Ethan se encontraba dormido y acurrucado en los brazos de su madre, sus oscuros cabellos caían en su delicado rostro dándole una apariencia angelical, algo que hace unas horas había perdido por unos minutos.Su respiración era tranquila, aunque se podía escuchar algún que otro suspiro y pequeños hipidos de vez en cuando debido a todo el tiempo que estuvo llorando.Luego de haber salido de la mansión de Oliver, Kim condujo su auto hacia el lugar más tranquilo que conocía, su acogedora casa en la playa, su refugio cuando siente que ya no da mas, donde guarda hermosos recuerdos junto a su madre que aunque son pocos los atesora en su memoria, aquella casita que le hacía revivir instantes entrañables junto a Luar, los días más felices que recuerda haber tenido junto a la omega.Hacía mucho tiempo Kim no visitaba la casa, aunque a veces se sentía ahogado por los problemas no se atrevía a dejar sola a la pequeña Lacely con la loca de su madre y aunque se sentía preocupado por su hija, en est
– Por favor señor Collins, no lo vuelva a intentar – dijo Luar – Lo único que nos une es Ethan, nada más.– Luar yo aún la amo, jamás he dejado de hacerlo – hablaba con la voz entrecortada el alfa – No podemos al menos intentarlo una vez.– Yo ya no siento nada por usted señor – dijo de la manera más fría que pudo – Hace mucho tiempo deje de extrañar aquellos momentos que me dibujaban una sonrisa, pero que nunca fueron reales…– Luar…– Me deshice de aquellos recuerdos – dejó escapar una amarga sonrisa – Ahogue aquellas mariposas que sentía cada vez que lo tenía cerca, incluso cuando pensaba en usted, así que puse a dormir la esperanza de aquello que nunca tuvo un lugar para habitar – decía en tanto un enorme nudo se formaba en su garganta – Desperté Kim y en el proceso murió todo aquello que no era real.Cada palabra que pronunciaba le dolía porque sabía que ni una sola era real, pero no volvería a caer, no lo dejaría volver a entrar a su vida como una vez lo hizo, además Alice siemp
– Buenos días señorita Luar – escuchó la voz de su jefe que provenía desde la puerta de su oficina.– Buenos días Señor Lombardi – contestó la Omega poniéndose de pie y regalándole una sonrisa.– Todo bien? – pregunto.– Sí jefe – contestó.–¿Algo en lo que pueda ayudarla? – preguntaba el alfa en tanto se acercaba a la mesa de Luar.– No señor, ya encontramos un buen doctor que atenderá a Ethan – dijo, callo de momento, había hablado demasiado.– "¿Encontramos?" – preguntó Adriano curioso.– Eh… si, me refiero al padre de Ethan – dijo sin mirarlo a los ojos.Luar jamás le había contado a su jefe sobre Kim, hasta ese instante para Adriano la Omega era una madre soltera como le había informado el anterior jefe de la chica, así que el hecho que ella le mencionara la frase "padre de mi hijo" le resultó extraña y algo en su interior se removió, escuchando como su lobo gruño por lo bajo, luego de oírla.– No sabía que el padre de su cachorro vivía aquí – fingió una sonrisa – Nunca me lo hab
Era temprano en la mañana, Luar se encontraba en la cocina cuando sintió un toque en la puerta principal, sabia de quien se trataba, se quitó el delantal y se dirigió abrir, al hacerlo allí se encontraba el, aquel hombre que desde conoció le quitó el aliento,aquellos ojos oscuros y misteriosos en los que se perdía. Hoy había dejado a un lado su traje y venía vestido de manera informal, una camisa negra de mangas largas arremangadas hasta los codos y unos jeans de mezclillas azul, a pesar de no tener su atuendo característico, se veía apuesto de igual manera o quizás más, las canas que ya comenzaban a asomarse en su negra cabellera lo hacían ver aún más interesante.-- Buenos días -- hablo Kim con aquella voz ronca que hipnotizaba a la omega, sacándola así de sus pensamientos.-- Buenos días señor Collins – a pesar de los años, de que ya no era su jefe y ser el padre de su hijo a Luar aun le costaba llamarlo por su nombre.– Los espero abajo en el auto – dijo Kim dándose media vuelta
