No queda nadie en la empresa, es demasiado tarde, hoy fue un día demasiado agitado, entre reuniones, firmas de contratos, nuevos inversionistas, querían dejar todo listo ya que con las fiestas navideñas viajan a ver a sus familiares.Yo apenas tuve tiempo ni para comer,extraño mucho a mis padres y hermano, pero esta vez no podré ir, tengo demasiado trabajo y no quiero retrasarme, en cuanto tenga vacaciones iré.Mis piernas me duelen, estos tacones son demasiados incómodos para trabajar, pero el protocolo lo exige.– Aaaaah malditos zapatos los odio.– ¿Sucede algo señorita Luar? – escuché la voz de mi jefe.– No, nada señor – asintió.– Venga a mi oficina por favor – terminando de dar la orden entró.Ahora que quiere mi jefe, ando muerta de cansancio y solo quiero irme a mi departamento, necesito dormir.Me acomodé mis zapatos e hice lo que me pidió.– Dígame señor Kim.– Acérquese – dijo palmeando su regazo.– ¿Cómo? – no puedo creer que quiera algo a estas horas.– Acaso no me escu
Sus labios chocaron con los míos en un beso lento y delicado, haciendo explotar en mi pecho miles de sensaciones que se esparcieron por todo mi cuerpo, mis manos se enterraron en su cabello, mientras las suyas exploraban mi cuerpo en un toque suave y minucioso.El calor del momento comenzó a aumentar y yo quería más, deseaba más de aquel hombre que me hacía perder la locura.Mis juguetonas manos llegaron a su corbata retirando suavemente, mientras mordía mis labios para provocarlo, era la primera vez que yo iniciaba todo y él solo se dejaba hacer.Toda aquella tela que impide que nuestras pieles se rozaran, fue desapareciendo de a poco, cayendo al suelo, ya desnudos recorría cada centímetro de mi, mientras dibujaba en mi piel pequeños trazos y los latidos de mi corazón se aceleraban al hacerme sentir especial.Nos fundimos en un abrazo y nuestra frentes se juntaron mientras jadeamos debido a el placer del momento, podía sentir su cálida respiración en mi rostro, entretanto mi cuerpo m
Cristal me arrastró con ella a un centro comercial, no me gusta salir de compras, creo que es malgastar el dinero en cosas que no hacen falta pero mi amiga insistió en que quería comprarme un regalo.El lugar se encontraba atiborrado de personas, por ser navidad, todos están en la calle mayormente con el mismo objetivo que Cristal, comprar recuerdos a las personas queridas.Recorrimos todas las tiendas, no hubo lugar al que mi amiga no entrará, compro regalos para sus hermanos, madre y algunos compañeros más allegados a ella de su oficina.No pretendía gastar ni un solo centavo, pero me contagié con su espíritu navideño y decidí comprar algunas cosas para mi familia.Pasamos por delante de una pequeña tienda y pude ver que vendían todo tipo de corbatas, llegando a mi mente algunas imágenes de la última noche que pasé con mi jefe, aquel momento donde le retiraba aquella tela, sentí que mi cara quemaba ante aquellos recuerdos, entonces agarre a mi amiga del brazo y la arrastré conmigo h
Salí casi corriendo de la habitación, si era Kim el que había llegado no podía permitir que Cristal lo echara.Me quedé con la boca abierta al ver de quién se trataba.– Andrew – fue lo único que salió de mi boca.– Te pregunte qué hacías aquí – habló mi amiga, con sus manos colocadas a los lados de su cuerpo en forma de jarro.– Luar, ¿cómo estás? Te ves aún más hermosa – me sonrió– Y tú más insolente, no cambias – ahora miraba a Cris.– Ja y tu maldito infiel, mentiroso…– Ya basta Cris, por favor – le pedía a mi amiga y esta dejó escapar un suspiro – Pasa Andrew.En el trayecto le sacó la lengua a Cristal, mientras ella ponía los ojos en blancos.Andrew fue mi primer y único novio, los tres éramos muy unidos, los mejores amigos, pero luego de enterarme de su traición di por terminada la relación, por más que me pidió perdón y rogó para que lo dejara volver a mi lado no lo deje, aunque lo perdone, al final hasta lo entendí, estábamos juntos desde muy jóvenes y lo único que hicimos f
