Mi nombre es Andrea Alonso y hoy les contaré la historia de como me metí en grandes problemas y sin siquiera haberlos buscado.
Les contaré mi historia, es un poco corta, no, no me crean.
Soy huérfana de padre y madre.
Mi mamá murió cuando me daba a luz, Así que no la conocí, y mi papá murió cuando tenía 12 años de causas naturales y desde entonces vivo con mi abuelita paterna.
Mi abuela se llama Nolasca, Noli como todos la conocen, una abuelita tierna, dulce, amorosa, pero con un gran carácter, no puedes contradecirla porque de inmediato se enoja y para contentarla ¡uff! Es difícil.
Al morir mi padre, mi abuela me acogió en su casa, debo destacar que desde muy pequeña no me sentía cómoda andando por la casa de mi abuela, ya que no me dejaba andar por ningún lado, ahí empecé a ver a mi abue con diferentes ojos… Era la primera vez que me hablaba con gran seriedad, al prohibirme ciertos lugares de la casa.
*Andrea 12 años
—Queda prohibido que entres a la parte norte de la casa. Por ningún motivo puedes pasar de esta puerta—. Señaló mi abuela, una puerta de lámina color obscuro, mientras la cerraba con un pasador metálico y un candado.
A mi edad no le di mucha importancia a esas indicaciones, tenía más cosas en que pensar como para tener que pensar en una puerta.
Entre la muerte de mi papá y el cambio de escuela, mi mente era una baraña extraña de pensamientos, típico de una preadolescente.
La casa de mi abuela estaba alejada de la ciudad, no era ni rancho ni granja, pero si vivía lejos de la comunidad, ahí solo había 4 casas, una separada de la otra.
Y la colonia más cercana estaba cruzando la carretera, a unos 100 o 200 metros
Bueno, en si, cada casa tiene su privacidad, algo muy bueno.
Al llegar a la casa de mi abuela me di cuenta de que ella ya tenía arreglado el asunto de la secundaria, todo estaba planeado, entre uniformes y útiles, ya solo hacía falta integrarme a la escuela, lo bueno es que entraría al comienzo del ciclo escolar, no sería ningún problema, eso espero.
El lugar más cómodo de la casa era mi cuarto, ahí me sentía cómoda, protegida y en paz. Tenía un monitor pequeño para ver televisión. Abuela tenía muchas reglas y una de ellas, la tele se apaga a las 10 y de hecho tenía que desconectarlo y ponerle una funda anti polvo.
Todo lo demás era lindo, tita había pintado mi cuarto amarillo y los muebles color blanco. Era hermoso y sencillo mi cuarto.
Cada mañana para ir a la escuela pasaría por mí, una amiga de mi abuela, para dejarme en la escuela, la señora Estelita, una señora agradable y esbelta, debía ser menor que mi abuela, pero con una linda sonrisa.
Ya que su trabajo quedaba de paso, se ofreció en llevarme todos los días, porque abuela se tenía que ocupar de otras cosas
Conocí solo a tres de las amigas de mi abuela, la primera fue a Estela, porque ella fue a recogerme junto con mi abuela, cuando me encontraba en el hospital con mi padre.
Nunca supe si mi papá fue sepultado o no. Me sentía derrotada, ya no tener a mi cómplice de aventuras, mi compañero de películas y mi superhéroe a mi lado, me dejo con un gran vacío. Solo le pedí a mi tita que hiciera lo mejor y cuando estuviera lista le preguntaría.
A sus otras dos amigas las conocí en el funeral. Me llevaron muestras de condolencias y bebimos té, hasta que me desmaye de lo agotada y la tristeza que llevaba encima, después de eso ya no las volví a ver.
* Recuerdo de niñez
Salía de la primaria llorando, con una invitación para el día de las madres en la mano, mi padre al verme trato de consolarme por buen rato y casi lo logro. Caminamos comiendo nieve hasta nuestra casita. Al llegar vi de nuevo la invitación y de nuevo mis lágrimas empezaron a correr.
— Confías en mi bebé
— Ti -dije con los mocos escurriendo por mi cara
— Deja de llorar, verás que mañana te vas a divertir.
Al día siguiente, al despertar, mi papá me llevo el almuerzo a mi cama y me dio muchos besitos.
El día del evento, después de que todos estábamos en la explanada de nuestra escuela, dejaron entrar a las mamis, cada una busco el grupo de su hijo y se sentó en las pequeñas sillas, mientras las mamás buscaban la carita de su hijo y al encontrarla la saludaba con emoción, yo agache mi carita aguantando las lágrimas.
Risas empezaron a hacerse eco entre los grupos hasta hacerse cada vez más sonoro, levante la cara y vi a mi papá a varios metros de la explanada.
Al verme agitó la mano y me arrojo un beso, mi papi iba vestido de un hada, entonces entendí, no necesitaba a una mamá, si lo tenía a él, corrí a sus brazos y le di muchos besos en su cara.
