Ahora me encontraba en el supermercado haciendo las compras de la semana cuando de repente mi teléfono comenzó a sonar, era mi jefe, que quería ahora este hombre, ya mi jornada laboral había concluido y bastante tarde por cierto.—Diga jefe.—Te necesito ahora aquí, ya.— Pero...Ni siquiera dejo que contestara para ese entonces ya me había colgado.Mi jefe es un tipo muy exigente, que no entiende razones algunas, muchas veces suele ser cruel, en el poco tiempo que llevo trabajando para él he podido ver cómo ha despedido a varios de mis compañeros por pequeños errores.Debido a eso trato siempre de tener las cosas antes de que me las pida y si no lo hago a una velocidad de la luz y lo más perfecto posible, a veces me asombro de todo lo que logró hacer, lo menos que necesito es ser despedida. Hace un año mi padre fue echado de la empresa en la que trabajaba, acusado de haber robado, aunque no lo encarcelaron tiene que pagar ese dinero pero nadie le da trabajo, mi madre se enfermó deb
Hoy me tocaba trabajar pero no me presente, no se si fue miedo o el odio que sentía por mi jefe, al insinuar que era una puta barata que se acostaba con cualquiera, sentía deseos de matarlo, destrozarlo con mis propias manos, pero cuando la imagen y el recuerdo de aquel ardiente beso llegaba a mis pensamientos sentía como mi cara ardía, sentía el calor recorrer mi cuerpo y aquello me avergonzaba, no sé qué pasaba conmigo, jamás he sido así.He tenido un solo novio desde que tenía 16 años y hace solo dos años rompimos, Andrew ha sido el único alfa con el que he estado, pero aquella actitud autoritaria de mi jefe me ponía mal y no puedo negarlo.—Aaaaaah—grité frustrada— ¿Qué sucede contigo Luar?—me preguntaba.Decidí llamar a una pizzería para poder comer algo porque no creía poder cocinar nada en el estado en que me encontraba, tome el teléfono y así lo hice, a los pocos minutos sentí el timbre de mi departamento sonar, era extraño que la pizza llegara tan rápido pero no le di importa
Me despertó el dolor y la luz que entraba por mi ventana, me levanté con dificultad, miré a mi alrededor y solo pude encontrar una pequeña nota que me dejó mi jefe junto a la cama.Hoy puedes tener el día libre.Mi corazón se aceleró al recordar que había dormido con mi jefe toda la noche, aún podía sentir su aroma en mi.Intenté apartar mi mente del anillo... ¿Se va a casar el jefe?No quería hacer nada, por lo que me pase el día tirada en el sofá viendo la tele.Vivía la esperanza de que en algún momento mi jefe me enviara un mensaje o me llamara, pero nada sucedió.El sueño me venció y me quedé dormida cuando de repente mi teléfono comenzó a sonar, me desperté y fui a parar al suelo debido al susto.—Aaaaaaah, es mi jefe—grite, me estaba llamando, trate de calmar mis nervios y descolgar el teléfono.—Si señor Collins—debía escucharme tranquila y desinteresada.—Pasaré por su departamento Luar, estoy cerca de allí—me sentí como tonta, aaaaaah, qué estúpida era cuando se trataba de
Aparté a mi jefe con todas mis fuerzas, ahora era como un lobo peligroso, respiré hondo y levanté la cabeza.—Estoy segura jefe, además, aquí menciona que usted está comprometido y se va a casar, que vendría siendo yo, solo una puta?—cruzando mis brazos— Pues sabe que le digo, que no, además señor aunque yo aceptará venderme—deje escapar un suspiro, estaba a punto de perder los estribos por tan descabellada idea—Nunca me atrevería a acercarme a su Omega, yo se cual es mi lugar y no creo tener la autoestima tan baja, por eso mismo no acepto esta desfachatez—dije sonando lo más segura posible.—Mi compromiso es algo aparte, son solo negocios, nos conocemos hace tiempo y quién mejor para unir mi vida que a la persona que te conoce bien, pero ese no es el tema aquí, solo lealo mejor, tendrá bastantes ventajas ser mi Puta como usted dijo, que no lo trataría así—en sus labios se reflejaba claramente una sonrisa ladina.—Yo no quiero nada de usted.—¿Segura Luar? Todos tienen un precio—sus p
