Gravitaba por las afueras del cementerio de Cathays Cardiff, Gales, aburrida. No recordaba cómo morí. Ni siquiera mi nombre, intenté agarrar una roca y la traspasé. La luna llena me llama la atención, mis ojos fijos en esa enorme bola brillante y de pronto escucho un lobo aullar. Nunca había escuchado uno tan cerca (bueno en mi vida de fantasma) por este cementerio. Mi inexistente cuerpo gravita hacia el aullido y de pronto siento una niebla que me cubre. Nunca en todas las noches que he venido, había sentido algo de esa manera y de pronto siento la fría tierra en mis pies. «¿Qué rayos sucede?» Me agacho, estoy consciente de mi cuerpo, ya no es incorpóreo. Estoy fascinada y agarro un puñado de arena. Cierro los ojos, sintiendo todo y oliendo la húmedad. A varios pasos escucho el aullido y por instinto abro mis ojos. El lobo enorme de pelaje gris y el hocico blanco se acercó vigilando. Sus ojos oscuros y poderosos fijos en mi cuerpo, pero se detuvo como todo un depredador a mitad del camino. No entiendo cómo tengo un cuerpo, o sea estoy muerta. Suavemente me incorporo, siento frío y me acaricio mis brazos. Sonriendo por este momento, levanto la vista hacia el enorme cielo y me quedo con la boca abierta viendo una aurora boreal. El cielo me ha regalado los espectaculares colores. Tengo una camisa blanca con sangre y mis piernas al descubierto. La ropa demuestra que mi muerte no fue accidental, sino forzada. El lobo de pronto corre hacia mí, quedándome quieta y admirando su belleza nata. Estoy muerta, es imposible que pueda lastimarme. «¿Será que la niebla me hace visible?» En mi inexistencia y aburrida vida deseo ser mordida por esa belleza de lobo. Se derrapa frente de mí y me miró intensamente.
—¡Hola lobito! Eres lo más entretenido en mi fantasmagórica inexistencia vida —sus ojos lobunos oscuros en mí y acaricio su cabeza.
Ladeó su cabeza cerrando sus ojos, aparentemente le ha gustado mi toque. Me percato que estoy en la tumba de Leyla Hathaway.
—¿Te gusta mi toque? —susurro mientras me agacho a su nivel—. Disfruta mientras dure —me detengo de acariciarlo al escuchar a mi patético amigo fantasma y enseguida el lobo abrió sus ojos en alerta—. Calma lobito, es mi amigo fantasma.
—¡Bellicienta, Belli, nos ha llamado Jason! ¡Ha pasado algo! —su bramido es desesperado y me giro en dirección de su voz.
Lo veo gravitar, al verme con cuerpo sus ojos verdosos se agrandan. El lobo se cruzó en mi camino, todo posesivo amenaza a Luke.
—¡Hey, calma lobo! Aunque soy fantasma, nada podrías hacerme —se mofó y volvió su atención hacia mi cuerpo—. ¿Me puedes explicar cómo has hecho?
—No tengo idea que ha sucedido, pensé que era la neblina. Pero estás aquí y sigues igual. Lo más extraño es que sigues incorpóreo —lo miro pensativa.
—¡Hello, soy fantasma, tu amigo! —se señaló con sarcasmo—. Mira el cielo, que maravillosa vista.
Me inclino abrazando al lobito y beso su cabeza.
—Cuídate mi lobo, espero poder volver a verte —sus ojos oscuros son una promesa y me estremezco.
Tener de cerca al lobo me hace sentir una conexión y de pronto tengo una leve visión. Me sostengo la cabeza fuerte, sintiendo una punzada y puedo ver un chico de espalda ancha sosteniendo un peñón.
—¿Qué te sucede Belli? —ese apodo me lo dio él, al no recordar mi pasado—. Tenemos que irnos y tú teniendo otra muerte en este cementerio —habló de prisa y sin lógica alguna.
