Estoy en las nubes, sentada en una de color rosa en mi mente y paso mi dedo indice por mis labios. La calidez invadió todo mi cuerpo humano y a pesar de que soy incorpórea en este instante, puedo sentir todo tan vívido. Estoy a punto de explotar a color y pintar el cielo con mi loco arrebato. Estar cerca de ese hombre lobo es sentirme normal, humana y no muerta. También me di cuenta que cada vez duro más tiempo con el cuerpo humano. Me teletransporte hacia la cuidad Huesos Gravitando y estoy en lo que se supone es mi hogar. Un Ford Cortina azul cielo de los años sesenta, típico vehículo británico de la época y me acuesto en el mueble de atrás, mi cama. Este plano no es por completo gris, pero para mí es de ese color. Ver tantos fantasmas gravitando me parece que todo es transparente. La ciudad no tiene edificios, solo hay muchas carpas haciendo ver esto como un circo y unas son más grandes que otras. Algunos fantasmas como yo no tienen nada, los olvidados o los que no tienen a nadie. Tal vez los que no tienen memoria, como yo. Los familiares que prenden una vela o incienso les dan privilegios a los fantasmas. Pueden tocar los objetos y tener una mini carpa, con sus recuerdos. Este auto ningún fantasma lo puede tocar y una vez gravitando con Luke, me detuve al frente de la vieja reliquia. Fue como si me estuviera esperando y al tocar el capo no traspasé. Fue un gran misterio su llegada y que nadie pudiera sentirlo. Hasta que solo pude tocarlo. Recuerdo la inmensa alegría que sentí y lo convertí en mi sitio. Eso me hizo pensar que después de todo hay alguien que me recuerda. Sé que no estoy sola, ha llegado mi amigo Luke.
—Habla sé que llegaste —susurro monótona.
—Contigo no se puede, nunca puedo darte un susto —se quejó mientras traspasó el capo y se quedó mostrando solo su rostro—. Boo… —se me escapó una sonrisa, viene bien después de perder el cerebro fantasmagórico, de tanto pensar—, al menos has relajado la mandíbula, te mire tan sumergida en tu mente.
—Oye, ¿por qué nunca he visto tu sitio? —se me antojó saber dónde pasaba el tiempo sin mí.
Él siempre evade todo lo que es referente a él y me imagino que inventará algo para salir del apuro.
—Hasta que por fin te dignas a saber algo que no sea tu pasado —su tono es de reproche.
Flotó hasta el asiento de conducir y me miró por el espejo retrovisor dolido.
—Cada vez que te preguntaba el motivo de porque seguías vagando o de tu familia, siempre cambiabas el tema o te desvaneces —no quería sonar como niña a la defensiva, sin embargo salió a la perfección.
—Tal vez no quería dejarle saber a las personas que aún con memoria no tenía un familiar que diera algo por mí y menos que llorara en mi tumba. No tengo nada y lo peor es que recuerdo todo, no te aflijas por no recordar. Muchas veces quisiera tener pérdida de memoria —desapareció dejando una sensación agridulce.
Todo este tiempo nunca imaginé que él no tuviera sitio y que estuviera solo. Fui una amiga mala, cuando él solo se ha preocupado por sacarme una sonrisa y hasta apodo me dio. Fui egoísta, solo he buscado mi tumba y saber quién era. En eso escucho la voz chillona de la chica que me persigue. Verla en el asiento que apenas un segundo atrás estaba Luke, me da tanta nostalgia. Recuerdo que no sé su nombre por estar siempre sumergida en mi patética inexistencia.
—¿Cómo te llamas? —Decido cambiar y ser más consciente de los demás.
La fantasma abre sus ojos como canicas marrones y se detiene a centímetros de mi rostro.
—Nunca pensé que preguntarías, ya sabes como siempre estás recorriendo el cementerio en tu ardua búsqueda de tu paradero —se retiró hacia el asiento del copiloto y parloteó extasiada.
Segundo golpe bajo, Luke me dio el primero y ahora ella me quiere rematar.
—Gracias por terminar de matar mi inexistente corazón —admito y ella se asusta al ver mi reacción.
—No fue por mala onda… quiero decir nunca me atiendes y siempre te escondes de mí —levantó los ojos hacia arriba recordando las veces que fui una perra con ella, y eso que no es en mal plan—. Soy Buffy, pero no la cazavampiros —esperaba que me riera y se ha quedado con una risa plástica en su divertido rostro.