En estos momentos mi pecho y rostro se encontraban contra el escritorio de mi jefe, mientras este arremete contra mi con fuerzas, trato de ahogar mis gemidos debido a que me podían escuchar afuera y eso sería verdaderamente vergonzoso, no podría volver a mirar a la cara a ninguno de mis compañeros de trabajo.Sentí como enredaba sus dedos en mi cabello tirando un poco de ellos y girando mi cabeza hacia un lado, mientras preguntaba cerca de mi oído si me gustaba lo que me hacía, pero al ver que no le respondía sus estocadas se volvieron aún más fuertes y dejé escapar un gemido y una traicionera lágrima rodo por mi mejilla debido al dolor que sentía.–Te escucharan afuera Luar, ahora contesta–me dijo demandante, en su voz se notaba el sarcasmo y una media sonrisa se reflejó en sus labios.Esta vez no fue como la primera, hoy no fue delicado, más bien era como si estuviera empeñado en hacerme sentir dolor, como un castigo, como si hubiese hecho algo mal. Que estúpida fui al pensar que p
Gracias a la madre luna era fin de semana y estaba de descanso, pero lo único en lo que podía pensar era en la escena de coqueteo entre mi jefe y su prometida, y en lo que realmente significaban sus últimas palabras.El timbre de la puerta sonó de repente, quién vendría a visitarme en medio de la noche.Frente a mí se encontraba mi jefe y no se veía muy bien, su bello rostro se veía demacrado y se podía notar claramente que había llorado, algo que me sorprendió.Sus ojos se encontraban rojos e hinchados y se veían los rastros de lágrimas en sus mejillas, su mirada no era oscura como de costumbre, se veía reflejada la tristeza en ellos, aquella escena solo me hizo sentir una fuerte punzada en el pecho y pude sentir a mi lobo aullar de dolor.–Hola señor Kim – fue lo único que se me ocurrió decir.–Hola Luar – me regaló una amarga sonrisa –Puedo pasar? – yo solo asentí.Ya dentro del apartamento él se sentó en silencio, no sabia que hacer o decir, en todo el tiempo que llevo a su lado c
KimHace unos días me mostré débil ante Luar, debí haberme controlado y no dejarme arrastrar por sentimientos absurdos y la tristeza, ahora sabe cosas de mi pasado y eso no es bueno, al menos no para mi.Necesito mantener mis sentimientos fuera de nuestro acuerdo, no me puedo enamorar, soy un hombre comprometido y voy a casarme, ella no encaja en mi mundo.Cuando comenzó a trabajar para mí y vi aquella pequeña Omega de cabello negro quede hipnotizado.Posee un rostro angelical, sus ojos almendrados son muy expresivos y siempre mantiene una sonrisa en sus labios, aquellos labios carnosos con un leve rosa natural, que me vuelven loco.Su cuerpo no es tan delgado como las chicas que conozco, pero posee una cintura pequeña que la hace ver muy sensual.Jamás me lo insinúe, siempre la he tratado como una empleada más pero cada vez que la tengo cerca mi corazón se acelera y mi lobo no para de mover su cola sintiéndose feliz, aspirando su dulce aroma a fresas.Pero aquella tarde en que escuch
Luar Mi teléfono sonó y en la pantalla aparece el nombre de mi mejor amiga Cristal. –Hola Cris, acabas de recordar que aun sigo con vida? –le dije molesta. – Perdón pequeña – ella siempre me ha tratado con mucho cariño – Pero es que mi trabajo absorbe todo mi tiempo. Cristal siempre ha estado para mí cuando la he necesitado, por ella pude venir a la ciudad y me dio alojamiento en su casa en lo que yo conseguía trabajo. Mi amiga es una omega realmente hermosa, pero a pesar de su linaje, es una chica fuerte y segura de sí misma, jamás le ha importado la opinión de los demás y no se deja doblegar por ningún Alfa. Su niñez en el pasado fue triste y bastante difícil, siendo muy pequeña, tenía que ver como su padre maltrataba a su mamá, además de tener que proteger a sus hermanos pequeños de no ser golpeados por aquel animal que tenían como padre. La pobre chica se la pasaba llena de moretones al ponerse como escudo para que no tocaran a los niños. Al haber tenido un pasado tan dolor