Me despertó el dolor y la luz que entraba por mi ventana, me levanté con dificultad, miré a mi alrededor y solo pude encontrar una pequeña nota que me dejó mi jefe junto a la cama.
Hoy puedes tener el día libre.Mi corazón se aceleró al recordar que había dormido con mi jefe toda la noche, aún podía sentir su aroma en mi.Intenté apartar mi mente del anillo... ¿Se va a casar el jefe?No quería hacer nada, por lo que me pase el día tirada en el sofá viendo la tele.Vivía la esperanza de que en algún momento mi jefe me enviara un mensaje o me llamara, pero nada sucedió.El sueño me venció y me quedé dormida cuando de repente mi teléfono comenzó a sonar, me desperté y fui a parar al suelo debido al susto.—Aaaaaaah, es mi jefe—grite, me estaba llamando, trate de calmar mis nervios y descolgar el teléfono.—Si señor Collins—debía escucharme tranquila y desinteresada.—Pasaré por su departamento Luar, estoy cerca de allí—me sentí como tonta, aaaaaah, qué estúpida era cuando se trataba de mi jefe, él no me podía ver y aquí estaba yo moviendo mi cabeza de arriba hacia abajo.—LUAR—sentí que dijo alzando la voz.—Ssssí señor, aquí lo espero—dije para luego sentir el pitido de que había finalizado la llamada.Entonces fue cuando caí en cuenta de lo que acababa de decir mi jefe y me levanté como un resorte, tenía que ordenar un poco aquel desastre, entonces corrí hacerlo.Esperaba con ansias la llegada del señor Kim, tenía deseos de volver a ver a mi sexy jefe, solo de pensarlo sentía un inmenso calor recorrer mi cuerpo, mientras sentía aullar a mi lobo de felicidad.¿Que sucedía conmigo y mi tonto animal? Jamás nos habíamos sentido así por ningún Alfa, ni siquiera por mi antiguo novio.El timbre de mi departamento sonó y mi corazón se aceleró, respire profundo para llenarme de valor y me dirigí a la puerta, al abrirla pude encontrarme con el Alfa más apuesto que he conocido, ya sé que parezco tonta pero mi jefe me trae mal.No sé veía tan formal como de costumbre, traía un pantalón de vestir de color gris, no tenia corbata, ni saco y lo dos primero botones de su camisa estaban desabrochados dejando ver un poco de su blanquesino y formado pecho, en sus manos se encontraba un folder amarillo, al cual no le tomé importancia, ya que debe ser algo del trabajo, me quede boba observando cada detalle de el y estoy segura que un hilo de baba corría por la comisura de mis labios, no lo niego mi jefe me trae a sus pies.—Señorita Scott, ¿no me invita a pasar?—su profunda voz ronca me hizo salir de mi transe.—Sssi, si se... señor, pase—¿Acaso ahora era tartamuda?Que era lo que hacía este hombre conmigo, me veía tan estúpida frente a él.Me aparté un poco dándole acceso para que pasara y sin perder un segundo entró y se sentó en el sofá de mi humilde hogar, el solo me miraba y yo no sabía qué hacer.—¿Desea tomar algo Señor Kim?—pregunté tratando de suavizar la tensión del momento.—No, gracias—me respondió en un tono calmado, tanto que me hacía sentir algo de miedo.—Entonces, ah, ¿Que le trae por aquí?—pregunté con la voz temblorosa.—Necesito hablar con usted—fruncí un poco el ceño, lo escuchaba hablar demasiado formal. 《Que estaba sucediendo?》《Qué habré hecho ahora?》 《O acaso me despedirá después de lo sucedido entre nosotros?》Eran tantas mis preguntas sin siquiera una sola respuesta.—Tome asiento por favor—dijo señalando hacia la butaca.Sentía mi cuerpo temblar, sinceramente tenía miedo.—Lo escucho—trate de sonar lo más tranquila posible.—Verá señorita Scott, lo de ayer estuvo...—lo interrumpí.—Tranquilo señor no pasó nada, solo fuimos dos adultos que saciaron su curiosidad—me dolía decir aquellas palabras pero no le demostraría ni una gota de molestia así que subí mis hombros para restarle importancia al asunto.—Ok, entiendo, pero me puede escuchar?—enarcando una de sus cejas, yo me encontraba nerviosa y él se veía tan tranquilo sentado con sus piernas cruzadas como si nada, aquello me desconcertaba. —Sssi digame—dije preocupada, mi jefe se veía más serio de lo normal, entonces lo vi deslizar el folder amarillo en la mesita de centro y alze la vista, no entendía lo que ocurría.—Leelo—dijo con su característico tono distante y frío, era tan diferente a la noche anterior, acaso será bipolar el tipo?Con algo de indecisión tome la carpeta e inicie la lectura, mis ojos comenzaron a abrirse de una manera en la que yo jamás pensé que pudiera hacerlo, pareciese que se saldrían en cualquier momento.—Pero que...Pero que es esto Señor Kim?—dije molesta.—Un contrato Luar, es que acaso no lo ve?—respondió tranquilo.—Pero qué pretende usted que yo sea?