Es un poco espeluznante esa risa.
—Como sea —comenté para acallar mi conciencia.
—Mi mamá se llama Elizabeth y mi nombre deriva del suyo —al mencionar a su mamá puedo percibir su añoro.
—Genial —juego con mi pelo odiando no saber llenar el espacio—, soy pésima con las amigas, intentaré ser mejor fantasma.
—No te preocupes eres mejor que Kara.
—Cualquier fantasma es un santo al lado de ella y el que la sigue no tiene conciencia.
Es una fantasma de nuestra edad, una colorada de buen cuerpo y ropa sexy. Es muy malvada, le gusta poseer humanos y se aburre con facilidad. No dura más de dos semanas en un cuerpo. Luego viene orgullosa y cuenta la experiencia. Para todos es una locura sus aventuras y la escuchan. Es como la tele fantasma y todos sus espectadores esperan ansiosos a corear un Booo. En ese justo momento como si hubiéramos invocado su nombre ha pegado un bramido y pide atención.
—¡Venid todos, atención! —su voz es inconfundible es como la locutora de los fantasmas.
—La llamaste con la mente Buffy —dije divertida y mi amiga chillona echó un vistazo.
—Vamos para saber de qué se trata su historia —en sus ojos se ve la curiosidad.
—Anda ve tú, me da lo mismo.
—Deben saber que los lobos pueden sellar nuestras almas, es una advertencia —con voz fuerte nos informó.
Estoy segura que todos saldrán al escuchar esas palabras.
—No puedo perderme esto —comenté mientras me salí del auto y como esperaba todos estaban aglomerados.
Muchos se veían preocupados, no paraban de murmurar entre ellos. La chica no se ve para nada asustada y puedo ver que están disfrutando con todo esto. Es de esperarse si he sido egoísta pensando en mi paradero, ella es peor que yo.
—Es bueno que todos aprendan y luchemos contra los licántropos —su voz era como oír a una víbora.
Nunca había oído de licántropos hasta que el hombre lobo me puso al tanto y puedo notar que algunos fantasmas no fueron sorprendidos. Tan absorta estaba que nunca indague nada que no fuera quién era. Busco a Luke y no lo distingo de tantos fantasmas. Él no se pierde ningún chisme, incluso él una vez abogó por Kara y me dijo que ella no era tan malvada. Vuelvo a verla, su camisa es de tirante roja pegada a sus senos y ese escote no le es indiferente a nadie. Tiene su falda de cuadrados de color rojo y negro, murió bastante sexy. El agujero que tiene en su frente es el indicio de su muerte. Luke dice que tengo un golpe en mi cabeza atrás, el de la visión tenía un peñón debió de matarme con eso. Me tambaleé por el fuerte dolor en mi cabeza y Buffy se preocupa.
—¿Qué tienes? —sus ojos van de mí a Kara y se le ve muy deseosa de saber.
—Nada solo quería bromear —fue lo primero que se me ocurrió.
«Hello, Buffy me duele la cabeza». Además de ser un fantasma sin recuerdos, me llamarán inventa cosas.
Un muerto no puede sentir ni m****a y todo lo que me sucede es tan extraño. Tal vez estoy de manicomio.
—Eres espeluznante Belli —con su mirada desconcertada me ignoró y siguió expectante por saber todo.
—¿Todos saben de los licántropos? —me adelanté y pregunté.
—Si existimos nosotros, por supuesto hay más seres sobrenaturales —gritó un hombre sarcástico.
—Lo siento, no tengo el manual de fantasmas —dije burlona y levanté las manos en defensa.
—Porque no te importa más que tu patética tumba y no te preocupas por lo que sucede a tu alrededor —tercer golpe fuerte y fue de la perra malvada Kara.
—¿Por qué los lobos atacaron? —decidí ignorar lo que ya sé—. ¿Qué han hecho los fantasmas para conseguirlo?
—¿Estás del lado de esos licántropos? —preguntó furiosa Kara y sentí odio puro por los lobos.
—Hemos poseído a los lobos y ahora deben atenerse a las consecuencias —la voz imponente de un hombre hizo que todos buscaran alrededor.
Está de pie todo de ropa negra y serio en la colina. Todos lo miran es un hombre mayor, con cabello largo oscuro en una cola de caballo.
—Eso es imposible —se escuchan los murmullos.
—Era imposible hasta que sucedió la aurora boreal y al cruzar los límites seremos cazados —lo dice sonriendo maliciosamente.
