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Capítulo 5: Debo Buscar con más Coraje

Nos enteramos por Kara que podemos detectar a los lobos por medio de su aura de color marrón, antes no podíamos verla hasta que todo se desmadró. Todos y cada uno repiten que se cruzó la línea prohibida, pero nadie habla claro. Todo es un maldito misterio, para alguien que no sabe ni siquiera su nombre todo es irreal. Lo sé, soy espeluznante como ha dicho mi amiga Buffy, y eso que no sabe las cosas que me suceden. Tras la risa malévola del hombre de negro, todavía la escuho y me atormenta, Kara nos explicó (con mucho énfasis) que atacarán antes que ellos acabaran con tu alma. Pude darme cuenta que avivó la llama de los fantasmas, por primera vez se sentían poderosos y querían el cuerpo de un lobo. Definitivamente la parte que más les gustó fue que si podían mantener en el cuerpo del lobo por dos semanas, sus ojos rojos que los delatan se cambiarían al color del lobo original. Eso significaba que habías logrado suprimir al lobo. Nada más de imaginarlo me desagrada. Lo otro que me perturba es que ella asegura que una vez que estemos cerca de un lobo será como un imán, sentiremos la atracción. ¿Entonces la conexión con el lobito no fue real? Me niego a creerlo, porque cuando estuve en el bar no me llevó la conexión. Aunque el lobo estaba poseído, tal vez por eso no sentí nada. No es posible, tampoco sentí nada por los amigos y los demás del castillo. Solo gravité hacía el lobo de ojos oscuros. Me sacó de mi estupor la voz chillona de Buffy. Le advertí que no me siguiera a mi misión, sin embargo, parece que la chica es de aventuras, quién lo hubiera pensado. La muestra de su muerte es su cuerpo incorpóreo, según ella murió ahogada en el auto de su mamá. La madre perdió el control del vehículo y cayeron al mar. Pudieron salvar a su madre y no les dio tiempo a Buffy. 

—Nunca había entrado a los aposentos de Jason —dio un chillido entusiasmado y flotaba por las cosas extrañas del líder. 

Lo raro es que él está desaparecido y todos están como locos. No estoy segura de que su familia prenda velas e incienso. Tiene una corona antigua en una cama de dosel y me pregunto cuál es el secreto de Jason. Cómo ha durado siendo el líder, sin tener que ir a morar. 

—Obviamente porque es una prohibición, es allanamiento de morada —cambio la voz a gruesa y gravito hacia la cama, la traspaso y termino debajo.

La risa de diversión de Buffy es contagiosa y me sonrío cómplice. Debajo de la cama puedo ver un papel antiguo y leo la caligrafía bien cuidada. 

Todo debe empezar, no seguiremos en la sombra más.

 No hay quién nos pare de nuestro plan.

Intento tocar el papel, pero es vano y escucho a Buffy cantar sobre fantasmas en misiones. No me doy por vencida, tras varias veces de traspasar el papel, en una pude sostener el dichoso papel. Se me escapa un chillido de felicidad. El papel áspero, me muestra una visión. Cierro los ojos por la sensación extraña y puedo ver a Jason. Está de pie en medio de su carpa leyendo la nota y él infeliz tiene un humano a su lado. No, su aura es marrón. Es un licántropo sosteniendo un incienso, pero no logro ver su rostro. El licántropo está de lado sentado en la cama de dosel. Puedo sentir la ambición de ambos y el poder que quieren obtener. La hoja se desvanece y queda polvo en el suelo. Aparece de momento Buffy, con ojos grandísimos y me saca la lengua, pero no consigue hacerme reír. Ese hombre lobo me dejó con un sentimiento raro. Lo poco que pude observar tenía el cabello rubio y una marca en su cuello, una cicatriz. Pudo ser por un objetó filoso, podría ser. 

—¿Y ese montón de polvo? —su pregunta la ignoro y sopla Buffy curiosa el montoncito.

