Luar Mi teléfono sonó y en la pantalla aparece el nombre de mi mejor amiga Cristal. –Hola Cris, acabas de recordar que aun sigo con vida? –le dije molesta. – Perdón pequeña – ella siempre me ha tratado con mucho cariño – Pero es que mi trabajo absorbe todo mi tiempo. Cristal siempre ha estado para mí cuando la he necesitado, por ella pude venir a la ciudad y me dio alojamiento en su casa en lo que yo conseguía trabajo. Mi amiga es una omega realmente hermosa, pero a pesar de su linaje, es una chica fuerte y segura de sí misma, jamás le ha importado la opinión de los demás y no se deja doblegar por ningún Alfa. Su niñez en el pasado fue triste y bastante difícil, siendo muy pequeña, tenía que ver como su padre maltrataba a su mamá, además de tener que proteger a sus hermanos pequeños de no ser golpeados por aquel animal que tenían como padre. La pobre chica se la pasaba llena de moretones al ponerse como escudo para que no tocaran a los niños. Al haber tenido un pasado tan dolor
– Buenos días – escuche una suave voz. – Buenos días – dije levantando mi mirada de los papeles que ordenaba para mi jefe. Allí estaba ella, aquella chica de pelo castaño y rostro hermoso, sus labios tenían reflejado una leve sonrisa, una que no me parecía sincera para nada. – ¿Cómo trata a su nuevo juguete Kim?– sus palabras sonaban a burlas. – El señor Kim está reunido en estos momentos, pero puede sentarse y esperar, en cuanto termine le avisaré que usted se encuentra aquí – trataba de ignorar lo que decía, al final tiene razón para sentirse molesta, yo solo soy la otra. – Entonces esperaré – mientras caminaba lentamente hacia mi mesa de trabajo. Nunca he sido partidaria de juzgar a las personas a la primera, pero la señorita Alice no era la tierna y dulce omega que aparenta ser. – Desea que le traiga algo en lo que espera? – pregunté lo más amable que pude. – No quiero nada – me miraba como si fuera menos que ella, con aires de superioridad. – Segura – respiraba hondo para
No queda nadie en la empresa, es demasiado tarde, hoy fue un día demasiado agitado, entre reuniones, firmas de contratos, nuevos inversionistas, querían dejar todo listo ya que con las fiestas navideñas viajan a ver a sus familiares.Yo apenas tuve tiempo ni para comer,extraño mucho a mis padres y hermano, pero esta vez no podré ir, tengo demasiado trabajo y no quiero retrasarme, en cuanto tenga vacaciones iré.Mis piernas me duelen, estos tacones son demasiados incómodos para trabajar, pero el protocolo lo exige.– Aaaaah malditos zapatos los odio.– ¿Sucede algo señorita Luar? – escuché la voz de mi jefe.– No, nada señor – asintió.– Venga a mi oficina por favor – terminando de dar la orden entró.Ahora que quiere mi jefe, ando muerta de cansancio y solo quiero irme a mi departamento, necesito dormir.Me acomodé mis zapatos e hice lo que me pidió.– Dígame señor Kim.– Acérquese – dijo palmeando su regazo.– ¿Cómo? – no puedo creer que quiera algo a estas horas.– Acaso no me escu
Sus labios chocaron con los míos en un beso lento y delicado, haciendo explotar en mi pecho miles de sensaciones que se esparcieron por todo mi cuerpo, mis manos se enterraron en su cabello, mientras las suyas exploraban mi cuerpo en un toque suave y minucioso.El calor del momento comenzó a aumentar y yo quería más, deseaba más de aquel hombre que me hacía perder la locura.Mis juguetonas manos llegaron a su corbata retirando suavemente, mientras mordía mis labios para provocarlo, era la primera vez que yo iniciaba todo y él solo se dejaba hacer.Toda aquella tela que impide que nuestras pieles se rozaran, fue desapareciendo de a poco, cayendo al suelo, ya desnudos recorría cada centímetro de mi, mientras dibujaba en mi piel pequeños trazos y los latidos de mi corazón se aceleraban al hacerme sentir especial.Nos fundimos en un abrazo y nuestra frentes se juntaron mientras jadeamos debido a el placer del momento, podía sentir su cálida respiración en mi rostro, entretanto mi cuerpo m