—¿Quién eres? —preguntó furiosa Kara, por perder el centro de atención.
—Soy alguien que les advierte que todo ha cambiado y si deciden romper las reglas despidanse viendo a un lobo por última vez —se desvaneció y solo se escuchaba su risa espeluznante.
Tras su partida supe que Kara no se preocupaba por los fantasmas y solo quería un ejército para destruir a los lobos.
Nos enteramos por Kara que podemos detectar a los lobos por medio de su aura de color marrón, antes no podíamos verla hasta que todo se desmadró. Todos y cada uno repiten que se cruzó la línea prohibida, pero nadie habla claro. Todo es un maldito misterio, para alguien que no sabe ni siquiera su nombre todo es irreal. Lo sé, soy espeluznante como ha dicho mi amiga Buffy, y eso que no sabe las cosas que me suceden. Tras la risa malévola del hombre de negro, todavía la escuho y me atormenta, Kara nos explicó (con mucho énfasis) que atacarán antes que ellos acabaran con tu alma. Pude darme cuenta que avivó la llama de los fantasmas, por primera vez se sentían poderosos y querían el cuerpo de un lobo. Definitivamente la parte que más les gustó fue que si podían mantener en el cuerpo del lobo por dos semanas, sus ojos rojos que los delatan se cambiarían al color del lobo original. Eso significaba que habías logrado suprimir al lobo. Nada más de imaginarlo me desagrada. Lo otro que me pertu
Llevo trabajando desde que terminó la reunión, he estado firmando contratos y finiquitando los gastos de la semana. En medio del caos de papeles no he olvidado mi cita en el cementerio con Bellicienta y tocan a la puerta. —Adelante —recojo un poco el escritorio y doy mi última firma poniendo el papel en la carpeta.—Buenas noches, Berwin —entró Neal con mi padre sosteniendo su hombro.Desde que papá perdió la vista, Neal siempre lo ayuda junto con mi madre. En sus rostros puedo leer el disgusto por permitir que los cuatro chicos de la manada del sur se queden en el castillo. Los dejé con Craig, la cara de mi amigo fue digna de grabar y a pesar de todo aceptó ser el guía de ellos. Les informó las normas (básicamente no traicionar) y todos los por menores. Los tuve que dejar solos por el trabajo y sabía que esto sería un gran problema para papá. —Hola Neal y papá —me pongo en pie y me acerco a mi padre—, ven te llevaré a tu silla —se opuso y se puso tedioso.—No es mi lugar, es el tuy
Se supone que al ser una chica fantasma no me asuste con facilidad, pero esta pequeña casa me pone la piel de gallina. No ayuda la corriente que corre por mi cuerpo y se concentra en mi entrepierna. Estoy sin cuerpo humano, tan incorpórea como debo serlo, pero siento que mi parte de chica palpita. La vergüenza me traga, los nervios hacen que juegue con mi cabello dando vuelta en el dedo.—Puedes dejar de gravitar tanto —pidió con voz amortiguada Berwin.Estoy tan despistada en mis sensaciones que no me fijé que parecía una bola de ping-pong flotando alrededor de mi lobo. Se me escapó la risa y levanté los hombros restándole importancia. Es que su cuerpo y el mío eran dos imanes. En ningún momento deseé poseerlo. El único anhelo era rozar cada parte de su enorme cuerpo antes de desvanecerme. La señora intimidante golpeó con su mano la mesa y se me fue un remilgo.—Detengan su calenturiento y tomen asiento —nos mira a cada uno—, antes de que los saque a patadas —aumentó la voz la intimi
Estoy caminando fuera del cementerio, intentando digerir todo lo poco que sé de la chica fantasma. Se llama Alinor, un licántropo poseído por un fantasma la mató y posiblemente fue planeado. Es algo imposible de creer, se supone que nos pueden poseer por la línea prohibida. No obstante, uno pudo hacerlo antes y sabía que matando a Alinor podría hacer que todos lo lograran. Solo son especulaciones de un alfa desesperado o perdido en sus labios. Bellicienta (todavía me es imposible llamarla por Alinor) está gravitando a mi lado. Me he dado cuenta que cuando está nerviosa juega con su cabello blanco y gravita alrededor de mi cuerpo. —Me llamo Alinor, no me suena nada y ni siquiera siento un dolor agonizante al mencionarlo. —Desde que dejamos la casa de la médium Imogen, no ha parado de parlotear.—¿Te da un dolor agonizante? —interrogé preocupado.Es mitad fantasma y humana, no me es difícil creer que sienta dolores. Se detiene al frente mío y con esos ojos hermosos me observa.—Aunque