Abro los ojos aturdida, estoy segura que ese hombre fue mi asesino. El lobo con su hocico me roza la mejilla y termina lamiendo. Sonriendo a su toque, le doy una última mirada y me alejo odiando dejarlo. Sigo caminando hasta que salgo de la niebla y mi cuerpo se vuelve fantasmagórico.
—Que extraño, ¿no quieres decirme tu secreto?
—Te aseguro Luke, que no hice nada. Solo sentí una niebla en ese sitio y luego tenía mi cuerpo.
—Pues no sentí nada y me detuve en la neblina —se ha quedado pensativo y prosiguió—, solo que el lobo es muy agresivo conmigo y contigo no. Por supuesto que sería así, si eres bella, incluso de fantasma y esas piernas. ¡Mmm!
Nos alejamos de la tumba y siento un vacío en el pecho de momento. Me detengo, me giro sobre mi hombro y aún sigue el lobo observando. Levanto mi mano en despedida y el lobo aulló logrando erizar mi cuerpo. Nunca había sentido nada desde que soy fantasma y sé que ha pasado algo en esa niebla. La única persona que puede aclarar esto es Jason, el líder de la cuidad de Huesos Gravitando. Se preguntarán si los fantasmas tienen un territorio, por supuesto que sí. Lo malo de mi situación, es ser la única que no recuerda su nombre. Además de andar con una camisa de hombre llena de sangre y prácticamente desnuda. Menos mal que me he acostumbrado a las miradas de todos y hasta me gusta llamar la atención. Ser fantasma tiene sus pro y contras, un pro es poder teletransportarme y eso hice en este momento hacia la ciudad de los fantasmas. Es un plano completamente gris, con muchos fantasmas flotando y haciendo que la ciudad sea lo más parecido a un hogar. En este plano quedamos los que nos negamos a cruzar por asuntos que debemos arreglar y mientras seguimos las órdenes del líder Jason. Ese que nos ayuda a evitar ser llevados a la fuerza a nuestro destino. Por lo tanto hay fantasmas que poseen cuerpos, hay los que solo quieren cuidar a su familia y luego existen los míos que no queremos irnos hasta saber que nos sucedió. Está flotando alrededor de una silla de rey Jason, en su rostro veo incertidumbre y sus ojos grises conectan con los azul claros míos. Se encuentran todos los fantasmas expectantes a lo que nos informará Jason. Estoy segura que esa mirada mortal, tiene que ver con la niebla y levanto mis hombros en señal de no sé nada. En eso flota una chica habladora, últimamente le ha dado con seguirme y la evito lo más posible.
—Te perdiste todo el día —su voz chillona me persigue.
—Estaba vagando por ahí —respondo monótona.
—¡Atención a todos! ¡Hagamos silencio! —bramó Jason.
—¿Por qué tanto misterio? —susurro a nadie en particular.
Me cruzo de brazos y fruncí el ceño esperando por el discurso.
—Esta noche han cruzado la línea prohibida y alertado a los guardianes de la línea —Jason empezó a hablar y no quitó sus ojos de mí—. Por tal motivo seremos cazados y debemos mantenernos fuera del cementerio de Cathays.
—¿Qué pasa con la línea? —grito consiguiendo la atención de todos.
Jason gravita hacia mí furioso, todos le abren paso y se detiene al frente.
—Solo debes saber que es prohibida, está fuera del alcance de un fantasma y si deciden excavar, su alma será encerrada para siempre.
Por primera vez desde que soy un fantasma siento ganas de romper las reglas y crear mi propio destino.
—Tal vez, sea hora de arriesgar, total ya somos inexistentes.
Con eso desaparezco, dejando a Jason molesto y a los fantasmas dudando.