Traspaso la cama con la cabeza enredada y muchas interrogantes.

—Oye te reto a que toques ese armario —se me ocurre ver si ella puede lograrlo y ella me mira con suspicacia.

Por increíble que sea hasta armario tiene Jason. Las pocas carpas que he visto desde la distancia solo tienen recuerdos de la vida que perdieron. Por ejemplo, un abrigo favorito, fotos y lo más extravagante las flores (era broma). Solo pueden tener sus recuerdos, he escuchado que si queman ropa para ti, puedes cambiar tu look de muerta. No he tenido la oportunidad de probarlo aún, no recuerdo nada y en todo caso esta ropa me luce.

—Sabes que es imposible —protesta, pero lo intenta, traspasa la manija — otra vez —susurró concentrada.

—Tú puedes, hazlo de nuevo —la animo y con los puños cerrado la aliento.

Se me escapa una sonrisa por su exagerada concentración.

—No puedo, me rindo —con voz triste traspasó la manija—. Hazlo tú —se apartó afligida Buffy.

Gravite hacia el armario y traspasé. Vuelvo a intentarlo, pero tengo otra visión. Mis ojos se agrandan al ver a Jason siendo amenazado, lo sostienen por el cuello. Es un enorme hombre rubio y tiene alas. Son deslumbrantes, de un blanco puro y me hacen querer tocarlas. La cabeza me da vueltas y me tambaleo al ver esos ojos dorados, son impresionantes. 

—¿Qué te sucede? No me digas, otra vez bromeando —su ironía en su voz me pone alerta.

—¿Has visto ángeles Buffy? 

—No… nunca… —puedo notar su titubeo—, has vuelto a ser espeluznante —intenta cambiar de tema—. Falta que me cuentes que has visto un ángel de ojos dorados —su monólogo carece de credibilidad.

—¿Y qué pasa si lo vi? —la reto con la mirada.

—Pues ten cuidado, son los guardianes de la línea —bajó la voz como si fuera un secreto entre amigas—. Los que nos llevan a nuestra siguiente parada.

—Parece que eres una chica con mucha información —me he dado cuenta que Buffy intenta fingir inocencia y detrás de esa fachada es astuta.

—¿Por qué  dices eso? —mueve las manos nerviosa.

—No sé, sólo estoy bromeando —sonrió para aligerar el momento—. Puede ser el día de los inocentes, obviamente de los fantasmas —me destornillo de risa por lo ridículo que se oye y la cara de niña inocente en ella.

En la visión detrás del impresionante ángel vi el pelo largo oscuro de Buffy. Estoy segura de que era ella, por su voz chillona al llamar por su nombre al guardián de la línea y sus palabras fueron: Karamat, puedo ayudar.

—Me gusta la idea —su sonrisa falsa en su rostro y le sigo el juego.

Ahora todo cae en su sitio, ella siempre detrás y fingiendo inocencia. Tengo que ser precavida y ocultar los cambios que he sentido. Estoy segura que no sabe mucho, solo me cree la chica egoísta que solo piensa en su historia olvidada. Pues eso obtendrá, gravito a su lado. 

—Necesito saber quién soy. Jason no tiene nada entretenido y he perdido de buscar algo más sobre mí —susurro aburrida.

—Has vuelto a ser Bellicienta, ¿no quieres aventura ya? —Su voz es triste.

—Tal vez mi nombre me lleve a una aventura inigualable —sonrío genuinamente, porque en realidad lo siento. 

Si descubro quién soy, tengo la oportunidad de saber qué pasó. No sé, pero se siente correcto no rendirme. Es como una voz que me alienta a seguir buscando y el que investiga encuentra, a veces más de lo que quería. Con la mente fresca puedo retomar mi inexistente vida fantasmagórica y seguir mi siguiente viaje. En la vida tenemos siete vidas, no sé cuál es esta, pero tal vez debo buscar con más coraje. Estoy segura de que lo lograré. 

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