Ha pasado una semana desde que decidimos ser un equipo, desde que la loba Leyla me poseyó o mejor dicho la llamé. Realmente cada momento que paso con el cuarteto nos une, sumando a Reuben. El chico de cabello rizado ha olvidado su rechazo a mi persona. Estamos en un bar de Newport, estamos cerca de la manada del sur, resulta que los licántropos poseídos han sido todos de esa manada. Para nada casualidad, eso nos ha mantenido especulando. Hemos sacado diez fantasmas del cuerpo de los licántropos, en lo que va de la semana. Cada momento que saco el alma de un fantasma, ruego que no sea Luke. Mi amigo me ha estado evitando desde ese día, desde que me reclamó mi falta de empatía y me enteré que está igual de solo que yo. Tengo dudas al respecto a estar sola, porque es cierto que no recuerdo nada de mi vida, pero nunca estuve del todo sin nadie. Luke siempre vagaba conmigo y lo extraño. Despierta de tu tristeza Belli, todo se solucionará. El bar no está lleno, se puede respirar sin nadie e
Al cruzar la muralla del castillo se ve como si todo estuviera en orden, no parece que hubiera una emergencia. Los nervios de Craig lo mantienen comiéndose las uñas, el silencio en el auto es insoportable. Los familiares de mi amigo viven en el ala del este y me estaciono cerca. Afuera se encuentra Neal y mira a todos lados. Es tanta la desesperación de Craig que no deja que apague el motor y se bajó corriendo. Lo alcancé en la entrada y él empuja a Neal, pero no lo deja entrar. —¡Suéltame, necesito ver a mamá y papá! —gritó embravecido, pero lo sostiene fuerte Neal.—¿Qué diablos sucede Neal? Déjalo pasar —lo empujo cansado que se entrometa en todo.Al darse cuenta que lo empujé, puedo notar que se intentó controlar y su mandíbula se aprieta. Lo reto con la mirada a que ataque y se retiró inclinando la cabeza.—¿Por qué no puede entrar a su casa? —controlo mi temperamento.—Su padre insistió que primero entre el alfa —su voz suena contenida.—No lo permitas Berwin, eres mi amigo —su
Siento un paño en la frente, mis párpados están pesados y escucho voces discutiendo. La cabeza me pesa y todo es oscuro a mi alrededor. La vision de un bosque me deslumbra y de un negro todo es a color de momento. La curiosidad me hace caminar por la grama y agaché la mirada encontrando como es habitual mis piernas al descubierto. En cambio, me tomó por sorpresa la camisa que se supone que es blanca ensangrentada, se encuentra rosada. El ruido de un lobo aullando me hace latir mi corazón y mis pies siguen el canto. Su aullido es como el canto de la sirena y me lleva por un sendero. Al final a orillas del río detecté un lobo gris y al sentir mi presencia se volteó amenazante. Es impresionante poder apreciar esos pozos por ojos oscuros, me hacen tambalearme. Mi memoria se refresca y reconozco al lobo, es Berwin. Me invade una emoción e intento ir a su encuentro, pero mi cuerpo se desvanece. El lobo busca por el bosque y se ve atemorizado de no hallarme. Sin embargo, sigo a su lado gravi
Me encuentro en el despacho del castillo con Neal y el cuarteto. Nos están informando de la investigación, el hombre un detective retirado de la manada y prácticamente no encontraron nada sobre el asesinato de los padres de Craig. Por supuesto no les creo ni una palabra, estoy furioso y me siento inútil. Después de desayunar en casa de Imogen, decidimos volver al castillo, Bellicienta está con Craig en mi cuarto. Sigue con cuerpo humano, no ha dicho mucho y solo pidió saber de Craig, evitando hablar de lo que le sucedió. Los dos días que estuvo inconsciente fueron desesperantes para mí y nos dividimos para cuidarla. Estuve entre la compañía, la investigación de los padres de Craig y pendiente de Belli. Mi amigo no ha hablado desde que aceptó la muerte de sus padres. Imogen pidió cuidarlo, pero él negó con la cabeza. —Por ahora no tenemos nada, las cámaras fueron desactivadas a esa hora —repite Neal con sus ojos marrones fastidiados. Con las manos unidas debajo de mi mentón lo visual