Mi maestra se acercó a él y con una sonrisa le invito a sentarse para disfrutar del show.
Casi al finalizar, empezaron a entregar los regalos, todas las mamis recibieron un cesto, para el cuidado de la piel, en colores rosados y amarillos pasteles. Mi maestra al llegar a con papá le dio un cesto azul pastel con productos para él.
La felicidad de mi padre se reflejaba en sus ojos y su sonrisa, así que yo fui feliz por la gran maestra que tenía y lo considerada que fue, amaba a mi maestra Susi, lamentablemente ella es casada como para qué se fijará en papa.
Entre mis recuerdos me encontré que cada cuanto nos reuníamos con mi abuela.
Antes era cada semana y después fue cada 14 días o hasta un mes. Solo recuerdo que a veces peleaba papá y tita.
Otras veces salíamos a pasear a un río mientras yo atrapaba insectos en una red de mariposas
<< Fin Recuerdo >>
Cada 15 días se reunía mi tita con sus amigas a jugar bingo, y yo aprovechaba para conocer a mis alrededores, no fue hasta que entré a la secundaria que conocí a mi mejor amiga Samanta.
Ya solo esperaba cada fin para reunirme con Sami, y salir a conocer el pueblo en compañía de sus papás, ella era una chica muy agradable e inteligente y sus papás maravillosos.
*Recuerdo: "Primer día de escuela"Al llegar a la escuela me senté cercas de la puerta del salón, para cuando llegara la hora de salir y huir del lugar, no tener que ir detrás de nadie.— Buenos días, jóvenes— saludo una mujer alta, de cabello negro, en voz muy fuerte y autoritaria.Se acomodó en su escritorio, saco una lista y empezó a tomar... ¿Lista???Cada que mencionaba a un alumno volteaba a verlo, después de varios alumnos nombrados se detuvo.— Valla, valla, tenemos compañera nueva— dijo la maestra mientras buscaba en el salón...Todos voltearon a verme, fue fácil para la maestra encontrarme, juro que quería morir de vergüenza.No es que fuese tímida ni nada de eso, simplemente no quería ser el centro de atención de nadie, solo quería pasar desapercibida.— Señorita Andrea, puede ponerse de pie y presentarse al grupo.La maestra no pidió, exigió que me presentará. Como el pueblo era pequeño, casi todos venían de la misma escuela, vecinos o familiares, por eso fui yo la única
Termine el maldito trabajo yo sola, lo miraba de reojo y pude ver que él, muy sin vergüenza, me miraba directamente y con una sonrisa retorcida, que a decir verdad lo hacía ver muy guapo, pero a mí me hacía enojar más.Sonó el Timbre de salida, el profesor no apareció y claro que no le iba a pasar apuntes, pero el idiota arrebató mi cuaderno de la mochila y se salió del salón apresurado, lo vine alcanzando cuando Estelita ya estaba en la entrada con el auto, encendido.— ¡Cómo les fue, chicos!— Excelente abue, Andrea es excelente amiga— dijo el idiota sacándome de mis casillas.Lo odié al instante.No quise contrariarlo y hacer sentir mal a Estelita, así que me fui enojada todo el trayecto a casa.Así pasaron varios meses, él me molestaba, yo me fastidiaba e incluso a veces lo golpeaba. No había día en que no nos regañara el profe o la maestra por estar distraídos,Julio o más bien Jewl (yuul), como le dice su abue de cariño, hizo que nos movieran a Sami y a mí en el equipo, convencí
Escuche esas palabras y mi corazón dio un salto, y empezó a agitarse muy rápidamente, una sonrisa escapo de mi boca, y no tengo la más mínima idea del porqué.No tenía idea de lo que él veía en mí en ese momento. — Desde hace mucho tiempo comenzaste a gustarme, no me atrevía a decirte, porque tampoco quiero arruinar nuestra amistad. — Ya no quiero ser más tu amigo Andrea— tomó mi mano—. Si me permites, yo quiero ir un poco más allá— volteo a verme justo cuando yo levante el rostro para mirarle. Si el chico me gustaba, pero no me imaginaba que para otra cosa, ya que los tres teníamos una relación estupenda. Muchas veces, me pregunté, el "por qué" no podía andar con él, siendo un chico guapo, bien parecido, con la carita más linda que he visto y su porte de chico malo de película. Al principio, yo creía que a él le gustaba Sami, ya que a ella le hablaba muy bien, mientras a mí me fastidiaba, luego poco a poco, nos trataba casi igual, pero con la diferencia que seguíamos molestándo