Cristal me arrastró con ella a un centro comercial, no me gusta salir de compras, creo que es malgastar el dinero en cosas que no hacen falta pero mi amiga insistió en que quería comprarme un regalo.El lugar se encontraba atiborrado de personas, por ser navidad, todos están en la calle mayormente con el mismo objetivo que Cristal, comprar recuerdos a las personas queridas.Recorrimos todas las tiendas, no hubo lugar al que mi amiga no entrará, compro regalos para sus hermanos, madre y algunos compañeros más allegados a ella de su oficina.No pretendía gastar ni un solo centavo, pero me contagié con su espíritu navideño y decidí comprar algunas cosas para mi familia.Pasamos por delante de una pequeña tienda y pude ver que vendían todo tipo de corbatas, llegando a mi mente algunas imágenes de la última noche que pasé con mi jefe, aquel momento donde le retiraba aquella tela, sentí que mi cara quemaba ante aquellos recuerdos, entonces agarre a mi amiga del brazo y la arrastré conmigo h
Salí casi corriendo de la habitación, si era Kim el que había llegado no podía permitir que Cristal lo echara.Me quedé con la boca abierta al ver de quién se trataba.– Andrew – fue lo único que salió de mi boca.– Te pregunte qué hacías aquí – habló mi amiga, con sus manos colocadas a los lados de su cuerpo en forma de jarro.– Luar, ¿cómo estás? Te ves aún más hermosa – me sonrió– Y tú más insolente, no cambias – ahora miraba a Cris.– Ja y tu maldito infiel, mentiroso…– Ya basta Cris, por favor – le pedía a mi amiga y esta dejó escapar un suspiro – Pasa Andrew.En el trayecto le sacó la lengua a Cristal, mientras ella ponía los ojos en blancos.Andrew fue mi primer y único novio, los tres éramos muy unidos, los mejores amigos, pero luego de enterarme de su traición di por terminada la relación, por más que me pidió perdón y rogó para que lo dejara volver a mi lado no lo deje, aunque lo perdone, al final hasta lo entendí, estábamos juntos desde muy jóvenes y lo único que hicimos f
KIM– He sido un estupido – se podía escuchar la furia de aquel Alfa que caminaba de un lado a otro, como un animal enjaulado en la amplia sala del departamento de su amigo.– Calmate Kim, si no me explicas no te podré entender.– Ahhhhhhhh – dejó escapar un grito para aliviar un poco su dolor, porque en estos momentos era lo que más sentía, un inmenso dolor clavado en su pecho. – ¿Qué sucedió con tu asistente, mi querido amigo? – dijo el Alfa pelirrojo que se encontraba sentado con sus piernas cruzadas, degustando de un exquisito trago.– ¿Cómo sabes que es con Luar? – preguntaba Kim curioso.–Porque se que es por la única que te pondrias asi, aunque lo niegues te has enamorado amigo, esa Omega te ha robado el corazón.Kim se detuvo en seco y se giró hacia Kai con el ceño fruncido, ahora se encontraba el doble de molesto.– No me he enamorado Kai, solo me siento decepcionado.– Oh y porque sería tu decepción? Al final solo seria una chica a la que le pagas para que se acueste contig
Luego de aquella noticia, Kim salió de casa de los Brown como alma que se lleva el diablo, a pesar de que estuvo de acuerdo con todo, su furia aumentaba con el pasar del tiempo, su padre le iba a explicar el porqué de aquello y tendría que darle algo que realmente lo convenciera, porque si no terminaria con aquella falsa inmediatamente.Al llegar a casa de su padre entró gritando el nombre de aquel maldito hombre.– Oliver Collins – decía a toda voz.– Señor su padre se encuentra ocupado en su despacho con un invitado importante – le explicaba nana, la mujer que lo había criado.– Quiero verlo ahora nana – sus pupilas se encontraban dilatadas y mantenían la furia reflejada en ellos.– Pidió que no lo molestaran.– No me importa nana – diciendo esto se dispuso a caminar al despacho de su padre cuando sintió que le agarraban del brazo.– Por favor señorito primero cálmese – le rogaba la pequeña señora que había cuidado de él y sabía lo peligroso que podría llegar hacer Kim cuando se enc