Todavía no me acostumbro al cambio de lobo a humano y me duele todo el cuerpo. Recojo la ropa que dejé en un maletín apartado de las tumbas. Mi cuerpo tiembla por el frío descomunal y mi corazón martillea no tan solo por el cambio. Recuerdo su toque, su labios en mi cabeza peluda. No puedo apartar de mi mente esos ojos manantiales y su piel blanquecina. Al verla fue fenomenal, ella era parte de la aurora boreal y su cuerpo resplandecía compitiendo con los colores del cielo desde un verde a un morado. Termino de ponerme la ropa y no puedo creer que era un fantasma. La sentí, me acarició y me estremecí nada más de recordarlo. Esa neblina la envolvió y cuando salió su cuerpo se veía aireado. Me da rabia que se hubiera ido con ese chico amigable, demasiado para mi gusto y la veía con esos ojos de cordero. Tengo que ponerme en marcha, esta noche vine a visitar la tumba de mi querida Leyla, era mi mejor amiga y en estos momentos la extraño tanto. Solo lleva un mes de muerta, su muerte fue p
Casi me desmayo en los brazos fuertes del joven guapo y por eso me teletransporte. No sabía si en mi modo humano podría hacerlo y sí lo conseguí. Sus ojos oscuros me recordaron al lobo y de pronto siento ese anhelo de volver a verlo. Me dio un leve dolor de cabeza y pensé que tendría otra visión y se esfumó. De la misma manera que se fue mi cuerpo, en este instante me encuentro bien incorpórea. He venido al bar de Cardiff, me gusta vagar y escuchar música. Es divertido ver a las personas en su mundo y mientras las miro deseando tener un cuerpo. Será por eso que estoy teniendo leves momentos con mi cuerpo y me golpeo la cabeza desconcertada. En la esquina de la pista hay un hombre con ojos casi rojos y es imposible. ¿Cómo un ser humano tendría ojos de ese color? Gravito hacia él y está mirando a todos con rabia. Me detengo al frente de él y sus ojazos espeluznantes me enfrentan. No puede ser, no creo en esos ojos. Le hago muecas, consigo que ladee la cabeza y se cruce de brazos. En el
Estoy en las nubes, sentada en una de color rosa en mi mente y paso mi dedo indice por mis labios. La calidez invadió todo mi cuerpo humano y a pesar de que soy incorpórea en este instante, puedo sentir todo tan vívido. Estoy a punto de explotar a color y pintar el cielo con mi loco arrebato. Estar cerca de ese hombre lobo es sentirme normal, humana y no muerta. También me di cuenta que cada vez duro más tiempo con el cuerpo humano. Me teletransporte hacia la cuidad Huesos Gravitando y estoy en lo que se supone es mi hogar. Un Ford Cortina azul cielo de los años sesenta, típico vehículo británico de la época y me acuesto en el mueble de atrás, mi cama. Este plano no es por completo gris, pero para mí es de ese color. Ver tantos fantasmas gravitando me parece que todo es transparente. La ciudad no tiene edificios, solo hay muchas carpas haciendo ver esto como un circo y unas son más grandes que otras. Algunos fantasmas como yo no tienen nada, los olvidados o los que no tienen a nadie.
Nos enteramos por Kara que podemos detectar a los lobos por medio de su aura de color marrón, antes no podíamos verla hasta que todo se desmadró. Todos y cada uno repiten que se cruzó la línea prohibida, pero nadie habla claro. Todo es un maldito misterio, para alguien que no sabe ni siquiera su nombre todo es irreal. Lo sé, soy espeluznante como ha dicho mi amiga Buffy, y eso que no sabe las cosas que me suceden. Tras la risa malévola del hombre de negro, todavía la escuho y me atormenta, Kara nos explicó (con mucho énfasis) que atacarán antes que ellos acabaran con tu alma. Pude darme cuenta que avivó la llama de los fantasmas, por primera vez se sentían poderosos y querían el cuerpo de un lobo. Definitivamente la parte que más les gustó fue que si podían mantener en el cuerpo del lobo por dos semanas, sus ojos rojos que los delatan se cambiarían al color del lobo original. Eso significaba que habías logrado suprimir al lobo. Nada más de imaginarlo me desagrada. Lo otro que me pertu
