacientemente por más de cinco minutos