— a medida que los segundos pasaban me sentía cada vez más impotente y molesta.—Pues eso que dice ahí o necesita que se lo explique con más detalle?—Yo no me convertiré en la esclava sexual de nadie y mucho menos de usted—poniéndome de pie de un tirón.—No es lo que pretendo, en ningún lugar del papel dice algo asi—mi jefe seguía tan indiferente que solo hacía que me pusiese aún más furiosa—Con esa palabras no, pero aquí dice...—señalando el párrafo—Que debo estar para usted cada vez que me busque, que no puedo dejar que nadie más me toque mientras le sirva a usted, al no ser que una de las partes decida terminar el contrato, que...—Pues sí, eso dice, entre otras cosas, siga leyendo—dijo sereno como si todo esto fuera algo normal y al menos para mi no lo era.—SEÑOR KIM—me atreví a alzar la voz— LO QUE SUCEDIÓ AYER YA ESTÁ EN EL PASADO, BIEN? PRETENDA QUE NUNCA PASÓ, FUE MI ERROR Y NO VOLVERÉ A COMETER OTRO A ESA MAGNITUD—lo vi ponerse de pie y acercarse a mí tomando mi cintura y dando un ligero jalón hacia su cuerpo.—¿Estás segura Luar?—besando mi cuello, el cual por instinto incline hacia un lado para así darle mayor acceso—Porque algo me dice que le gusto mucho su error—susurrando a mi oído.Aparté a mi jefe con todas mis fuerzas, ahora era como un lobo peligroso, respiré hondo y levanté la cabeza.—Estoy segura jefe, además, aquí menciona que usted está comprometido y se va a casar, que vendría siendo yo, solo una puta?—cruzando mis brazos— Pues sabe que le digo, que no, además señor aunque yo aceptará venderme—deje escapar un suspiro, estaba a punto de perder los estribos por tan descabellada idea—Nunca me atrevería a acercarme a su Omega, yo se cual es mi lugar y no creo tener la autoestima tan baja, por eso mismo no acepto esta desfachatez—dije sonando lo más segura posible.—Mi compromiso es algo aparte, son solo negocios, nos conocemos hace tiempo y quién mejor para unir mi vida que a la persona que te conoce bien, pero ese no es el tema aquí, solo lealo mejor, tendrá bastantes ventajas ser mi Puta como usted dijo, que no lo trataría así—en sus labios se reflejaba claramente una sonrisa ladina.—Yo no quiero nada de usted.—¿Segura Luar? Todos tienen un precio—sus p
En estos momentos mi pecho y rostro se encontraban contra el escritorio de mi jefe, mientras este arremete contra mi con fuerzas, trato de ahogar mis gemidos debido a que me podían escuchar afuera y eso sería verdaderamente vergonzoso, no podría volver a mirar a la cara a ninguno de mis compañeros de trabajo.Sentí como enredaba sus dedos en mi cabello tirando un poco de ellos y girando mi cabeza hacia un lado, mientras preguntaba cerca de mi oído si me gustaba lo que me hacía, pero al ver que no le respondía sus estocadas se volvieron aún más fuertes y dejé escapar un gemido y una traicionera lágrima rodo por mi mejilla debido al dolor que sentía.–Te escucharan afuera Luar, ahora contesta–me dijo demandante, en su voz se notaba el sarcasmo y una media sonrisa se reflejó en sus labios.Esta vez no fue como la primera, hoy no fue delicado, más bien era como si estuviera empeñado en hacerme sentir dolor, como un castigo, como si hubiese hecho algo mal. Que estúpida fui al pensar que p
Gracias a la madre luna era fin de semana y estaba de descanso, pero lo único en lo que podía pensar era en la escena de coqueteo entre mi jefe y su prometida, y en lo que realmente significaban sus últimas palabras.El timbre de la puerta sonó de repente, quién vendría a visitarme en medio de la noche.Frente a mí se encontraba mi jefe y no se veía muy bien, su bello rostro se veía demacrado y se podía notar claramente que había llorado, algo que me sorprendió.Sus ojos se encontraban rojos e hinchados y se veían los rastros de lágrimas en sus mejillas, su mirada no era oscura como de costumbre, se veía reflejada la tristeza en ellos, aquella escena solo me hizo sentir una fuerte punzada en el pecho y pude sentir a mi lobo aullar de dolor.–Hola señor Kim – fue lo único que se me ocurrió decir.–Hola Luar – me regaló una amarga sonrisa –Puedo pasar? – yo solo asentí.Ya dentro del apartamento él se sentó en silencio, no sabia que hacer o decir, en todo el tiempo que llevo a su lado c