Llevo trabajando desde que terminó la reunión, he estado firmando contratos y finiquitando los gastos de la semana. En medio del caos de papeles no he olvidado mi cita en el cementerio con Bellicienta y tocan a la puerta. —Adelante —recojo un poco el escritorio y doy mi última firma poniendo el papel en la carpeta.—Buenas noches, Berwin —entró Neal con mi padre sosteniendo su hombro.Desde que papá perdió la vista, Neal siempre lo ayuda junto con mi madre. En sus rostros puedo leer el disgusto por permitir que los cuatro chicos de la manada del sur se queden en el castillo. Los dejé con Craig, la cara de mi amigo fue digna de grabar y a pesar de todo aceptó ser el guía de ellos. Les informó las normas (básicamente no traicionar) y todos los por menores. Los tuve que dejar solos por el trabajo y sabía que esto sería un gran problema para papá. —Hola Neal y papá —me pongo en pie y me acerco a mi padre—, ven te llevaré a tu silla —se opuso y se puso tedioso.—No es mi lugar, es el tuy
Se supone que al ser una chica fantasma no me asuste con facilidad, pero esta pequeña casa me pone la piel de gallina. No ayuda la corriente que corre por mi cuerpo y se concentra en mi entrepierna. Estoy sin cuerpo humano, tan incorpórea como debo serlo, pero siento que mi parte de chica palpita. La vergüenza me traga, los nervios hacen que juegue con mi cabello dando vuelta en el dedo.—Puedes dejar de gravitar tanto —pidió con voz amortiguada Berwin.Estoy tan despistada en mis sensaciones que no me fijé que parecía una bola de ping-pong flotando alrededor de mi lobo. Se me escapó la risa y levanté los hombros restándole importancia. Es que su cuerpo y el mío eran dos imanes. En ningún momento deseé poseerlo. El único anhelo era rozar cada parte de su enorme cuerpo antes de desvanecerme. La señora intimidante golpeó con su mano la mesa y se me fue un remilgo.—Detengan su calenturiento y tomen asiento —nos mira a cada uno—, antes de que los saque a patadas —aumentó la voz la intimi
Estoy caminando fuera del cementerio, intentando digerir todo lo poco que sé de la chica fantasma. Se llama Alinor, un licántropo poseído por un fantasma la mató y posiblemente fue planeado. Es algo imposible de creer, se supone que nos pueden poseer por la línea prohibida. No obstante, uno pudo hacerlo antes y sabía que matando a Alinor podría hacer que todos lo lograran. Solo son especulaciones de un alfa desesperado o perdido en sus labios. Bellicienta (todavía me es imposible llamarla por Alinor) está gravitando a mi lado. Me he dado cuenta que cuando está nerviosa juega con su cabello blanco y gravita alrededor de mi cuerpo. —Me llamo Alinor, no me suena nada y ni siquiera siento un dolor agonizante al mencionarlo. —Desde que dejamos la casa de la médium Imogen, no ha parado de parlotear.—¿Te da un dolor agonizante? —interrogé preocupado.Es mitad fantasma y humana, no me es difícil creer que sienta dolores. Se detiene al frente mío y con esos ojos hermosos me observa.—Aunque
Ha pasado una semana desde que decidimos ser un equipo, desde que la loba Leyla me poseyó o mejor dicho la llamé. Realmente cada momento que paso con el cuarteto nos une, sumando a Reuben. El chico de cabello rizado ha olvidado su rechazo a mi persona. Estamos en un bar de Newport, estamos cerca de la manada del sur, resulta que los licántropos poseídos han sido todos de esa manada. Para nada casualidad, eso nos ha mantenido especulando. Hemos sacado diez fantasmas del cuerpo de los licántropos, en lo que va de la semana. Cada momento que saco el alma de un fantasma, ruego que no sea Luke. Mi amigo me ha estado evitando desde ese día, desde que me reclamó mi falta de empatía y me enteré que está igual de solo que yo. Tengo dudas al respecto a estar sola, porque es cierto que no recuerdo nada de mi vida, pero nunca estuve del todo sin nadie. Luke siempre vagaba conmigo y lo extraño. Despierta de tu tristeza Belli, todo se solucionará. El bar no está lleno, se puede respirar sin nadie e