* Recuerdo Andrea, 5 años de edad. Estábamos en casa de mi tita, ella es la abuelita más cariñosa de todo el mundo, me hace galletas y pasteles, por eso la amo. Comía mis galletas con leche sentada en una mesita de plástico para niños que tita me compro. Mientras comía tarareaba una canción que me enseñó papi. Mi papá y mi tita hablaban en vos muy baja, papa tenía su cara roja, parecía que haría boom. — ¡Princesa!— llamó papa — Ti — Por qué no vas a dar una vuelta a la casita bebe — ¿Puedo salir? — No bebe, está lloviendo fuerte — Puedo ver las fotos de tita — Nada más no las vayas a agarrar, ni a tirar. — Ti papi Me bajé de la silla y empecé a cantar mis canciones favoritas mientras veía las fotos de mi abuelita. Estrellita donde estás, quiero verte titilaaaar... Cantaba y caminaba mientras recorría la sala. Había un sapo, sapo, sapo, que nadaba en el río, río, río, con un traje, vede, vede, vede, que temblaba de fío, fío, fio... Entre caminando, saltando y cantand
* Relata JewlMi corazón se estrujó al escuchar la voz de Andy por un teléfono desconocido, apenas escuche mi nombre, tomé mi mochila con algunas cosas, mientras esperaba sus indicaciones... y literal corrí por la casa, saltando la cerca para llegar a mi moto. La aceleré a todo sin siquiera ponerme el casco. Cuando llegue al comercio ahí estaba ella. Sentada en una banca mirando hacia todos lados. Como si se cuidara de alguien... Dio un salto cuando escucho el motor de la moto. Apenas espero a que bajara y se arrojó a mis brazos. Temblaba, no sabía si por lo fresco que empezaba a hacer o por el miedo, no sabía qué pasaba, pero tenía que sacarla de aquí... — Vamos a llevarte a casa— Le sugerí, pero sus ojos desorbitados y un NO rotundo me puso sobre alerta. Fue ahí cuando le puse más atención, ella llevaba un chort y una blusa pequeña, que hacía resaltar sus pechos sin sujetador. Y unas sandalias. En todos estos años nunca me imagine verla así. Siempre andaba muy linda en faldas
*Narra JulioEntre sueños escuché un grito de horror, me desperté inmediatamente y corrí hacia mi habitación, mi abuela se asomaba por la puerta de su cuarto ya con luz encendida. La miré por un momento, ella giró su cabeza hacia mi cuarto y entendí que daba su permiso de entrar. Entre a mi cuarto encendiendo la luz. Andrea gritó al verme pasar. — Tranquila, soy yo— me acerqué lentamente a ella, que estaba sentada en mi cama agarrando fuertemente el edredón. — Lo escuché de nuevo Jewl, Escuche el rugido — Tranquila Andy, aquí no hay nadie, todo está en tu cabeza. Me senté a su lado y la atraje a mis brazos, ella sudaba mucho. — Ven vamos al baño La hice darse un baño. Andrea estaba irreconocible, tenía pánico de todo. Me hizo esperarla afuera del baño con la puerta abierta y con la condición de que no me asomara. Y así lo hice. Antes habíamos alistado mi pijama para que ella pudiera dormir a gusto, y otra para mí. En que consistía su pijama, bueno en pantalón de "falsa" seda
Se acercaba el 180 aniversario del pueblo, el día en que por fin lo nombrarían como pueblo oficialmente, ya que aún era muy pequeño y rural para llegar a ciudad.Además, que la población era igual de pequeña, a pesar de que año con año salían profesionistas, pero ellos buscaban mejores oportunidades en otras ciudades, incluso otros países.Haciendo que el pueblo, no aumentará ni disminuyera, en población.En esta fecha importante habría celebración, como cada año, desfiles, comida y jugos.En las escuelas pidieron a todas asistir al desfile, el año pasado nuestra escuela participo como danza típica de la región.*Relata JulioCuando mi profe de taller comentó que él estaría a cargo del grupo, maldije muy dentro de mí, había muy pocas chicas en nuestro grupo, quizás me tocaría con alguna de ella o quizás nos acoplaran a otro grupo, pero como siempre me dispongo a desaparecer y no participar.El profe corría de un lado a otro en lo que esperábamos noticias, de qué grupo se uniría a noso
*Relata SamantaEl camión que la escuela rento para transportarnos al pueblo estaba muy lleno, íbamos demasiadas personas.Cuando subimos al camión, me senté junto a Julio que agarro a lado de la ventana. Cuando el camión poco a poco empezó a llenarse, supe que había sido mala idea, los muchachos se empujaban unos a otros, y empezaban a aventar papeles.Julio me cambió de lugar, y con su cuerpo me cubrió de varios golpes.Desde hace días lo he notado muy cansado e irritado. Sé que se desespera por no saber de Andrea, pero se le nota ya ojeras y se cansa muy rápido últimamente.Saque una botella de agua de mi mochila y una toalla, se las tendí.Pronto se iría, su cansancio e irritabilidad y esos ojos negros que, de vez en cuando dan miedo, empezaba a hacerse presente.Me entristeció saber que tendría a Andrea muy sentimental por su alejamiento...A pesar de que este par disimulaba no tener una relación, ambos se delataban en la forma en la que se miraban o el cómo se agarraban la mano