KimHace unos días me mostré débil ante Luar, debí haberme controlado y no dejarme arrastrar por sentimientos absurdos y la tristeza, ahora sabe cosas de mi pasado y eso no es bueno, al menos no para mi.Necesito mantener mis sentimientos fuera de nuestro acuerdo, no me puedo enamorar, soy un hombre comprometido y voy a casarme, ella no encaja en mi mundo.Cuando comenzó a trabajar para mí y vi aquella pequeña Omega de cabello negro quede hipnotizado.Posee un rostro angelical, sus ojos almendrados son muy expresivos y siempre mantiene una sonrisa en sus labios, aquellos labios carnosos con un leve rosa natural, que me vuelven loco.Su cuerpo no es tan delgado como las chicas que conozco, pero posee una cintura pequeña que la hace ver muy sensual.Jamás me lo insinúe, siempre la he tratado como una empleada más pero cada vez que la tengo cerca mi corazón se acelera y mi lobo no para de mover su cola sintiéndose feliz, aspirando su dulce aroma a fresas.Pero aquella tarde en que escuch
Luar Mi teléfono sonó y en la pantalla aparece el nombre de mi mejor amiga Cristal. –Hola Cris, acabas de recordar que aun sigo con vida? –le dije molesta. – Perdón pequeña – ella siempre me ha tratado con mucho cariño – Pero es que mi trabajo absorbe todo mi tiempo. Cristal siempre ha estado para mí cuando la he necesitado, por ella pude venir a la ciudad y me dio alojamiento en su casa en lo que yo conseguía trabajo. Mi amiga es una omega realmente hermosa, pero a pesar de su linaje, es una chica fuerte y segura de sí misma, jamás le ha importado la opinión de los demás y no se deja doblegar por ningún Alfa. Su niñez en el pasado fue triste y bastante difícil, siendo muy pequeña, tenía que ver como su padre maltrataba a su mamá, además de tener que proteger a sus hermanos pequeños de no ser golpeados por aquel animal que tenían como padre. La pobre chica se la pasaba llena de moretones al ponerse como escudo para que no tocaran a los niños. Al haber tenido un pasado tan dolor
– Buenos días – escuche una suave voz. – Buenos días – dije levantando mi mirada de los papeles que ordenaba para mi jefe. Allí estaba ella, aquella chica de pelo castaño y rostro hermoso, sus labios tenían reflejado una leve sonrisa, una que no me parecía sincera para nada. – ¿Cómo trata a su nuevo juguete Kim?– sus palabras sonaban a burlas. – El señor Kim está reunido en estos momentos, pero puede sentarse y esperar, en cuanto termine le avisaré que usted se encuentra aquí – trataba de ignorar lo que decía, al final tiene razón para sentirse molesta, yo solo soy la otra. – Entonces esperaré – mientras caminaba lentamente hacia mi mesa de trabajo. Nunca he sido partidaria de juzgar a las personas a la primera, pero la señorita Alice no era la tierna y dulce omega que aparenta ser. – Desea que le traiga algo en lo que espera? – pregunté lo más amable que pude. – No quiero nada – me miraba como si fuera menos que ella, con aires de superioridad. – Segura – respiraba hondo para
No queda nadie en la empresa, es demasiado tarde, hoy fue un día demasiado agitado, entre reuniones, firmas de contratos, nuevos inversionistas, querían dejar todo listo ya que con las fiestas navideñas viajan a ver a sus familiares.Yo apenas tuve tiempo ni para comer,extraño mucho a mis padres y hermano, pero esta vez no podré ir, tengo demasiado trabajo y no quiero retrasarme, en cuanto tenga vacaciones iré.Mis piernas me duelen, estos tacones son demasiados incómodos para trabajar, pero el protocolo lo exige.– Aaaaah malditos zapatos los odio.– ¿Sucede algo señorita Luar? – escuché la voz de mi jefe.– No, nada señor – asintió.– Venga a mi oficina por favor – terminando de dar la orden entró.Ahora que quiere mi jefe, ando muerta de cansancio y solo quiero irme a mi departamento, necesito dormir.Me acomodé mis zapatos e hice lo que me pidió.– Dígame señor Kim.– Acérquese – dijo palmeando su regazo.– ¿Cómo? – no puedo creer que quiera algo a estas horas.– Acaso no me escu
Sus labios chocaron con los míos en un beso lento y delicado, haciendo explotar en mi pecho miles de sensaciones que se esparcieron por todo mi cuerpo, mis manos se enterraron en su cabello, mientras las suyas exploraban mi cuerpo en un toque suave y minucioso.El calor del momento comenzó a aumentar y yo quería más, deseaba más de aquel hombre que me hacía perder la locura.Mis juguetonas manos llegaron a su corbata retirando suavemente, mientras mordía mis labios para provocarlo, era la primera vez que yo iniciaba todo y él solo se dejaba hacer.Toda aquella tela que impide que nuestras pieles se rozaran, fue desapareciendo de a poco, cayendo al suelo, ya desnudos recorría cada centímetro de mi, mientras dibujaba en mi piel pequeños trazos y los latidos de mi corazón se aceleraban al hacerme sentir especial.Nos fundimos en un abrazo y nuestra frentes se juntaron mientras jadeamos debido a el placer del momento, podía sentir su cálida respiración en mi rostro, entretanto mi cuerpo m