KIM– He sido un estupido – se podía escuchar la furia de aquel Alfa que caminaba de un lado a otro, como un animal enjaulado en la amplia sala del departamento de su amigo.– Calmate Kim, si no me explicas no te podré entender.– Ahhhhhhhh – dejó escapar un grito para aliviar un poco su dolor, porque en estos momentos era lo que más sentía, un inmenso dolor clavado en su pecho. – ¿Qué sucedió con tu asistente, mi querido amigo? – dijo el Alfa pelirrojo que se encontraba sentado con sus piernas cruzadas, degustando de un exquisito trago.– ¿Cómo sabes que es con Luar? – preguntaba Kim curioso.–Porque se que es por la única que te pondrias asi, aunque lo niegues te has enamorado amigo, esa Omega te ha robado el corazón.Kim se detuvo en seco y se giró hacia Kai con el ceño fruncido, ahora se encontraba el doble de molesto.– No me he enamorado Kai, solo me siento decepcionado.– Oh y porque sería tu decepción? Al final solo seria una chica a la que le pagas para que se acueste contig
Luego de aquella noticia, Kim salió de casa de los Brown como alma que se lleva el diablo, a pesar de que estuvo de acuerdo con todo, su furia aumentaba con el pasar del tiempo, su padre le iba a explicar el porqué de aquello y tendría que darle algo que realmente lo convenciera, porque si no terminaria con aquella falsa inmediatamente.Al llegar a casa de su padre entró gritando el nombre de aquel maldito hombre.– Oliver Collins – decía a toda voz.– Señor su padre se encuentra ocupado en su despacho con un invitado importante – le explicaba nana, la mujer que lo había criado.– Quiero verlo ahora nana – sus pupilas se encontraban dilatadas y mantenían la furia reflejada en ellos.– Pidió que no lo molestaran.– No me importa nana – diciendo esto se dispuso a caminar al despacho de su padre cuando sintió que le agarraban del brazo.– Por favor señorito primero cálmese – le rogaba la pequeña señora que había cuidado de él y sabía lo peligroso que podría llegar hacer Kim cuando se enc
Luar se encontraba encerrada en su cuarto desde el momento en que había sucedido todo, por más que Andrew le rogó desde el otro lado de la puerta que lo perdonara por el error que había cometido, ella no le contestó, ni siquiera para insultar por lo estupido que fue.La pequeña Omega solo podía llorar, en su cabeza solo se repetían las palabras de su jefe.– Eres más fácil de lo que creía Luar.Aquellas palabras fueron como un puñal directo en su corazón, que a cada segundo que pasaba se enterraba aún más profundo.Le dolían y mucho, era increíble que por más que se esforzaba en demostrarle amor a su jefe, esté solo la seguía tratando como a una puta, no entendía como aquel hombre no era capaz de creer en ella, si jamás le dio motivo para que desconfiara.Nunca debió acostarse con su jefe, jamás debió firmar aquel maldito papel, eran sus pensamientos, entre tanto las lagrimas se acumulaban en sus ojos, hasta rodar por sus mejillas, las cuales sentían que quemaban a medida que caen.Si
El camino fue realmente silencioso e incómodo, Kim ni siquiera le dirigió la mirada a Luar, ella se sentía nerviosa, no sabía a dónde la llevaría su jefe, pero tampoco se atrevía a preguntarle, no tenía ni idea qué tiempo llevaba su jefe manejando cuando un suave olor a mar se coló por la nariz de la omega, dejándole saber que se encontraban cerca del océano, se acercó a la ventana del auto y cerrando sus ojos aspiró más profundo aquel maravilloso aroma que hacía que su cuerpo y mente comenzarán a relajarse.El Alfa la observaba con el rabillo del ojo sin que ella se percatara y una pequeña sonrisa se dibujó en la comisura de sus labios, todos sus problemas pasaban a un segundo plano cuando a su lado se encontraba aquella hermosa mujer.Kim se detuvo frente a una pequeña casita que se encontraba al pie de la playa.– Bajate – fue lo único que dijo saliendo del auto.Luar se quedó petrificada en el asiento sin saber que hacer, aun se encontraba algo confundida, cuando sintió que la pue