Luar sentía que el tiempo no pasaba, había transcurrido al menos media hora y aún no tenía noticias de su cachorro, estaba consciente de que serían varias pruebas y que se demorarian un poco, pero el no ver que era lo que sucedía con su bebé la tenía con los nervios a flor de piel.– Ethan está bien, está en las mejores manos – habló Kim al ver que la omega no dejaba de mover su pierna derecha y de jugar con los dedos de las manos, un signo característico de que se sentía nerviosa.– Lo sé pero aún así, no saber de él hace que me sienta inquieta – le explico la Omega.– Tranquila – decía Kim en tanto estrechaba suavemente su mano.Ambos se encontraban en la consulta de Peterson sentados uno al lado del otro frente a la mesa de David, la Omega se giraba a cada segundo con la esperanza de que la puerta se abriera y poder ver llegar a su cachorro.En ese instante la puerta del lugar se abrió dejando ver al doctor Peterson quien cerró luego de entrar.– Y Ethan? ¿Dónde está mi bebé? – pre
Todas las personas que allí se encontraban se giraron hacia ellos luego de escuchar los gritos de Alice, en tanto un silencio sepulcral se instalaba en el lugar.Luar y Kim quedaron paralizados ante tal escándalo y la reacción de Ethan fue soltar la mano de su padre automáticamente al escuchar la voz de Alice y buscar refugio detrás de su mamá, acción que enfureció a Luar.– ¡No vuelvas a hablar así de mi hijo! – hablo alzando la voz la omega.– BASTARDO – grito una vez más Alice – Eso es lo que es, un bastardo, hijo de una perra roba marido – vociferaba la castaña sin importarle el lugar en el que se encontraba, ni el espectáculo que estaba ofreciendo.– Dije que te calles loca – decía Luar, la omega trataba de controlarse ya que su hijo estaba presente, pero estaba a punto de perder los estribos.– Quien eres tú para mandarme a callar estúpida facilona – seguía chillando Alice en tanto se acercaba a Luar.Una vez estuvo frente a ambos los miró con desdén y asco.– Será mejor que te
La atmósfera del lugar se sentía cargada, Luar lo miraba con desconfianza mientras Kim no podía mantener la vista en ella debido al miedo de alejarla aún más cuando le contara la verdad, la tensión entre ambos era palpable, ella esperaba por una respuesta que no llegaba y el sentia su corazon latir tan rápido que pareciera que se le saldría de su cavidad torácica solo de imaginar la reacción de la omega.– Podría responder a mi pregunta o acaso tengo que buscar respuestas donde su padre? – habló de manera sarcástica – Quizás sería mejor preguntarle a Alice – dejó escapar una risa burlona – Será mejor, ella sí me dirá todo con lujos y detalles.– No tienes que buscar a nadie, yo le contaré – dijo el alfa agachando la mirada.– Pues comience – habló la omega recostandose al respaldo del asiento con los brazos cruzados.Era hora de comenzar a decir la verdad, ya era suficiente todo el daño que le provocó en el pasado a Luar, solo le quedaba rezarle a la madre luna porque la chica fuese c
Luar se encontraba hipnotizada ante aquellos ojos oscuros y misteriosos, los mismos que siempre han sido para ella un enigma. Sintió cómo su cuerpo fue atraído hacia Kim, la cercanía entre ellos se sentía como un cálido oleaje, en tanto una explosion de sensaciones se esparcieron en ella, provocando que su corazón se acelerara al volver a sentir el mágico toque de aquellas masculinas manos.Lentamente y sin apartar sus miradas, sus labios se fundieron en un largo y delicado beso, sus feromonas se esparcieron por todo el salón, se podía palpar el amor, el deseo y la nostalgia, era como si el tiempo no hubiese transcurrido para ninguno de los dos, como si viajaran al pasado, aquellos momentos de pasión donde Kim le mostraba que había aprendido amar, amarla; esos instantes que aunque estuvieron llenos de contratiempos si se encontraban juntos todos los problemas desaparecian y se entregaban sin que existiese un mañana.Sus lobos saltaban de emoción, una vez más se encontraban, compartie